El poder del vaticano

hisopo

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5 Enero 2009
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Ciertamente, los católicos saben que los sacramentos provienen de Jesús, que son los signos de su acción y presencia poderosa (liberadora, sanadora) sobre el mundo, de manera que han de estar abiertos a los momentos principales de la vida personal y social de los creyentes, conforme a la experiencia y creatividad de las comunidades. Pero, de hecho, los sacramentos oficiales parecen haberse «fosilizado», de manea que a muchos les parece que al Vaticano le importa más la fidelidad a la letra de los ritos que el despliegue de la vida mesiánica de Cristo.

Con la ayuda de la Sagrada Congregación para los Ritos, el Papa define y organiza la liturgia católica romana, fijando las formas exteriores, los gestos ceremoniales y las palabras básicas de todas las celebraciones. El mismo Papa promulga los Rituales para el conjunto de la iglesia, contribuyendo así a la unidad de la liturgia, pero también a su formalismo, de manera que resulta difícil descubrir en ella y por ella la presencia sanadora de Jesús que acoge a los pobres y ofrece su dignidad y esperanza de vida a los pecadores y expulsados de todas las sociedades de la tierra. Estamos ante un reto esencial para la vida de la iglesia, un reto que ministros y teólogos deben asumir y resolver unidos, partiendo de los pecadores y los pobres, que los que están llamados a celebrar el evangelio.
 
Re: El poder del vaticano

El Papa, ayudado por comisiones y sínodos (especialmente por la Congregación para la Doctrina de la Fe), siguiendo siempre, en última instancia, sus propias preferencias, promulga documentos oficiales (encíclicas, cartas pastorales, exhortaciones apostólicas), con disposiciones de fe para los católicos. Esos documentos se mueven casi siempre en un círculo cerrado, alimentándose a sí mismos, sin diálogo real con el mundo exterior, ni con los principios cristianos (exégesis bíblica). Expresión privilegiada de ese poder ha sido el Catecismo de la Iglesia Católica que Juan Pablo II promulgó en 1992. Ese poder magisterial es, sin duda, bueno y necesario; pero da la impresión de que Roma quiere definirlo y resolverlo todo (dejarlo atado y bien atado), no sólo en el plano del magisterio básico, sino en los diferentes campos de la teología y la moral (sobre todo en el plano sexual), como si no hubiera espacio para la autonomía de cada diócesis o iglesia y como si obispos y teólogos fueran sólo unos comentaristas de los documentos de Roma y los fieles cristianos unos simples oyentes (discentes) de una palabra que les viene de fuera. En ese sentido, al menos conforme a la mentalidad del Vaticano, parece que no existe autonomía para los teólogos ni para los fieles, a quienes la curia romana trata como a menores de edad, sin mucho juicio ni libertad ante Dios. En contra de eso, verdadero magisterio ha sido y sigue siendo la vida de los pobres y la fe de quienes les acogen.
 
Re: El poder del vaticano

La misión pertenece a toda la iglesia, pero ha quedado de alguna forma controlada por la Curia Vaticana, que es ahora la única que tiene ahora el poder de crear nuevas iglesias, instituyendo prelaturas y obispados. Eso significa que las comunidades cristianas «están naciendo desde arriba», de un modo programado, con el peligro de perder su autonomía teológica y su fuerza creadora. Es como si el centro papal desconfiara de las iglesias que pueden nacer, crecer y organizase de un modo autónomo. La curia romana tiene miedo de perder el control sobre las diversas formas de vida y teología cristiana que pueden surgir. Se trata, en el fondo, de un miedo enfermizo y contraproducente, pues son las mismas iglesias particulares las que pueden y deben abrir caminos de evangelio, como hicieron en tiempos de Pedro. Han de ser ellas las que, desde diversos lugares de la actual periferia (desde África o América del Sur, desde el oriente europeo o Asía e incluso desde Europa), han de abrir nuevas posibilidades eclesiales de pensamiento y vida, de manera que pueda surgir así, partiendo de ellas, un nuevo papado. Estamos ante un nuevo campo de misión (el mundo es distinto) y debemos recuperar los principios del anuncio pascual, en la línea de las primeras comunidades cristianas. Así podemos recordar que el primer misionero no fue Pedro, sino otros, de manera que su grandeza como depositario de las llaves estuvo precisamente en aceptar la misión de otros.
 
Re: El poder del vaticano

Ciertamente, los católicos saben que los sacramentos provienen de Jesús, que son los signos de su acción y presencia poderosa (liberadora, sanadora) sobre el mundo, de manera que han de estar abiertos a los momentos principales de la vida personal y social de los creyentes, conforme a la experiencia y creatividad de las comunidades. Pero, de hecho, los sacramentos oficiales parecen haberse «fosilizado», de manea que a muchos les parece que al Vaticano le importa más la fidelidad a la letra de los ritos que el despliegue de la vida mesiánica de Cristo.

Con la ayuda de la Sagrada Congregación para los Ritos, el Papa define y organiza la liturgia católica romana, fijando las formas exteriores, los gestos ceremoniales y las palabras básicas de todas las celebraciones. El mismo Papa promulga los Rituales para el conjunto de la iglesia, contribuyendo así a la unidad de la liturgia, pero también a su formalismo, de manera que resulta difícil descubrir en ella y por ella la presencia sanadora de Jesús que acoge a los pobres y ofrece su dignidad y esperanza de vida a los pecadores y expulsados de todas las sociedades de la tierra. Estamos ante un reto esencial para la vida de la iglesia, un reto que ministros y teólogos deben asumir y resolver unidos, partiendo de los pecadores y los pobres, que los que están llamados a celebrar el evangelio.

Un truco que los evangélicos ponen en este foro es precisamente éste

CONTRAPONER LAS FUNCIÓNES LITÚRGICAS CON LA ASISTENCIA A LOS
POBRES.

Pues sepas que la Iglesia tiene muchos brazos, el líturgico para el
encuentro con Dios, y el asistencial para socorro de los pobres:
leproserias, hospitales, comedores sociales, centro de acogidas ....

Sr. Hisopo ¿ya da Vd. alguna limosna a Cáritas Diocesana?

¿ o más bien se indentifica Vd. con este personaje ?

San Juan 12, 3,7

3
Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
4
Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar:
5
¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?
6
Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.
7
Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto.



Luego está claro, LOS POBRES, LOS POBRES LOS POBRES ......

Rásquese Vd. el bolsillo y hablamos.

Bendiciones.
 
Re: El poder del vaticano

La misión pertenece a toda la iglesia, pero ha quedado de alguna forma controlada por la Curia Vaticana, que es ahora la única que tiene ahora el poder de crear nuevas iglesias, instituyendo prelaturas y obispados. Eso significa que las comunidades cristianas «están naciendo desde arriba», de un modo programado, con el peligro de perder su autonomía teológica y su fuerza creadora. Es como si el centro papal desconfiara de las iglesias que pueden nacer, crecer y organizase de un modo autónomo. La curia romana tiene miedo de perder el control sobre las diversas formas de vida y teología cristiana que pueden surgir. Se trata, en el fondo, de un miedo enfermizo y contraproducente, pues son las mismas iglesias particulares las que pueden y deben abrir caminos de evangelio, como hicieron en tiempos de Pedro. Han de ser ellas las que, desde diversos lugares de la actual periferia (desde África o América del Sur, desde el oriente europeo o Asía e incluso desde Europa), han de abrir nuevas posibilidades eclesiales de pensamiento y vida, de manera que pueda surgir así, partiendo de ellas, un nuevo papado. Estamos ante un nuevo campo de misión (el mundo es distinto) y debemos recuperar los principios del anuncio pascual, en la línea de las primeras comunidades cristianas. Así podemos recordar que el primer misionero no fue Pedro, sino otros, de manera que su grandeza como depositario de las llaves estuvo precisamente en aceptar la misión de otros.


Todo lo que Vd. dice es falso
vemos lo que dice San Pablo:

1ª Corintios 12, 4,22
4
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
5
Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
6
Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.
7
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
8
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
9
a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
10
A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
11
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
12
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
13
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
14
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
15
Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
16
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
17
Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
18
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
19
Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
20
Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.
21
Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
22
Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;


12, 28,30
28
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
29
¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
30
¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?



Luego amigo mío si charlataneria es vana:

En la Iglesia de Cristo la Iglesia Católica la se cumple esto que dice
san Pablo.

LOS MINISTERIOS ESTAN JERARQUICAMENTE ORDENADOS POR SU
IMPORTANCIA y DEFINIDOS POR SU FUNCION.

Y ahora ya puede Vd. seguir con su doctrina de hombres.

Bendiciones.
 
Re: El poder del vaticano

Ciertamente, los católicos saben que los sacramentos provienen de Jesús, que son los signos de su acción y presencia poderosa (liberadora, sanadora) sobre el mundo, de manera que han de estar abiertos a los momentos principales de la vida personal y social de los creyentes, conforme a la experiencia y creatividad de las comunidades. Pero, de hecho, los sacramentos oficiales parecen haberse «fosilizado», de manea que a muchos les parece que al Vaticano le importa más la fidelidad a la letra de los ritos que el despliegue de la vida mesiánica de Cristo.

Con la ayuda de la Sagrada Congregación para los Ritos, el Papa define y organiza la liturgia católica romana, fijando las formas exteriores, los gestos ceremoniales y las palabras básicas de todas las celebraciones. El mismo Papa promulga los Rituales para el conjunto de la iglesia, contribuyendo así a la unidad de la liturgia, pero también a su formalismo, de manera que resulta difícil descubrir en ella y por ella la presencia sanadora de Jesús que acoge a los pobres y ofrece su dignidad y esperanza de vida a los pecadores y expulsados de todas las sociedades de la tierra. Estamos ante un reto esencial para la vida de la iglesia, un reto que ministros y teólogos deben asumir y resolver unidos, partiendo de los pecadores y los pobres, que los que están llamados a celebrar el evangelio.


Hablamos del Poder del Vaticano??????????????????
Hablams en serio?????????????????????
:musico7:

O se van a empezar a rasgar las vestiduras los catolicos en este tema?????
 
Re: El poder del vaticano

Los Estados Pontificios desaparecieron el año 1870; sin embargo, con los pactos de Letrán (1929), surgió el Estado de la Ciudad del Vaticano que tiene, en principio, unos fines espirituales (no económicos, ni militares), pero que en realidad posee un gran peso político, de manera que el Papa puede presentarse como un Jefe de Estado. Esta situación, que vincula al Papa con los gobernantes de la tierra más que con los pobres y excluidos, influye de un modo poderoso (y negativo) en la existencia de la iglesia y hace que la vida católica parezca a veces un poco esquizofrénico, si es que quiere ser fiel al evangelio, pues Jesús no pactó con emperadores ni reyes, ni mandó nuncios con poderes e inmunidad diplomática a los reinos de la tierra. En este campo, los cambos deben ser radicales. Tiene que desaparecer el Estado Vaticano, con sus posesiones y funciones (funcionarios), hoy mejor que mañana, si la iglesia quiere volverse de verdad católica, partiendo de los pobres. También deben suprimirse los obispados y capellanías castrenses, que ratifican el pacto de la iglesia con los poderes militares (sin dejar de anunciar el mensaje a los soldados). Mientras las cosas continúen como ahora, muchos católicos nos sentimos «mentirosos», pues decimos estar al servicio del pueblo, pero estamos de hecho al lado de los poderosos. Ciertamente, otras iglesias sin «Estado Vaticano» se enfrentan también en este campo con grandes problemas, teniendo que buscar otras mentiras para justificarse. Pero aquí hemos querido centrarnos en la iglesia católica.

El poder político se expresa a través de sus nunciaturas, abiertas en casi todos los estados de la tierra. Por medio de ellas, el Papa cumple su función de gobernante, utilizando unos cauces diplomáticos que se sitúan (sitúan a la iglesia de Jesús) dentro del espacio de poder de los estados, que es aún grande, aunque menor que el de las multinacionales. Esa actividad diplomática se extiende también hacia el interior las iglesias, de manera que, de hecho, muchas veces, son los nuncios los que actúan como verdaderos responsables de las iglesias a las que son enviadas, con detrimento de los obispos locales. Eso significa que las iglesias no están gobernadas por pastores, sino por diplomáticos.
 
Re: El poder del vaticano

En principio, la teología tiene una función autónoma dentro de la iglesia: ella no es un comentario de las declaraciones del magisterio, sino una actividad propia e independiente de las comunidades, llamadas a repensar el evangelio, con libertad creadora, en la medida en que lo ofrecen a los pobres y lo comparten con ellos. Más aún, la teología no pertenece a la jerarquía ni al ministerio oficial de la iglesia, sino que es una función de todos los creyentes, sin distinción de clero y laicado. Por eso, el Vaticano no tiene que dar autonomía a los teólogos (como algunos pretenden), pues no tiene poder para hacerlo, sino que debe alegrarse de que surjan teologías y experiencias de evangelio, desde la misma vida de las iglesias, que interpretan y recrean con su vida la Escritura.

Aquí se fundó gran parte de la reforma luterana, empeñada en devolver a los cristianos el acceso a la Palabra de Dios (libre interpretación de la Escritura). Se ha dicho que el Papa de los Protestantes es la Biblia y la Biblia de los católicos el Papa. Es posible que esa visión sea exagerada, pero de hecho los papas han querido actuar como si fueran los únicos lectores oficiales la Biblia, con la tarea de explicarla al resto de los fieles. Mientras no cambie esa actitud no habrá reforma de la Iglesia.

El cambio que pedimos es grande, pues ya la teología antigua tendió a quedar en manos de los obispos y luego de los monjes y del clero. Más tarde, desde el concilio de Trento y de un modo más intenso desde finales del siglo XIX, la curia de Roma ejerce un control muy fuerte sobre la investigación y publicaciones de los teólogos, especialmente de aquellos que están vinculadas a la enseñanza oficial (Facultades de Teología) o al ministerio. En este momento son muchos los que afirman que, para la elaborar la teología en libertad, resulta preferible situarse fuera de las instituciones oficiales de la iglesia católica, es decir, de los ministerios clericales y de las facultades de teología reconocidas por la jerarquía. Otros añaden que la curia romana significa un estorbo (un impedimento y un instrumento de poder) más que una ayuda para el desarrollo de una teología cristiana, que se apoya en la Escritura de Dios y en la vida de los pobres. En este contexto se sitúa la actitud de Juan Pablo II, que ha querido silenciar la teología de la liberación. Ciertamente, el magisterio católico ha tenido y tiene momentos de hondura y creatividad cristiana. De todas formas, mientras los papas no cambien de actitud y empiecen escuchando la vida y teología de los pobres no podrá haber renovación del papado.
 
Re: El poder del vaticano

Parece que el Vaticano quiere llenar todos los huecos, resolver todos los problemas, como si los demás creyentes no pudieran pensar, como si los clérigos menores y los simples fieles corrieran el riesgo de equivocarse y perderse tan pronto como quedan solos, antes Dios y su conciencia, aunque sean muchos y se unan e invoquen la presencia del Espíritu, en la línea de Hech 15, 28: «Nos ha parecido a nosotros y al Espíritu Santo...».
 
Re: El poder del vaticano

Ciertamente, la iglesia sigue hablando de los pobres y pecadores, pero no les concibe como portadores del evangelio, sino como sujetos de una ley a la que deben someterse. Así lo destacó Y. CONGAR, a quien más tarde nombrarían cardenal, denunciando, a mediados del siglo XX, una actitud que por desgracia impera en la jerarquía de la iglesia. El Papa actual, sobre todo desde 1950, ha desarrollado hasta la manía un régimen paternalista consistente en que él y sólo él dice al mundo y a cada uno lo que hay que pensar y cómo hay que actuar. Pretende reducir a los teólogos al papel de comentaristas de sus discursos, sin que, sobre todo, puedan tener la veleidad de pensar algo.
 
Re: El poder del vaticano

El papado ha logrado triunfar, asumiendo todos los poderes, pero lo ha hecho de tal forma que en su triunfo se encuentra su fracaso. Ha ganado la partida dentro de la iglesia católica, pero sus poderes (¡que no son malos!) no son los del evangelio. También el Templo de Jerusalén había triunfado en tiempos de Jesús y se estaba acabando la reconstrucción de sus edificios, patrocinada por Herodes el Grande, un bandido rico, nombrado rey por el imperio. Aquel templo tampoco era malo (¡había en él infinitas cosas buenas!), pero no respondía a la novedad profética de Israel, de manera que las grandes experiencias y esperanzas del pueblo creyente quedaban fuera de su recinto y de sus instituciones sagradas, como supo ver Jesús.
 
Re: El poder del vaticano

Jesús cura a la Curia (que significa casa/corte del Kurios o Señor). Jesús cura a la Curia para que deje de estar en la cama haciendo lo suyo (mandando desde su poltrona), para que se ponga a servir a los demás, como han querido todos los reformadores buenos de la Iglesia, desde el siglo XI hasta hoy. ¿Qué sería la curación/conversión de la Curia? ¿Qué harían los curiales: quedarían donde están, cambiarían de casa? ¿se irían por el mundo a compartir la vida con la gente? ¿Qué debería hacer nuestro Cañizares, que acaba de fichar en la Curia?
 
Re: El poder del vaticano

La iglesia de Roma no conoce un poder judicial independiente, sino que los mismos que promulgan las leyes y promueven su cumplimiento tienen después el poder de sancionarlas, a través de sus diversos tribunales eclesiásticos. Conforme a un principio que se viene aduciendo en Roma por lo menos desde el año 500 (en las así llamadas Falsificaciones de Símaco) y que ha sido fundamental en las Decretales seudo-isidorianas del siglo XI (y en el Dictatus Papae de Gregorio VII), la prima sedes (sede romana) a nemine iudicatur (no puede ser juzgada por nadie), mientras ella puede juzgar a todas las restantes sedes y agrupaciones de cristianos. Es evidente que en este espacio no ha entrado la luz de la gracia del evangelio que se expresa en la palabra originaria de Jesús: «No juzguéis y no seréis juzgados» (Mt 7, 1 par). Como representante peculiar de Jesús, el Papa debería ser un signo privilegiado de la superación del juicio, representante de un amor que se ofrece y regala, sin imponerse y sin sancionar su autoridad en términos jurídicos.
 
Re: El poder del vaticano

La organización de la Curia Romana y el mantenimiento del Estado Vaticano necesita un fuerte soporte económico, que no se puede comparar al de las grandes compañías multinacionales, pero que resulta considerable, sobre todo, si se tiene en cuenta que no va dirigido al bien de los pobres, sino al mantenimiento de una institución de poder. Por otra parte, el control directo o indirecto que la Curia Romana (o los organismos oficiales) ejerce sobre los ministros de la iglesia tiene un elemento económico, que varía entre los diversos países, pero que sigue siendo considerable. Jesús no necesitó dinero para promover su mensaje, como indica de forma paradigmática la escena del joven rico (cf. Mc 10, 17-31), pero la administración de la iglesia romana necesita recursos, de tal forma que ella puede aparecer, en principio, como poco evangélica.
 
Re: El poder del vaticano

La organización de la Curia Romana y el mantenimiento del Estado Vaticano necesita un fuerte soporte económico, que no se puede comparar al de las grandes compañías multinacionales, pero que resulta considerable, sobre todo, si se tiene en cuenta que no va dirigido al bien de los pobres, sino al mantenimiento de una institución de poder. Por otra parte, el control directo o indirecto que la Curia Romana (o los organismos oficiales) ejerce sobre los ministros de la iglesia tiene un elemento económico, que varía entre los diversos países, pero que sigue siendo considerable. Jesús no necesitó dinero para promover su mensaje, como indica de forma paradigmática la escena del joven rico (cf. Mc 10, 17-31), pero la administración de la iglesia romana necesita recursos, de tal forma que ella puede aparecer, en principio, como poco evangélica.

Y sin embargo Jesus usaba dinero, me recuerdas mucho a cierto Apostol de Cristo que creia que gastar dinero en el Señor era tirarlo.
 
Re: El poder del vaticano

Y sin embargo Jesus usaba dinero, me recuerdas mucho a cierto Apostol de Cristo que creia que gastar dinero en el Señor era tirarlo.


Evidentemente, el tema es difícil de resolver, pues toda institución requiere medios económicos, como saben los movimientos religiosos modernos, cristianos o no cristianos, católicos o no católicos. Pero todo nos permite sospechar que la financiación del Vaticano no está sólo al servicio de la comunicación económica de bienes y de la vida de los pobres, sino que tiene elementos de despliegue monetario que parecen más cercanos al sistema capitalista que al evangelio. Sólo un retorno radical a la pobreza de Jesús (apertura a los pobres y pecadores) podrá hacer que la iglesia sea de nuevo cristiana
 
Re: El poder del vaticano

Evidentemente, el tema es difícil de resolver, pues toda institución requiere medios económicos, como saben los movimientos religiosos modernos, cristianos o no cristianos, católicos o no católicos. Pero todo nos permite sospechar que la financiación del Vaticano no está sólo al servicio de la comunicación económica de bienes y de la vida de los pobres, sino que tiene elementos de despliegue monetario que parecen más cercanos al sistema capitalista que al evangelio. Sólo un retorno radical a la pobreza de Jesús (apertura a los pobres y pecadores) podrá hacer que la iglesia sea de nuevo cristiana

Pero es que Jesus teniea apertura a los pobres y pecadores pero no era ningun mendigo, es bien sabido que Judas el Iscariote era el encargado de la "charola" de las limosnas y ayuda que le daban al movimiento que Jesus encabezaba, san Pedro mismo pago el impuesto al Templo, y asi te puedo enunciar que Cristo no era pobre, sino humilde.
 
Re: El poder del vaticano

Es demasiado patente la contradicción de este “sálvese quien pueda” con la advertencia de Jesús: quien busca salvar su vida la perderá.
Advertencia que non busca solamente atemorizar la conciencia sino que propone renunciar a ilusiones suicidas para entrar en la verdadera vida, en la vida plena y abundante que viene de Dios. Ante la pregunta de un maestro de la ley “¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna? “ Jesús interroga al maestro ¿qué dice la Biblia? Y este responde:
“Amaras al señor tu Dios con todo tu corazón con toda a tu alma , con todas tus fuerzas y con todo o tu espíritu, y a tu prójimo coma a ti mismo . Jesús añade “haz esto y vivirás” pero el insiste: ¿quien es mí prójimo? Jesús responde con aquella narración de aquel samaritano solidario y luego repite haz tú lo mismo.
 
Re: El poder del vaticano

Y sin embargo Jesus usaba dinero, me recuerdas mucho a cierto Apostol de Cristo que creia que gastar dinero en el Señor era tirarlo.


Amigo Kal,

no se si sera conveniente argumentar a este HISOPO, o dejarlo que siga
su monólogo.

Este señor me recuerda a un tipo que se llamaba Lutero, que tambien tocaba
las misma música.

Que si las riquezas, que si el poder, que si el Papa, que si el Vaticano....

y creo que ya conocemos el resto de la historia.

Pero todavía no me ha dicho quienes son "los pobres" y cuanto se rasca
este señor el bolsillo para ayudarles.

Me parece que estamos perdiendo el tiempo con este señor:

Tito, 3, 9,11

9
Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho.
10
Al hereje, después de una y otra amonestación deséchalo,
11
sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.



Estos salieron de nosotros pero no eran de los nuestros.

Bendiciones.