Re: Video: Secuestrado Bosco Gutierrez
Teresa de Calcuta me recuerda a la gente del Rotary Club y al Club de leones, que son gente respetable que hacen bien a la comunidad sin hablarle de Jesús. Bueno, algo es algo.
Saben que pienso que este no es un mero exabrupto de sabadv. Acá hay una profunda diferencia entre la fe católica y la evangélica.
Me recuerdo de Voz cuando dice que las personas más caritativas que conoce son las catolicas.
El punto es que, según mi humilde opinion, veo que para el evangélico la praxis cristiana se agota en la predicación. Predicar el Evangelio es lo central y es lo unico. En este sentido huelo muy a menudo un cierto menosprecio a las obras de caridad.
Para los católicos no es así. La predicación del Evangelio es un ministerio particular, pero no todos están llamados a eso, ni mucho menos. Todos estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe en nuestro entorno, pero no todos predican formalmente. En cambio, todos los católicos, SIN EXCEPCIÓN, nos sentimos llamados por Dios a practicar las obras de caridad y misericodia. Para nosotros es parte esencial de nuestro ser cristiano.
En la Iglesia Catolica hay grupos que se dedican particularmente a la predicación y a la evangelizacion. Por otro lado, hay grupos que se dedican particularmente a la caridad. Ninguno de los dos tipos de actividad implica la ausencia de la otra, solo implican una vocación más particular.
Yo diría que hay un tercer grupo, que no se dedica a ninguna de las dos activiaddes, o más bien se dedican a ambas: la oración. Pienso especificamente en las comunidades de vida contemplativa.
La vocación de Teresa de Calcuta y de sus monjas contiene las tres actividades, pero fuertemente la caridad. Dedicadas a darle la comida en la boca a pobres viejitos recogidos de los basurales. Recoger y vestir a niñitos abandonados en la calle. Curarle las heridas a pobrecitos llagados y en los huesos. Dedicadas a eso por amor a Dios, porque el que hace todo eso con los más pequeños, lo hace con Jesús mismo.
Creo, en mi pobre opinión, que vocaciones de ese tipo son practicamente imposibles en el mundo evangélico. No porque sean malas personas, al contrario. Sino por un asunto de visión del cristianismo. No cabe dentro de la doctrina evangélica.
Recuerdo siempre el relato de la primera persona pobre que recogió Teresa cuando salió por primera vez por las calles de Calcuta. Recogió a una mujer enferma y anciana que había sido abandonada en la calle para que se la comieran los gusanos (esa muerte en la mentalidad Hindú es muy afortunada). Era un cadáver aún con vida, llena de heridas y con gusanos. Teresa la recogió y la alimentó y le curaba sus heridas. Mientras lo hacía la pobre mujer, apenas con los ojos abiertos, la miró y le dijo: ¿por qué hace usted esto? Y Teresa le dió esa respuesta que solo dan los santos: porque te amo.
Luego de un rato la mujer le pidió que le repitiera lo que acababa de decir. Teresa le dijo que lo hacía porque la amaba. La mujer le preguntaba: usted que no me conoce.... ¿me ama? Teresa le respondía: sí, te amo. La mujer no lo podía creer.
Esa era la vocación de Teresa de Calcuta. Esa era su manera de predicar. Mostraba el amor incondicional y gratuito de Dios a sus pobres. Y por supuesto, les hablaba de Dios, leían la Escritura y oraban con ellos.