UNA SOCIEDAD QUE VA A LA RUINA

Bart

2
24 Enero 2001
35.032
4.191

Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos;
porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.
Fíate del Señor de todo tu corazón,
y no te apoyes en tu propia prudencia.
Proverbios 3:1 y 5

UNA SOCIEDAD QUE VA A LA RUINA

Un artículo de un diario francés
hace una dramática descripción de nuestra sociedad:

«.¡Ella se autodestruye!
En los últimos 30 años, en el plano económico, ¡qué expansión!
Pero, por otra parte, ¡qué degradación!

En Francia, desde 1965, con base al porcentaje de la población,
la delincuencia se cuadriplicó,
el consumo de tranquilizantes se multiplicó por ocho,
el uso de la droga, desconocido en otros tiempos, se ha hecho común,
la admisión de enfermos en los servicios psiquiátricos se triplicó
y los suicidios aumentaron más de un tercio.

¿Adónde vamos a llegar si continúa por mucho tiempo
esa carrera hacia el abismo?

Esa autodestrucción resulta de cinco máximas:
el espectacular progreso de la desocupación, de la contaminación,
del gigantismo urbano, de la disgregación familiar y del vacío espiritual».

Esta última causa nos parece esencial.
Pero esto no sólo vale para Francia, sino para todo el mundo.
En los países llamados cristianizados la gran mayoría de la población
se complace en el materialismo: se ha eliminado a Dios.

Este mundo se edificó sobre arena movediza,
desconociendo y despreciando la enseñanza y la obra de Jesucristo.

Todo esto fue anunciado por el Señor en su Palabra, la Biblia,
y nuestra única tabla de salvación es volver a Jesús.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)