Revelación Num. 47 del día viernes 19 de Agosto de 1.994.-
Predicadores Varones.
Santificarse, respetar el tabernáculo Santo.
En revelación mi señor Jesucristo me lleva a una casa de oración, en el tabernáculo se encuentran dos varones, uno a otro se empujan, disputándose quien predicara y quien presidirá el santo servicio, uno empuja al otro diciéndole lo siguiente: Tu presides el servicio, y yo exhorto la palabra, el otro también lo empuja y le dice, no, tu presides el servicio, y yo exhorto la palabra, la congregación se reía a carcajadas por la gracia que causaban estos dos hermanos, me ordena mi Jesús, levántate y ve hacia el tabernáculo, y haz bajar a todos aquellos que no tienen temor de mi nombre, y recuérdales, que mi tabernáculo es Santo, y para subir a el, deben estar en santidad, y predicar mi Evangelio, como escrito esta, y no conforme a mandamientos y doctrinas de hombres.
En que condiciones estas hermano varón, subiéndote al tabernáculo de Dios, estas predicando la verdadera doctrina de Cristo Jesús, recuerda Dios lo declarara en medio de los congregados, no sea el caso, que seas avergonzado públicamente. no dudes hermano, Dios lo hará. Gloria al que vive, el que es, que era, y que habrá de venir. JESUCRISTO EL Salvador.
Revelación Num. 56 recibida el Sábado 17 de Septiembre de 1.994.-
Hermanas Predicadoras:
En El espíritu mi Jesús me transporta a una iglesia determinada, en el pulpito se encuentra una mujer, quien viste de una polera bien descotada, y una minifalda bien corta quien predicara la palabra de Dios, esta tiene su cabello bien corto, corte de varón, sus labios pintados con un color rojo bien intenso, bastante llamativo, grandes adornos de oro en sus oídos, en el cuello precioso collar, las manos llenas de pulseras brillantes, que llaman bastante la atención, esta varona habla diciendo así a los congregados: Que es lo que pasa, que hay grande aplastamiento en la iglesia, el porque no vemos obras, prodigios ni milagros, porque los enfermos no reciben sanidad, que pasa realmente, no me puedo explicar todo esto. En esos momentos viene palabra de Jehová mi Dios, quien me dice: Levántate, y ve hacia el tabernáculo, levanta tu mano hacia ella, y dile, una de las causas por la cual su gloria esta abandonado los templos, es toda la vanidad y los apegos del mundo que esta trayendo a la iglesia.
El que tiene oído, para oír, oiga, lo que el espíritu dice a las iglesias.
Predicadores Varones.
Santificarse, respetar el tabernáculo Santo.
En revelación mi señor Jesucristo me lleva a una casa de oración, en el tabernáculo se encuentran dos varones, uno a otro se empujan, disputándose quien predicara y quien presidirá el santo servicio, uno empuja al otro diciéndole lo siguiente: Tu presides el servicio, y yo exhorto la palabra, el otro también lo empuja y le dice, no, tu presides el servicio, y yo exhorto la palabra, la congregación se reía a carcajadas por la gracia que causaban estos dos hermanos, me ordena mi Jesús, levántate y ve hacia el tabernáculo, y haz bajar a todos aquellos que no tienen temor de mi nombre, y recuérdales, que mi tabernáculo es Santo, y para subir a el, deben estar en santidad, y predicar mi Evangelio, como escrito esta, y no conforme a mandamientos y doctrinas de hombres.
En que condiciones estas hermano varón, subiéndote al tabernáculo de Dios, estas predicando la verdadera doctrina de Cristo Jesús, recuerda Dios lo declarara en medio de los congregados, no sea el caso, que seas avergonzado públicamente. no dudes hermano, Dios lo hará. Gloria al que vive, el que es, que era, y que habrá de venir. JESUCRISTO EL Salvador.
Revelación Num. 56 recibida el Sábado 17 de Septiembre de 1.994.-
Hermanas Predicadoras:
En El espíritu mi Jesús me transporta a una iglesia determinada, en el pulpito se encuentra una mujer, quien viste de una polera bien descotada, y una minifalda bien corta quien predicara la palabra de Dios, esta tiene su cabello bien corto, corte de varón, sus labios pintados con un color rojo bien intenso, bastante llamativo, grandes adornos de oro en sus oídos, en el cuello precioso collar, las manos llenas de pulseras brillantes, que llaman bastante la atención, esta varona habla diciendo así a los congregados: Que es lo que pasa, que hay grande aplastamiento en la iglesia, el porque no vemos obras, prodigios ni milagros, porque los enfermos no reciben sanidad, que pasa realmente, no me puedo explicar todo esto. En esos momentos viene palabra de Jehová mi Dios, quien me dice: Levántate, y ve hacia el tabernáculo, levanta tu mano hacia ella, y dile, una de las causas por la cual su gloria esta abandonado los templos, es toda la vanidad y los apegos del mundo que esta trayendo a la iglesia.
El que tiene oído, para oír, oiga, lo que el espíritu dice a las iglesias.