El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado freddyjuarbe. Saludos cordiales.


Las cifras no mienten. A finales del siglo XIX la iglesia bautista era, como hoy, la denominación religiosa más numerosa en los Estados Unidos. El New York Times publicó para el año 1882 las siguientes estadísticas:

En los Estados Unidos hay 26.373 iglesias bautistas, 16.514 ministros, 141.473 escuelas dominicales, y una membresía de iglesia de 2.336.022 (The New York Times, 5 de octubre de 1882, p. 8, http://query.nytimes.com/mem/archiv...E1F3EE433A25756C0A9669D94639FD7CF&oref=slogin).

Comparados con esta cifra, los adventistas del séptimo día, que para el mismo año sumaban apenas unos 16.662 miembros en todo el país, eran tan sólo una turba. Para el año 1899 la iglesia adventista todavía no alcanzaba los 46.000 miembros. La diferencia era, pues, astronómica.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado freddyjuarbe. Saludos cordiales.

Ante esta urgente necesidad que tenía de pertenecer a una comunidad no tan minúscula, Canright sabía que debía renunciar a la fe que antes había defendido tan victoriosamente delante de los enemigos del adventismo. Sin embargo, combatir la doctrina adventista no le resultaría una tarea demasiado sencilla ni demasiado placentera. Él mismo confiesa:

"Duré meses en este estado. Busqué en toda dirección para ver si no había algún error en nuestra doctrina, o si no podía ir en otra dirección. Pero no podía ver de qué manera, de acuerdo con la Biblia, los grandes pilares de nuestra no eran sanos. Hablé con ministros de otras denominaciones para ver si podían decir algo al respecto, y sus argumentos no eran mejores que aquellos que ya había escuchado y refutado cien veces. Vi que mi fe en la doctrina adventista era tan fuerte que no podría creer en nada más; así que desistí de mi intento? Así, viendo que no hallaba tranquilidad para mi mente en ninguna parte, vine a Battle Creek en enero [de 1881] y les hablé libremente de mis dificultades y pruebas al pastor Butler, al hermano y la hermana White, y a otros. Ellos hicieron lo que pudieron, y todo lo que les pedí, para ayudarme veo que mis dificultades han desaparecido, y se han reavivado mi anterior interés y confianza en el mensaje, hasta ahora me siento claro y firme en la obra nuevamente. Desde luego que ahora lamento haber dado paso al desaliento y a las dudas; pero creo haber aprendido una lección que no tendré que aprender otra vez mientras viva (Dudley M. Canright, El peligro de dar paso al desaliento y a las dudas, Review & Herald, vol. 58, Nº 12, Battle Creek, martes 13 de septiembre de 1881, p. 185, http://www.adventistarchives.org/doc_info.asp?DocID=10268).

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado freddyjuarbe. Saludos cordiales.


Como podemos apreciar por sus propias palabras, Canright andaba en busca de algún error doctrinal que justificara su renuncia al adventismo. Sólo que no logró dar con dicho error, y el protestantismo que él mismo había combatido durante años no tenía la menor idea de cómo refutar las doctrinas adventistas.

En su libro, Canright demuestra que su desconfianza en el mensaje adventista no partió de un estudio sincero y en oración, ni bajo la dirección del Espíritu Santo, sino que le sobrevino cuando entró en contacto con otras iglesias y leyó libros en contra de la fe adventista. En contraste, cuando Canright asegura haber sido dirigido por el Espíritu Santo, el resultado de esta guía era que su fe en el mensaje se fortalecía. Luego, cuando entró en contacto con los enemigos del adventismo y leyó libros, su fe en el mensaje se debilitaba. Puesto que Canright terminó aceptando lo que decían los enemigos del adventismo, es evidente que prefirió la guía de los hombres antes que la guía del Espíritu Santo. Desde luego que, ante la prioridad de Canright de pertenecer a una denominación numerosa y popular, poco importaba la veracidad de la doctrina. Todo lo que le hacía falta para la satisfacción de su ego debía hallarse en una iglesia millonaria en miembros, y no es un remanenete minúcsulo e insignificante.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado freddyjuarbe. Saludos cordiales.

Por eso, podemos confiadamente afirmar que Canright, al ser movido por la vanagloria, desacató la admonición divina: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1 Juan 2:15-17). Y eso fue exactamente lo que ocurrió con Canright: su gloria entre los bautistas fue fugaz. No destacó entre ellos ni por su erudición ni por su denuedo. No se le confió ningún puesto de altura, y no pasó de ser un pastor de iglesia. Si esperaba ser otro Spurgeon entre los bautistas, en vano se esforzó durante más de treinta años.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado freddyjuarbe. Saludos cordiales.

"La razón principal por la que Canright ataca la probidad académica de los pioneros es simplemente porque así lo necesita, para poder descalificar el movimiento, en vista de que en el campo doctrinal realmente tiene poco que observar. Claro que no puede hacerlo sin descalificar al mismo tiempo a los cristianos primitivos, entre los cuales había ciertamente muy pocos ilustrados. Del mismo modo, no puede exaltar el valor del academicismo sin al mismo tiempo exaltar el muy ilustrado cuerno pequeño." (Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Solo a un auténtico mamarracho (se apellide Cabrera o provenga del Ganges) se le puede ocurrir que Canright y otros abandonaron el adventismo sin saber por qué, dado que en todo estaban de acuerdo con semejante "movimiento" y que, a posteriori, se pusieron a investigar a ver si encontraban algún punto de discrepancia.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardito. Saludos cordiales.

Tú dices:

Solo a un auténtico mamarracho (se apellide Cabrera o provenga del Ganges) se le puede ocurrir que Canright y otros abandonaron el adventismo sin saber por qué, dado que en todo estaban de acuerdo con semejante "movimiento" y que, a posteriori, se pusieron a investigar a ver si encontraban algún punto de discrepancia.

Respondo: ¡Ya se sabe que careces de comprensión lectora!

Esto dice Canright:

"Ahora miremos los fundadores de nuestras sectas heréticas. Joanna Southcott era enteramente analfabeta, una simple lavandera. Ann Lee, la fundadora de los Cuáqueros, no tenía ninguna educación, trabajaba en una procesadora de algodón, y era cocinera en un hospital. Joseph Smith, el fundador del Mormonismo, no tenía ninguna educación, y Brigham Young tenía muy poca. Ni una sola de estas personas era influyente en el mundo, aparte de sus propios y engañados seguidores."

(Dudley M. Canright, Mi renuncia al adventismo del séptimo día, cap. 1, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renuncia1.html).

"Cierto. Estos charlatanes que menciona Canright fueron verdaderamente iletrados en toda ciencia, excepto en la del engaño. Pero Canright olvida mencionar que los peores maestros del engaño han sido, por el contrario, hombres de mucho reconocimiento académico. Sócrates, Platón y Aristóteles son un ejemplo incuestionable de ello: sus sofismas acerca del idealismo, la metafísica, la reencarnación, el politeísmo y otras abominaciones, así como su justificación de la sodomía, demuestran que el mayor engaño no es aquel que se limita a una pequeña secta, sino el que subyuga a toda una generación, a toda una era histórica, a todo el mundo conocido, en sus extravíos.

Esto es precisamente lo que se dice del terrible poder político religioso descrito en la profecía como el cuerno pequeño, el cual será altivo de rostro y entendido en enigmas (Dan. 8:23). ¿Entendido en enigmas?. Adam Clarke comenta esta frase así: Muy sabio y hábil en todas las cosas para gobernar y sus intrigas. La sabiduría de Roma es proverbial en el presente tiempo (Commentary on the Bible, StudyLight.org, http://www.studylight.org/com/acc/view.cgi?book=da&chapter=008). Sí, el mayor engaño religioso en toda la historia de la humanidad sería dirigido, no por la rusticidad y la ignorancia, sino por la ilustración y la erudición: un poder muy entendido en enigmas y muy influyente en el mundo.

Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes (vers. 25). No se trata de alguien iletrado, sino de alguien bien entendido e ilustrado, que emplea su astucia para engañar y someter a muchos.
Tomás de Aquino, a quien los católicos gustan llamar el doctor angélico, es tal vez el erudito más conspicuo de la fe católica. Sin embargo, su educación, refinamiento y talento no le impidieron defender atrocidades como la Inquisición, proponiendo que una herejía es razón suficiente para llevar al hereje a la muerte (Véase, Summa Theologica, II:II, 11:3, http://hjg.com.ar/sumat/c/c11.html#a3). También propuso que los hijos de los judíos debían ser bautizados a la fuerza. Y esto sin mencionar las consabidas abominaciones católicas que el doctor angélico supo defender a capa y espada con su educación, refinamiento y talento. El resultado de las enseñanzas de Aquino no fue el engaño de una pequeña secta de iletrados, sino el engaño de todo un continente durante siglos, incluyendo a personas ilustradas.

Este ataque de Canright a la idoneidad académica de nuestros pioneros es un eco exacto del ataque que el pagano Celso dirigió a los cristianos del segundo siglo, por las mismas razones: Hay una raza nueva de hombres nacidos ayer, sin patria ni tradiciones, asociados entre sí contra todas las instituciones religiosas y civiles, perseguidos por la justicia, universalmente cubiertos de infamia, pero autoglorificándose con la común execración: son los Cristianos (Celso, El discurso verdadero contra los cristianos, en Biblioteca de Clásicos Grecolatinos, prefacio 1).

¿Qué es eso de personas influyentes en el mundo? Lejos del aplauso del mundo, los cristianos recibirían el menosprecio y aborrecimiento de todos por causa del nombre de Cristo (Mat. 10:22; Luc. 21:17). Hay una buena razón para que los cristianos no sean reconocidos ni estimados por el mundo: ¡porque no son del mundo! Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece (Juan 15:19). Por eso los adventistas, lejos de avergonzarse por no tener luminarias aplaudidas por el mundo, deben regocijarse porque en ellos se cumplen las palabras de nuestro Señor. Si así no fuese, habría razones serias para preocuparse.

El otro ataque de Canright contra los pioneros, en el sentido de que por ser iletrados engañan sólo a otros iletrados, es la misma acusación que el pagano Celso endilgó a los cristianos y a su Maestro:
Tal es el linaje de donde salieron los cristianos. La rusticidad de los judíos ignorantes los dejó caer en los sortilegios de Moisés. Y, en estos últimos tiempos, los cristianos encontraron entre los judíos un nuevo Moisés que los sedujo de una forma aún mayor. Él pasa entre ellos por hijo de Dios y es el autor de su nueva doctrina. Agrupó en torno suyo, sin selección, una multitud heterogénea de gentes simples, groseras y perdidas por sus costumbres, que constituyen la clientela habitual de los charlatanes y de los impostores, de modo que la gente que se entregó a esta doctrina nos permite ya apreciar qué crédito conviene darle? (Ibídem, prefacio 6).

¿Qué hombre en sano juicio puede dejarse captar por doctrina tan ridícula? Basta contemplar la multitud que la abraza para despreciarla. Los maestros de los cristianos ni buscan ni encuentran discípulos, sino entre hombres sin inteligencia y de espíritu obtuso (Ibídem, prefacio 39).

Ningún crédito ofreció el mundo a Cristo y sus seguidores, y del mismo modo ningún crédito ofrece Canright a los pioneros adventistas y sus seguidores, por las mismas razones. En razón de ello, puede alegrarse el pueblo adventista de ser identificado con el pueblo cristiano del primer siglo." (Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardito. Saludos cordiales.

Continuemos examinando el pensamiento de Canright....

"Dice que soy apóstata ahora, porque los abandoné y me uní a los Bautistas. Mi respuesta es ésta: Si cambiar de opinión e ingresar a otra iglesia lo convierte a uno en apóstata, entonces más de la mitad de sus miembros son apóstatas, porque dejaron otras iglesias para unirse a los Adventistas. Además, hacen circular y elogian un libro titulado "Fifty Years in Rome" [Cincuenta Años en Roma], escrito por un hombre que por muchos años fue un erudito sacerdote en la iglesia romana. Dicen que su alta posición y larga experiencia en esa iglesia hacen este libro inapreciable. ¡Pero dicen que el hecho de que yo estuviera con ellos en una alta posición por tanto tiempo, y que ahora los haya dejado, sólo prueba que yo soy un hipócrita!"

(Dudley M. Canright, Mi renuncia al adventismo del séptimo día, cap. 2, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renuncia2.html).

El Diccionario Bíblico de Baker define apostasía como defección de la fe, un acto de rebelión imperdonable contra Dios y su verdad. El pecado de apostasía resulta en el abandono de la doctrina y conducta cristianas? (Apostasy, Bakers Evangelical Dictionary of Biblical Theology, StudyLight.org, http://www.studylight.org/dic/bed/view.cgi?number=T44).

"Es evidente el peso que la palabra apostasía ejerce sobre los hombros de Canright. Pero si el pueblo adventista fundamenta su doctrina en la Biblia, es evidente que es la verdad. Por lo tanto, alejarse de esas enseñanzas bíblicas no califica de otra manera que de apostasía. Mientras Canright no logre demostrar que las doctrinas adventistas no tienen soporte en la Biblia, como de hecho no pudo hacerlo, a confesión de parte, toda queja que pueda hacer en contra del epíteto apóstata, resulta vano e inútil.

La mitad de los adventistas no pueden ser apóstatas por el mero hecho de venir de otras denominaciones, pues no salieron de la verdadera doctrina, sino precisamente de doctrinas falsas y apóstatas para unirse a la fe adventista. No puede ser apóstata quien deja la apostasía para abrazar la verdad: es apóstata el que abandona la verdad para abrazar la apostasía."
(Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Respondo: ¡Ya se sabe que careces de comprensión lectora!
Bueno, gavialito el soplagaitas. Ya sabes, infeliz, que Canright murió siendo pastor bautista, perfectamente satisfecho de haber dejado atrás la secta mentirosa de los adventistas. Y de ello dieron testimonio sus hijas tras su muerte. Y ya sabes que, conociéndote a ti, no hay razón alguna para imaginar que los adventistas digáis alguna vez alguna verdad. ¡Ni en sueños!
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.

Tú dices:

Bueno, gavialito el soplagaitas. Ya sabes, infeliz, que Canright murió siendo pastor bautista, perfectamente satisfecho de haber dejado atrás la secta mentirosa de los adventistas. Y de ello dieron testimonio sus hijas tras su muerte. Y ya sabes que, conociéndote a ti, no hay razón alguna para imaginar que los adventistas digáis alguna vez alguna verdad. ¡Ni en sueños!

CANRIGHT, EL HOMBRE PROMINENTE

Hacia el año 1915, a 38 años después de su defección del adventismo, y estando ya en sus 75 años de edad, Canright demuestra seguir anhelando la gloria y el reconocimiento público que salió a buscar como un hijo pródigo que nunca regresó. Puesto que las noticias que circulaban a su alrededor hablaban de todo menos de que hubiera conseguido la vanagloria que anhelaba, lo que hace él en respuesta es darse a sí mismo la tan anhelada gloria. Leamos sus propias palabras:
"Cuando un hombre prominente abandona una iglesia o un partido político e ingresa a una o uno de la oposición, y da sus razones para ello, puede esperar que sus antiguos asociados reaccionen. En mi caso, no esperaba que se hiciera conmigo ninguna excepción cuando renuncié al Adventismo, y no me he sentido chasqueado. La gran mayoría de mis antiguos hermanos han sido muy amables conmigo y me han tratado con bondad. Algunos, muy pocos, han hecho lo contrario. Han tratado de contrarrestar mi influencia contra lo que ellos consideran la obra de Dios. Estos pocos han echado a rodar el rumor de que yo lamento haber abandonado el Adventismo, que lo he manifestado así, que he tratado de regresar a ellos, que he confesado que mi libro es una falsedad. Algunos han dicho que yo era muy pobre, una ruina física y mental, sin esperanza de salvación, etc. Estos informes son aceptados como hechos por hermanos honestos y repetidos hasta que son creídos hasta que son creídos por muchos Adventistas en el mundo entero. He negado estos informes de todas las formas posibles, pero todavía son creídos y repetidos, y sin duda lo serán siempre. Que Dios sea el juez entre nosotros.
Aquí y ahora, y por enésima vez, afirmo solemnemente delante de Dios que renuncié al Adventismo porque creí que era un sistema erróneo. Ni una sola vez he lamentado haberlo hecho, ni le he dicho a nadie que yo haya tenido el menor deseo de regresar a ese pueblo. Sería imposible que yo hiciera tal cosa y fuera un hombre honesto. En la actualidad, ( 1915), estoy sano de cuerpo y de espíritu, tengo una buena casa que vale $10.000 o $12.000, y cuatro hijos crecidos, de los cuales cualquier hombre se sentiría orgulloso. Al abandonar a los Adventistas, ingresé a la Iglesia Bautista de Otsego, Michigan, y fui su pastor hasta que se convirtió en una iglesia próspera. Ellos han sido mis ardientes amigos hasta este día. Hace veinte años, me mudé a Grand Rapids, Michigan, me encargué de una nueva misión, la construí y la organicé hasta convertirla en una de las más fuertes iglesias de la ciudad, con varios cientos de miembros y un hermoso edificio. Dos veces he sido su pastor, y siempre he sido un miembro activo. En la actualidad, enseño en una numerosa clase bíblica cada día del Señor, y a menudo les predico. Siempre he estado en perfecta armonía con la iglesia. Me honran como a su padre, me consultan acerca de todos los asuntos importantes, y con vehemencia resienten los tontos informes que algunos hacen circular acerca de mí.
"

(Dudley Canright, Mi posición actual, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).

Nótese cómo Canright disfruta de llamarse a sí mismo hombre prominente. Lamentablemente esta autoexaltación queda mal para un cristiano, quien debe considerarse el más humilde de todos los hombres. Ni siquiera el apóstol Pablo, a quien el mismo Canright califica de muy renombrado por su erudición, y quien hizo por el cristianismo diez veces más que todos los otros apóstoles juntos, se atrevió jamás a exaltarse a sí mismo como un hombre prominente. Muy al contrario, Pablo se llama a sí mismo el más pequeño de todos los apóstoles (1 Cor. 15:9). Y no sólo el más pequeño de los apóstoles, sino incluso menos que el más pequeño de todos los santos (Ef. 3:8 ). Pero a Canright no lo vemos en esa actitud. Él no es de ninguna manera uno de los menos de todos los santos, sino por el contrario un hombre prominente.

Pablo nos exhorta a la humildad, aconsejándonos: Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo (1 Tes. 2:6). Pero Canright no hace eso. Claro que no. Él descalifica a los pioneros como iletrados y rústicos, y en cambio se exalta a sí mismo como hombre prominente de gran erudición y preparación académica, superior a los pioneros adventistas.

Pablo también enseña que los cristianos no debemos buscar gloria de los hombres (1 Tes. 2:6). Pero Canright no hace otra cosa que dedicar su vida a buscar esa gloria, gloria que nunca encontró, y que finalmente decidió dársela a sí mismo.

En cuanto a las honras que recibe Canright de parte de sus colegas y sus hermanos bautistas en razón de su honestidad y sinceridad, basta con leer las mentiras y errores que expresa él en su libro, para que de inmediato se esfume la validez de todos esos halagos. (Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

CANRIGHT, EL HOMBRE PROMINENTE
Enloquecido soplagaitas, que pegues aquí enlataditos de las páginas marrones (imagínate a qué me refiero con ese color) adventistas de nada vale, pues, como sabes perfectamente, el pastor Canright tuvo un fructífer ministerio entre los bautistas y jamás se arrepintió de haber abandonado el cenagal putrefacto de tu secta. El tal Giovanni Cabrera parece un poco menos tarado que algunos tipos de tu secta que pululáis por aquí, pero tampoco está muy allá, ¿eh? Por cierto, muy apropiado su apellido.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado deshonesto eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.


CANRIGHT, EL ¿TESTIGO FIEL Y VERDADERO?

"De los muchos testimonios impresos que tengo delante de mí, he seleccionado sólo unos pocos, que hablan por sí mismos:
"Grand Rapids, Mich., Nov. 1, 1907: "A quien concierna: Habiendo recibido muchas cartas de todas partes de los Estados Unidos de parte de los que han sido informados por Adventistas de que el Rev. D. M. Canright no es miembro de una Iglesia Bautista, y muchas otras cosas de esta naturaleza, denunciamos muy enfáticamente cualesquiera afirmaciones de esa clase, y declaramos que él es en la actualidad, y ha sido por muchos años, miembro activo de la Iglesia Bautista Bereana de esta ciudad y en dos ocasiones su pastor, un hombre por encima de todo reproche y, sobre todo, un noble cristiano". Respetuosamente, W. H. Andrews, ex-oficial y miembro fundador de la iglesia mencionada más arriba. Certifico lo anterior. REV. ROBERT GRAY, Pastor de la Iglesia Bereana".
Grand Rapids, Mich., April 9, 1910: "A quien concierna: QUERIDOS HERMANOS: Esta carta tiene el propósito de declarar que el firmante de este documento ha conocido por muchos años al Rev. D. M. Canright como un cristiano sincero y consagrado y un verdadero ministro de Jesucristo. Por muchos años, en sus libros y tratados, ha sido un 'testigo fiel y verdadero' contra los errores de los Adventistas del Séptimo Día". OLIVER W. VAN OSDEL, Moderador de la Asociación de Grand River Valley. ALEXANDER DODDS, Presidente de la Sociedad de la Misión Bautista Urbana. W. I. COBURN, Presidente de la Conferencia de Ministros Bautistas".


(Dudley Canright, Mi posición actual, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).

¿Dudley Canrgiht testigo fiel y verdadero? ¿Y ni siquiera siente él el menor escrúpulo en usurpar un título que sólo pertenece a nuestro Señor? (Apoc. 3:14). En lugar de blandir con pompa y orgullo este título blasfemo, debería suprimirlo de la cita que hace, en muestra de humildad cristiana, si es un corazón verdaderamente cristiano el que lo anima. Pero no, a él le parece muy apropiado y muy justo que se le llame testigo fiel y verdadero. ¿Qué más evidencia necesitamos para ver sus verdaderas motivaciones?

Por otra parte, si en realidad Canright fue tan estimado por los bautistas y era depositario de la mayor confianza de parte de ellos, ¿por qué nunca pasó de ser un mero pastor de iglesia? ¿Por qué nunca llegó a ocupar un puesto de relevancia, tal como los que ocupaban los pastores Van Osdel, Dodds y Coburn? ¿Por qué durante más de treinta años de servicio entre los bautistas nunca ascendió a ningún puesto de dirigente? Lo más extraño es que Canright, siendo académico, ni siquiera fue encargado de ninguna cátedra en los seminarios bautistas. Lo máximo que hizo fue ser maestro de escuela dominical, responsabilidad para la que no se requiere ningún título académico. Ya esto es un indicador inequívoco de la confianza de los bautistas en las capacidades de Canright." (Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado deshonesto y chismoso eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.
"Los Bautistas no son el único pueblo que piensa bien del Rev. Sr. Canright. Un ministro Congregacional añade su palabra: "Por la presente certifico que he conocido al Rev. D. M. Canright de esta ciudad por más de cuarenta y cinco años. Por lo menos durante veinte de esos años, fue predicador Adventista, y durante ese tiempo su reputación como cristiano y como predicador de rara capacidad fue de lo más elevada. Entre el pueblo Adventista de este estado, su nombre fue tenido en la más alta estima. Entre el pueblo Adventista de este estado, su nombre fue conocido por la justicia de su carácter y por ser un capaz defensor de la fe de ellos. Y cuando abandonó la denominación Adventista, todos los que conocían al hombre, si estaban imbuídos de espíritu cristiano, debieron admitir que el cambio que él efectuó se debió a una honesta y concienzuda convicción de lo que creía que era lo correcto. No podría haer ningún otro motivo en su caso, porque había tenido más éxito que muchos de sus hermanos, y honrado por ellos en el más alto grado. Él y su amada familia han vivido en esta ciudad por lo menos por veinte años, y él ha mantenido la misma reputación que tenía de caballero cristiano y respetable ciudadano. Lo que he escrito procede de un conocimiento personal del Rev. D. M. Canright y de la denominación Adventista en este estado". J.T. HUSTED, Pastor de la Iglesia Congregacionalista Wallin. Grand Rapids, Mich., Abril 12, 1910".

(Dudley Canright, Mi posición actual, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).


Desde luego que no sólo los bautistas habrán de estar agradecidos a Canright por su ataque a la fe adventista. ¿No han de sentirse satisfechos de contar con un nuevo aliado en su lucha contra el adventismo?

Pero a Usted no le constaban las verdaderas motivaciones de Canright. Sólo supone que no debía haber otros motivos para que Canright rechazara el adventismo más que la plena convicción de que era un sistema errado a la luz de la Biblia. Sin embargo, el propio Canright reconoció en el año 1884 que las denuncias de White acerca de sus verdaderas motivaciones eran ciertas, tal como él mismo lo publicó en la Review.

Aunque no he encontrado evidencias de que Canright haya sido honrado por los adventistas en el más alto grado, ni he leído alabanzas en este tono en las publicaciones de la época, es probable que los encomios personales de sus hermanos hayan tenido el objeto de agradecerle por una exposición clara y precisa de la doctrina. Sin embargo, ¿qué efectos habrán producido esas palabras de agradecimiento en aquella psiquis atormentada por los deseos de gloria? Bien nos lo advierte la Biblia: "Como no conviene la nieve en el verano, ni la lluvia en la siega, así no conviene al necio la honra" (Prov. 26:1).

Dudo mucho que los adventistas hayan prodigado a Canright ninguna honra en el más alto grado; pero conociendo a Canright, es evidente que debió exacerbar hasta lo sumo las felicitaciones y agradecimientos que recibiera de sus anteriores hermanos en la fe, lo que finalmente lo llevó a buscar más fuera del adventismo. (Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Enloquecido soplagaitas, que pegues aquí enlataditos de las páginas marrones (imagínate a qué me refiero con ese color) adventistas de nada vale, pues, como sabes perfectamente, el pastor Canright tuvo un fructífer ministerio entre los bautistas y jamás se arrepintió de haber abandonado el cenagal putrefacto de tu secta. El tal Giovanni Cabrera parece un poco menos tarado que algunos tipos de tu secta que pululáis por aquí, pero tampoco está muy allá, ¿eh? Por cierto, muy apropiado su apellido.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado deshonesto y chismoso eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.

Tú lengua (nuevamente fuera de control) dice : "Enloquecido soplagaitas, que pegues aquí enlataditos de las páginas marrones (imagínate a qué me refiero con ese color) adventistas de nada vale, pues, como sabes perfectamente, el pastor Canright tuvo un fructífer ministerio entre los bautistas y jamás se arrepintió de haber abandonado el cenagal putrefacto de tu secta. El tal Giovanni Cabrera parece un poco menos tarado que algunos tipos de tu secta que pululáis por aquí, pero tampoco está muy allá, ¿eh? Por cierto, muy apropiado su apellido."

Respondo:Los pastores Metodistas añaden su tributo como sigue: "Habiendo llegado varias solicitudes a diferentes miembros de la Asociación en relación con el carácter y la posición del Rev. D. M. Canright, la reunión mensual regular de la Asociación de Ministros Metodistas de Grand Rapids, Mich., adoptaron por voto unánime la siguiente expresión de su confianza en y su consideración por la valía personal y la utilidad ministerial del Hermano Canright". "El Rev. D. M. Canright, ex-ministro de la Asociación de los Adventistas del Séptimo Día, y más recientemente ministro de la Asociación Bautista de esta ciudad, ha sido conocido personalmente por algunos de nuestros miembros por varios años y por su reputación por el resto, y todo lo que sabemos y la información que tenemos concerniente a él es de lo más favorable. Cualesquiera sombras proyectadas sobre su carácter personal como hombre, esposo, ciudadano, hijo, o cristiano no tienen fundamento, y de hecho, no están justificadas por ningún hecho del conocimiento de sus amigos íntimos. Él es honrado entre sus hermanos, respetado en su propia comunidad, y aprobado por nosotros como digno de confianza. Ha desempeñado un ministerio honroso y digno, y en ningún sentido merece los ataques lanzados contra él." Dado en Grand Rapids, Mich., este 11 de Abril de 1910, por autoridad de la Asociación de Ministros Metodistas de Grand Rapids, por JOHN R. T. LATHROP, Superintendente de Distrito, CHARLES NEASE, Presidente, J. R. WOOTEN, Secretario".

(Dudley Canright, ?Mi posición actual?, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).

Nótese de nuevo cómo le gusta a Canright que le rindan tributo. Desde luego, quienes le rinden este otro tributo son partidarios de la renuncia de Canright, quienes observan desde una óptica conveniente. Nótese que Lathrop, Nease y Wooten no lamentan los ataques que dirigió Canright contra Elena White y contra el resto de los pioneros, pero en cambio lamentan mucho que el atacado sea Canright. Tampoco parecen importarles mucho las verdaderas motivaciones de Canright, ni los medios fraudulentos y erráticos de que se valió para atacar a los adventistas: a ellos les basta el servicio que Canright les rendía a los enemigos del adventismo.

Por otra parte, todo lo que dicen Lathrop, Nease y Wooten acerca de la honra y probidad de Canright como cristiano, no tiene nada especial, pues es lo mismo que podrían decir de cualquier otro ministro bautista o metodista. No hay nada en ese testimonio que lo identifique como hombre prominente.

Sin embargo, podremos llegar a una conclusión más precisa acerca de la probidad moral de Dudley Canright, tras analizar su libro y evaluar la legitimidad de su proceder al atacar la fe adventista. Hasta ahora, todo lo que hemos visto demuestra que los testimonios de estos pastores son subjetivos y no se ajustan a las evidencias.

Bendiciones.

Luego todo Israel srá salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.

Continuando con el tema.

"Grand Rapids, Mich., Abril 11, 1910: "Es con sincero placer que escribo en relación con el carácter y la integridad del Rev. D. M. Canright. Le he conocido a él y a su familia por un buen número de años, y no vacilo en decir que son gente muy estimable, y tienen la confianza de sus vecinos y amigos en la comunidad. Considero al Sr. Canright como un caballero cristiano en todo el sentido de la palabra; un hombre de la más alta integridad que desea, en cada proyecto con el cual está conectado, hacer de la justicia su guía en la acción. Ha hecho negocios con nuestro banco por un buen número de años, y yo personalmente tuve oportunidad de poner a prueba su integridad. No me equivoco al expresar mi confianza en él. Atentamente, CHARLES W. GARFIELD." (El Sr. Garfield es presidente del banco, cuyo capital suma $2.000.000).

(Dudley Canright, Mi posición actual, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).

Obsérvese la nota agregada por Canright entre paréntesis, destacando el dinero del sr. Garfield, como si el monto de la riqueza añadiera validez a un testimonio. Pero este es el verdadero Canright, a quien ya conocemos como esnob, un verdadero adorador de la fama y la gloria. Para él vale más un hombre prominente por su nivel académico o por su dinero, que un hombre humilde. ¿Habrá leído Canright la carta de Santiago?

Pero debemos rechazar el testimonio del banquero Charles Garfield en el tema que nos ocupa, pues aquí no se ha cuestionado nunca la integridad comercial de Canright. Cuando mucho serviría esa constancia para efectos de créditos bancarios, pero no en materia de fe.

Cuando venga el día del juicio final, poco o nada servirán los testimonios de estas personas en favor de Canright, pues él será medido con una norma con la que ninguno de ellos lo midió: la ley de la libertad (Sant. 2:10-12). Canright, como todos nosotros, será medido en balanza y se decidirá si es hallado falto o probo, sin importar lo que el clero o los grandes comerciantes tengan que opinar al respecto. (Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardín (el furioso). Saludos cordiales.

Continuemos:

"Los Adventistas dicen a veces que yo los abandoné cuatro o cinco veces. Yo me retiré de esa iglesia sólo una vez, nada más, y fue definitivamente. Sus libros de iglesia en Battle Creek y Otsego lo demostrarán. Por años, me preocuparon las dudas acerca de algunas de sus doctrinas, y tres veces dejé de predicar por cierto tiempo, pero continué siendo miembro de buena reputación. Durante una gran reunión al aire libre, se me persuadió para que me tragara mis dudas, reanudara el trabajo, confesara que había estado en la oscuridad, y continuara otra vez. Permití que mi buen juicio cediera su lugar a los ruegos de mis hermanos y al amor que les tenía a antiguos asociados, y dije lo que pronto lamenté haber dicho. Descubrí que era una terrible lucha romper con lo que me había tenido cautivo tanto tiempo."

(Dudley Canright, Mi posición actual, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).


Obsérvese lo que realmente le interesa a Canright: la reputación. Es decir, lo que los demás pensaban de él. ¿Por qué habría de dejar de predicar un ministro? ¿No le insta la palabra de Dios, por el contrario, a enseñar a tiempo y fuera de tiempo? (2 Tim. 4:2). Pero a Canright lo vemos abandonar su misión de predicar en tres momentos diferentes, y no durante algunos días, sino durante meses completos, y una cuarta vez lo vemos abandonando su fe por completo.

Pero obsérvese, además, cuánta diferencia hay entre este relato de los hechos, y el relato que hizo Canright de los mismos hechos en 1881. En aquel entonces él dijo:

Viendo que no hallaba tranquilidad para mi mente en ninguna parte, vine a Battle Creek en enero [de 1881] y les hablé libremente de mis dificultades y pruebas al pastor Butler, al hermano y la hermana White, y a otros. Ellos hicieron lo que pudieron, y todo lo que les pedí, para ayudarme veo que mis dificultades han desaparecido, y se han reavivado mi anterior interés y confianza en el mensaje, hasta ahora me siento claro y firme en la obra nuevamente. Desde luego que ahora lamento haber dado paso al desaliento y a las dudas; pero creo haber aprendido una lección que no tendré que aprender otra vez mientras viva (Dudley M. Canright, El peligro de dar paso al desaliento y a las dudas?, Review & Herald, vol. 58, Nº 12, Battle Creek, martes 13 de septiembre de 1881, p. 185, http://www.adventistarchives.org/doc_info.asp?DocID=10268).

Y en 1884, teniendo otra de sus conocidas recaídas, relató:
La luz llegó a mi mente, y por primera vez en años pude decir verdaderamente que creía en los testimonios. Todos mis malos sentimientos acerca de la hna. White se desvanecieron en un instante, y sentí un tierno amor hacia ella. Todas las cosas se veían diferentes. Entonces sentí todo lo equivocado, todo lo pecaminoso y todas las tinieblas en que había estado en toda mi vida. Como Job, clamé, «Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza»? (Dudley M. Canright, ?To my brethren, the S. D. Adventists, Review & Herald, Battle Creek, vol. 61, Nº 40, 7 de octubre de 1884, p. 633, http://www.adventistarchives.org/doc_info.asp?DocID=10046).

Y también:
El viernes 26 de septiembre, mientras estaba en un campamento en Jackson, Michigan, sentí en mi corazón el cambio más extraordinario que jamás había experimentado en toda mi vida. Fue un completo retroceso de todos mis sentimientos. La luz y la fe vinieron a mi alma, y sentí que Dios me había dado otro corazón. Nunca sentí tal cambio antes, ni siquiera cuando me convertí, ni cuando abracé el mensaje, ni en ningún otro momento. Creo que fue directamente del Cielo, la obra del Espíritu Santo de Dios. Ahora creo en el mensaje tan firmemente y más claramente que nunca antes; y quiero decirles a todos mis amigos de todas partes, que no sólo acepto, sino que creo que los testimonios son de Dios (Dudley M. Canright, To my brethren, the S. D. Adventists, Review & Herald, Battle Creek, vol. 61, Nº 40, 7 de octubre de 1884, p. 634, http://www.adventistarchives.org/doc_info.asp?DocID=10046).

Pero ahora dice que le hicieron tragarse sus dudas. ¿Qué fue lo que realmente ocurrió? Es evidente que Canright miente en una u otra manera, pues si fue reconfortado en conformidad con la palabra de Dios, como aseguró varias veces en la R&H, entonces no puede decirse que fue persuadido a que se tragara sus dudas; y si realmente fue persuadido a que se tragara sus dudas, como asegura en su libro, entonces no puede ser que haya sido fortalecido de esa manera, pues nadie que se trague sus dudas puede afirmar, como afirmó él en a Review, que sintió el cambio más extraordinario que jamás había experimentado en toda su vida, superando incluso su experiencia de conversión. ¿Cómo se pueden hacer conciliar estas dos versiones divergentes y contradictorias, relatadas por su mismo protagonista?

¿Mintió o no mintió Canright? Que haya mentido a los adventistas o a los bautistas es asunto que poco importa: lo que realmente interesa aquí es que mintió, y su proceder deja mucho que desear de él como cristiano que se dice llamar.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardo martínez rancaño. Saludos cordiales.

CANRIGHT: ¿UN HOMBRE SUPERIOR?

Cita:
"Desde que los abandoné, tratan de aparentar que, de todos modos, yo no era muy importante. "¡Las uvas están verdes!", dijo la zorra, refiriéndose a la deliciosa fruta que no podía alcanzar. Como refutación de sus detracciones, véase el Capítulo II de mi libro. Aquí daré brevemente sólo algunos hechos:
Durante dos años, 1876 y 1877, fui uno de los miembros de un comité de tres de la Conferencia General, un comité que controlaba todo el trabajo de ellos en el mundo. No existe mayor autoridad en la denominación. ¿Cómo es que fui colocado en ese puesto si no era uno de sus mejores oficiales? Año tras año, fui elegido para las juntas encargadas de administrar sus más importantes instituciones, tales como su editora, su escuela de enseñanza superior, el sanatorio, la Asociación de Escuela Sabática, etc., etc. Para prueba de esto, véanse sus anuarios impresos, en los cuales aparece mi nombre constantemente. Se me hizo profesor de teología en su escuela de enseñanza superior, presidente de la conferencia estatal, editor asociado de un periódico, etc. Yo seleccioné y organicé el curso de lectura que todos sus ministros tenían que seguir, y era enviado a las conferencias estatales anuales para examinar a estos predicadores sobre esos estudios, su teología, y su capacidad para el ministerio. ¿Se acostumbra confiar un trabajo como éste a un hombre inferior?


(Dudley Canright, ?Mi posición actual?, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).

De nuevo Canright pavoneándose de su superioridad. Pero la Biblia nos exhorta: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas (Jer. 9:23). Y también: Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo (Fil. 2:3). Pero parece que a Canright estos consejos divinos lo tienen sin cuidado. Para él es más importante alabarse por sus conocimientos, y por sus habilidades, y felicitarse por su excelente casa, y por el dinero que gana, y pavonearse por la calidad social de sus amigos, y enorgullecerse de sus riquezas.

Todo esto es evidencia inequívoca del verdadero espíritu que animó su salida de las filas del adventismo. (Aporte de Giovanni Cabrera)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardito. Saludos cordiales.

Cita: "Pero fue como escritor en sus publicaciones, como autor de numerosos tratados, folletos, y libros que cubrían todos y cada uno de los puntos de controversia de su fe, como conferencista y panelista en debates para defender sus doctrinas, que fui mejor conocido durante los últimos quince años en que estuve con ellos. "

(Dudley Canright, Mi posición actual, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).


¿Numerosos folletos y libros? Libros sólo escribió dos en veinticinco años: uno llamado The Bible from Heaven La Biblia del Cielo (300 pp.) y la History of the Doctrine of the Immortality of the Soul Historia de la doctrina de la inmortalidad del alma (186 pp.). Acerca de estas dos obras, Urías Smith nos dice: La primera es simplemente una revisión de un volumen del mismo tema originalmente escrito por Moses Hull, sin ampliarlo ni mejorarlo materialmente; el segundo es una compilación de testimonios históricos inequívocos que muestran una doctrina que él fue obligado a tragarse al entrar a la iglesia bautista, y es de origen pagano (Urías Smith, Suposiciones vs. Hechos, Review & Herald, Extra, Battle Creek, diciembre de 1887, p. 3, http://www.adventistarchives.org/doc_info.asp?DocID=35839).

¿No es extraño que un escritor tan superior y tan ?prominente no haya producido más que dos libros en veinticinco años? Más extraño aun si se considera que Canright realmente quiere cabalgar sobre caballos ajenos, pues su primer libro fue prácticamente obra de Moses Hull, y el segundo es una compilación de citas de autores paganos.

Acerca de los numerosos folletos de Canright, Urías Smith nos aclara: Sus folletos son cuatro: The Two Laws Las dos leyes?, 126 pp.; Ministration of Angels El ministerio de los ángeles, 44 pp.; Morality of the Sabbath Moralidad del sábado, 96 pp.; y Matter and Spirit Materia y espíritu, 66 pp., todas obras doctrinales, cuyos argumentos él nunca podrá destruir, y comparados con sus esfuerzos actuales en su contra es como si comparáramos el estaño con el acero. Sus tratados son quince: uno de 32 págs., dos de 24 págs., y los doce restantes son tratados de 8 páginas cada uno. Contra lo que en ellos se trata no tenemos nada que decir. Son legibles y lógicos, y en algunos de ellos los argumentos son extremadamente buenos. Pero cuando se presenta eso como para dar la impresión de que el conjunto de nuestra literatura ha venido de su pluma, y que su partida ha debilitado nuestra causa en este respecto, es apropiado que el lector sepa los hechos en este caso (Ibídem).


Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: El caso de D.M. Canright y su posterior arrepentimiento

Estimado eduardo martinez r. Saludos cordiales.

Esto nos dice Canright:

"Mi larga y completa familiarización con el Adventismo y todos sus argumentos me prepararon para responderles como nadie podría hacerlo. Cientos de ministros de todas partes me han escrito dándome las gracias por la ayuda que mi libro ha representado para ellos al enfrentarse al Adventismo. ¿No me preparó Dios en su providencia para esta obra? Creo humildemente que sí, y esto me reconcilia con las largas y amargas experiencias que tuve durante esa esclavitud. "

(Dudley Canright, Mi posición actual, en Mi renuncia al adventismo del séptimo día, http://www.geocities.com/alfil2_1999/canright-renunciaposi.html).

Que su trayectoria en el adventismo fue larga, nadie lo discute. Que su familiarización con los argumentos adventistas haya sido completa, está lejos de ser cierto, a juzgar por los errores en que incurre al criticar la doctrina.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.