Re: ¿Cuál crees que es la mayor herejía en estos tiempos?
La literatura eclesiástica abunda en ejemplos de las pretensiones arrogantes y blasfemas del papado. Ejemplos típicos son los siguientes tomados de una gran obra enciclopédica escrita por un teólogo católico del siglo XVIII: "El papa es de una dignidad tan grande y es tan excelso, que no es un mero hombre, sino como si fuera Dios y el vicario de Dios...
"El papa está coronado con una triple corona, como rey del cielo y de la tierra y de la regiones inferiores...
"El papa es como si fuera Dios sobre la tierra, único soberano de los fieles de Cristo, jefe de los reyes, tiene plenitud de poder, a él le ha sido encomendada por Dios omnipotente la dirección no sólo del reino terrenal sino también del reino celestial...
"El papa tiene tan grande autoridad y poder que puede modificar, explicar e interpretar aun las leyes divinas...
"El papa puede modificar la ley divina, ya que su poder no es de hombre sino de Dios, y actúa como vicerregente de Dios sobre la tierra con el más amplio poder de atar y soltar a sus ovejas.
"Cualquier cosa que se diga que hace el Señor Dios mismo, y el Redentor, eso hace su vicario, con tal que no haga nada contrario a la fe" (traducción de Lucio Ferraris, "Papa II",Prompta Bibliotheca, t. VI, pp. 25-29).
Quebrantará.
O, "desgastará". Esto se describe antes con las palabras, "este cuerno hacía guerra contra los santos, y los vencía" (vers. 21). La frase describe una persecución continua e implacable. El papado reconoce que ha perseguido y defiende tales hechos como el legítimo ejercicio del poder que pretende haber recibido de Cristo. Lo siguiente está tomado de The Catholic Encyclopedia:
"
En la bula 'Ad exstirpanda' (1252), Inocencio IV dice: 'Cuando los que hayan sido condenados como culpables de herejía hayan sido entregados al poder civil por el obispo o su representante, o la Inquisición, el podestá o primer magistrado de la ciudad los llevará inmediatamente y ejecutará las leyes promulgadas contra ellos, dentro del término máximo de cinco días'... Ni podía quedar duda alguna en cuanto a cuáles disposiciones civiles se indicaban, porque los pasajes que ordenaban quemar a los herejes impenitentes 858 estaban incluidos en los decretos papales de las constituciones imperiales 'Commissis nobis' e 'lnconsutibilem tunicam'. La bula antes mencionada 'Ad exstirpanda' permaneció de allí en adelante como documento fundamental de la Inquisición, renovada o puesta nuevamente en vigencia por varios papas, Alejandro IV (1254-61), Clemente IV (1265-68), Nicolás IV (1288-92), Bonifacio VIll (1 294-1303)
y otros.
Por lo tanto, las autoridades civiles estaban obligadas por los papas, so pena de excomunión, a ejecutar las sentencias legales que condenaban a los herejes impenitentes a la hoguera" (Joseph Blötzer, art. "Inquisition", t. VIII, p. 34).
Pensará.
Arameo sebar, "procurar", "intentar". Se indica un esfuerzo premeditado (CS 499-500).
Tiempos.
Arameo zimnin (singular, zeman), término que indica tiempo fijo, como en los cap. 3: 7-8; 4: 36; 6: 10, 13, o un lapso como en los cap. 2: 16; 7: 12. En el cap. 2: 21 se da una sugestión en cuanto al significado de la expresión "cambiar los tiempos'. Allí se usan juntas otra vez las mismas palabras arameas que significan "mudar" y "tiempos". Sin embargo, en ese pasaje Daniel dice que es Dios quien tiene la autoridad de mudar los tiempos. Es Dios quien rige el destino de las naciones. Es él quien "quita reyes, y pone reyes" (cap. 2: 21). "En la palabra de Dios contemplamos detrás, encima y entre la trama y urdimbre de los intereses, las pasiones y el poder de los hombres, los instrumentos del Ser misericordioso, que ejecutan silenciosa y pacientemente los consejos de la voluntad de Dios" (Ed 169). Es también Dios quien determina el "tiempo" (arameo zeman) cuando los santos poseerán el reino (cap. 7: 22). El esfuerzo del cuerno pequeño para mudar los tiempos indicaría un esfuerzo premeditado para ejercer el derecho divino de dirigir el curso de la historia humana.
La ley.
Arameo dath, palabra usada para referirse tanto a la ley humana (cap. 2: 9, 13, 15; 6: 8, 12, 15) como a la divina (Esd. 7: 12, 14, 21, 25-26). Es evidente que aquí se hace referencia a la ley divina, ya que la ley humana puede ser cambiada según la voluntad de la autoridad civil, y tales cambios difícilmente podrían ser el tema de la profecía.
Al investigar si el papado ha intentado cambiar las leyes divinas o no, encontramos la respuesta en la gran apostasía de los primeros siglos de la era cristiana cuando fueron introducidas numerosas doctrinas y prácticas contrarias a la voluntad de Dios revelada en las Sagradas Escrituras. El cambio más audaz corresponde al día de descanso semanal. La iglesia apóstata admite sin ambages que es responsable de la introducción del descanso dominical, y pretende que tiene el derecho de hacer tales cambios (CS 499-500). Un catecismo autorizado para sacerdotes dice: "
La Iglesia de Dios [es decir, la Iglesia Católica] en su sabiduría ha ordenado que la celebración del día sábado fuese transferida al 'día del Señor' " (Cathechism of the Council of Trent, traducción de Donovan, Ed. 1829, p. 358). Este catecismo fue escrito por orden del gran Concilio de Trento y publicado bajo los auspicios del Papa Pío V.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.