Creación, Evolución o Manipulación
Creación, Evolución o Manipulación
¿Cómo se Originó la Vida en la Tierra?
En los últimos 230 años se ha sembrado en un amplio número de personas de muchas partes del mundo una hipótesis que aún hoy persiste y se mantiene instituida como enseñanza básica en escuelas y universidades sobre el origen del hombre y de las especies. Por su parte, desde hace décadas existe también un fuerte movimiento llamado “creacionismo” que debate y refuta las hipótesis darwinistas y alude a la “intercesión divina” como “chispa vital” que originó la existencia humana y del resto de seres vivos. Por otro lado, una nueva “ciencia alternativa” ha suscitado un gran revuelo entre la comunidad científica y en la sociedad misma. Estos eminentes científicos e historiadores creen que la vida llegó a la Tierra proveniente de otros Sistemas Solares a través de criaturas como nosotros mismos, es decir, que estos son nuestros antecesores.
A diferencia de las hipótesis de Charles Darwin –lo cual son eso, hipótesis- (Teoría de la Evolución) reseñadas en sus best sellers “El origen de las especies a través de la selección natural” (1.859) y "El origen del hombre y la selección con relación al sexo” (1.871) y del movimiento creacionista, los cuales solo se apoyan –ambos grupos- de incongruentes y poco sustanciales planteamientos para justificar el paradigma aceptado, esta nueva “comunidad científica” se apoya de un número muy elevado de pruebas físicas: hallazgos arqueológicos y documentos gubernamentales desclasificados para apoyar su teoría.
Planteamientos del origen del hombre según Charles Darwin.
Los cimientos de toda una explicación del mundo y del hombre basada en una narración genésica parecían comenzar a tambalearse. Los relatos mal traducidos como los presentados en las versiones no hebreas del Génesis empezaron, a partir de entonces a ser cuestionados, no sin gran polémica y discusión. A su vuelta a Inglaterra el 29 de enero de 1.839, Charles Darwin se casa con su prima Emma Wedgwood. Ambos pasaron a residir en 1.842 en Down, cerca de Londres, teniendo diez hijos fruto de su matrimonio. Darwin redujo considerablemente sus apariciones en público, más interesado en la creación intelectual y la escritura de su pensamiento. Excusaba su ausencia de los actos sociales alegando problemas de salud, entregado como estaba a la plasmación gráfica de sus ideas, tarea que publicará su hijo Francis en 1.892 con el título de "Memorias del desarrollo de mi pensamiento y mi carácter". La aportación de las ideas de Darwin de que las especies no son inmutables, coincide con lo expuesto por un contemporáneo suyo, Alfred Russell Wallace. Ambos presentaron su teoría en 1.858 en la Sociedad Linneana de Londres, causando la lógica convulsión.
La Evolución ¿Teoría o Hipótesis?
"La evolución no es siquiera una teoría, sino una hipótesis, lo cual, en el “método científico” está un paso por debajo para convertirse en una teoría". (Carl Baugh, Ph. D. “The Dinosaur Dilemma”, 1.994. Texas, USA). Bien pues, aceptando por un momento que las hipótesis de Darwin fuesen una “Teoría”, deberíamos antes tener en cuenta que “teoría” es: “el conjunto de razonamientos ideados para explicar provisionalmente un determinado orden de hechos”. Esta hipótesis, hace ya años cayó por su propio peso, sin embargo, se sigue enseñando en muchas partes y continúa siendo el foco céntrico de la gran mayoría de científicos, siendo como siempre una justificación antropocéntrica.
Ahora, si recordamos que es una “Hipótesis”, vemos esto: “suposición de que una cosa sea posible para sacar de ella una consecuencia”. Darwin decía que desde el “Big-Bang” se originó la vida, que en la Tierra fue evolucionando todo desde las células hasta organismos más complejos, pero ¿dónde entra aquí el genoma?, estas teorías engloban finalmente solo suposiciones para tener una explicación provisional de la verdadera aparición de todo.
Lo inexplicable: “…el eslabón perdido en la historia de la evolución del hombre, fue la manipulación artificial controlada practicada en uno de nuestros más remotos pasados”, Erick von Däniken (reconocido investigador suizo, escritor de varios best sellers). Tengamos presente que la base de toda vida es la célula; la célula consiste en macromoléculas; las cadenas de macromoléculas son átomos colocados en hileras. Estas partículas subatómicas forman el mundo del movimiento constante y de la radiación difusa –un átomo realiza “10 a la 23” pulsaciones por segundo-. Así abandonamos el mundo material para encontrar lo inconcebible, llamado Dios por algunos y espíritu por otros. Con esta reflexión caminemos hacia el siguiente paso de este tratado.
¿Por qué se cree ciegamente en éste paradigma?
¿Por qué solo el hombre evolucionó? ¿Por qué otras especies no siguieron evolucionado?, los monos siguen siendo monos; los peces, peces; los reptiles, reptiles; las aves, aves; y los mamíferos, mamíferos.
Ninguna de estas especies ha evolucionado e incluso cientos de especies se han extinguido porque no se han podido “adaptar” a su entorno.
Por otro lado, información recogida de todos los extremos del globo demuestran que antes de los homínidos y de Adam (del hebreo “el Altísimo en la sangre”) y Java (Eva), la Tierra así como el Universo ya estaban y están “pobladas”, por eso hizo hincapié al respecto el propio Jesucristo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14.2).
El Código Genético es alterable solo a través de laboratorios.
Si el genoma nos demuestra las propiedades únicas y directamente inalterables de nuestro A.D.N. ¿De dónde salen todas estas especies homínidas como los neardentales, homo sapiens, homo habilis, homo erectus, etc.? Los científicos se basaban en que habían evolucionado unas hacia las otras, pero, la misma ciencia demuestra que eran indistintos del “código genético del hombre” que ya en esas épocas existía, e incluso eran indistintos entre ellos mismos, y también avala que cada organismo tiene su propio “Genoma”, por lo que vemos nuevamente un enigma, no solo en ellos sino en la variedad constante de tipos de animales a lo largo y ancho de la historia del planeta Tierra. No dejando atrás que hay tantos eslabones en esta hipótesis que desde el inicio de las investigaciones genómicas en el año 2.000 ya no tienen cabida en la lógica cambiante del mundo de la investigación.
Imposible de crearse la inteligencia por sí misma.
Nuestra filosofía antropocéntrica entorpece siempre nuestra visión de la realidad, y no nos permite ver más allá. Esta idea nos hizo pensar en la teoría de que la vida había surgido sobre la Tierra a partir de la materia inanimada y muerta. Para el “milagro de la vida” solo era cuestión de que se “agitasen” algunas gotas del caldo original y con un poco de chispas eléctricas se producirían unas proteínas sumamente complejas. ¿Son científicos los milagros? Es de saberse que es imposible que esa supuesta primera vida primitiva se haya creado en la Tierra por “fuerzas propias”.
El origen de la vida desde la primera “célula” y las moléculas.
Si todas las formas de vida podían remitirse a UNA forma original, está sería “la célula”, puesto que es la forma de vida más pequeña, y ésta misma ha de tener un “nacimiento”, ha de haber salido de algún lado. Esto pues es buscar “la composición de la célula” y sus micro partes.
Hemos pues de analizar hasta la molécula más efímera de esta célula, y ésta célula ha de ser reducida en su sustancia fundamental a un montón de elementos químicos. Pero, ¿Cómo se organizaron los químicos en la secuencia necesaria para crear la sustancia genética hereditaria? Preguntas similares suscitaron el nacimiento de la “evolución química”, y en esto recordemos que Manfred Eigen postuló que la química estaba sujeta a leyes físicas. Se sabe que la física ha probado la existencia de cargas eléctricas negativas o positivas en cada partícula de la materia. Ésta ley es también válida para las moléculas; de acuerdo con su composición deberían atraerse o rechazarse mutuamente. Pero en esto las respuestas son igual de escurridizas porque las largas cadenas macromoleculares del caldo original, no solo se ligaban sino que se disolvían de igual modo.
Para la formación de células se requiere de muchas proteínas, la proteína más pequeña que puede concebirse consiste en cuando menos en ¡239 moléculas! Por lo tanto, una molécula de proteína constituye un monstruo de distintos aminoácidos y enzimas que deben juntarse con todos en un orden establecido. El profesor James F. Coppedge, hace mucho tiempo director del Centro para la Investigación de la Probabilidad Biológica, en Northbridge, California, calculó la probabilidad de dicho proceso de ordenación en 1:10 a la “23”, o sea, en una lotería con una probabilidad de acertar al premio de uno contra 10 000 000 000 000 000 000 000 0. Y etc.
Si se supone que esta célula nacida de un imposible azar, se creó en las condiciones del caldo y de la atmósfera originales, ¿Cómo sobrevivió? La atmósfera de aquel entonces consistía principalmente en metano y amoniaco, o sea, el oxígeno hubiese tenido los efectos de un veneno mortal para la célula. Así pues, la biología y la química prebiótica solo pueden probar que una célula sólo puede reproducirse si contiene un programa acabado, aunque modesto, de A.D.N. Esta se envía de una célula a otra, y esta a la siguiente, etc. Hasta formarse una vida sencilla tal como una bacteria, por ejemplo.
La bacteria como forma compleja de vida.
La propia bacteria, ya como ejemplo, es en sí misma, una forma de vida acabada con una función determinada; debe ser recibido por lo tanto, su programa genético de A.D.N. de la primera célula. ¿Cómo llegó a la primera célula bacteriana el programa para construcción de toda la bacteria? ¿De dónde sacó el A.D.N. de la primera célula la “orden” para construir una bacteria? Más aún ¿Por medio de qué magia se transformó una bacteria en otra, con “funciones completamente distintas”? Para la probabilidad de que la bacteria más sencilla fuera producida mediante modificaciones accidentales, el profesor Harold Morowitz, físico de la Universidad de Yale, EE.UU., calculó lo siguiente: 1:10 a la 100 000 000 000. Son tantos ceros a la derecha, que no cabrían en un libro.
Probabilidades de la vida desde el punto de vista químico.
El profesor Bruno Vollmert, profesor de técnica química de sustancias macromoleculares y en su momento director del Instituto de Polímeros en la Universidad de Karlsruhe, junto con su equipo se dedicaron durante décadas a investigar la creación del A.D.N. en laboratorios provistos de equipos de primera. El resultado de la investigación fue aplastante para todos los evolucionistas: “NO es posible que el A.D.N. se haya producido espontáneamente”. Vollmert afirma que un químico especializado en polímeros no puede ni convencerse ni dejarse persuadir de que los caldos originales hayan surgido por casualidad en unas cadenas de macromoléculas del tipo del A.D.N.; lo mismo es cierto, según él, en cuanto al crecimiento de las cadenas del A.D.N. en el transcurso de la historia de la Tierra, desde una clase de animales hacia la inmediatamente superior.
Las palabras del propio Vollmert: “Por lo tanto, el darwinismo es una forma de ver el mundo, una ideología, y no una teoría científicamente probada… Opino que el darwinismo representa un error fatal que debe su éxito sin par, en última instancia, una vez más, a un anhelo antropocéntrico”.
La vida desde el punto de vista matemático.
Puesto que no se ha esclarecido en forma inequívoca la formación de la vida, el profesor Fred Hoyle, antes director del Instituto para Astronomía Teórica en Cambridge, y el profesor Nalin Chandra Wickramasinghe, director del departamento de matemáticas aplicadas y astronomía en la Universidad de Cardiff, Gales, estudiaron las posibilidades de la creación de vida, con base en sus conocimientos matemáticos. Se preguntaron si las enzimas hubieran podido surgir de un caldo original terrestre por medio de la evolución química. La conclusión de los dos científicos fue la siguiente: “Damos por su puesto que el caldo contiene 20 aminoácidos biológicamente importantes en la misma concentración. Avanzamos la propuesta cautelosa de que 10 puntos por enzima son decisivos para el funcionamiento biológico correcto. Más de “20 a la 10” ensayos harían falta, a fin de producir una sola enzima capaz de funcionar; y la probabilidad de producir una cantidad N de tales enzimas mediante el azar asciende a “1:20 a la 10N”. Antes de que “N” llegara al número “100”, la cantidad de ensayos se habría hecho mayor que el número de átomos en todas las estrellas de todo el Universo. Por lo tanto, nos vemos casi obligados a sacar la conclusión que la vida debe constituir un fenómeno cósmico”.
Por no extenderme demasiado ofreceré más información en adelante.
El Señor les bendiga!!
Project Magen “Release the Truth”