“Y sucedió que mientras ellos iban andando y hablando, he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Eliseo miraba y clamaba: ‘¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!’ Y nunca más lo vio.”
— 2 Reyes 2:11-12
A veces, Dios nos concede un “Elías” en la vida — un mentor, guía o líder espiritual — que nos acompaña y enseña.

Tu Jordán: El momento de cruzar solo
El río Jordán simboliza la separación total. Ya no hay compañeros ni líderes que puedan cargar contigo; la responsabilidad es tuya. “Cruza solo tu Jordán” (2 Reyes 2:14). Este paso es una prueba de tu fe y de tu confianza en Dios. ¿Estás dispuesto a dar ese salto?
“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.”
— Deuteronomio 31:6
Tu Jericó: El lugar de grandes promesas y desafíos
Jericó es donde viste a tu “Elías” hacer cosas grandes, pero ahora tú debes tomar la iniciativa. No dejes que la duda te paralice ni que el temor te quite la fe.
“Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”
— Éxodo 14:14
Dios te enviará señales, al igual que Eliseo recibió la confirmación que necesitaba. ¡Confía y actúa!
Tu Betel: El límite de tu fuerza, el comienzo de la sabiduría divina
Cuando sientas que ya no puedes más, que todo es un caos y que quieres rendirte, recuerda: es ahí donde Dios despliega Su poder y sabiduría. No busques más a tu “Elías”, usa el manto, ora y confía.
“Porque mi poder se perfecciona en la debilidad.”
— 2 Corintios 12:9
Tres preguntas desafiantes para la Iglesia hoy:
- ¿Estamos preparados para dejar ir a nuestros “Elías” y asumir la responsabilidad personal de nuestra fe y liderazgo?
- ¿Cómo respondemos cuando Dios nos llama a enfrentar solos los desafíos espirituales más difíciles?
- ¿Confiamos plenamente en que Su poder se perfecciona en nuestra debilidad, o seguimos buscando la seguridad en líderes y métodos humanos?
