Re: Es bíblico bautizar a los bebes ?
EL BAUTISMO Deriva de una palabra griega que significa “meter en un líquido” o “sumergir”. El bautismo por inmersión en el agua, efectuado por alguien que tenga la debida autoridad, es la ordenanza introductoria del evangelio y es necesario para ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Lo preceden la fe en Jesucristo y el arrepentimiento, y después del bautismo se debe recibir el don del Espíritu Santo a fin de que aquél sea completo (2 Ne. 31:13–14). Recibir el bautismo de agua y del Espíritu es un requisito para entrar en el reino celestial. Adán fue la primera persona que se bautizó (Moisés 6:64–65). Jesús se bautizó también para cumplir toda justicia y para mostrar el camino a todo el género humano (Mateo 3:13–17; 2 Ne. 31:5–12).
Debido a que no todas las personas tienen la oportunidad de aceptar el evangelio durante su vida terrenal, el Señor ha autorizado para que se efectúen, por medio de representantes, bautismos por los muertos. Por tanto, las personas que acepten el evangelio en el mundo de los espíritus pueden llenar los requisitos para entrar en el reino de Dios.
Indispensable. Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia Mateo 3:15. Jesús vino y fue bautizado por Juan, Mar. 1:9. Los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios, no siendo bautizados, Lucas 7:30. El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios, Juan 3:5. Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros, Hech. 2:38. Él manda a todos los hombres que se bauticen en su nombre, 2 Ne. 9:23–24. Los hombres deben seguir a Cristo, ser bautizados, recibir el Espíritu Santo y perseverar hasta el fin para poder ser salvos, 2 Ne. 31.La doctrina de Cristo es que los hombres deben creer y ser bautizados, 3 Ne. 11:20–40. Aquellos que no crean en vuestras palabras, ni se bauticen en el agua en mi nombre, serán condenados, DyC 84:74. Dios le explicó a Adán por qué son necesarios el arrepentimiento y el bautismo, Moisés 6:52–60.
Por inmersión. Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua, Mateo 3:16 (Marcos 1:10). Juan bautizaba porque había allí muchas aguas, Juan 3:23. Y descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó, Hech. 8:38. Somos sepultados juntamente con él por el bautismo, Rom. 6:4 (Col. 2:12). Seguid a vuestro Señor y Salvador y descended al agua, 2 Ne. 31:13. Alma, Helaman y otras personas se sepultaron en el agua, Mos. 18:12–16. Y entonces los sumergiréis en el agua, 3 Ne. 11:25–26. Se explica el modo correcto de bautizar, DyC 20:72–74. Son los que fueron bautizados según la manera de su sepultura, siendo sepultados en el agua en su nombre, DyC 76:50–51. Adán fue sumergido en el agua, y sacado del agua, Moisés 6:64. Creemos en el bautismo por inmersión para la remisión de pecados, AdeF 4.
Para la remisión de pecados. Levántate y bautízate, y lava tus pecados, Hech. 22:16. Entonces viene una remisión de vuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo, 2 Ne. 31:17. Venid y sed bautizados para arrepentimiento, a fin de que seáis lavados de vuestros pecados, Alma 7:14. Bienaventurados son los que crean y sean bautizados, porque recibirán una remisión de sus pecados, 3 Ne. 12:1–2. Declararás el arrepentimiento y la fe en el Salvador, y la remisión de pecados por el bautismo, DyC 19:31. Creemos en el bautismo por inmersión para la remisión de pecados AdeF 4.
Con la debida autoridad. Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Mateo 28:19 (DyC 68:8). Limhi y muchos de su pueblo deseaban ser bautizados; mas no había en la tierra quien tuviera la autoridad de Dios, Mos. 21:33. Te doy poder para que bautices, 3 Ne. 11:19–21. El Sacerdocio de Aarón tiene las llaves del bautismo por inmersión para la remisión de pecados, DyC 13:1. Son ellos los que de mí son ordenados para bautizar en mi nombre, DyC 18:29. Juan el Bautista dio a José Smith y a Oliver Cowdery la autoridad para bautizar, JS–H 1:68–69.
Requisitos del bautismo: Arrepentíos, arrepentíos y sed bautizados en el nombre de mi Amado Hijo, 2 Ne. 31:11. Debéis arrepentiros y nacer de nuevo, Alma 7:14. Cuidaos de ser bautizados indignamente, Morm. 9:29. Enseña a los padres que deben arrepentirse y ser bautizados, y humillarse, Moro. 8:10. Se indican los requisitos para los que deseen bautizarse, DyC 20:37. Los niños serán bautizados para la remisión de sus pecados cuando tengan ocho años, DyC 68:25–27.
EL BAUTISMO Deriva de una palabra griega que significa “meter en un líquido” o “sumergir”. El bautismo por inmersión en el agua, efectuado por alguien que tenga la debida autoridad, es la ordenanza introductoria del evangelio y es necesario para ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Lo preceden la fe en Jesucristo y el arrepentimiento, y después del bautismo se debe recibir el don del Espíritu Santo a fin de que aquél sea completo (2 Ne. 31:13–14). Recibir el bautismo de agua y del Espíritu es un requisito para entrar en el reino celestial. Adán fue la primera persona que se bautizó (Moisés 6:64–65). Jesús se bautizó también para cumplir toda justicia y para mostrar el camino a todo el género humano (Mateo 3:13–17; 2 Ne. 31:5–12).
Debido a que no todas las personas tienen la oportunidad de aceptar el evangelio durante su vida terrenal, el Señor ha autorizado para que se efectúen, por medio de representantes, bautismos por los muertos. Por tanto, las personas que acepten el evangelio en el mundo de los espíritus pueden llenar los requisitos para entrar en el reino de Dios.
Indispensable. Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia Mateo 3:15. Jesús vino y fue bautizado por Juan, Mar. 1:9. Los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios, no siendo bautizados, Lucas 7:30. El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios, Juan 3:5. Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros, Hech. 2:38. Él manda a todos los hombres que se bauticen en su nombre, 2 Ne. 9:23–24. Los hombres deben seguir a Cristo, ser bautizados, recibir el Espíritu Santo y perseverar hasta el fin para poder ser salvos, 2 Ne. 31.La doctrina de Cristo es que los hombres deben creer y ser bautizados, 3 Ne. 11:20–40. Aquellos que no crean en vuestras palabras, ni se bauticen en el agua en mi nombre, serán condenados, DyC 84:74. Dios le explicó a Adán por qué son necesarios el arrepentimiento y el bautismo, Moisés 6:52–60.
Por inmersión. Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua, Mateo 3:16 (Marcos 1:10). Juan bautizaba porque había allí muchas aguas, Juan 3:23. Y descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó, Hech. 8:38. Somos sepultados juntamente con él por el bautismo, Rom. 6:4 (Col. 2:12). Seguid a vuestro Señor y Salvador y descended al agua, 2 Ne. 31:13. Alma, Helaman y otras personas se sepultaron en el agua, Mos. 18:12–16. Y entonces los sumergiréis en el agua, 3 Ne. 11:25–26. Se explica el modo correcto de bautizar, DyC 20:72–74. Son los que fueron bautizados según la manera de su sepultura, siendo sepultados en el agua en su nombre, DyC 76:50–51. Adán fue sumergido en el agua, y sacado del agua, Moisés 6:64. Creemos en el bautismo por inmersión para la remisión de pecados, AdeF 4.
Para la remisión de pecados. Levántate y bautízate, y lava tus pecados, Hech. 22:16. Entonces viene una remisión de vuestros pecados por fuego y por el Espíritu Santo, 2 Ne. 31:17. Venid y sed bautizados para arrepentimiento, a fin de que seáis lavados de vuestros pecados, Alma 7:14. Bienaventurados son los que crean y sean bautizados, porque recibirán una remisión de sus pecados, 3 Ne. 12:1–2. Declararás el arrepentimiento y la fe en el Salvador, y la remisión de pecados por el bautismo, DyC 19:31. Creemos en el bautismo por inmersión para la remisión de pecados AdeF 4.
Con la debida autoridad. Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Mateo 28:19 (DyC 68:8). Limhi y muchos de su pueblo deseaban ser bautizados; mas no había en la tierra quien tuviera la autoridad de Dios, Mos. 21:33. Te doy poder para que bautices, 3 Ne. 11:19–21. El Sacerdocio de Aarón tiene las llaves del bautismo por inmersión para la remisión de pecados, DyC 13:1. Son ellos los que de mí son ordenados para bautizar en mi nombre, DyC 18:29. Juan el Bautista dio a José Smith y a Oliver Cowdery la autoridad para bautizar, JS–H 1:68–69.
Requisitos del bautismo: Arrepentíos, arrepentíos y sed bautizados en el nombre de mi Amado Hijo, 2 Ne. 31:11. Debéis arrepentiros y nacer de nuevo, Alma 7:14. Cuidaos de ser bautizados indignamente, Morm. 9:29. Enseña a los padres que deben arrepentirse y ser bautizados, y humillarse, Moro. 8:10. Se indican los requisitos para los que deseen bautizarse, DyC 20:37. Los niños serán bautizados para la remisión de sus pecados cuando tengan ocho años, DyC 68:25–27.