Re: Elena White tenía razón: el vino es un veneno
Estimado eduardo martínez r. (el chismoso). Saludos cordiales.
Tú dices:
¡Qué voy a creer, infeliz! ¡Que te quedan muy pocas neuronas! Cuántame, chiquitín, cómo hacían mosto fresco "excelente" en marzo o en abril. ¿Qué era? ¿Zumo de pasas? Je, je, je. ¡Cómo te haces el loco con todo!, ¿eh? No hay justificación para la payasada del día-año, pero, naturalmente, como buen réprobo experto en mentiras, tú sigues con ello. Sabes que no hay base bíblica para la infamia del otoño de 457 a.C., pero tú sigues, como si tal cosa. Sabes que no has sido capaz de sosener NINGUNA de tus vanas argumentaciones, pero sigues adelante, ¿eh? Eso sí, tienes el cuajo y la frescura de aconejarnos vino de fornicación a los demás. ¿Qué bebes tú, chiquitín? ¿Basura White fermentada?
Respondo: Lo que acá tu llamas infamia es otro de tus "chismes vulgares", sabemos que estamos en medio de una guerra entre el bien y el mal. Y las peores armas que Satanás usa son la polémica y la desinformación. A través de ellas introduce el error, mezclado con verdad para intentar hundir al pueblo de Dios, los portavoces del último mensaje a este mundo. Por ello, a veces es necesario revisar cuestiones que parecen darse por entendidas.
Podemos preguntarnos: ¿Bebió Jesús vino con alcohol en algún momento?
¿Qué sucedió en la Santa Cena y de las Bodas de Caná?
EL VINO EN LA SANTA CENA.
En Lucas 22:15 – 20 vemos confirmado que estaban celebrando la Pascua. Jesús dijo:
“He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con vosotros antes de padecer. pues os digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios. Luego tomó la copa, dio gracias y dijo: —Tomad esto y repartidlo entre vosotros. Os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios. También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: —Este pan es mi cuerpo, entregado por vosotros; haced esto en memoria de mí. De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo: —Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.”
Jesús estaba observando la Pascua, tal cual él mismo ordenó que se celebrase 1.500 años antes de ese momento, en el Éxodo. Vayamos a leer las instrucciones que Dios dio al pueblo en aquella ocasión. El capítulo 12 de Éxodo está dedicado íntegro a la preparación de la Pascua, y cómo la deberían observar de ahí en adelante. Leamos del versículo 5 en adelante:
“El animal será sin defecto, macho de un año, lo tomaréis de las ovejas o de las cabras… (v. 7) y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer (8) Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura, con hierbas amargas lo comerán… (v. 14) Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones, por estatuto perpetuo lo celebraréis. (v. 15) Siete días comeréis panes sin levadura; y el primer día haréis que no haya levadura (fermento) en vuestras casas; porque cualquiera que comiere fermentado (leudo) desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel… (v. 19) Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado (fermentado), así extranjero como natural del país, será cortado de la congregación de Israel (20) ninguna cosa fermentada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis pan sin levadura”.
Sabemos que las leyes mosaicas fueron clavadas en la cruz (el decálogo no es una ley mosaica, sino eterna). Pero este argumento tampoco es válido para decir que Jesús bebió vino con alcohol en la santa cena, porque aún no había sido sacrificado, por lo que la observancia de la Pascua estaba en pleno rigor , según el mandato dado por Él mismo a Moisés. Por lo que en las casas no podía haber nada fermentado.
Es IMPOSIBLE que Jesús celebrase la Santa Cena con ingredientes fermentados, por lo que el vino que usó, tuvo que ser, según la Torá, mosto o vino sin fermentar. Lo fermentado simboliza “pecado” en 1 Corintios 5:8:
“Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad.”
Jesús mismo dijo en Lucas 22:18 que no volvería a beber “
del fruto de la vid”, algo natural, sin adulterar. Además, 1 Pedro 1:19 nos afirma que
la sangre de Cristo es preciosa, como un cordero sin mancha ni contaminación (¿puede algo fermentado, echado a perder, como un cordero en descomposición, representar pureza?).
Una cantidad alarmante de los que se consideran cristianos creen que el término vino en la Biblia es siempre y sin excepción vino alcohólico y embriagante. Algunos hasta sirven vino alcohólico en sus iglesias, y se atreven a llamar este evento la "santa" cena. Esta confusión se debe, sin duda, a la definición dada al término vino en los diccionarios actuales. El diccionario moderno afirma que el vino es una bebida alcohólica formado del zumo de uvas fermentado.
La clave para llegar a comprender este asunto es entender que la palabra vino en la Biblia es genérica, o sea, tiene diferentes significados, dependiendo del contexto en que se usa. Una escapada al hebreo o griego original nos trae cara a cara con la misma realidad. La palabra vino en griego aparece como oinos, siendo una palabra genérica.
En el hebreo tiene 8 términos distintos para el griego oinos como yayin, tyrosh, shekar, chemer, shemer, sove, yeqev y asis. Todos estos términos en las lenguas originales pueden significar el “fruto de la vid”, o sea, zumo de uvas no fermentado o mosto, o puede significar vino fermentado o alcohólico. Es un uso como el que nosotros le damos a la palabra “agua”. El agua puede ser potable o no potable, pero todo es “agua”. De igual modo, el vino en la Biblia, puede ser sin fermentar o fermentado, sin alcohol o con alcohol. En algunas versiones se ha añadido la palabra “nuevo” al lado de vino cuando el traductor ha entendido que era “mosto”. Pero el original sigue siendo un término genérico.
Un ejemplo de palabra genérica: Génesis 1:27 “Dios creó al hombre, varón y hembra los creó”. En otros lugares se refiere a una persona de sexo varón.
En cada versículo donde se menciona sidra en la Reina-Valera 1960, aparece junto con la palabra vino. En esos casos la palabra vino puede ser alcohólica o no alcohólica, dependiendo en el contexto, pero el mismo contexto parece indicar que la palabra sidra es siempre y sin excepción una bebida alcohólica. En varios lenguajes, la palabra sidra fue traducida bebida fuerte. ¿Cómo podremos distinguir esto?
Veamos unos versículos en la Biblia que afirman claramente que no toda mención de vino es necesariamente un vino malo y embriagante:
"El campo está asolado, se enlutó la tierra; porque el trigo fue destruido, se secó el mosto, se perdió el aceite" Joel 1:10.
Es imposible que el mosto de este versículo represente una bebida intoxicante. La palabra mosto viene de la palabra hebrea tiyrosh, que es traducido vino con frecuencia, como en Hageo 1:11
“Yo hice venir una sequía sobre los campos y las montañas, sobre el trigo y el vino nuevo, sobre el aceite fresco y el fruto de la tierra, sobre los animales y los hombres, y sobre toda la obra de sus manos”.
Otro texto:
"Así ha dicho Jehová: como si alguno hallase mosto (vino) en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo" Isaías 65:8.
¿Vino capaz de emborrachar en un racimo? ¡Imposible! El mosto de este versículo se traduce vino en otros lugares, como acabamos de ver en el comentario anterior.
Otro texto:
"Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite" Deuteronomio 11:14.
No es posible recoger vino intoxicante. Como hemos mencionado anteriormente, el vino embriagante no es un producto natural, y aquí se habla de “aceite”, el zumo de la aceituna, y de “vino”, el zumo de la uva.
En Deuteronomio 32:14 se da una definición por excelencia del vino nuevo o bueno:
“De la sangre de la uva bebiste vino”.
En otras versiones se lee “Bebió la sangre espumosa de la uva” (NVI). El vino bueno se define como “la sangre de la uva”. Lo que sangra la uva. De hecho, tal y como lo vierte la NVI da la idea de la espuma que queda en la superficie del mosto recién exprimido y colado. Este vino no contiene alcohol.
Un último texto:
"Y será cortada la alegría y el regocijo de los campos fértiles, de la tierra de Moab; y de los lagares haré que falte el vino; no pisarán con canción; la canción no será canción" Jeremías 48:33.
El lagar es el lugar donde se pisa la uva para extraer el zumo de ella. ¿Sale vino fermentado cuando se pisa la uva, o se la exprime? No. Pues es a ese tipo de vino el que se refiere el texto de Jeremías, (expresado en forma de carencia o maldición). No es posible que en esta ocasión se hable de vino fermentado. Otros textos parecidos son Isaías 16:10; Oseas 2:22.
A más de uno le gustaría que la uva diese directamente vino fermentado, pero eso es imposible, va en contra de las leyes naturales que Dios mismo estableció. Otros textos donde se hace referencia al vino “nuevo” o bueno son: Isaías 27:2; Jeremías 40:12; Amós 9:14.
Todos recordamos lo particular que era Dios a la hora de establecer el culto en su Santuario. El incienso era una mezcla especial que nadie podía hacer. Por ofrecer fuego extraño, los hijos de Aarón fueron fulminados por Dios. El vino formaba parte de las ofrendas establecidas para el servicio del santuario. Siendo que la palabra vino se refiere tanto a con alcohol como a sin alcohol, este último es el vino que podía presentarse como ofrenda a Dios, según Números 28:14.
Génesis 27:28 traduce “mosto”, cuando el original hebreo es tyrosh, “vino”.
En Isaías 55:1 Dios nos invita a comprar de él vino y leche. Entendemos que ambos son sin fermentar, ¿no?
En todos estos pasajes no hay advertencia alguna contra el consumo del vino. Mientras que en otros sí la hay.
EL VINO “MALO”.
En los versículos cuyo contexto nos advierte de algo malo o nocivo, es cuando tenemos que entender que ese vino está estropeado, pervertido, corrompido, fermentado. Vamos a ver varios ejemplos:
Dios habla acerca de las naciones enemigas de Israel en Deuteronomio 32:33 y dice:
“Veneno de víboras es su vino, y ponzoña mortal de serpientes”.
La fermentación siempre ha sido un símbolo de corrupción, y en la ciencia y en la naturaleza es en sí misma pudrición, descomposición, deterioro y putrefacción. El alcohol nunca se encuentra en ningún producto de la naturaleza, nunca fue creado por Dios, y es esencialmente un producto artificial preparado por el hombre a través del proceso destructivo de la fermentación.
El vino fermentado es símbolo de castigo y de maldición. En Salmo 75:8 leemos:
"Porque la copa está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado, Lleno de mistura; y él derrama del mismo; Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra".
En este versículo se menciona un vino que se describe como fermentado. ¿Por qué? Para distinguirlo del vino no fermentado (si sólo definiese un único tipo, no haría falta la descripción). Naturalmente, como es fermentado, es asociado con la maldad, "lo beberán los impíos de la tierra".
Aquí está el contraste entre la “sangre de la uva” que representa la “sangre de Cristo”, pura, y el vino fermentado que representa al pecado y la maldición.
Versículos de advertencia contra este tipo de vino: Isaías 5:11; Isaías 5:14; Isaías 5:22; Isaías 28:7-8; Oseas 4:11; Joel 3:3; Habacuc 2:5; Proverbios 23:20; Proverbios 31:4-7; Efesios 5:18; Proverbios 23:29-35.
En éste último texto de Proverbios 23 se nos indica que es pecado “mirar al vino intencionadamente”. Pero aún hay más, la Biblia indica incluso que es pecado vender vino (o bebidas alcohólicas en general). Veamos Habacuc 2:15:
"¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez! Te has llenado de deshonra más que de honra, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria".
Continua...