Cuando de la palabrfa de Dios se trata, la "logica" humana es inservible e irrelevante. Lo que debemos hacer es acirnos a la palabra de Dios y lo que El ha revelado al respecto para poder pisar tierra firme.Dar un razonamiento lógico, a todos los que respondáis en este post. SALUDOS
El Cielo y el infierno son aquí mismo en la tierra.Dar un razonamiento lógico, a todos los que respondáis en este post. SALUDOS
Sin la lógica de un intelecto razonador no es posible ser un auténtico religioso conocedor de las verdades del reino de dios; alguien que no cuestiona intelectualmente las afirmaciones de los clérigos fanatizados del hoy y del ayer, jamás será un verdadero religioso; dicho esto en el sentido estricto de lo que es ser religioso, que nada tiene que ver con pertenecer a religión instituida alguna. El fanatismo religioso nunca ha sido otra cosa que ignorancia, desconocimiento y crimen. Jesús, yo no lo dudo, es un hijo de dios, dueño y señor de este universo nuestro, por voluntad del padre terno universal, su padre, y es un ser sabio, intelectualmente y espiritualmente, como su divino padre. Pero la lógica de este mundo no es la lógica del reino divino, es la lógica avariciosa y orgullosa de las personalidades angélicas que se rebelaron contra dios y vinieron a la tierra para aparearse con las mujeres terrestres. Y fueron ellos, esos ángeles rebeldes, los que convirtieron la tierra en un lodazar peligroso para la vida de las personas que no se quieren someter a ellos; es verdad que, Jesús les quito el poder de entrar en la mente de los humanos cuando vino hace más de 2000 años, pero se las arreglaron bien para seguir cometiendo sus crímenes, para lo cual usaron todo lo que tuvieron a su alcance, reyes, caudillos, guerreros, todo tipo de vicios animalescos y muy especialmente a las religiones evolutivas que ellos mismos crearon e instituyeron. La humanidad de hoy sigue inmersa en la pesadilla del sueño material, pocos son los despiertos, muchos son los dormidos, por eso es que, hoy, más que nunca, es necesario despertarla. ¿Sabremos hacerlo sin caer en los errores del fanatismo religioso del pasado? ¿Usaremos el evangelio y nos conduciremos como hizo el gran maestro de la humanidad? ¿O seguiremos dejándonos manipular para que nos matemos unos a otros mientras esas entidades rebeldes se ríen en silencio a nuestro lado? Que no los veamos no significa que no existan. Porque el ojo humano fue diseñado en el mundo, para ver el mundo y a las criaturas del mundo, y no puede ver lo que ha sido diseñado en el cielo para ver las cosas y las criaturas del cielo del cielo. Urge despertar, y aceptar de una vez por todas que, quien ha nacido y ha conocido la muerte, no pude comprender que haya seres que no han nacido y que no mueren, pero existir, existen, y aquello que existe, por más que se niegue, sigue existiendo. La fe es tan necesaria como el alimento para vivir, sin un intelecto iluminado por el don divino de la fe no se pueden comprender las cosas del cielo, y conviene espabilar si no queremos perder algo mas valioso que la vida del vestido carnal, porque lo que peligra y lo que nos jugamos durmiendo la pesadilla de esta vida material es la vida del alma, la vida inmortal. Y para despertar es necesario pensar largo y profundo en lo que somos realmente, lo que nuestro verdadero ser es. ¿alguien cree que un cuerpo que como mucho vive cien años puede ser su ser verdadero? Pues si es así, yo le diría: ¡despierta hermano! ¡Muerto resucita! Que poder, puedes. El que pueda entender que entienda.Dar un razonamiento lógico, a todos los que respondáis en este post. SALUDOS
Sin la lógica de un intelecto razonador no es posible ser un auténtico religioso conocedor de las verdades del reino de dios; alguien que no cuestiona intelectualmente las afirmaciones de los clérigos fanatizados del hoy y del ayer, jamás será un verdadero religioso; dicho esto en el sentido estricto de lo que es ser religioso, que nada tiene que ver con pertenecer a religión instituida alguna. El fanatismo religioso nunca ha sido otra cosa que ignorancia, desconocimiento y crimen. Jesús, yo no lo dudo, es un hijo de dios, dueño y señor de este universo nuestro, por voluntad del padre terno universal, su padre, y es un ser sabio, intelectualmente y espiritualmente, como su divino padre. Pero la lógica de este mundo no es la lógica del reino divino, es la lógica avariciosa y orgullosa de las personalidades angélicas que se rebelaron contra dios y vinieron a la tierra para aparearse con las mujeres terrestres. Y fueron ellos, esos ángeles rebeldes, los que convirtieron la tierra en un lodazar peligroso para la vida de las personas que no se quieren someter a ellos; es verdad que, Jesús les quito el poder de entrar en la mente de los humanos cuando vino hace más de 2000 años, pero se las arreglaron bien para seguir cometiendo sus crímenes, para lo cual usaron todo lo que tuvieron a su alcance, reyes, caudillos, guerreros, todo tipo de vicios animalescos y muy especialmente a las religiones evolutivas que ellos mismos crearon e instituyeron. La humanidad de hoy sigue inmersa en la pesadilla del sueño material, pocos son los despiertos, muchos son los dormidos, por eso es que, hoy, más que nunca, es necesario despertarla. ¿Sabremos hacerlo sin caer en los errores del fanatismo religioso del pasado? ¿Usaremos el evangelio y nos conduciremos como hizo el gran maestro de la humanidad? ¿O seguiremos dejándonos manipular para que nos matemos unos a otros mientras esas entidades rebeldes se ríen en silencio a nuestro lado? Que no los veamos no significa que no existan. Porque el ojo humano fue diseñado en el mundo, para ver el mundo y a las criaturas del mundo, y no puede ver lo que ha sido diseñado en el cielo para ver las cosas y las criaturas del cielo del cielo. Urge despertar, y aceptar de una vez por todas que, quien ha nacido y ha conocido la muerte, no pude comprender que haya seres que no han nacido y que no mueren, pero existir, existen, y aquello que existe, por más que se niegue, sigue existiendo. La fe es tan necesaria como el alimento para vivir, sin un intelecto iluminado por el don divino de la fe no se pueden comprender las cosas del cielo, y conviene espabilar si no queremos perder algo mas valioso que la vida del vestido carnal, porque lo que peligra y lo que nos jugamos durmiendo la pesadilla de esta vida material es la vida del alma, la vida inmortal. Y para despertar es necesario pensar largo y profundo en lo que somos realmente, lo que nuestro verdadero ser es. ¿alguien cree que un cuerpo que como mucho vive cien años puede ser su ser verdadero? Pues si es así, yo le diría: ¡despierta hermano! ¡Muerto resucita! Que poder, puedes. El que pueda entender que entienda.
Cuando el dedo del señor toca tu intelecto, éste se ilumina y empiezas a comprender las cosas del cielo, tras la iluminación de tu razón viene el don de la fe, desaparece la duda, reconoces los atributos divinos de dios en la vida de Jesús, y te conviertes en un ciudadano del reino del cielo; imperfecto todavía, no eres bueno, ni santo, ni profeta, no eras nada, apenas nada, una insignificancia en el universo, eres un humano normal y corriente, pero empiezas a brillar y sabes que dios te ama. ¡Guau! No hay nada que se pueda comparar a eso. Sano o enfermo, casi muerto, como quiera que estés, esta fe te salva. Gracias señor.No, no todos los buenos van al cielo.
Solo los buenos sumisos a DIOS.
En sí nadie es bueno, pero algunos son humildes y tratan de seguir el camino del bien, esos son aprobados.
Pero hay perfeccionistas que quieren ser mejores por si mismos para superar a los demás sin tomar en cuenta a DIOS, esos se pierden.
Salmos 127:1-2
Si el Señor no edifica la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si el Señor no guarda la ciudad,
En vano vela la guardia.
2 Es en vano que se levanten de madrugada,
Que se acuesten tarde,
Que coman el pan de afanosa labor,
Pues Él da a Su amado aun mientras duerme.
Cierto, muy cierto.1 Timoteo 1:6 de las cuales cosas, desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
Cuando el dedo del señor toca tu intelecto, éste se ilumina y empiezas a comprender las cosas del cielo, tras la iluminación de tu razón viene el don de la fe, desaparece la duda, reconoces los atributos divinos de dios en la vida de Jesús, y te conviertes en un ciudadano del reino del cielo; imperfecto todavía, no eres bueno, ni santo, ni profeta, no eras nada, apenas nada, una insignificancia en el universo, eres un humano normal y corriente, pero empiezas a brillar y sabes que dios te ama. ¡Guau! No hay nada que se pueda comparar a eso. Sano o enfermo, casi muerto, como quiera que estés, esta fe te salva. Gracias señor.
Yo no miento, tu me juzgas sin saber, ves la paja en mi ojo y no ves la monstruosa viga en el tuyo. Que dios te ilumine.Mientes mal, nadie entra al Reino de Dios siendo nadie, sino que debe nacer de agua y del Espíritu, y recibes el don del Espíritu Santo de la santidad y a Cristo en tu espíritu, y sin santidad es imposible que Cristo habite en usted y menos que pueda servir en su Iglesia y no confundirá el salón del Reino con el Reino de Dios.
Marcos 10:17-18
Y al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo e, hincando la rodilla delante de él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?"
Y Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas 'bueno'? Nadie es bueno, sino solo uno, Dios".
Marcos 10:26-27
Y ellos se espantaban aun más, diciendo entre sí: "¿Quién, pues, podrá ser salvo?"
Entonces Jesús, mirándolos, dijo: "Para los hombres es imposible; pero para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios".
Sin la lógica de un intelecto razonador no es posible ser un auténtico religioso conocedor de las verdades del reino de dios; alguien que no cuestiona intelectualmente las afirmaciones de los clérigos fanatizados del hoy y del ayer, jamás será un verdadero religioso; dicho esto en el sentido estricto de lo que es ser religioso, que nada tiene que ver con pertenecer a religión instituida alguna. El fanatismo religioso nunca ha sido otra cosa que ignorancia, desconocimiento y crimen. Jesús, yo no lo dudo, es un hijo de dios, dueño y señor de este universo nuestro, por voluntad del padre terno universal, su padre, y es un ser sabio, intelectualmente y espiritualmente, como su divino padre. Pero la lógica de este mundo no es la lógica del reino divino, es la lógica avariciosa y orgullosa de las personalidades angélicas que se rebelaron contra dios y vinieron a la tierra para aparearse con las mujeres terrestres. Y fueron ellos, esos ángeles rebeldes, los que convirtieron la tierra en un lodazar peligroso para la vida de las personas que no se quieren someter a ellos; es verdad que, Jesús les quito el poder de entrar en la mente de los humanos cuando vino hace más de 2000 años, pero se las arreglaron bien para seguir cometiendo sus crímenes, para lo cual usaron todo lo que tuvieron a su alcance, reyes, caudillos, guerreros, todo tipo de vicios animalescos y muy especialmente a las religiones evolutivas que ellos mismos crearon e instituyeron. La humanidad de hoy sigue inmersa en la pesadilla del sueño material, pocos son los despiertos, muchos son los dormidos, por eso es que, hoy, más que nunca, es necesario despertarla. ¿Sabremos hacerlo sin caer en los errores del fanatismo religioso del pasado? ¿Usaremos el evangelio y nos conduciremos como hizo el gran maestro de la humanidad? ¿O seguiremos dejándonos manipular para que nos matemos unos a otros mientras esas entidades rebeldes se ríen en silencio a nuestro lado? Que no los veamos no significa que no existan. Porque el ojo humano fue diseñado en el mundo, para ver el mundo y a las criaturas del mundo, y no puede ver lo que ha sido diseñado en el cielo para ver las cosas y las criaturas del cielo del cielo. Urge despertar, y aceptar de una vez por todas que, quien ha nacido y ha conocido la muerte, no pude comprender que haya seres que no han nacido y que no mueren, pero existir, existen, y aquello que existe, por más que se niegue, sigue existiendo. La fe es tan necesaria como el alimento para vivir, sin un intelecto iluminado por el don divino de la fe no se pueden comprender las cosas del cielo, y conviene espabilar si no queremos perder algo mas valioso que la vida del vestido carnal, porque lo que peligra y lo que nos jugamos durmiendo la pesadilla de esta vida material es la vida del alma, la vida inmortal. Y para despertar es necesario pensar largo y profundo en lo que somos realmente, lo que nuestro verdadero ser es. ¿alguien cree que un cuerpo que como mucho vive cien años puede ser su ser verdadero? Pues si es así, yo le diría: ¡despierta hermano! ¡Muerto resucita! Que poder, puedes. El que pueda entender que entienda.
La respuesta a la pregunta ¿Van todos los buenos al cielo? Es sencilla, qué respuesta nos dasEl Cielo y el infierno son aquí mismo en la tierra.
Los resucitados en el espíritu por Cristo viven en el Reino todos los días, y los que aún están muertos en el espíritu viven en la oscuridad del infierno sin Dios, sin fe, sin esperanza, sin verdadera doctrina.
Leall, en otros post, he matizado algunas cosas importantes para meditar: Los que murieron antes de Jesús, por muy buenos que fueran, no ascenderá su espíritu al cielo, ¿Por qué? De Jesús se dice que es las primicias de los resucitados, prueba de ello: Mateo 11:11 dice: "Les aseguro que, entre los seres humanos, no ha habido nadie mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el que es menor en el Reino de los cielos es mayor que él".Cuando de la palabrfa de Dios se trata, la "logica" humana es inservible e irrelevante. Lo que debemos hacer es acirnos a la palabra de Dios y lo que El ha revelado al respecto para poder pisar tierra firme.
La Biblia tiene mucho que decir sobre la vida después de la muerte, y contradice la opinión popular. Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Luego, en el versículo 36, Jesús continúa diciendo: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Hebreos 9:27 dice: “Está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. Según estos versículos, todos mueren, pero no todos van al cielo (ver también Mateo 25:46; Romanos 6:23; Lucas 12:5; Marcos 9:43).
Dios es santo y perfecto. El cielo, su morada, también es santo y perfecto (Salmo 68:5; Nehemías 1:5; Apocalipsis 11:19). Según Romanos 3:10, “no hay justo, ni siquiera uno”. Ningún ser humano es santo y perfecto. Nadie es “suficientemente bueno” para el cielo. Las personas que llamamos “buenas” no son buenas en absoluto comparadas con la perfección sin pecado de Dios. Si Dios permitiera que los humanos pecadores entraran en la perfección del cielo, ese lugar ya no sería perfecto. ¿Qué estándar se debe utilizar para determinar quién es “suficientemente bueno”? El estándar de Dios es el único que cuenta, y Él ya ha dictado sentencia. Romanos 3:23 dice que “todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. Y el pago por ese pecado es la separación eterna de Dios (Romanos 6:23).
El pecado tiene que ser castigado, o Dios no es justo (2 Tesalonicenses 1:6). El juicio que enfrentamos al morir es simplemente Dios poniendo al día nuestras cuentas y dictando sentencia sobre nuestros crímenes contra Él. No tenemos forma de corregir nuestros errores. Nuestro bien no supera a nuestro mal. Así como una gota de arsénico en un vaso de agua envenena todo el vaso, un pecado arruina la perfección.
Por eso, Dios se hizo hombre y tomó sobre Sí nuestro castigo. Jesús es Dios encarnado. Vivió una vida sin pecado de obediencia a Su Padre (Hebreos 4:15). No tenía pecado, pero en la cruz tomó nuestro pecado y lo hizo Suyo. Una vez que pagó el precio por nuestro pecado, pudimos ser declarados santos y perfectos (2 Corintios 5:21). Cuando le confesamos nuestro pecado y le pedimos perdón sobre la base del sacrificio de Cristo, Él nos salva. Es como si estampara “Pagado en su totalidad” sobre nuestra deuda de pecado (ver Hechos 2:38; 3:19; 1 Pedro 3:18).
Cuando un día estemos ante Dios, no podremos pedir la entrada al cielo basándonos en nuestros propios méritos. No tenemos nada que ofrecer. Comparados con el estándar de santidad de Dios, ninguno de nosotros es lo suficientemente bueno. Pero Jesús es suficientemente bueno, y es por su mérito que podemos entrar al cielo. 1 Corintios 6:9-11 dice: “¿No saben que los malhechores no heredarán el reino de Dios? No se engañen: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y eso era lo que erais algunos de vosotros. Pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios”. El sacrificio de Jesús lo cubre todo.
Las personas que van al cielo son todas iguales en un aspecto: son pecadores que han puesto su fe en el Señor Jesucristo (Juan 1:12; Hechos 16:31; Romanos 10:9). Han reconocido su necesidad de un Salvador y han aceptado humildemente la oferta de perdón de Dios. Se han arrepentido de sus antiguas formas de vida y se han puesto en camino para seguir a Cristo (Marcos 8:34; Juan 15:14). No han intentado ganarse el perdón de Dios, sino que le han servido con alegría y con un corazón agradecido (Salmo 100:2). La clase de fe que salva un alma es la que transforma una vida (Santiago 2:26; 1 Juan 3:9-10) y se apoya plenamente en la gracia de Dios. Esos son los que van al "cielo".
Saludos
Leall, en otros post, he matizado algunas cosas importantes para meditar: Los que murieron antes de Jesús, por muy buenos que fueran, no ascenderá su espíritu al cielo, ¿Por qué? De Jesús se dice que es las primicias de los resucitados, prueba de ello: Mateo 11:11 dice: "Les aseguro que, entre los seres humanos, no ha habido nadie mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el que es menor en el Reino de los cielos es mayor que él".
La esperanza de Juan será resucitar en la tierra en el nuevo mundo predicho (Paraíso)
Mientras Jesucristo todavía estaba con sus seguidores aquí en la Tierra, les habló acerca de la vida celestial. Por ejemplo, la noche antes de morir les dijo: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes.”Juan 14: 1-3.
Millones de personas han puesto su corazón en esa vida celestial. Para ellas ha representado una perspectiva de ser aliviadas de las dificultades de esta vida. Pero, ¿sabes Leall, por qué Dios ha hecho arreglos para que algunas personas vayan al cielo?
Durante su ministerio terrestre, Jesús a menudo habló del “reino de los cielos” o “reino de Dios.” (Mateo 10:7; 13:44-47; Lucas 4:43; 8:1) Ese reino es un régimen o gobierno celestial que el Dios Todopoderoso utilizará para efectuar su propósito. Jesús enseñó a sus seguidores a orar que, por medio del Reino, se hiciera la voluntad de Dios aquí en la Tierra. (Mateo 6.9,10) Así, bajo el régimen del reino de Dios, la Tierra llegará a
ser un deleitable hogar para toda la humanidad.
Te equivocas una vez mas. El error es muy comun porque pocas personas tienen la capacidad de estudiar la biblia por si solas y conectar todos los hilos. Es por eso que es de suma importancia estudiar teologia sistematica. De esa forma podemos estudiar concertadamente por temas, conceptos y doctrinas y conectar el rompecabezas de la biblia en una imagen coherente.Leall, en otros post, he matizado algunas cosas importantes para meditar: Los que murieron antes de Jesús, por muy buenos que fueran, no ascenderá su espíritu al cielo, ¿Por qué? De Jesús se dice que es las primicias de los resucitados, prueba de ello: Mateo 11:11 dice: "Les aseguro que, entre los seres humanos, no ha habido nadie mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el que es menor en el Reino de los cielos es mayor que él".
La esperanza de Juan será resucitar en la tierra en el nuevo mundo predicho (Paraíso)
Mientras Jesucristo todavía estaba con sus seguidores aquí en la Tierra, les habló acerca de la vida celestial. Por ejemplo, la noche antes de morir les dijo: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes.”Juan 14: 1-3.
Millones de personas han puesto su corazón en esa vida celestial. Para ellas ha representado una perspectiva de ser aliviadas de las dificultades de esta vida. Pero, ¿sabes Leall, por qué Dios ha hecho arreglos para que algunas personas vayan al cielo?
Durante su ministerio terrestre, Jesús a menudo habló del “reino de los cielos” o “reino de Dios.” (Mateo 10:7; 13:44-47; Lucas 4:43; 8:1) Ese reino es un régimen o gobierno celestial que el Dios Todopoderoso utilizará para efectuar su propósito. Jesús enseñó a sus seguidores a orar que, por medio del Reino, se hiciera la voluntad de Dios aquí en la Tierra. (Mateo 6.9,10) Así, bajo el régimen del reino de Dios, la Tierra llegará a ser un deleitable hogar para toda la humanidad.
Te equivocas una vez mas. El error es muy comun porque pocas personas tienen la capacidad de estudiar la biblia por si solas y conectar todos los hilos. Es por eso que es de suma importancia estudiar teologia sistematica. De esa forma podemos estudiar concertadamente por temas, conceptos y doctrinas y conectar el rompecabezas de la biblia en una imagen coherente.
El requisito para la salvación siempre ha sido la fe. El objeto de la fe de uno para la salvación siempre ha sido Dios. El salmista escribió: “Bienaventurados todos los que en él se refugian” (Salmo 2:12). Génesis 15:6 nos dice que Abraham creyó a Dios y eso fue suficiente para que Dios se lo contase por justicia (véase también Romanos 4:3-8). El sistema de sacrificios del Antiguo Testamento no quitó el pecado, como enseña claramente Hebreos 10:1-10. Sin embargo, sí señaló el día en que el Hijo de Dios derramaría Su sangre por la raza humana pecadora.
Lo que ha cambiado a través de los siglos es el contenido de la fe de un creyente. El requisito de Dios sobre lo que se debe creer se basa en la cantidad de revelación que Él ha dado a la humanidad hasta ese momento. Esto se llama revelación progresiva. Adán creyó en la promesa que Dios le dio en Génesis 3:15 de que la Simiente de la mujer vencería a Satanás. Adán le creyó, lo demostró con el nombre que le dio a Eva (v. 20) y el Señor indicó Su aceptación inmediatamente cubriéndolos con túnicas de pieles (v. 21). En ese momento, eso era todo lo que Adán sabía, pero lo creyó.
Abraham creyó a Dios según las promesas y la nueva revelación que Dios le dio en Génesis 12 y 15. Antes de Moisés, no se había escrito ninguna Escritura, pero la humanidad era responsable de lo que Dios había revelado. A lo largo del Antiguo Testamento, los creyentes llegaron a la salvación porque creyeron que algún día Dios se encargaría de su problema de pecado. Hoy, miramos hacia atrás, creyendo que Él ya se hizo cargo de nuestros pecados en la cruz (Juan 3:16; Hebreos 9:28).
¿Qué pasa con los creyentes en los días de Cristo, antes de la cruz y la resurrección? ¿Qué creían? ¿Entendían el cuadro completo de Cristo muriendo en una cruz por sus pecados? Al final de su ministerio, “Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y que debía ser muerto, y resucitar al tercer día” (Mateo 16:21-22). ¿Cuál fue la reacción de sus discípulos a este mensaje? “Entonces Pedro lo tomó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: ¡De ninguna manera, Señor! ¡De ninguna manera te sucederá eso!”. Pedro y los demás discípulos no conocían toda la verdad, pero fueron salvos porque creyeron que Dios se encargaría de su problema de pecado. No sabían exactamente cómo lo haría, así como tampoco lo sabían Adán, Abraham, Moisés o David, pero creyeron en Dios.
Hoy tenemos más revelación que las personas que vivían antes de la resurrección de Cristo; conocemos el panorama completo. “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en el pasado a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por medio de quien hizo el universo” (Hebreos 1:1-2). Nuestra salvación sigue basándose en la muerte de Cristo, nuestra fe sigue siendo el requisito para la salvación y el objeto de nuestra fe sigue siendo Dios. Hoy, para nosotros, el contenido de nuestra fe es que Jesucristo murió por nuestros pecados, fue sepultado y resucitó al tercer día (1 Corintios 15:3-4).
Saludos.