ALIMENTO DIARIO
Espíritu de Poder, de amor y de cordura
Leer con oración: 1 Co.15:45b; Jn.14:17; 1 Ti.1:3-4
"Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él" (1 Co 6: 17)
VIVIR EN EL ESPÍRITU
Esta semana veremos el segundo mensaje de 2 Timoteo, un libro que fue escrito para tratar la situación de degradación de las iglesias. La mayor causa de la degradación está en el hecho de que el hombre viva en el alma.
En los primeros dos mil años de la historia humana, debido a la caída, el hombre vivió en la carne. Como resultado de esa situación Dios hizo a un lado la raza creada y escogió la raza llamada, la descendencia de Abraham. En los segundos dos mil años, tenemos la descendencia terrenal de Abraham, que es el pueblo de Israel. El deseo de Dios, al comienzo de los segundos dos mil años, era que ese pueblo expresara la realidad del reino. Por esa razón Dios le prometió a Abraham que su descendencia sería una gran nación. El deseo de Dios era que en Israel hiciera Su voluntad, así como se hace en los cielos. Pero no fue así.
En los terceros dos mil años, Dios mismo se encarnó en la persona de Jesús y vino a la tierra. El Señor Jesús era Dios manifestado en la carne. En Él, Dios tuvo una expresión corpórea. Además, el Señor fue a la Cruz, murió por nuestros pecados y resucitó para hacerse el Espíritu que da vida (1 Co.15:45b). En la Cruz el viejo hombre fue crucificado y en la resurrección fue engendrado el nuevo hombre. El nuevo hombre está totalmente relacionado con "el Espíritu". El término "El Espíritu", usado varias veces en el Nuevo Testamento, es distinto del Espíritu de Dios y del Espíritu de Jehová del Antiguo Testamento, también del Espíritu Santo, del Espíritu de Jesús, del Espíritu de Cristo y del Espíritu de Jesucristo. Todos estos aspectos del Espíritu están incluidos en "el Espíritu". Este es el Espíritu de realidad que el Señor prometió damos después de ir al Padre Jn 14: 17; 15:26; 16: 13). Quienes creen en el Señor hoy, se hicieron un solo espíritu con Él (1 Co 6: 17), pues el Espíritu se mezcló con nuestro espíritu. Por esto podemos decir que la era actual es la era del Espíritu. Para expresar a Dios hoy, debemos vivir no en la carne ni en el alma, sino por el Espíritu.
Cuando Pablo trabajó en la iglesia en Éfeso, durante tres años, en los cuales cuidó de los hermanos públicamente y de casa en casa, de día y de noche (Hch 20:20), tuvo como objetivo el hecho de que los santos en Éfeso vivieran en el espíritu y así expresaran al Señor. Pero ellos no alcanzaron esa meta. Por el contrario, aún estaban llenos de razonamientos y de enseñanzas diferentes, que se centraban en discusiones en lugar de la economía de Dios que se funda en la fe (1 Ti 1 :3-4). Por esto podemo decir que la situación de la iglesia en Éfeso se debía a que las personas de allí vivían en el alma.
En 1 Timoteo 1 vemos que en Éfeso había personas ocupadas en hablar acerca de fábulas y genealogías interminables; en otras palabras, podemos decir que esas personas enfatizaban solamente la doctrina. Al hablar la verdad de la Biblia, no la mezclaban con el Espíritu. Las doctrinas engendran discusiones, no permiten que las personas experimenten la dispensación de Dios que se funda en la fe, para que por ese medio puedan crecer en vida. Por eso, en 1 y 2 Timoteo Pablo destaca las sanas palabras, las enseñanzas saludables, que son las palabras de la economía neotestamentaria de Dios, las cuales ayudan a los santos a echar mano de la verdadera vida con el fin de convertirse en herederos de Dios. Que todos disfrutemos las palabras saludables, las enseñanzas saludables, por medio de nuestro espíritu humano regenerado y mezclado con el Espíritu, con el fin de crecer en vida y disfrutar de la vida eterna.
Pregunta: ¿Cuál es la mayor causa de la degradación de las iglesias?
Dong Yu Lan
Todos los derechos reservados a la:
Editora Arvore da Vida
Espíritu de Poder, de amor y de cordura
Leer con oración: 1 Co.15:45b; Jn.14:17; 1 Ti.1:3-4
"Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él" (1 Co 6: 17)
VIVIR EN EL ESPÍRITU
Esta semana veremos el segundo mensaje de 2 Timoteo, un libro que fue escrito para tratar la situación de degradación de las iglesias. La mayor causa de la degradación está en el hecho de que el hombre viva en el alma.
En los primeros dos mil años de la historia humana, debido a la caída, el hombre vivió en la carne. Como resultado de esa situación Dios hizo a un lado la raza creada y escogió la raza llamada, la descendencia de Abraham. En los segundos dos mil años, tenemos la descendencia terrenal de Abraham, que es el pueblo de Israel. El deseo de Dios, al comienzo de los segundos dos mil años, era que ese pueblo expresara la realidad del reino. Por esa razón Dios le prometió a Abraham que su descendencia sería una gran nación. El deseo de Dios era que en Israel hiciera Su voluntad, así como se hace en los cielos. Pero no fue así.
En los terceros dos mil años, Dios mismo se encarnó en la persona de Jesús y vino a la tierra. El Señor Jesús era Dios manifestado en la carne. En Él, Dios tuvo una expresión corpórea. Además, el Señor fue a la Cruz, murió por nuestros pecados y resucitó para hacerse el Espíritu que da vida (1 Co.15:45b). En la Cruz el viejo hombre fue crucificado y en la resurrección fue engendrado el nuevo hombre. El nuevo hombre está totalmente relacionado con "el Espíritu". El término "El Espíritu", usado varias veces en el Nuevo Testamento, es distinto del Espíritu de Dios y del Espíritu de Jehová del Antiguo Testamento, también del Espíritu Santo, del Espíritu de Jesús, del Espíritu de Cristo y del Espíritu de Jesucristo. Todos estos aspectos del Espíritu están incluidos en "el Espíritu". Este es el Espíritu de realidad que el Señor prometió damos después de ir al Padre Jn 14: 17; 15:26; 16: 13). Quienes creen en el Señor hoy, se hicieron un solo espíritu con Él (1 Co 6: 17), pues el Espíritu se mezcló con nuestro espíritu. Por esto podemos decir que la era actual es la era del Espíritu. Para expresar a Dios hoy, debemos vivir no en la carne ni en el alma, sino por el Espíritu.
Cuando Pablo trabajó en la iglesia en Éfeso, durante tres años, en los cuales cuidó de los hermanos públicamente y de casa en casa, de día y de noche (Hch 20:20), tuvo como objetivo el hecho de que los santos en Éfeso vivieran en el espíritu y así expresaran al Señor. Pero ellos no alcanzaron esa meta. Por el contrario, aún estaban llenos de razonamientos y de enseñanzas diferentes, que se centraban en discusiones en lugar de la economía de Dios que se funda en la fe (1 Ti 1 :3-4). Por esto podemo decir que la situación de la iglesia en Éfeso se debía a que las personas de allí vivían en el alma.
En 1 Timoteo 1 vemos que en Éfeso había personas ocupadas en hablar acerca de fábulas y genealogías interminables; en otras palabras, podemos decir que esas personas enfatizaban solamente la doctrina. Al hablar la verdad de la Biblia, no la mezclaban con el Espíritu. Las doctrinas engendran discusiones, no permiten que las personas experimenten la dispensación de Dios que se funda en la fe, para que por ese medio puedan crecer en vida. Por eso, en 1 y 2 Timoteo Pablo destaca las sanas palabras, las enseñanzas saludables, que son las palabras de la economía neotestamentaria de Dios, las cuales ayudan a los santos a echar mano de la verdadera vida con el fin de convertirse en herederos de Dios. Que todos disfrutemos las palabras saludables, las enseñanzas saludables, por medio de nuestro espíritu humano regenerado y mezclado con el Espíritu, con el fin de crecer en vida y disfrutar de la vida eterna.
Pregunta: ¿Cuál es la mayor causa de la degradación de las iglesias?
Dong Yu Lan
Todos los derechos reservados a la:
Editora Arvore da Vida