El otro día estaba viendo TV cristiana y había un concierto al aire libre (parecía tal vez en Miami) organizado por uno de aquellos ministerios de pastor-famoso que no nombrare pero cuyo nombre estaba impreso en tamaño gigante al fondo de la tarima. Al terminar la presentación de una artista, el pastor dio una predica. El tema….. los divorciados.
“¡…y DEBERIAN estar avergonzados por haber abandonado a sus hijos!” fue lo único que medio me acuerdo haberlo escuchado decir. No dure mucho tiempo en aquel canal ya que sufro del mal de CCC (Cambio-Continuo-de-Canales) cual me impulsa a oprimir el control remoto cada 3 segundos en la fútil búsqueda de algo interesante, pero si permanecí meditando sobre las palabras de aquel pastor y en como pudieron haberse sentido los divorciados asistiendo a aquel evento. Imaginaba como seria para una persona, digamos una mujer divorciada, asistiendo al evento, gozando con sus hermanos en Cristo, disfrutando de música sana en un ambiente sano, y de pronto, sintiendo el punzante dedo acusador del pastor regañándola en frente de cientos de “santos” por ser una vergüenza en la comunidad cristiana en su inaceptable estado de divorciada y de paso, recordándole las tristezas y amarguras que habrá vivido en dicho proceso cuando su matrimonio fracasaba.
Primero que todo, no estoy en contra de los regaños. Es más, me parecen MUY pero MUY necesarios, sobre todo en esta era de iglesias liberales y buena onda. Si aquel pastor estuviera regañado a los fornicarios, o los mentirosos, o los que evaden impuestos, pues le hubiera dado un buen “¡amen!!” desde mi sala antes de que mi CCC entrara en acción. Pero de lo que si estoy en contra es de las religiosidades y/o legalismos en existencia por toda iglesia que muchas veces son usadas para condenar injustamente y anti-biblicamente a las personas. Así que, aquel regaño de aquel pastor a los divorciados…. ¿legitimo, o legalista???
El tema del divorcio siempre ha sido controversial en el cristianismo, pero peor que eso, ha sido confuso. Tenemos el famoso credo de “hasta que la muerte los separe” como referencia en juzgar a los casados lo cual es algo extraño considerando que tal lema NO EXISTE en la Biblia. En ningún libro Bíblico existe esta frase por la cual la podemos categorizar más como filosofía humana que como verdad Bíblica; y sin embargo, la empleamos sagradamente en cada rito matrimonial.
Ya se que varias personas se alteraran con este artículo por ser básicamente en defensa del divorcio/segundo matrimonio, siendo esto considerado generalmente como algo contrario a Dios, algo tabú y hasta obra del diablo de división en muchas mentes cristianas. Pero les ruego que sigan leyendo con cabeza fría hasta el final. Mi intención es ponerlos a meditar, estudiar y buscar verdad acerca del tema, no de creerme a mí. ¡Ay del que me cree a mi! (Jer. 17:5) Comencemos.
El hecho de estar escribiendo este articulo tiene inicio varios meses atrás cuando fui recomendado por un colega una cierta pagina cristiana de Internet que trata en su totalidad sobre el divorcio. La pagina comienza con la afirmación “Dios mismo esta hastiado con Su Iglesia condenando a aquellos quienes han tenido un divorcio y vuelto a casar…”. Hmmmmm, pense yo; este autor afirma tener conocimiento acerca de lo que Dios siente en cuanto a este tema. Hay dos posibilidades entonces; o es un falso profeta o esta diciendo la verdad. ¿Que debo hacer en este caso? Pues debo hacer lo que me dice la Biblia; “¡Probad todo espíritu!!!” (I Juan 4:1) Empecé a leer, analizar, comparar, escudriñar y verificar. El resultado después de varias semanas fue que pienso tener una idea mucho más clara de lo que jamás me ha ofrecido la Iglesia en cuanto al divorcio. Al final de este artículo daré el link a la pagina.
Pero vayamos directo al grano; vayamos a la Biblia. La mayoría de lo que escribiré acerca del divorcio y sus respectivos versículos Bíblicos viene influenciado por esta página Web con mis observaciones propias o en mi lenguaje propio. Hago esto en cuanto he llegado a la convicción de la sana doctrina y veracidad en tal sitio Web.
PRIMERO: El divorcio es dado por Dios. Hemos estigmatizado tanto el divorcio que pensamos que debe provenir del diablo. Solo abran sus Biblias a Deuteronomio 24:1,2 y ahí lo verán; el mismísimo Dios otorgo el derecho de divorcio para el hombre. Pueden leer los versículos anteriores y posteriores para asegurarse de que no lo estoy sacando fuera de su contexto. Pueden leerlo al derecho y al revés y pueden verificarlo con otra persona o con otra versión de Biblia si quieren. Nada que argumentar aquí, el derecho a divorciar es dado por Dios.
¿Significa eso que el divorcio es bueno, o que Dios quiere ver divorcios en Su pueblo? La verdad es que el derecho al divorcio no debe ser visto en cuestiones de bueno o malo, sino en cuestiones de necesidad. Verán, el hombre es imperfecto y Dios sabe esto. Por lo tanto, el hombre imperfecto no puede crear una institución humana perfecta como es el matrimonio. Todo matrimonio es imperfecto ya que todo participante en ella es un ser humano imperfecto. Consecuentemente, existe la posibilidad de que un matrimonio fracase. Piénsenlo como un crucero. La idea de tomar un crucero es de romance, pasión, relajación, diversión, y/o tener una experiencia única en medio de la hermosa creación marítima de Dios. Y sin embargo, con todas las comodidades y lujos que un crucero le ofrece a sus viajeros, también trae botes salvavidas. Así que, ¿serán buenos estos botes salvavidas? ¡Claro que no! ¡Usarlos significa que algo horrible y catastrófico le paso al crucero poniendo en peligro la vida de todo ocupante! ¿Entonces serán malos los botes salvavidas? ¡Claro que no! ¡No tenerlos significa una muerte casi segura si algo le pasa al crucero!
No trata de que los botes salvavidas sean buenos o malos, trata de que son necesarios en caso que el barco se este hundiendo. Igual el divorcio. Nadie compra un pasaje a crucero esperando usar sus botes salvavidas. Tampoco nadie se casa esperando divorciarse. Pero hay que ser conscientes de que existe la posibilidad de que la cosas salgan (o se tornen) mal. Dios ciertamente fue consciente; por eso nos equipo con salvavidas.
Como con toda otra cosa dada por Dios, el divorcio trae sus reglas e instrucciones. Hay casos donde es legítimo y casos donde no lo es. En Deuteronomio 22:13-30 hay por lo menos dos casos en donde el divorcio no es permitido. Para que un divorcio sea valido y aceptado, debe cumplir con sus mandatos respectivos. Desafortunadamente, el hombre muchas veces le da un uso abominable al divorcio. Es como el sexo; Dios dio el sexo al hombre y la mujer para disfrutar de la intimidad y del amor físico. ¿Significa eso que podemos alquilar películas porno para así apreciar este regalo divino? ¡Claro que no! El sexo tiene sus reglamentos e instrucciones y operarlo fuera de estos parámetros vuelve el sexo algo en contra de Dios. Igualmente, una situación de alguien divorciándose con fines perversos o corruptos puede llevar a un divorcio abominable y/o pecaminoso.
No quiero entrar en detalles acerca de hasta que punto es legitimo divorciarse ya que de eso no trata este escrito. Solo pretendo mostrar los tecnicismos Bíblicos del divorcio y los derechos legales Bíblicos para casarse de nuevo; cosas que son bastantes desconocidos en la Iglesia. Esto con el fin de desafiar creencias populares eclesiásticas cuales llevan a cosas como discriminación, difamación, y condenación a los divorciados/segunda-vez casados.
SEGUNDO: El derecho al divorcio sigue vigente. ¿Como lo se? Por que Jesús lo dijo, en Mateo 5:18. Toda ley en el AT sigue vigente; hasta la ultima jota y tilde. Obviamente ahí esta incluido leyes sobre el divorcio (tanto los que lo permiten como los que lo prohíben) y leyes sobre casarse de nuevo (tanto los que lo permiten como los que lo prohíben).
Aquí seria bueno hablar de lo que Jesús dijo en Mateo 19:9 y lo que Pablo dijo en I Corintios 7:10-11. Pero primero, analicemos unas ciertas cosas acerca del matrimonio de las cuales nuestra sociedad comparte con la Biblia. En nuestros tiempos, los novios que se quieren casar oficializan este deseo matrimonial entrando en un estado de comprometidos, la cual los comprometen para un matrimonio futuro con fecha fijada y se simboliza por lo general con un anillo de compromiso cual establece este pacto. Este esquema también existía en tiempos bíblicos sino que en vez de llamarse “comprometidos” se llamaba “desposados”. (Esto esta escrito más detalladamente en el primer capítulo del libro “Revelación de las Bodas del Cordero”). Y en nuestros tiempos, los casados que se quieren divorciar empiezan este proceso primero entrando en un estado de separados cual precede el paso definitivo a la total cancelación de su matrimonio llamado “divorcio”. Este mismo proceso disolutivo de dos pasos existe en la Biblia.
Por lo tanto, es IMPORTANTISIMO separar estos dos estados (“separados” y “divorciados”) en la Biblia. ¡No se pueden confundir con lo mismo! Desafortunadamente, las traducciones bíblicas a veces las confunden y traducen ambas como una sola palabra. Al parecer nuestra popular traducción de Reina Valera logra mantener los dos términos diferenciados la mayoría de las veces. Pero miremos las palabras originales (en Griego y/o Hebreo) para poder estar más seguros.
La traducción Reina Valera (1960) parecer usar adecuadamente las palabras “separar” y/o ”repudiar” en el Nuevo Testamento cuando habla de SEPARACIÓN. La palabra original griega empleada para esto es “apoluo”, cual significa “enviar, separar, dejar ir”. Es una palabra de uso general para referirse a cuando personas se van o separan después de estar juntos, más no tiene ningún aspecto legal de una separación oficial y permanente tal como un divorcio. Se emplea esta palabra para situaciones generales como Mateo 14:15 donde Jesús manda a despedir (apoluo) a la multitud reunidos con Él para que se fueran a comer o Lucas 8:38 donde Jesús despide (apoluo) al hombre quien libero de demonios para que retornara a su casa. “Apoluo” sencillamente no significa ni insinúa en ningún momento “divorcio”.
Lo que SI significa “divorcio” es la acción de hacer trámite y entrega de un certificado de divorcio tal como establecido legalmente en Deuteronomio 24. Cuando entendemos estos dos estados podemos entender lo que Jesús hablaba en Mateo 5:31-32:
Mateo 5:31 También fue dicho: Cualquiera que repudie (apoluo) a su mujer, dele carta de divorcio. (¡divorciese!) 5:32 Pero yo os digo que el que repudia (apoluo) a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada (separada), comete adulterio.
Jesús estaba diciendo que si un hombre se separa de su mujer, pues que le diera el divorcio ya que en estado de separación ella seguía ligada a él, seguía casada. Era injusto para la mujer ser abandonada por su marido pero mantenida en matrimonio cual no la dejaría encontrar felicidad con nadie mas ya que una nueva relación constituiría adulterio. Más bien, el hombre al abandonarla debería cancelar su matrimonio por completo haciendo tramite y entrega de la carta de divorcio respectiva para ella ser libre y así tener la oportunidad legitima de establecer un nuevo hogar con otro hombre.
Pero todo esto parece algo raro. ¿Por que Jesús tenia la necesidad de enseñarle a Su pueblo la forma correcta de divorciarse?
Aparentemente los Israelitas, en su constante rebelión contra Dios, decidieron que la sola separación establecería el divorcio sin las molestias de tramitología, testigos, asuntos legales, repartición de bienes, gastos, y/o cualquier otra molestia que involucraría llevar a cabo la ejecución de una carta de divorcio. Tal fue su rebelión que Moisés (al parecer) permitió la sola separación como opción para el divorcio (Mat. 19:8-9). Pero Jesús estaba reestableciendo la forma correcta de llevar a cabo un divorcio. Entonces los fariseos empezaron a tentarlo:
Mateo 19:3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? 19:4 El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 19:5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 19:7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
Los fariseos estaban preguntando por que Moisés permitió las dos opciones para el divorcio; tanto la forma legitima de dar certificado de divorcio como la forma ilegitima de simplemente separarse (¡repudiar, apoluo!). Jesús respondió:
Mateo 19:8 El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar (apoluo) a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia (apoluo) a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada (separada), adultera.
Jesús les estaba diciendo que ya no iba permitir más esta tradición separatista; o se reconciliaban, o se divorciaban, pero separarse no disolvería el matrimonio. Por lo tanto, un segundo matrimonio en este estado constituiría adulterio.
TERCERO: No solo por casarse por la Iglesia significa que aquel matrimonio haya sido juntado por Dios.
No podemos ignorar lo que dijo Jesús en Mateo 19:6 acerca de lo que Dios junto no lo separe el hombre, pero debemos entender que no todo matrimonio es juntado por Dios. Hay ejemplos en la Biblia de Dios juntando matrimonios (Adán y Eva obviamente, Abram & Sarai, Isaac y Rebeca, y como no mencionar José y María) al igual que matrimonios no juntados por Dios (Esaú con Judit y Basemat-Gen. 26:34-35, David con Betsabé-II Sam. 12:9-10, Salomón con sus múltiples esposas-I Reyes 11:1-2). Un matrimonio legitimo por la Iglesia no es sinónimo de que Dios junto aquella pareja.
A esto también hay que añadir que Jesús nunca dijo que lo que Dios junto no lo separe Dios. Dios es absolutamente soberano en un matrimonio y así como Él junta Él también puede separar. Esto lo vemos en situaciones como Jeremías 8:10 donde Dios no iba permitir sus matrimonios seguir por rumbo corrupto sino que los iba a disolver. Igualmente, si en un matrimonio juntado por Dios, uno de los esposos se vuelve corrupto, Dios ciertamente hará algo al respecto. Tomemos por ejemplo un caso extremo donde el esposo se vuelve alcohólico y violento en el hogar. La esposa y los hijos se vuelven esclavos del terror y trauma en la cual ahora viven. ¿Acaso no tenemos un Dios celoso cual no aceptara que sirvamos dos amos (Mat. 6:24)? Solo podemos ser esclavos de Dios, no del hombre. Dios no aceptara una situación donde una persona imponga su voluntad en el hogar/matrimonio por encima de la voluntad de Dios. Sin embargo, la Iglesia de hoy no entiende esto y tiene un solo consejo genérico-versátil para tantos matrimonios en crisis: ayunar y orar para restauración de hogar. Ahora, no estoy en contra de ayunar y orar para restauración matrimonial, pero es erróneo usar esto como respuesta a toda y cualquier situación; pues también hay situaciones que urge una inmediata separación, tal como un hogar tocado por violencia intra-familiar.
La Iglesia tiene que aprender como permitirle a Dios actuar tanto en un matrimonio como en un divorcio; pues así como las escrituras dice lo que Dios junto no lo separe el hombre, pues lo que Dios separe tampoco lo junte, o mantenga juntado, el hombre.
CUARTO: Una persona divorciada es considerada bíblicamente como SOLTERO. Y todo soltero tiene derecho a casarse.
La religión ha enseñado que solo la muerte física de un cónyuge deja al otro cónyuge libre o soltero, pero esto es un error generado principalmente por la falta de sabiduría en cuanto a la correcta categorización de los divorciados en la Biblia. Les doy un ejemplo: ¿Sabían que “viuda” no significa mujer cuyo esposo murió sino que se refiere a una mujer cuyo esposo la abandono? Las palabras “viuda” y “viudez” son la misma palabra hebrea “alman” cual significa “desamparado, abandonado”. Esto puede ser por muerte, por abandono, por divorcio, o por cualquier otra razón, pero el resultado es el mismo; viudez. Por ejemplo, en II Samuel 14:5 una mujer se dirige al rey diciendo “Yo a la verdad soy una mujer viuda y mi marido ha muerto.” La mujer estaba declarando que era viuda e informando la forma en que era viuda; en este caso por muerte. En II Samuel 20:3 vemos un grupo de concubinas forzadas a la viudez por el rey David; en este caso por abandono:
II Samuel 20:3 “Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en reclusión, y les dio alimentos; pero nunca más se llegó a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez perpetua.”
Entendiendo esta correcta definición de viudez podemos también entender la correcta definición de otras categorías mencionadas en la Biblia como por ejemplo en I Corintios. Aquí hay categorías como “casados”, “solteros”, “viudas”, “vírgenes/doncellas” y “libres de…”. Ya vimos lo que significa “viuda” y creo que todos sabemos lo que significa “virgen”. Analicemos los demás:
I Corintios 7:8 …“Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 7:9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.” …..
Ya vimos que viudas son personas abandonadas/desamparadas por el cónyuge (sea por muerte, abandono, divorcio, etc.) y aquí vemos que tienen todo el derecho de un segundo matrimonio.
I Corintios 7:10 …“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 7:11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.” ….
Estos versículos son de enorme confusión cuales crean los legalismos religiosos que hoy sufren los divorciados. A primera instancia pareciera que Pablo esta prohibiendo un segundo matrimonio a los casados llevándolos a una vida solitaria sin pareja por el resto de sus vidas, y puesssssssssss……….eso es exactamente lo que esta haciendo; esta prohibiendo un segundo matrimonio A LOS CA-SA-DOS!!! ¡NO A LOS DI-VOR-CIA-DOS!!! Una persona separada SIGUE CASADA. Una persona divorciada YA NO ESTA CASADA. Es absurdo tener la idea de que una persona divorciada es una persona casada, y sin embargo, esa es la idea que tiene la Iglesia. Cuando la Iglesia aprenda a diferenciar entre una persona casada (con pareja conyugal) y una persona divorciada (sin pareja conyugal) entonces entenderá que Pablo en I Cor. 7:10,11 (y 39) le estaba hablando “a los que están unidos en matrimonio”. ¡Una persona divorciada no esta unida en matrimonio! ¿Acaso no les parece lógico? ¡Estos versículos sencillamente no les corresponden a los divorciados ya que Pablo no esta enseñando acerca del divorcio! Luego Pablo prosigue a declarar que los separados no pueden casarse con otro ya que están SEPARADOS y otro cónyuge seria adulterio ya que separación no disuelve el matrimonio original, tal como ya hemos visto. Sigamos:
I Corintios 7:26 …“Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está. 7:27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 7:28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.”….
Aquí Pablo esta haciendo diferencia entre los divorciados (casados con anterioridad) y las doncellas (o vírgenes; personas nunca casadas). Cuando se refiere a los que están libres de mujer se esta refiriendo a los que una vez estuvieron ligados (casados). Prosigue a dar su opinión de que mejor seria no buscar casarse de nuevo, pero si lo hace, NO PECA. Igualmente aconseja a las vírgenes/doncellas (nunca casados) no casarse pero que tampoco les es pecado si lo hacen. Claramente hace distinción entre esto dos grupos. Por lo tanto, lo anterior podría leerse así:
I Corintios 7:27 ¿Estás ligado [CASADO] a mujer? No procures soltarte [DIVORCIARSE]. ¿Estás libre [DIVORCIADO] de mujer? No procures casarte. 7:28 Mas también si te casas [DESPUES DE UN DIVORCIO], no pecas; y si la doncella [PERSONA NUNCA ANTES CASADA] se casa, no peca;
Decirle a las personas divorciadas que no se pueden volver a casar es estar enseñando y propagando una doctrina del diablo (I Tim. 4:1-3). ¡NOSOTROS JAMÁS DEBEMOS ENSEÑAR NI GUARDAR DOCTRINAS DEL DIABLO!!!! El mismísimo Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo (Gen. 2:18), imagínese entonces la hipocresía en decir que el divorciado si debería estarlo, y de por vida. Simplemente no es bíblico. Satanás esta encantado con esta doctrina de prohibición matrimonial ya que los prohibidos en casarse se vuelven presa fácil para él (I Cor.7:5). La soledad no es natural para el ser humano. La sentencia de perpetuo aislamiento pasional que impone la Iglesia a sus divorciados es altamente destructiva, a igual que completamente anti-biblica.
QUINTO: Este punto se los dejo a ustedes. El tema: ¿Es Jesús divorciado? ¿Va la Iglesia casarse con un hombre divorciado?!?!? Pueden comenzar comparando Jeremías 3:8,14,20 e Isaías 50:1 con Efesios 5:31-32 y Apocalipsis 19:7, 21:9-10. Pregúntense, ¿haría Dios algo que no fuese lícito hacer?
Quisiera dejar en claro que no pretender fomentar o promocionar el divorcio; todo matrimonio tiene problemas y el divorcio no es la solución. El divorcio es una cirugía de amputación ya que una pareja casada son una sola carne. ¿A quien de ustedes le gustaría amputarse un miembro, digamos una pierna? Todos de vez en cuando tenemos un problema en la pierna; tal vez tengamos pie plano, o un dedo lastimado, o un tobillo tronchado. Sufriremos miles de cortaduras, moretones, raspones, y hasta quemaduras a través de nuestras vidas en tal pierna. Pueda que tengamos la pierna muy peluda, o muy blanca, o muy flaca. Tal vez tengamos venas varices, celulitis, o dolores crónicos de cualquier tipo. ¿Pero quien de ustedes se amputaría la pierna por tales problemas? ¿No intentarían remediar los problemas con cualquier otra opción? ¿No es la amputación únicamente para casos en que se necesite salvar la vida de un individuo de algo destructivo? ¿No es la última opción imaginable después de agotar todas las demás posibilidades? Igual debe considerarse el divorcio. Se que muchos dirán “pero todo se puede en Cristo” y comparto esta fe con ustedes, pero la realidad es que no todo en esta vida ni en este mundo sale a la perfección, todos sabemos esto; no es falta de fe, es simplemente la realidad.
Tal vez este escrito deje más preguntas que respuestas. Espero haya sido por lo general entendible. Les recomiendo la pagina Web de cual me refiero (totalmente en Inglés) http://www.divorcehope.com ya que es mucho más extensiva y completa. Pero sobre todo, les recomiendo buscar confirmación de Dios acerca de todo lo leído aquí. Debemos orar por los matrimonios en crisis, pero también por los divorciados iniciando una nueva vida; y sobre todo, orar para que la Iglesia siempre ande en la verdad de Dios.”
Para terminar, les dejo esto que Dios una vez le dijo a alguien acerca del divorcio (no en palabras textuales): Cuando Dios creo al hombre y la mujer, los creo con propósito definido. Pero por la corrupción del hombre y la dureza de su corazón, cada quien toma su decisión. Pero un verdadero hijo de Dios sigue la voluntad de su Padre, y este nunca se equivoca.
Que Dios los bendiga.
Para saber algo de cómo se lleva a cabo la entrega de un certificado de divorcio, véase http://www.es.chabad.org/library/ar...h/Mitos-y-Verdades-Sobre-el-Divorcio-Judo.htm
“¡…y DEBERIAN estar avergonzados por haber abandonado a sus hijos!” fue lo único que medio me acuerdo haberlo escuchado decir. No dure mucho tiempo en aquel canal ya que sufro del mal de CCC (Cambio-Continuo-de-Canales) cual me impulsa a oprimir el control remoto cada 3 segundos en la fútil búsqueda de algo interesante, pero si permanecí meditando sobre las palabras de aquel pastor y en como pudieron haberse sentido los divorciados asistiendo a aquel evento. Imaginaba como seria para una persona, digamos una mujer divorciada, asistiendo al evento, gozando con sus hermanos en Cristo, disfrutando de música sana en un ambiente sano, y de pronto, sintiendo el punzante dedo acusador del pastor regañándola en frente de cientos de “santos” por ser una vergüenza en la comunidad cristiana en su inaceptable estado de divorciada y de paso, recordándole las tristezas y amarguras que habrá vivido en dicho proceso cuando su matrimonio fracasaba.
Primero que todo, no estoy en contra de los regaños. Es más, me parecen MUY pero MUY necesarios, sobre todo en esta era de iglesias liberales y buena onda. Si aquel pastor estuviera regañado a los fornicarios, o los mentirosos, o los que evaden impuestos, pues le hubiera dado un buen “¡amen!!” desde mi sala antes de que mi CCC entrara en acción. Pero de lo que si estoy en contra es de las religiosidades y/o legalismos en existencia por toda iglesia que muchas veces son usadas para condenar injustamente y anti-biblicamente a las personas. Así que, aquel regaño de aquel pastor a los divorciados…. ¿legitimo, o legalista???
El tema del divorcio siempre ha sido controversial en el cristianismo, pero peor que eso, ha sido confuso. Tenemos el famoso credo de “hasta que la muerte los separe” como referencia en juzgar a los casados lo cual es algo extraño considerando que tal lema NO EXISTE en la Biblia. En ningún libro Bíblico existe esta frase por la cual la podemos categorizar más como filosofía humana que como verdad Bíblica; y sin embargo, la empleamos sagradamente en cada rito matrimonial.
Ya se que varias personas se alteraran con este artículo por ser básicamente en defensa del divorcio/segundo matrimonio, siendo esto considerado generalmente como algo contrario a Dios, algo tabú y hasta obra del diablo de división en muchas mentes cristianas. Pero les ruego que sigan leyendo con cabeza fría hasta el final. Mi intención es ponerlos a meditar, estudiar y buscar verdad acerca del tema, no de creerme a mí. ¡Ay del que me cree a mi! (Jer. 17:5) Comencemos.
El hecho de estar escribiendo este articulo tiene inicio varios meses atrás cuando fui recomendado por un colega una cierta pagina cristiana de Internet que trata en su totalidad sobre el divorcio. La pagina comienza con la afirmación “Dios mismo esta hastiado con Su Iglesia condenando a aquellos quienes han tenido un divorcio y vuelto a casar…”. Hmmmmm, pense yo; este autor afirma tener conocimiento acerca de lo que Dios siente en cuanto a este tema. Hay dos posibilidades entonces; o es un falso profeta o esta diciendo la verdad. ¿Que debo hacer en este caso? Pues debo hacer lo que me dice la Biblia; “¡Probad todo espíritu!!!” (I Juan 4:1) Empecé a leer, analizar, comparar, escudriñar y verificar. El resultado después de varias semanas fue que pienso tener una idea mucho más clara de lo que jamás me ha ofrecido la Iglesia en cuanto al divorcio. Al final de este artículo daré el link a la pagina.
Pero vayamos directo al grano; vayamos a la Biblia. La mayoría de lo que escribiré acerca del divorcio y sus respectivos versículos Bíblicos viene influenciado por esta página Web con mis observaciones propias o en mi lenguaje propio. Hago esto en cuanto he llegado a la convicción de la sana doctrina y veracidad en tal sitio Web.
PRIMERO: El divorcio es dado por Dios. Hemos estigmatizado tanto el divorcio que pensamos que debe provenir del diablo. Solo abran sus Biblias a Deuteronomio 24:1,2 y ahí lo verán; el mismísimo Dios otorgo el derecho de divorcio para el hombre. Pueden leer los versículos anteriores y posteriores para asegurarse de que no lo estoy sacando fuera de su contexto. Pueden leerlo al derecho y al revés y pueden verificarlo con otra persona o con otra versión de Biblia si quieren. Nada que argumentar aquí, el derecho a divorciar es dado por Dios.
¿Significa eso que el divorcio es bueno, o que Dios quiere ver divorcios en Su pueblo? La verdad es que el derecho al divorcio no debe ser visto en cuestiones de bueno o malo, sino en cuestiones de necesidad. Verán, el hombre es imperfecto y Dios sabe esto. Por lo tanto, el hombre imperfecto no puede crear una institución humana perfecta como es el matrimonio. Todo matrimonio es imperfecto ya que todo participante en ella es un ser humano imperfecto. Consecuentemente, existe la posibilidad de que un matrimonio fracase. Piénsenlo como un crucero. La idea de tomar un crucero es de romance, pasión, relajación, diversión, y/o tener una experiencia única en medio de la hermosa creación marítima de Dios. Y sin embargo, con todas las comodidades y lujos que un crucero le ofrece a sus viajeros, también trae botes salvavidas. Así que, ¿serán buenos estos botes salvavidas? ¡Claro que no! ¡Usarlos significa que algo horrible y catastrófico le paso al crucero poniendo en peligro la vida de todo ocupante! ¿Entonces serán malos los botes salvavidas? ¡Claro que no! ¡No tenerlos significa una muerte casi segura si algo le pasa al crucero!
No trata de que los botes salvavidas sean buenos o malos, trata de que son necesarios en caso que el barco se este hundiendo. Igual el divorcio. Nadie compra un pasaje a crucero esperando usar sus botes salvavidas. Tampoco nadie se casa esperando divorciarse. Pero hay que ser conscientes de que existe la posibilidad de que la cosas salgan (o se tornen) mal. Dios ciertamente fue consciente; por eso nos equipo con salvavidas.
Como con toda otra cosa dada por Dios, el divorcio trae sus reglas e instrucciones. Hay casos donde es legítimo y casos donde no lo es. En Deuteronomio 22:13-30 hay por lo menos dos casos en donde el divorcio no es permitido. Para que un divorcio sea valido y aceptado, debe cumplir con sus mandatos respectivos. Desafortunadamente, el hombre muchas veces le da un uso abominable al divorcio. Es como el sexo; Dios dio el sexo al hombre y la mujer para disfrutar de la intimidad y del amor físico. ¿Significa eso que podemos alquilar películas porno para así apreciar este regalo divino? ¡Claro que no! El sexo tiene sus reglamentos e instrucciones y operarlo fuera de estos parámetros vuelve el sexo algo en contra de Dios. Igualmente, una situación de alguien divorciándose con fines perversos o corruptos puede llevar a un divorcio abominable y/o pecaminoso.
No quiero entrar en detalles acerca de hasta que punto es legitimo divorciarse ya que de eso no trata este escrito. Solo pretendo mostrar los tecnicismos Bíblicos del divorcio y los derechos legales Bíblicos para casarse de nuevo; cosas que son bastantes desconocidos en la Iglesia. Esto con el fin de desafiar creencias populares eclesiásticas cuales llevan a cosas como discriminación, difamación, y condenación a los divorciados/segunda-vez casados.
SEGUNDO: El derecho al divorcio sigue vigente. ¿Como lo se? Por que Jesús lo dijo, en Mateo 5:18. Toda ley en el AT sigue vigente; hasta la ultima jota y tilde. Obviamente ahí esta incluido leyes sobre el divorcio (tanto los que lo permiten como los que lo prohíben) y leyes sobre casarse de nuevo (tanto los que lo permiten como los que lo prohíben).
Aquí seria bueno hablar de lo que Jesús dijo en Mateo 19:9 y lo que Pablo dijo en I Corintios 7:10-11. Pero primero, analicemos unas ciertas cosas acerca del matrimonio de las cuales nuestra sociedad comparte con la Biblia. En nuestros tiempos, los novios que se quieren casar oficializan este deseo matrimonial entrando en un estado de comprometidos, la cual los comprometen para un matrimonio futuro con fecha fijada y se simboliza por lo general con un anillo de compromiso cual establece este pacto. Este esquema también existía en tiempos bíblicos sino que en vez de llamarse “comprometidos” se llamaba “desposados”. (Esto esta escrito más detalladamente en el primer capítulo del libro “Revelación de las Bodas del Cordero”). Y en nuestros tiempos, los casados que se quieren divorciar empiezan este proceso primero entrando en un estado de separados cual precede el paso definitivo a la total cancelación de su matrimonio llamado “divorcio”. Este mismo proceso disolutivo de dos pasos existe en la Biblia.
Por lo tanto, es IMPORTANTISIMO separar estos dos estados (“separados” y “divorciados”) en la Biblia. ¡No se pueden confundir con lo mismo! Desafortunadamente, las traducciones bíblicas a veces las confunden y traducen ambas como una sola palabra. Al parecer nuestra popular traducción de Reina Valera logra mantener los dos términos diferenciados la mayoría de las veces. Pero miremos las palabras originales (en Griego y/o Hebreo) para poder estar más seguros.
La traducción Reina Valera (1960) parecer usar adecuadamente las palabras “separar” y/o ”repudiar” en el Nuevo Testamento cuando habla de SEPARACIÓN. La palabra original griega empleada para esto es “apoluo”, cual significa “enviar, separar, dejar ir”. Es una palabra de uso general para referirse a cuando personas se van o separan después de estar juntos, más no tiene ningún aspecto legal de una separación oficial y permanente tal como un divorcio. Se emplea esta palabra para situaciones generales como Mateo 14:15 donde Jesús manda a despedir (apoluo) a la multitud reunidos con Él para que se fueran a comer o Lucas 8:38 donde Jesús despide (apoluo) al hombre quien libero de demonios para que retornara a su casa. “Apoluo” sencillamente no significa ni insinúa en ningún momento “divorcio”.
Lo que SI significa “divorcio” es la acción de hacer trámite y entrega de un certificado de divorcio tal como establecido legalmente en Deuteronomio 24. Cuando entendemos estos dos estados podemos entender lo que Jesús hablaba en Mateo 5:31-32:
Mateo 5:31 También fue dicho: Cualquiera que repudie (apoluo) a su mujer, dele carta de divorcio. (¡divorciese!) 5:32 Pero yo os digo que el que repudia (apoluo) a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada (separada), comete adulterio.
Jesús estaba diciendo que si un hombre se separa de su mujer, pues que le diera el divorcio ya que en estado de separación ella seguía ligada a él, seguía casada. Era injusto para la mujer ser abandonada por su marido pero mantenida en matrimonio cual no la dejaría encontrar felicidad con nadie mas ya que una nueva relación constituiría adulterio. Más bien, el hombre al abandonarla debería cancelar su matrimonio por completo haciendo tramite y entrega de la carta de divorcio respectiva para ella ser libre y así tener la oportunidad legitima de establecer un nuevo hogar con otro hombre.
Pero todo esto parece algo raro. ¿Por que Jesús tenia la necesidad de enseñarle a Su pueblo la forma correcta de divorciarse?
Aparentemente los Israelitas, en su constante rebelión contra Dios, decidieron que la sola separación establecería el divorcio sin las molestias de tramitología, testigos, asuntos legales, repartición de bienes, gastos, y/o cualquier otra molestia que involucraría llevar a cabo la ejecución de una carta de divorcio. Tal fue su rebelión que Moisés (al parecer) permitió la sola separación como opción para el divorcio (Mat. 19:8-9). Pero Jesús estaba reestableciendo la forma correcta de llevar a cabo un divorcio. Entonces los fariseos empezaron a tentarlo:
Mateo 19:3 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? 19:4 El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, 19:5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? 19:6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. 19:7 Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
Los fariseos estaban preguntando por que Moisés permitió las dos opciones para el divorcio; tanto la forma legitima de dar certificado de divorcio como la forma ilegitima de simplemente separarse (¡repudiar, apoluo!). Jesús respondió:
Mateo 19:8 El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar (apoluo) a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. 19:9 Y yo os digo que cualquiera que repudia (apoluo) a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada (separada), adultera.
Jesús les estaba diciendo que ya no iba permitir más esta tradición separatista; o se reconciliaban, o se divorciaban, pero separarse no disolvería el matrimonio. Por lo tanto, un segundo matrimonio en este estado constituiría adulterio.
TERCERO: No solo por casarse por la Iglesia significa que aquel matrimonio haya sido juntado por Dios.
No podemos ignorar lo que dijo Jesús en Mateo 19:6 acerca de lo que Dios junto no lo separe el hombre, pero debemos entender que no todo matrimonio es juntado por Dios. Hay ejemplos en la Biblia de Dios juntando matrimonios (Adán y Eva obviamente, Abram & Sarai, Isaac y Rebeca, y como no mencionar José y María) al igual que matrimonios no juntados por Dios (Esaú con Judit y Basemat-Gen. 26:34-35, David con Betsabé-II Sam. 12:9-10, Salomón con sus múltiples esposas-I Reyes 11:1-2). Un matrimonio legitimo por la Iglesia no es sinónimo de que Dios junto aquella pareja.
A esto también hay que añadir que Jesús nunca dijo que lo que Dios junto no lo separe Dios. Dios es absolutamente soberano en un matrimonio y así como Él junta Él también puede separar. Esto lo vemos en situaciones como Jeremías 8:10 donde Dios no iba permitir sus matrimonios seguir por rumbo corrupto sino que los iba a disolver. Igualmente, si en un matrimonio juntado por Dios, uno de los esposos se vuelve corrupto, Dios ciertamente hará algo al respecto. Tomemos por ejemplo un caso extremo donde el esposo se vuelve alcohólico y violento en el hogar. La esposa y los hijos se vuelven esclavos del terror y trauma en la cual ahora viven. ¿Acaso no tenemos un Dios celoso cual no aceptara que sirvamos dos amos (Mat. 6:24)? Solo podemos ser esclavos de Dios, no del hombre. Dios no aceptara una situación donde una persona imponga su voluntad en el hogar/matrimonio por encima de la voluntad de Dios. Sin embargo, la Iglesia de hoy no entiende esto y tiene un solo consejo genérico-versátil para tantos matrimonios en crisis: ayunar y orar para restauración de hogar. Ahora, no estoy en contra de ayunar y orar para restauración matrimonial, pero es erróneo usar esto como respuesta a toda y cualquier situación; pues también hay situaciones que urge una inmediata separación, tal como un hogar tocado por violencia intra-familiar.
La Iglesia tiene que aprender como permitirle a Dios actuar tanto en un matrimonio como en un divorcio; pues así como las escrituras dice lo que Dios junto no lo separe el hombre, pues lo que Dios separe tampoco lo junte, o mantenga juntado, el hombre.
CUARTO: Una persona divorciada es considerada bíblicamente como SOLTERO. Y todo soltero tiene derecho a casarse.
La religión ha enseñado que solo la muerte física de un cónyuge deja al otro cónyuge libre o soltero, pero esto es un error generado principalmente por la falta de sabiduría en cuanto a la correcta categorización de los divorciados en la Biblia. Les doy un ejemplo: ¿Sabían que “viuda” no significa mujer cuyo esposo murió sino que se refiere a una mujer cuyo esposo la abandono? Las palabras “viuda” y “viudez” son la misma palabra hebrea “alman” cual significa “desamparado, abandonado”. Esto puede ser por muerte, por abandono, por divorcio, o por cualquier otra razón, pero el resultado es el mismo; viudez. Por ejemplo, en II Samuel 14:5 una mujer se dirige al rey diciendo “Yo a la verdad soy una mujer viuda y mi marido ha muerto.” La mujer estaba declarando que era viuda e informando la forma en que era viuda; en este caso por muerte. En II Samuel 20:3 vemos un grupo de concubinas forzadas a la viudez por el rey David; en este caso por abandono:
II Samuel 20:3 “Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en reclusión, y les dio alimentos; pero nunca más se llegó a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron, en viudez perpetua.”
Entendiendo esta correcta definición de viudez podemos también entender la correcta definición de otras categorías mencionadas en la Biblia como por ejemplo en I Corintios. Aquí hay categorías como “casados”, “solteros”, “viudas”, “vírgenes/doncellas” y “libres de…”. Ya vimos lo que significa “viuda” y creo que todos sabemos lo que significa “virgen”. Analicemos los demás:
I Corintios 7:8 …“Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 7:9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.” …..
Ya vimos que viudas son personas abandonadas/desamparadas por el cónyuge (sea por muerte, abandono, divorcio, etc.) y aquí vemos que tienen todo el derecho de un segundo matrimonio.
I Corintios 7:10 …“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 7:11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer.” ….
Estos versículos son de enorme confusión cuales crean los legalismos religiosos que hoy sufren los divorciados. A primera instancia pareciera que Pablo esta prohibiendo un segundo matrimonio a los casados llevándolos a una vida solitaria sin pareja por el resto de sus vidas, y puesssssssssss……….eso es exactamente lo que esta haciendo; esta prohibiendo un segundo matrimonio A LOS CA-SA-DOS!!! ¡NO A LOS DI-VOR-CIA-DOS!!! Una persona separada SIGUE CASADA. Una persona divorciada YA NO ESTA CASADA. Es absurdo tener la idea de que una persona divorciada es una persona casada, y sin embargo, esa es la idea que tiene la Iglesia. Cuando la Iglesia aprenda a diferenciar entre una persona casada (con pareja conyugal) y una persona divorciada (sin pareja conyugal) entonces entenderá que Pablo en I Cor. 7:10,11 (y 39) le estaba hablando “a los que están unidos en matrimonio”. ¡Una persona divorciada no esta unida en matrimonio! ¿Acaso no les parece lógico? ¡Estos versículos sencillamente no les corresponden a los divorciados ya que Pablo no esta enseñando acerca del divorcio! Luego Pablo prosigue a declarar que los separados no pueden casarse con otro ya que están SEPARADOS y otro cónyuge seria adulterio ya que separación no disuelve el matrimonio original, tal como ya hemos visto. Sigamos:
I Corintios 7:26 …“Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está. 7:27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 7:28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar.”….
Aquí Pablo esta haciendo diferencia entre los divorciados (casados con anterioridad) y las doncellas (o vírgenes; personas nunca casadas). Cuando se refiere a los que están libres de mujer se esta refiriendo a los que una vez estuvieron ligados (casados). Prosigue a dar su opinión de que mejor seria no buscar casarse de nuevo, pero si lo hace, NO PECA. Igualmente aconseja a las vírgenes/doncellas (nunca casados) no casarse pero que tampoco les es pecado si lo hacen. Claramente hace distinción entre esto dos grupos. Por lo tanto, lo anterior podría leerse así:
I Corintios 7:27 ¿Estás ligado [CASADO] a mujer? No procures soltarte [DIVORCIARSE]. ¿Estás libre [DIVORCIADO] de mujer? No procures casarte. 7:28 Mas también si te casas [DESPUES DE UN DIVORCIO], no pecas; y si la doncella [PERSONA NUNCA ANTES CASADA] se casa, no peca;
Decirle a las personas divorciadas que no se pueden volver a casar es estar enseñando y propagando una doctrina del diablo (I Tim. 4:1-3). ¡NOSOTROS JAMÁS DEBEMOS ENSEÑAR NI GUARDAR DOCTRINAS DEL DIABLO!!!! El mismísimo Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo (Gen. 2:18), imagínese entonces la hipocresía en decir que el divorciado si debería estarlo, y de por vida. Simplemente no es bíblico. Satanás esta encantado con esta doctrina de prohibición matrimonial ya que los prohibidos en casarse se vuelven presa fácil para él (I Cor.7:5). La soledad no es natural para el ser humano. La sentencia de perpetuo aislamiento pasional que impone la Iglesia a sus divorciados es altamente destructiva, a igual que completamente anti-biblica.
QUINTO: Este punto se los dejo a ustedes. El tema: ¿Es Jesús divorciado? ¿Va la Iglesia casarse con un hombre divorciado?!?!? Pueden comenzar comparando Jeremías 3:8,14,20 e Isaías 50:1 con Efesios 5:31-32 y Apocalipsis 19:7, 21:9-10. Pregúntense, ¿haría Dios algo que no fuese lícito hacer?
Quisiera dejar en claro que no pretender fomentar o promocionar el divorcio; todo matrimonio tiene problemas y el divorcio no es la solución. El divorcio es una cirugía de amputación ya que una pareja casada son una sola carne. ¿A quien de ustedes le gustaría amputarse un miembro, digamos una pierna? Todos de vez en cuando tenemos un problema en la pierna; tal vez tengamos pie plano, o un dedo lastimado, o un tobillo tronchado. Sufriremos miles de cortaduras, moretones, raspones, y hasta quemaduras a través de nuestras vidas en tal pierna. Pueda que tengamos la pierna muy peluda, o muy blanca, o muy flaca. Tal vez tengamos venas varices, celulitis, o dolores crónicos de cualquier tipo. ¿Pero quien de ustedes se amputaría la pierna por tales problemas? ¿No intentarían remediar los problemas con cualquier otra opción? ¿No es la amputación únicamente para casos en que se necesite salvar la vida de un individuo de algo destructivo? ¿No es la última opción imaginable después de agotar todas las demás posibilidades? Igual debe considerarse el divorcio. Se que muchos dirán “pero todo se puede en Cristo” y comparto esta fe con ustedes, pero la realidad es que no todo en esta vida ni en este mundo sale a la perfección, todos sabemos esto; no es falta de fe, es simplemente la realidad.
Tal vez este escrito deje más preguntas que respuestas. Espero haya sido por lo general entendible. Les recomiendo la pagina Web de cual me refiero (totalmente en Inglés) http://www.divorcehope.com ya que es mucho más extensiva y completa. Pero sobre todo, les recomiendo buscar confirmación de Dios acerca de todo lo leído aquí. Debemos orar por los matrimonios en crisis, pero también por los divorciados iniciando una nueva vida; y sobre todo, orar para que la Iglesia siempre ande en la verdad de Dios.”
Para terminar, les dejo esto que Dios una vez le dijo a alguien acerca del divorcio (no en palabras textuales): Cuando Dios creo al hombre y la mujer, los creo con propósito definido. Pero por la corrupción del hombre y la dureza de su corazón, cada quien toma su decisión. Pero un verdadero hijo de Dios sigue la voluntad de su Padre, y este nunca se equivoca.
Que Dios los bendiga.
Para saber algo de cómo se lleva a cabo la entrega de un certificado de divorcio, véase http://www.es.chabad.org/library/ar...h/Mitos-y-Verdades-Sobre-el-Divorcio-Judo.htm