Re: ¿PUEDE UN CRISTIANO SER RICO?
Yo no tengo amargura contra los ricos, sino compasión por los pobres y eso es lo que hace falta que muestren los ricos por los pobres, que se están muriendo de hambre y de plagas, que las madres se mueren de dolor de ver sus pechos secos, sin leche para alimentar a sus bebés, porque ellas también van consumiéndose poco a poco.
El Señor abomina de la injusticia del mundo y yo me indigno con Él. El Señor está conteniendo su ira, pero llegará a su debido tiempo y será pavor lo que sientan los que han causado tanto dolor en el mundo, los que han abandonado a los necesitados de la tierra, los que les han despreciado, los que no se apiadan, los que tienen duro el corazón como las piedras y solo piensan en sus placeres y codicias.
Las vírgenes necias que no tenga aceite en sus lámparas a la llegada del Señor se quedarán fuera y serán inútiles sus lamentos...Ahora es el tiempo de llenar las lámparas con la Misericordia y la justicia.
¡Hoy, si oís su voz, no endurezcáis vuestros corazones!
¡Bendiciones, hermanos!
Te entiendo, pero me da tristeza la falta de compasión hacia los 'ricos' que ella demuestra. Jesús murió por ellos también, y los ama con el mismo amor que tiene para con todos. La amargura en su corazón hacia ellos no es de Dios. Eso fue el sentir de mi comentario.
Bendiciones
Yo no tengo amargura contra los ricos, sino compasión por los pobres y eso es lo que hace falta que muestren los ricos por los pobres, que se están muriendo de hambre y de plagas, que las madres se mueren de dolor de ver sus pechos secos, sin leche para alimentar a sus bebés, porque ellas también van consumiéndose poco a poco.
El Señor abomina de la injusticia del mundo y yo me indigno con Él. El Señor está conteniendo su ira, pero llegará a su debido tiempo y será pavor lo que sientan los que han causado tanto dolor en el mundo, los que han abandonado a los necesitados de la tierra, los que les han despreciado, los que no se apiadan, los que tienen duro el corazón como las piedras y solo piensan en sus placeres y codicias.
Las vírgenes necias que no tenga aceite en sus lámparas a la llegada del Señor se quedarán fuera y serán inútiles sus lamentos...Ahora es el tiempo de llenar las lámparas con la Misericordia y la justicia.
¡Hoy, si oís su voz, no endurezcáis vuestros corazones!
¡Bendiciones, hermanos!