ALIMENTO DIARIO
Leer con oracion: Ef.6:5-10
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Ef 6;10)
VIVIR LA VIDA DE LA IGLESIA
En la vida de la iglesia, además de la vida de reuniones tenemos la vida familiar. No pensemos que, cuando volvemos a nuestra casa dejamos de vivir la vida de la iglesia. A veces, cuando la esposa está en las reuniones con los hermanos, es muy sumisa al marido; pero cuando llega a la casa se convierte en la cabeza de la familia. Esto no es la vida de la iglesia, es la vida del mundo. En la vida de la iglesia, el hombre es la cabeza de la mujer, Cristo es la cabeza del hombre, Dios es la cabeza de Cristo; hay un orden establecido por Dios (cfr.1 Co.11:3). Cuando la esposa está en casa, debe continuar viviendo la vida de la iglesia, ser sumisa al marido así como la iglesia es sumisa a Cristo. Igualmente el marido necesita amar a la esposa, como Cristo amó a la iglesia y se entregó asimismo por ella. Los hijos necesitan honrar a los padres, pues ese es un mandamiento especial, con promesa. Cuando honramos a nuestros padres, tenemos longevidad. Entre los diez mandamientos, sólo ese mandamiento tiene promesa. Cuán importante es honrar a los padres! Cuando los honramos, honramos a nuestra fuente, nuestro origen. Todo hijo tuvo origen en el padre y en la madre. Nuestro origen es el mismo Dios Padre. En otras palabras, cuando honramos a nuestros padres, honramos al mismo Dios.
Además de la vida familiar, está la vida social. En Efesios 6:5-9, Pablo nos habla de los siervos y los amos. Los siervos deben someterse a los amos como al Señor, y los amos deben igualmente tratar a los siervos con humanidad delante del Señor. Esto es la vida social, la vida en el trabajo, en las relaciones sociales, que también forman parte de la vida de la iglesia. No pensemos que cuando estamos en el trabajo o en la empresa, esto es algo secular o del mundo, ésta continúa formando parte de la vida de la iglesia. Tal vez la oficina donde trabajamos sea del mundo pero el Espíritu ya habita en nosotros, y como somos del Señor, nuestro andar y vivir necesita ser como es digno de Dios. Necesitamos obedecer a los jefes y a los superiores con sinceridad y de corazón.
A partir de Efesios 6: 10, Pablo nos habla de tomar toda la armadura de Dios para luchar contra Satanás. Esa vida de lucha espiritual también forma parte de la vida de la iglesia. Para eso necesitamos igualmente vivir y andar en el espíritu.
Necesitamos tener un vivir y un andar como es digno de Dios. Especialmente en la iglesia, necesitamos andar en la gracia, en la verdad, en amor y en luz. Y todo eso está incluido en el andar en el Espíritu. Andar en el Espíritu, es la vida de la iglesia, que incluye la vida de reuniones, la vida familiar, la vida social y también la vida de lucha espiritual contra Satanás. Este debe ser nuestro andar y vivir como es digno de Dios.
Palabra clave: Vivir y andar en el Espíritu
Pregunta: ¿Cuáles son los diferentes aspectos de la vida de la iglesia?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a:
Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor?
Leer con oracion: Ef.6:5-10
“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Ef 6;10)
VIVIR LA VIDA DE LA IGLESIA
En la vida de la iglesia, además de la vida de reuniones tenemos la vida familiar. No pensemos que, cuando volvemos a nuestra casa dejamos de vivir la vida de la iglesia. A veces, cuando la esposa está en las reuniones con los hermanos, es muy sumisa al marido; pero cuando llega a la casa se convierte en la cabeza de la familia. Esto no es la vida de la iglesia, es la vida del mundo. En la vida de la iglesia, el hombre es la cabeza de la mujer, Cristo es la cabeza del hombre, Dios es la cabeza de Cristo; hay un orden establecido por Dios (cfr.1 Co.11:3). Cuando la esposa está en casa, debe continuar viviendo la vida de la iglesia, ser sumisa al marido así como la iglesia es sumisa a Cristo. Igualmente el marido necesita amar a la esposa, como Cristo amó a la iglesia y se entregó asimismo por ella. Los hijos necesitan honrar a los padres, pues ese es un mandamiento especial, con promesa. Cuando honramos a nuestros padres, tenemos longevidad. Entre los diez mandamientos, sólo ese mandamiento tiene promesa. Cuán importante es honrar a los padres! Cuando los honramos, honramos a nuestra fuente, nuestro origen. Todo hijo tuvo origen en el padre y en la madre. Nuestro origen es el mismo Dios Padre. En otras palabras, cuando honramos a nuestros padres, honramos al mismo Dios.
Además de la vida familiar, está la vida social. En Efesios 6:5-9, Pablo nos habla de los siervos y los amos. Los siervos deben someterse a los amos como al Señor, y los amos deben igualmente tratar a los siervos con humanidad delante del Señor. Esto es la vida social, la vida en el trabajo, en las relaciones sociales, que también forman parte de la vida de la iglesia. No pensemos que cuando estamos en el trabajo o en la empresa, esto es algo secular o del mundo, ésta continúa formando parte de la vida de la iglesia. Tal vez la oficina donde trabajamos sea del mundo pero el Espíritu ya habita en nosotros, y como somos del Señor, nuestro andar y vivir necesita ser como es digno de Dios. Necesitamos obedecer a los jefes y a los superiores con sinceridad y de corazón.
A partir de Efesios 6: 10, Pablo nos habla de tomar toda la armadura de Dios para luchar contra Satanás. Esa vida de lucha espiritual también forma parte de la vida de la iglesia. Para eso necesitamos igualmente vivir y andar en el espíritu.
Necesitamos tener un vivir y un andar como es digno de Dios. Especialmente en la iglesia, necesitamos andar en la gracia, en la verdad, en amor y en luz. Y todo eso está incluido en el andar en el Espíritu. Andar en el Espíritu, es la vida de la iglesia, que incluye la vida de reuniones, la vida familiar, la vida social y también la vida de lucha espiritual contra Satanás. Este debe ser nuestro andar y vivir como es digno de Dios.
Palabra clave: Vivir y andar en el Espíritu
Pregunta: ¿Cuáles son los diferentes aspectos de la vida de la iglesia?
Dong Yu Lan
Derechos reservados a:
Editora “Arvore da Vida”
¡Jesús es el Señor?