UNA MUJER FUÉ VIOLADA

Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

Eso no me dice nada, reitero que la historia de una niña de 10 años busca a su violador repetidamente no solo es fantasiosa sino enferma e ideada para impactar en las mentes de los debiles y credulos, producto de una mente fanatica.

Estoy de acuerdo con lo que expresas.


Una violación hace caer a la víctima en un trastorno por estrés postraumático y los efectos a largo plazo son aversión al sexo, depresión, aislamiento social entre otros, pero jamás buscar al violador para seguir siento víctima de ese tan terrible hecho. Tal como tú lo has dicho se trata de una mente enferma y fantasiosa que trata de impactar a determinado tipo de público.

Soy médico pediatra y en los casos de abuso sexual infantil sino se interviene a tiempo las secuelas psicológicas son terribles, al llegar a la edad adulta se puede observar depresión y fuerte tendencia al suicidio, graves dificultades para relacionarse, pueden caer fácilmente en la drogadicción y en la protitución. Por esto es tan importante detectar cuando un niño ha sido abusado y a veces sólo cuenta con el pediatra que se convertirá en su firme defensor, con ayuda del Estado y la Ley. Hay que recordar que mucha veces los niños abusados sexualmente son amenazados por sus agresores. Una intervención temparana brindándole apoyo y ayuda psicológica puede garantizar una vida adulta normal.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

Hermana Luna Cristal:

Tú lo has dicho y estoy de acuerdo. El adjetivo que describe perfectamente al pastor, los padres de la víctima y los testigos que no hicieron nada ante el delito es: MISERABLE, y son culpables por omisión del delito y por tal razón cómplices de el.


¿Cómo se sentirá una niña o adolescente víctima de abuso sexual que confía plenamente en sus padres, en el pastor o institución religiosa donde pertenezca al verse de tal forma desasistida y maltratada? ¿Te imaginas las secuelas psicológicas de tan horrible hecho y del proceder de los que deberían haberla ayudado?.


Tú lo has mencionado hermana, cuando sintamos que las injusticias que se cometen en contra del otro es como si se cometiesen contra uno, sería un gran paso para que el mundo sea un mejor sitio para vivir. No callar antes ellas sino que nuestro actuar debe ser como Jesús, quien denunció las injusticias, se enfrentó con su actuar a las élites religiosas de su tiempo. Él es el modelo a seguir.

Eso que dijiste es lo que me parece más triste de todo.... Una pequeña que es traicionada por quienes se supone debían cuidar de ella; la descuidaron, dejaron que la ultrajaran y luego taparon todo por conveniencia. Sencillamente despreciable.
La dejaron sola, abandonada a su suerte y sin tener, ni saber, cómo defenderse.
Es tan triste que un grupo de personas que se llaman a si mismas cristianas permitan tal cosa, me resulta imposible de asimilar.

¡Con que liviandad se habla de tapar un abuso!

Exacto, Paula, cuando nos tomemos como propias las ofensas a nuestros hermanos nuestro mundo comenzará a cambiar, y estoy convencida que todo cambio comienza en uno y paso a paso, un poquito cada día se pueden lograr grandes cosas.

No a la indiferencia, no más.

Bendiciones hermana.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

Eso no me dice nada, reitero que la historia de una niña de 10 años busca a su violador repetidamente no solo es fantasiosa sino enferma e ideada para impactar en las mentes de los debiles y credulos, producto de una mente fanatica.

Cuántos han sido engañados con semejante farsa y, lo que es peor, cuánto se ha utilizado estas artimañas para culpabilizar a la victima; nefasto.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

Las cosas pueden ser tan fáciles o difíciles como nosotros mismos nos propongamos. No hay limites, o no debería haberlos, para denunciar la injusticia y mucho más cuando ésta ces ejercida sobre los más débiles.

Es cierto que hubo épocas y épocas pero en todas existieron cobardes y valientes; eso es innegable.

Ahora, hay cosas que no se pueden comprender en ninguna época, porque por encima de cualquier institución están los hijos y si al hijo de uno le hacen semejante agravio uno no se puede, NO DEBE, callar porque entonces estás siendo tan culpable, O MÁS, que el pedófilo, ya que el silencio ayuda a solapar a los delincuentes y eso sí, eso desprestigia a las instituciones: estar llenas de pedófilos las desprestigia, mientras que librarlas de ellos las enaltece. Y ni hablar de la injusticia que es obligado a callar un inocente..... No me entra en la cabeza que un padre acepte tal cosa.

No se trata de fácil o difícil, se trata de HUMANIDAD, de respeto al otro, de valor para que no exista en este mundo un solo niño abusado a manos de estos infelices. Se trata de perseguir la justicia y eso es algo que los Cristianos no deberíamos eludir jamás y menos ante tales atrocidades.

Excelente tu comentario.

 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

cuando niña, a la edad de 10 años, y continuó buscando al tipo que la violó para que hiciera con ella lo mismo una y otra vez. Y aunque sentía que era malo lo que hacía, no podía dejar de hacerlo y cada vez que lo hacía se sentía sucía, sufría, al grado de sentirse una basura que no valía nada y querer morirse, una niña de 10 años que quería morir.

Qué la impulsaba a buscar al tipo para que volviera a hacer con ella lo mismo a pesar de que eso la hacía sufrir?

Por qué no podía dejar de hacerlo?

NUESTRA NATURALEZA HUMANA ES CORRUPTA

El sufrimiento, el dolor, son inherentes a nuestra naturaleza humana.

Somos viles, miserables, infelices, etc. no podemos dejar de serlo, no podemos trascenderlo.

SÓLO EN EL CAMINO ESPIRITUAL PODEMOS TRASCENDER ESTA NATURALEZA, GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR JESUCRISTO.

No juzguemos, porque todos tenemos esta naturaleza en común, esforcemonos en no hacerlo.

Esforcemonos en amarnos, esforcemonos en la oración, porque sólo en el amor de nuestro Señor, con todo lo que su amor implica(misericordia, compasión, ternura) podemos trascender esto que somos, sólo por Él.

De otra forma, sólo somos los infelices miserables que siempre fuimos, no podemos ser nada más.

GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR QUE QUEBRA EN PEDAZOS NUESTROS CORAZONES DE PIEDRA.

GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR QUE NOS CONDUCE.

GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR QUE ES VIDA.

LA GLORIA ES TUYA POR SIEMPRE.




No muy aprisa.

Analice la situacion mejor me parece.
A primera, si la niña iva tras la persona que la violaba, no era algo que estaba en su total capacidad de desicion, recuerde esta hablando de una niña. Habia otras cosas que buscara la niña este sufrimiento. Cuando a una edad prematura uno es violado podria esto generar gran perturbacion.

Mirelo en este sentido. Si un loco se va a la calle y sufre deambulando. No es que el loco sea tan bruto de gustar la aberracion de comer basura. Igual la niña no gusta en el fondo la aberracion de ser violada.
El loquito con tratamiento psiquiatrico, psicologico, asistencia y medicina puede ser estable y no andar comiendo basura.
Lo mismo con la niña, ella necesita ayuda en toda area para que no se autodestruya.

Y no estoy en contra que todos tenemos una tendencia negativa propio de la carne. Pero eso no me lleva, ni por imaginacion a cometer actos repudiables como asesinato, incesto, zoofilia etc. Esto ultimos ya son depravaciones, que no nacen con la persona sana, sino producto de la sociedad y mal guia temprana.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

... pues polvo eres,
y al polvo volverás.

Génesis 3:19

Esta es la naturaleza del hombre.

Lo que proviene de DIOS tiene NATURALEZA ETERNA, SIEMPRE ES. Lo que proviene del polvo no.

Ud cree que la naturaleza es tan aberrante de cometer semejantes actos de barbarie?
Yo no lo creo en lo absoluto. De una persona sana no.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

Estoy de acuerdo con lo que expresas.


Una violación hace caer a la víctima en un trastorno por estrés postraumático y los efectos a largo plazo son aversión al sexo, depresión, aislamiento social entre otros, pero jamás buscar al violador para seguir siento víctima de ese tan terrible hecho. Tal como tú lo has dicho se trata de una mente enferma y fantasiosa que trata de impactar a determinado tipo de público.

Soy médico pediatra y en los casos de abuso sexual infantil sino se interviene a tiempo las secuelas psicológicas son terribles, al llegar a la edad adulta se puede observar depresión y fuerte tendencia al suicidio, graves dificultades para relacionarse, pueden caer fácilmente en la drogadicción y en la protitución. Por esto es tan importante detectar cuando un niño ha sido abusado y a veces sólo cuenta con el pediatra que se convertirá en su firme defensor, con ayuda del Estado y la Ley. Hay que recordar que mucha veces los niños abusados sexualmente son amenazados por sus agresores. Una intervención temparana brindándole apoyo y ayuda psicológica puede garantizar una vida adulta normal.
Efectivamente.

Este tipo de historias inverosimiles las diseñan locos que toman hechos horribles y le acoplan personajes y conductas ficticias para poder amalgamar una historia que por muy absurda que parezca, nadie se atreva a cuestionar su veracidad debido a que se trata de un hecho real, no importa que tenga elementos de fantasia.

Tanto el que las escribe como el que se las cree son ambos mentes inestables.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

CUARTO PASO[A.A.(Alcohólicos Anónimos)]

"Sin miedo hicimos un minucioso inventario
moral de nosotros mismos".


Al ser creados, fuimos dotados de instintos para un propósito. Sin ellos, no seríamos seres humanos completos. Si los hombres y las mujeres no se esforzaron por tener seguridad personal, si no se molestaran en cosechar su alimento o en construir sus moradas, no podrían sobrevivir. Si no se reprodujeran, la tierra no estaría poblada. Si no hubiera ningún instinto social, si a los seres humanos no les importara disfrutar de la compañía de sus semejantes, no existiría sociedad alguna. Por lo tanto, estos deseos - de relaciones sexuales, de seguridad material y emocional, y de compañerismo - y sin duda provienen de Dios.

No obstante, estos instintos, tan necesarios para nuestra existencia, a menudo sobrepasan con mucho los límites de su función apropiada. Poderosa y ciegamente, y muchas veces de una manera sutil, nos impulsan, se apoderan de nosotros, e insisten en dominar nuestras vidas. Nuestros deseos de sexo, de seguridad material y emocional, y de un puesto eminente en la sociedad a menudo nos tiranizan. Cuando se salen así de sus cauces, los deseos naturales del ser humano, le crean grandes problemas; de hecho, casi todos los problemas que tenemos, tienen su origen aquí. Ningún ser humano, por bueno que sea, es inmune a estos problemas. Casi todo grave problema emocional se puede considerar como un caso del instinto descarriado. Cuando esto ocurre, nuestros grandes bienes naturales, los instintos, se han convertido en debilidades físicas y mentales.

El Cuarto Paso es nuestro enérgico y esmerado esfuerzo para descubrir cuáles han sido, y siguen siendo, para nosotros estas debilidades. Queremos saber exactamente cómo, cuándo y dónde nuestros deseos naturales nos han retorcido. Queremos afrontar, sin pestañear, la infelicidad que esto ha causado a otras personas y a nosotros mismos. Al descubrir cuáles son nuestras deformaciones emocionales, podemos empezar a corregirlas. Si no estamos dispuestos a hacer un esfuerzo persistente para descubrirlas, es poca la sobriedad y felicidad que podemos esperar. La mayoría de nosotros nos hemos dado cuenta de que, sin hacer sin miedo un minucioso inventario moral, la fe que realmente obra en la vida cotidiana se encuentra todavía fuera de nuestro alcance.

Antes de entrar en detalles sobre la cuestión del inventario, tratemos de identificar cuál es el problema básico. Ejemplos sencillos como el siguiente cobran una inmensa significación, cuando nos ponemos a pensar en ellos. Supongamos que una persona antepone el deseo sexual a todo lo demás. En tal caso, este instinto imperioso puede destruir sus posibilidades de lograr la seguridad material y emocional, así como de mantener su posición social en la comunidad. Otra persona puede estar tan obsesionada por la seguridad económica que lo único que quiere hacer es acumular dinero. Puede llegar al extremo de convertirse en un avaro, o incluso un solitario que se aísla de su familia y sus amigos.

Pero la búsqueda de la seguridad no siempre se expresa en términos de dinero. Muy a menudo vemos a un ser humano lleno de temores insistir en depender totalmente de la orientación y protección de otra persona más fuerte. El débil, al rehusar cumplir con las responsabilidades de la vida con sus propios recursos, nunca alcanza la madurez. Su destino es sentirse siempre desilusionado y desamparado. Con el tiempo, todos sus protectores huyen o mueren, y una vez más se queda solo y aterrado.

También hemos visto a hombres y mujeres enloquecidos por el poder, y que se decidan a intentar dominar a sus semejantes. A menudo estas personas tiran por la borda cualquier oportunidad de tener una seguridad legítima y una vida familiar feliz. Siempre que un ser humano se convierta en un campo de batalla de sus propios instintos, no podrá conocer la paz.

Pero los peligros no terminan aquí. Cada vez que una persona impone en otros sus irrazonables instintos, la consecuencia es la infelicidad. Si en su búsqueda de la riqueza, pisotea a la gente que se encuentra en su camino, es probable que vaya a suscitar la ira, los celos y la venganza. Si el instinto sexual se desboca, habrá una conmoción similar. Exigir demasiada atención, protección, y amor a otra gente sólo puede incitar en los mismos protectores de repulsión y la dominación - dos emociones tan malsanas como las exigencias que las provocaron. Cuando los deseos de conseguir prestigio personal llegan a ser incontrolables, ya sea en el círculo de amigos o en la mesa de conferencias internacionales, siempre hay algunas personas que sufren y, a menudo, se rebelan, Este choque de los instintos puede producir desde una frió desaire hasta una revolución violenta. De esta manera, nos ponemos en conflicto no solamente con nosotros mismos, sino con otras personas, que también tienen instintos.

Más que ninguna otra persona, el alcohólico debiera darse cuenta de que sus instintos desbocados son la causa fundamental de su forma destructiva de beber. Hemos bebido para ahogar el temor, la frustración y la depresión. Hemos bebido para escapar de los sentimientos de culpabilidad ocasionados por nuestras pasiones, y luego hemos vuelto a beber para reavivar esas pasiones. Hemos bebido por pura vanagloria - para poder disfrutar mejor nuestros descabellados sueños de pompa y poder. No es muy grato contemplar esta perversa enfermedad del alma. Los instintos desbocados se resisten a ser analizados. En cuanto intentamos hacer un serio esfuerzo por examinarlos, es probable que suframos una reacción desagradable.

Si por temperamento tendremos al lado depresivo, es probable que nos veamos inundados de un sentimiento de culpabilidad y de odio hacia nosotros mismos. Nos sumimos en este pantano sucio, del que a menudo sacamos un placer perverso y doloroso. Al entregarnos mórbidamente a estas actividad melancólica, puede que nos hundamos en la desesperación hasta tal punto que sólo el olvido nos parece la única solución posible. En este punto, por supuesto, hemos perdido toda perspectiva y, por lo tanto, la auténtica humildad. Porque esto es la otra cada del orgullo. No es en absoluto un inventario moral; es el mismo proceso que muy a menudo ha llevado a la persona depresiva a la botella y a la extinción.

Sin embargo, si por naturaleza nos inclinamos hacia la hipocresía o la grandiosidad, nuestra reacción será le opuesta. Nos sentiremos ofendidos por el inventario sugerido de A.A. Sin duda aludiremos con orgullo a la vida virtuosa que creíamos haber llevado antes de que la botella nos derrotara. Insistiremos que nuestros graves defectos de carácter, si es que creemos tener alguno, han sido causados principalmente por haber bebido en exceso. Siendo este el caso, creemos que lo que se deriva lógicamente es que la sobriedad es la única meta que tenemos que intentar lograr. Creemos que, tan pronto como dejemos el alcohol, nuestro buen carácter renacerá. Si siempre habíamos sido buenas personas, excepto por nuestra forma de beber, ¿qué necesidad tenemos de hacer un inventario moral ahora que estamos sobrios?.

También nos agarramos a otra magnífica excusa para evitar el inventario. Exclamamos que nuestros problemas e inquietudes actuales están causados por el comportamiento de otra gente - gente que realmente necesita hacer un inventario moral. Creemos firmemente que si sólo nos trataran mejor, no tendríamos ningún problema. Por lo tanto, creemos que nuestra indignación está justificada y es razonable - que nuestros resentimiento son "bien apropiados". Nosotros no somos los culpables. Son ellos.

En esta etapa del inventario, nuestros padrinos vienen a rescatarnos. Pueden hacer esto, porque son los portadores de la experiencia comprobada de A.A. con el Cuarto Paso. Consuelan a la persona melancólica, primero mostrándole que no es un caso extraño ni diferente, que probablemente sus defectos de carácter no son ni más numerosos ni peores que los de cualquier otro miembro de A.A. El padrino demuestra esto rápidamente, hablando abierta y francamente, y sin exhibicionismo, acerca de sus propios defectos, antiguos y actuales. Este inventario sereno y, a la vez, realista es inmensamente tranquilizador. Probablemente el padrino le indica al recién llegado que junto con sus defectos puede anotar algunas virtudes. Esto contribuye a disipar el pesimismo y fomentar el equilibrio. Tan pronto como empiece a ser más objetivo, el principiante podrá considerar sin miedo sus propios defectos.

Los padrinos de los que creen que no necesitan hacer un inventario se ven enfrentados con un problema muy diferente, porque la gente impulsada por el orgullo de sí misma, inconscientemente se niegan a ver sus defectos. Es poco probable que estos principiantes necesiten consuelo. Lo necesario, y difícil, es ayudarles a encontrar una grieta en la pared construida por sus egos, por la que pueda brillar la luz de la razón.

Para empezar, se les puede decir que la mayoría de los A.A., en sus días de bebedores, estuvieron gravemente afligidos por la autojustificación. Para la mayoría de nosotros, la autojustificación era lo que nos daba excusas -excusas para beber, por supuesto, y para todo tipo de conducta disparatada y dañina. Éramos artistas en la invención de pretextos. Teníamos que beber porque estábamos pasándolo muy mal, o muy bien. Teníamos que beber porque en nuestros hogares nos agobiaban con amor, o porque no recibíamos amor alguno. Teníamos que beber porque en nuestros trabajos teníamos un gran éxito, o porque habíamos fracasado. Teníamos que beber porque nuestro país había ganado una guerra o perdido la paz. Y así fue, ad infinitum.

Creíamos que las "circunstancias" nos impulsaban a beber, y cuando habíamos intentado corregir estas circunstancias, al ver que no podíamos hacerlo a nuestra plena satisfacción, empezamos a beber de forma desenfrenada y nos convertimos en alcohólicos. Nunca se nos ocurrió pensar que nosotros éramos quienes teníamos que cambiar para ajustarnos a las circunstancias, fueran cuales fueran.

Pero en A.A., poco a poco llegamos a darnos cuenta de que teníamos que hacer algo respecto a nuestros resentimientos vengativos, nuestra autoconmiseración, y nuestro poco merecido orgullo. Teníamos que reconocer que cada vez que nos las dábamos de personajes, la gente se volvía en contra nuestra. Teníamos que reconocer que cuando albergábamos rencores y planeábamos vengarnos por tales derrotas, en realidad nos estábamos dando golpes a nosotros mismos con el garrote de la ira, golpes que habíamos querido asestar a otros. Nos dimos cuenta de que si nos sentíamos gravemente alterados, lo primero que teníamos que hacer era apaciguarnos, sin importarnos la persona o las circunstancias que nosotros creyéramos responsables de nuestro trastorno.

A muchos de nosotros nos costaba mucho tiempo ver lo engañados que estábamos por nuestras volubles emociones. Podíamos verlas rápidamente en otras personas, pero tardábamos mucho en verlas en nosotros mismos. Ante todo, era necesario admitir que teníamos muchos de estos defectos, aunque el hacerlo nos causara mucho dolor y humillación. En lo que respeta a otra gente, teníamos que eliminar la palabra "culpa" de nuestro vocabulario y de nuestros pensamientos. Para poder empezar a hacer esto, nos hacía falta mucha buena voluntad. Pero una vez salvados los dos o tres primeros obstáculos, el camino nos parecía cada vez más fácil de seguir. Porque habíamos empezado a vernos en nuestra justa medida, es decir, habíamos adquirido más humildad.

Claro está que la persona depresiva y la persona agresiva y orgullosa son extremos de la gama de personalidades humanas, y son tipos que abundan tanto en A.A. como en el mundo exterior. Muchas veces estas personalidades se presentan de forma tan definida como en los ejemplos que hemos dado. Pero con la misma frecuencia se encuentran algunas que casi pueden clasificarse en ambas categorías. Los seres humanos nunca son totalmente idénticos, así que cada uno de nosotros, al hacer nuestro inventario, tendremos que determinar cuáles son nuestros propios defectos de carácter. Cuando encuentre los zapatos a su medida, debe ponérselos y andar con la seguridad de que por fin está en el buen camino.

Reflexionemos ahora sobre la necesidad de hacer una lista de los defectos de personalidad más pronunciados que todos tenemos en diversos grados. Para los que tienen una formación religiosa, en esta lista aparecerían graves violaciones de principios morales. Otros la consideran como una lista de defectos de carácter. Y otros un catálogo de inadaptaciones. Algunos se sentirán muy violentos si se habla de inmoralidad, y mucho más si se habla de pecado. Pero todo aquel que dispone de un mínimo de sensatez, estará de acuerdo en un punto: que dentro del alcohólico hay muchas cosas que no funcionan bien, y que hay mucho que hacer para remediarlas si esperamos lograr la sobriedad, hacer el progreso y tener una verdadera capacidad para enfrentarnos a las realidades de la vida.

Para evitar caer en la confusión discutiendo sobre los nombres que se deben dar a estos defectos, utilicemos una lista universalmente aceptada de las principales flaquezas humanas -los Siete Pecados Capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. No es causalidad que la soberbia encabece la lista. Porque la soberbia, que conduce a la autojustificación, y que está siempre espoleada por temores conscientes o inconscientes, es la que genera la mayoría de las dificultades humanas, y es el principal obstáculo al verdadero progreso. La soberbia nos hace caer en la trampa de imponer en nosotros mismos y en otra gente exigencias que no se pueden cumplir sin pervertir o abusar de los instintos que Dios nos ha dotado. Cuando la satisfacción de nuestro instinto de sexo, de seguridad y de disfrutar de la compañía de nuestros semejantes se convierte en la única meta de nuestras vidas, entonces aparece la soberbia para justiciar nuestros excesos.

Todas estas flaquezas generan el miedo que es, en sí mismo, una enfermedad del alma. Luego, el miedo, a su vez, genera más defectos de carácter. Un temor exagerado de no poder satisfacer nuestros instintos nos lleva a codiciar los bienes de otros, a tener avidez de sexo y de poder, enfurecernos al ver amenazadas nuestras exigencias instintivas, a sentir envidia al ver realizadas las ambiciones de otra gente y las nuestras frustradas. Comemos más, bebemos más y tratamos de coger más de lo que necesitamos de todo, temiendo que nunca tendremos lo suficiente. La perspectiva del trabajar nos asusta tan profundamente que nos hundimos en la pereza. Holgazaneamos, y tratamos de dejarlo todo para el día de mañana, o, si trabajamos, lo hacemos de mala gana y a medias. Estos temores son como plagas que van royendo los cimientos sobre los que tratamos de construir una vida.

Así que cuando A.A. sugiere que hagamos sin miedo un inventario moral, tiene que parecerle al recién llegado que se le pide más de lo que puede hacer. Cada vez que intenta mirar en su interior, tanto su orgullo como sus temores le hacen retroceder. El Orgullo dice, "No hace falta que te molestes en hacerlo", y el Temor le dice, "No te atrevas a hacerlo". Pero según el testimonio de los A.A. que han intentado sinceramente hacer un inventario moral, el orgullo y el miedo en estos momentos no son sino espantajos. Una vez que estemos plenamente dispuestos a hacer nuestro inventario, y que nos dediquemos a hacerlo con todo esmero, una luz inesperada nos llega para disipar la neblina. Conforme perseveramos en el intento, nace una nueva seguridad, y el alivio que sentimos al enfrentarnos por fin con nosotros mismos es indescriptible. Estos son los primeros frutos del Cuatro Paso.

Al llegar a este punto, es probable que el principiante haya sacado las siguiente conclusiones: que sus defectos de carácter, que representan sus instintos descarriados, han sido la causa primordial de su forma de beber y de su fracaso en la vida; que, a no ser que esté dispuesto a trabajar diligentemente para eliminar sus peores defectos, tanto la sobriedad como la tranquilidad de mente quedarán fuera de su alcance; que tendrá que derribar los cimientos defectuosos de su vida y volver a construirlos sobre roca firma. Ahora, dispuesto a empezar la búsqueda de sus propios defectos, se preguntará a sí mismo, "¿Cómo debo proceder exactamente? ¿Cómo hago un inventario personal?".

Puesto que el Cuarto Paso no es sino el mero comienzo de una práctica que nos habrá de durar toda la vida, podemos sugerirle que lo empiece examinando aquellos defectos que más le molestan y que más le saltan a la vista. Valiéndose de su mejor criterio respecto a lo que ha habido de bueno y de malo en su vida, puede hacer una especie de resumen general de su conducta en lo concerniente a sus instintos primordiales de sexo, de seguridad y de relaciones sociales. Al repasar su vida anterior, puede comenzar fácilmente el proceso con una consideración de algunas preguntas como las siguientes:

¿Cuándo, cómo, y en cuáles circunstancias he hecho daño a otras personas y a mí mismo insistiendo en satisfacer mi deseo egoísta de relaciones sexuales? ¿Quiénes se vieron lastimados, y cuál fue el daño que les hice? ¿Llegué a arruinar mi matrimonio y a herir a mis hijos? ¿Puse en peligro mi reputación en la comunidad? ¿Precisamente cómo reaccioné ante estas situaciones en el momento que ocurrieron? ¿Me sentía consumido de un sentimiento de culpabilidad que nada podría aliviar? O, ¿insistí que era yo la presa y no el depredador, intentando así absolverme? ¿Cómo he reaccionado ante la frustración en cuestiones sexuales? Al verme rechazado, ¿me he vuelto vengativo o deprimido? ¿Me he desquitado con terceras personas? Si he encontrado un rechazo o frialdad en casa, ¿lo he aprovechado como un pretexto para tener aventuras amorosas?

Para la mayoría de los alcohólicos también son muy importantes las preguntas que tienen que hacerse acerca de su comportamiento respecto a la seguridad económica y emocional. En estos aspectos de la vida, el temor, la avaricia, los celos y el orgullo suelen tener el peor efecto. Al repasar su historial profesional o laboral, casi cualquier alcohólico puede hacerse preguntas como éstas: Además de mi problema con la bebida, ¿qué defectos de carácter contribuyeron a mi inestabilidad económica? ¿Destruyeron la confianza que tenía en mismo y me llenaron de conflictos el temor y la inseguridad que sentía acerca de mi aptitud para hacer mis trabajos? ¿Intenté ocultar estos sentimientos de insuficiencia con fanfarronadas, engaños, mentiras o escurriendo el bulto? O, ¿me quejaba de que otras personas no reconocían mis talentos extraordinarios? ¿Me sobrestimaba a mí mismo y hacía el papel de personaje importante? ¿Traicionaba a mis colegas y compañeros de trabajo a causa de mi ambición tan desmedida y mi falta de principios? ¿Derrochaba el dinero para aparentar? ¿Pedía dinero prestado imprudentemente, sin importante si lo podía devolver o no? ¿Era tacaño, negándome a mantener a mi familia debidamente? ¿Escatimaba gastos en mis tratos comerciales de forma poco honrada? ¿Y los intentos para ganar dinero fácil y rápidamente, en el mercado de valores y las carreras de caballos?.

Naturalmente, muchas de estas preguntas se aplican igualmente a las mujeres de negocios en A.A. Pero el ama de casa alcohólica también puede causar la inseguridad económica de la familia. Puede falsear las cuentas de crédito, manipular el presupuesto para comida, pasar las tardes jugándose el dinero, y cargar de deudas a su marido con su irresponsabilidad, derroche y despilfarro.

Pero todos los alcohólicos que han perdido sus trabajos, sus familias y sus amigos a causa de la bebida tendrán que examinarse despiadadamente a sí mismos para determinar cómo sus propios defectos de personalidad han demolido su seguridad.

Los síntomas más comunes de la inseguridad emocional son la ansiedad, la ira, la autoconmiseración y la depresión. Estas se origina en causas que a veces parecen estar dentro de nosotros y otras veces parecen ser externas. Para hacer un inventario al respecto, debemos considerar cuidadosamente las relaciones personales que constante o periódicamente nos han ocasionado problemas. Se debe tener en cuenta que este tipo de inseguridad se suele presentar en cualquier ocasión en que los instintos se ven amenazados. Las preguntas encaminadas a aclarar este asunto pueden ser así: Fijándome tanto en el pasado como en el presente, ¿cuáles situaciones sexuales me han producido sensaciones de inquietud, amargura, frustración o depresión? Considerando imparcialmente cada situación, ¿puedo ver dónde yo he tenido la culpa? ¿Me asediaban estas perplejidades debido a mi egoísmo y mis exigencias exageradas? O, si mi trastorno parecía ser provocado por el compartimiento de otras personas, ¿por qué carezco de la capacidad para aceptar las circunstancias que no puedo cambiar? Estas son las preguntas básicas que pueden revelar el origen de mi desasosiego e indicar si tengo la posibilidad de cambiar mi propia conducta para así adaptarme serenamente a la autodisciplina.

Supongamos que la inseguridad económica suscita constantemente estos mismos sentimientos. Puedo preguntarme a mí mismo hasta qué punto mis propios errores han nutrido las inquietudes que me van carcomiendo. Y si las acciones de otra gente forman parte de la causa, ¿qué puedo hacer al respecto? Y si no puedo cambiar las circunstancias actuales, ¿estoy dispuesto a tomar las medidas necesarias para adaptar mi vida a estas circunstancias? Estas preguntas, y otras muchas que se nos ocurrirán según el caso particular, contribuirán a descubrir las causas fundamentales.

Pero nuestras relaciones retorcidas con nuestra familia, nuestros amigos y la sociedad en general son las que nos han causado el mayor sufrimiento a muchos de nosotros. Hemos sido fundamental que nos hemos negado a reconocer es nuestra incapacidad para sostener una relación equilibrada con otro ser humano. Nuestra egomanía nos crea dos escollos desastrosos. O bien insistimos en dominar a la gente que conocemos, o dependemos excesivamente de ellos. Si nos apoyamos demasiado en otras personas, tarde o temprano nos fallarán, porque también son seres humanos y les resulta imposible satisfacer nuestras continuas exigencias. Así alimentada, nuestra inseguridad va haciéndose cada vez más acusada. Si acostumbramos intentar manipular a otros para que se adapten a nuestros deseos obstinados, ellos se rebelan y se nos resisten con todas sus fuerzas. Entonces nos sentimos heridos, nos vemos afligidos de una especie de manía persecutoria y del deseo de vengarnos. Al redoblar nuestros esfuerzos para dominar, y seguir fracasando en este intento, nuestro sufrimiento llega a ser agudo y constante. Nunca hemos intentado ser un miembro de la familia, un amigo entre amigos, un trabajador entre otros trabajadores, y un miembro útil de la sociedad. Siempre hemos luchado por destacarnos del montón o por escondernos.

Este comportamiento egoísta nos impedía tener una relación equilibrada con cualquier persona a nuestro alrededor. No teníamos la menor comprensión de lo que es la auténtica hermandad.

Algunos pondrán reparos a muchas de las preguntas formuladas, porque creen que sus propios defectos de carácter no eran de tanta envergadura. A estas personas se les puede sugerir que un examen concienzudo probablemente sacará a relucir esos mismos defectos a los que se referían las preguntas molestas. Ya que vista superficialmente nuestra historia no parece ser tan mala, a menudo nos asombramos al descubrir que así parece porque hemos enterrado estos defectos de carácter bajo gruesas capas de autojustificación. Sean cuales sean , estos defectos emboscados nos han tenido la trampa que acabó por llevarnos al alcoholismo y la infelicidad.

Por lo tanto, al hacer nuestro inventario la palabra clave es minuciosidad. Para tal fin, es aconsejable poner por escrito nuestras preguntas y respuestas. Nos ayudará a pesar con claridad y a evaluar nuestra conducta con sinceridad. Será la primera muestra palpable de que estamos completamente dispuestos a seguir adelante.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

Es cierto que hubo épocas y épocas pero en todas existieron cobardes y valientes; eso es innegable.

.

....Fíjate que en el caso que te cuento (Del Campamento Internacional de Jóvenes) lo que hoy se tipificaría como un delito penal lo convirtieron en un pecado.
...
Y así seguimos. La Iglesia Adventista del Séptimo Día en este caso, "elevó" a lo espiritual algo que es material.
..
..Me explico: Cuando dentro de la Iglesia Católico romana se descubren casos de pedofilia, se escribre sobre el pecadp de aquellos religiosos.
..
.¡Qué poca vergüenza!
..
..
No es un pecado, es UN DELITO PENAL....El autor no necesita confesarse sino IR A LA CÁRCEL.
..
..
..¿A quiénes quieren engañar cuando dan la noticia?
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

QUINTO PASO[A.A.(Alcohólicos Anónimos)]

"Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y
ante otro ser humano, la naturaleza exacta de
nuestros defectos".


Todos los Doce Pasos de A.A. nos piden que vayamos en contra de nuestros deseos naturales . . . todos ellos desinflan nuestros ego. En cuanto al desinflamiento del ego, hay pocos Pasos que nos resulten más difíciles que el Quinto. Pero tal vez no hay otro Paso más necesario para lograr una sobriedad duradera y la tranquilidad de espíritu.

La experiencia de A.A. nos ha enseñado que no podemos vivir a solas con nuestros problemas apremiantes y los defectos de carácter que los causan o los agravan. Si hemos examinado nuestras carreras a la luz del Cuarto Paso, y hemos visto iluminadas y destacadas aquellas experiencias que preferiríamos no recordar, si hemos llegado a darnos cuenta de cómo las ideas y acciones equivocadas nos han lastimado a nosotros y a otras personas, entonces, la necesidad de dejar de vivir a solas con los fantasmas atormentadores del pasado cobra cada vez más urgencia. Tenemos que hablar de ellos con alguien.

No obstante, es tal la intensidad de nuestro miedo y nuestra desgana a hacerlo que al principio muchos alcohólicos intentan saltar el Quinto Paso. Buscamos una alternativa más cómoda - que suele ser el admitir, de forma general y poco molesta, que cuando bebíamos a veces éramos malos actores. Entonces, para remacharlo, añadíamos unas descripciones dramáticas de algunos aspectos de nuestra conducta alcohólica que, de todas formas, nuestros amigos probablemente ya conocían.

Pero acerca de las cosas que realmente nos molestan y nos enojan, no decimos nada.
Ciertos recuerdos angustiosos o humillantes, nos decimos, no se deben compartir con nadie. Los debemos guardar en secreto. Nadie jamás debe conocerlos. Esperamos llevárnoslos a la tumba.

Sin embargo, si la experiencia de A.A. nos sirve para algo, esta decisión so sólo es poco sensata, sino también muy peligrosa. Pocas actitudes confusas nos han causado más problemas que la de tener reservas en cuanto al Quinto Paso. Algunas personas ni siquiera pueden mantenerse sobrias por poco tiempo; otras tendrán recaídas periódicamente hasta que logren poner sus casas en orden. Incluso los veteranos de A.A. que llevan muchos años sobrios, a menudo pagan un precio muy alto por haber escatimado esfuerzos en este Paso. Contarán cómo intentaban cargar solos con este peso; cuánto sufrieron de irritabilidad, de angustia, de remordimientos y de depresión; y cómo, al buscar inconscientemente alivio, a veces incluso acusaban a sus mejores amigos de los mismos defectos de carácter que ellos mismos intentaban ocultar. Siempre descubrían que nunca se encuentra el alivio al confesar los pecados de otra gente. Cada cual tiene que confesar los suyos.

Esta costumbre de reconocer los defectos de uno mismo ante otra persona es, por supuesto, muy antigua. Su valor ha sido confirmado en cada siglo, y es característico de las personas que centran sus vidas en lo espiritual y que son verdaderamente religiosas. Pero hoy día no sólo la religión aboga a favor de este principio salvador. Los siquiatras y los sicólogos recalcan la profunda y práctica necesidad que tiene todo ser humano de conocerse a sí mismo y reconocer sus defectos de personalidad, y poder hablar de ellos con una persona comprensiva y de confianza. En cuanto a los alcohólicos A.A. iría aun más lejos. La mayoría de nosotros diríamos que, sin admitir sin miedo nuestros defectos ante otro ser humano, no podríamos mantenernos sobrios. Parece bien claro que la gracia de Dios no entrará en nuestras vidas para expulsar nuestras obsesiones destructoras hasta que no estemos dispuestos a intentarlo.

¿Qué podemos esperar recibir del Quinto Paso?
Entre otras cosas, nos libraremos de esa terrible sensación de aislamiento que siempre hemos tenido. Casi sin excepción, los alcohólicos están torturados por la soledad. Incluso antes de que nuestra forma de beber se agravara hasta tal punto que los demás se alejaran de nosotros, casi todos nosotros sufríamos de la sensación de no encajar en ninguna parte. O bien éramos tímidos y no nos atrevíamos acercarnos a otros, o éramos propensos a ser muy extrovertidos, ansiando atenciones y camaradería, sin conseguirlas nunca - o al menos según nuestro parecer. Siempre había esa misteriosa barrara que no podíamos superar ni entender. Era como si fuéramos actores en escena que de pronto se dan cuenta de no poder recordar ni una línea de sus papeles. Esta es una de las razones por las que nos gustaba tanto el alcohol. Nos permitía improvisar. Pero incluso Baco se volvió en contra nuestra; acabamos derrotados y nos quedamos en aterradora soledad.

Cuando llegamos a A.A. y por primera vez en nuestras vidas nos encontramos entre personas que parecían comprendernos, la sensación de pertenecer fue tremendamente emocionante. Creíamos que el problema del aislamiento había sido resuelto. Pero pronto descubrimos que, aunque ya no estábamos aislados en el sentido social, todavía seguíamos sufriendo las viejas punzadas del angustioso aislamiento.
Hasta que no hablamos con perfecta franqueza de nuestros conflictos y no escuchamos a otro hacer la misma cosa, seguíamos con la sensación de no pertenecer. En el Quinto Paso se encontraba la solución. Fue el
principio de una auténtica relación con Dios y con nuestros prójimos
.

Por medio de este Paso vital, empezamos a sentir que podríamos ser perdonados, sin importar cuáles hubieran sido nuestros pensamientos o nuestros actos. Muchas veces, mientras practicábamos este Paso con la ayuda de nuestros padrinos o consejeros espirituales, por primera vez nos sentimos capaces de perdonar a otros, fuera cual fuera el daño que creíamos que nos habían causado. Nuestro inventario moral nos dejó convencidos de que lo deseable era el perdón general, pero hasta que no emprendimos resueltamente el Quinto Paso, no llegamos a saber en nuestro fuero interno que podríamos recibir el perdón y también concederlo.

Otro gran beneficio que podemos esperar del hecho de confiar nuestros defectos a otra persona es la humildad - una palabra que suele interpretarse mal. Para los que hemos hecho progresos en A.A., equivale a un reconocimiento claro de lo que somos y quiénes somos realmente, seguido de un esfuerzo sincero de llegar a ser lo que podemos ser. Por lo tanto, lo primero que debemos hacer para encaminarnos hacia la humildad es reconocer nuestros defectos. No podemos corregir ningún defecto si no lo vemos claramente. Pero vamos a tener que hacer algo más que ver. El examen objetivo de nosotros mismos que logramos hacer en el Cuarto Paso sólo era, después de todo, un examen. Por ejemplo, todos nosotros vimos que nos faltaba honradez y tolerancia, que a veces nos veíamos asediados por ataque s de autoconmiseración y por delirios de grandeza. No obstante, aunque ésta era una experiencia humillante, no significaba forzosamente que hubiéramos logrado una medida de auténtica humildad. A pesar de haberlos reconocido, todavía teníamos estos defectos. Había que hacer algo al respecto. Y pronto nos dimos cuenta de que ni nuestros deseos ni nuestra voluntad servían, por sí solos, para superarlos.

El ser más realistas y, por lo tanto, más sinceros con respecto a nosotros mismos son los grandes beneficios de los que gozamos bajo la influencia del Quinto Paso. Al hacer nuestro inventario, empezamos a ver cuántos problemas nos había causado el autoengaño. Esto nos provocó una reflexión desconcertante. Si durante toda nuestra vida nos habíamos estado engañando a nosotros mismos, ¿cómo podíamos estar seguros ahora de no seguir haciéndolo? ¿Cómo podíamos estar seguros de haber hecho un verdadero catálogo de nuestros defectos y de haberlos reconocido sinceramente, incluso ante nosotros mismos? Puesto que seguíamos presas del miedo, de la autoconmiseración de los sentimientos heridos, lo más probable era que no podríamos llegar a una justa apreciación de nuestro estado real. Un exceso de sentimientos de culpabilidad y de remordimientos podría conducirnos a dramatizar y exagerar nuestras deficiencias. O la ira y el orgullo herido podrían ser la cortina de humo tras la que ocultábamos algunos de nuestros defectos, mientras que culpábamos a otros por ellos. También era posible que todavía estuviéramos incapacitados por muchas debilidades, grandes y pequeñas, que ni siquiera sabíamos que tuviéramos.

Por lo tanto, nos parecía muy obvio que hacer un examen solitario de nosotros mismos, y reconocer nuestros defectos, basándonos únicamente en esto, no iba a ser suficiente. Tendríamos que contar con ayuda ajena para estar seguros de conocer y admitir la verdad acerca de nosotros mismos - la ayuda de Dios y de otro ser humano. Sólo al darnos a conocer totalmente y sin reservas, sólo al estar dispuestos a escuchar consejos y aceptar orientación, podríamos poner pie en el camino del recto pensamiento, de la rigurosa honradez, y de la auténtica humildad.

No obstante, muchos de nosotros seguíamos vacilando. Nos dijimos: "¿Por qué no nos puede indicar 'Dios como lo concebimos' dónde nos desviamos?" Si el Creador fue quien nos dio la vida, El sabrá con todo detalle en dónde nos hemos equivocado. ¿Por qué no admitir nuestros defectos directamente ante El? ¿Qué necesidad tenemos de mezclar a otra persona en este asunto?.

En esta etapa, encontramos dos obstáculos en nuestro intento de tratar con Dios como es debido. Aunque al principio puede que nos quedemos asombrados al darnos cuenta de que Dios lo sabia todo respecto a nosotros, es probable que nos acostumbremos rápidamente a la idea. Por alguna razón, el estar a solas con Dios no parece ser tan embarazoso como sincerarnos ante otro ser humano. Hasta que no nos sentemos a hablar francamente de lo que por tanto tiempo hemos ocultado, nuestra disposición para poner nuestra casa en orden seguirá siendo un asunto teórico. El ser sinceros con otra persona nos confirma que hemos sido sinceros con nosotros mismos y con Dios.

El segundo obstáculos es el siguiente: es posible que lo que oigamos decir a Dios cuando estamos solos esté desvirtuado por nuestras propias racionalizaciones y fantasías. La ventaja de hablar con otra persona es que podemos escuchar sus comentarios y consejos inmediatos respecto a nuestra situación, y no cabrá la menor duda de cuáles son estos consejos: En cuestiones espirituales, es peligroso hacer las cosas solas. Cuántas veces hemos oído a gente bien intencionada decir que habían recibido la orientación de Dios, cuando en realidad era muy obvio que estaban totalmente equivocados. Por falta de práctica y de humildad, se habían engañado a ellos mismos, y podían justificar las tonterías más disparatadas, manteniendo que esto era lo que Dios les había dicho. Vale la pena destacar que la gente que ha logrado un gran desarrollo espiritual casi siempre insisten en confirmar con amigos y consejeros espirituales la orientación que creen haber recibido de Dios. Claro está, entonces, que un principiante no debe exponerse al riesgo de cometer errores tontos y, tal vez, trágicos en este sentido. Aunque los comentarios y consejos de otras personas no tienen por qué ser infalibles, es probable que sean muchos más específicos que cualquier orientación directa que podamos recibir mientras tengamos tan poca experiencia en establecer contacto con un Poder superior a nosotros mismos.

Nuestro siguiente problema será descubrir a la persona en quien vayamos a confiar. Esto lo debemos hacer con sumo cuidado, teniendo presente que la prudencia es una virtud muy preciada. Tal vez tendremos que comunicar a esta persona algunos hechos de nuestra vida que nadie más debe saber. Será conveniente que hablemos con una persona experimentada, que no solo se ha mantenido sobria, sino que también ha podido superar graves dificultades. Dificultades, tal vez, parecidas a las nuestras. Puede suceder que esta persona será nuestro padrino, pero no es necesario que sea así. Si has llegado a tener gran confianza en él, y su temperamento y sus problemas se parecen a los tuyos, entonces será una buena elección. Además, tu padrino ya tiene la ventaja de conocer algo de tu historia.

Sin embargo, puede ser que tu relación con él es de una naturaleza tal que solo quieras revelarle una parte de tu historia. Si este es el caso, no vaciles en hacerlo, porque debes hacer un comienzo tan pronto como puedas. No obstante, puede resultar que elijas a otra persona a quien confiar las revelaciones más profundas y más difíciles. Puede ser que este individuo sea totalmente ajeno a A.A. - por ejemplo, tu confesor o tu pastor o tu médico. Para algunos de nosotros, una persona totalmente desconocida puede que sea lo mejor.

Lo realmente decisivo es tu buena disposición para confiar en otra persona y la total confianza que deposites en aquel con quien compartes tu primer inventario sincero y minucioso. Incluso después de haber encontrado a esa persona, muchas veces se requiere una gran resolución para acercarse a él o ella. Que nadie diga que el programa de A.A. no exige ninguna fuerza de voluntad; esta situación puede que requiera toda la que tengas. Afortunadamente, es muy probable que te encuentres con una sorpresa muy agradable. Cuando le hayas explicado cuidadosamente tu intención y el depositario de tu confianza vea lo verdaderamente útil que puede ser, les resultará fácil empezar la conversión, y pronto será muy animada. Es probable que la persona que te escucha no tarde mucho en contarte un par de historias acerca de él mismo, lo cual te hará sentirte aun más cómodo. Con tal que no ocultes nada, cada minuto que pase te irás sintiendo más aliviado. Las emociones que has tenido reprimidas durante tantos años salen a la luz y, una vez iluminadas, milagrosamente se desvanecen. Según van desapareciendo los dolores, los reemplaza una tranquilidad sanadora. Y cuando la humildad y la serenidad se combinan de esta manera, es probable que ocurra algo de gran significación.
Muchos A.A., que una vez fueron agnósticos o ateos, nos dicen que en esta etapa del Quinto Paso sintieron por primera vez la presencia de Dios. E incluso aquellos que ya habían tenido fe, muchas veces logran tener un contacto consciente con Dios más profundo que nunca.

Esta sensación de unidad con Dios y con el hombre, este salir del aislamiento al compartir abierta y sinceramente la terrible carga de nuestro sentimiento de culpabilidad, nos lleva a un punto de reposo donde podemos prepararnos para dar los siguientes Pasos hacia una sobriedad completa y llena de significado.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

QUINTO PASO[A.A.(Alcohólicos Anónimos)]


El segundo obstáculos es el siguiente: es posible que lo que oigamos decir a Dios cuando estamos solos esté desvirtuado por nuestras propias racionalizaciones y fantasías.
......
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..¿Sabes?
......Me cuesta mucho trabajo seguirte en lo que copias... Son textos muy largos y densos,.... pero eso sí:
...
..
..entendí que hay personas que oyen a Dios...

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..ya, con eso, tengo bastante.....
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..No sabía que el "delirium tremens" afectase tanto.
..
..(Cambio y corto)

 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

En el Cuarto y Quinto Paso de A.A. se vive lo que se llama ''La Experiencia'' que es una especie de ''retiro espiritual'' por llamarlo de alguna manera, van alcohólic@s drogaditc@s anoréxic@s etc. Todos los grupos trabajan con el Programa de 12 Pasos de A.A. Van personas a vivir ''Su Experiencia'' y personas que ya la vivieron y van a dar servicio(que son la mayoría) a estas.

Las personas que van a dar servicio hacen su testimonio público(si así lo desean, nadie las obliga) a los que van a vivirla y a todos los presentes, abren sus heridas para que comprendas, para que El Señor te haga comprender todo el sufrimiento que hay en el ser humano, seres humanos como tú.

''Por medio de este Paso vital, empezamos a sentir que podríamos ser perdonados, sin importar cuáles hubieran sido nuestros pensamientos o nuestros actos. Muchas veces, mientras practicábamos este Paso con la ayuda de nuestros padrinos o consejeros espirituales, por primera vez nos sentimos capaces de perdonar a otros, fuera cual fuera el daño que creíamos que nos habían causado. Nuestro inventario moral nos dejó convencidos de que lo deseable era el perdón general, pero hasta que no emprendimos resueltamente el Quinto Paso, no llegamos a saber en nuestro fuero interno que podríamos recibir el perdón y también concederlo.''

Esta mujer vivió una experiencia terrible en su niñez, que la atormentó la llevó a un caos total en su vida. El hecho de volver a buscar al tipo que abusó de ella, por falta de afecto en su círculo familiar, soledad, sabrá Dios por qué, le acarreó un sentimiento de culpa que desencadenó un montón de cosas negativas en su vida.

En el Cuarto Paso se habla del hecho que llevó a descoyuntar tu sexualidad, a desarticularla.

Quién te daño? a quién dañaste?

Todos los días suceden cosas horribles en todo el mundo, cuestionamos por qué?

El Señor es fiel y justo.
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

''Rara vez hemos visto fracasar a una persona que haya seguido concienzudamente nuestro camino. Los únicos que no se recuperan son los individuos que no pueden o no quieren entregarse de lleno a este sencillo programa; generalmente son hombres y mujeres incapaces, por su propia naturaleza de ser honrados consigo mismos. Hay seres desventurados como éstos. No son culpables; por lo que parece, han nacido así. Por su naturaleza son incapaces de entender y realizar un modo de vida que exige la más rigurosa honradez. Para estos las probabilidades de éxito son pocas. Existen también los que sufren graves trastornos emocionales y mentales, aunque muchos de ellos logran recuperarse si tienen capacidad suficiente para ser honrados.

Nuestras historias expresan de un modo general cómo éramos, lo que nos aconteció, y cómo somos ahora. Si tú has decidido que quieres lo que nosotros tenemos, y estás dispuesto a hacer todo lo que sea necesario para conseguirlo, estás en condiciones de dar ciertos pasos.

Nosotros nos resistíamos a algunos de ellos. Creíamos que podríamos encontrar un camino más fácil y cómodo. Pero no pudimos. Es por ello que, con todo el ahínco que pueda animarnos, te suplicamos que seas valiente y concienzudo desde el mismísimo comienzo. Algunos de nosotros tratamos de aferrarnos a nuestras viejas ideas y el resultado fue nulo hasta que nos deshicimos de ellas sin reservas.

Recuerda que tratamos con el alcohol: astuto, desconcertante y poderoso. Sin ayuda resulta demasiado para nosotros. P
ero hay uno que tiene todo el poder-DIOS. ¡Ojalá lo encuentres!

Las medidas parciales no nos sirvieron de nada. Estábamos en el punto de cambio. E
ntregándonos totalmente, le pedimos a DIOS su protección y cuidado.

He aquí los pasos que dimos, y que se sugieren como programa de recuperación:

1.- Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.

2.- Llegamos creer que un Poder Superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.

3.- Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de DIOS, como nosotros lo concebimos.

4.- Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.

5.- Admitimos ante DIOS, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.

6.- Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que DIOS nos liberase de nuestros defectos.

7.- Humildemente le pedimos que nos liberase nuestros defectos.

8.-Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.

9.- Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.

10.- Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.

11.- Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto conciente con DIOS, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.

12.- Habiendo obtenido un Despertar Espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a otros alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.


Muchos de nosotros exclamamos: ''¡Valla tarea! Yo no puedo llevarla a cabo'' No te desanimes. Ninguno de nosotros a podido mantenerse apegado a estos principios en forma ni siquiera aproximada a la perfección. No somos santos. Lo importante es que estamos dispuestos a desarrollarnos de una manera espiritual. Los principios que hemos establecido son guías para nuestro curso. Lo que pretendemos es el progreso espiritual, y no la perfección espiritual.

Nuestra descripción del alcohólico, el capitulo sobre los agnósticos, y nuestras aventuras personales, antes y después, ponen en claro tres ideas pertinentes:

a).- Que éramos alcohólicos y que no podíamos gobernar nuestras propias vidas.

b).- Que probablemente ningún poder humano hubiera podido gobernar nuestro alcoholismo.

c).- Que DIOS podía remediarlo y lo remediaría, si Lo buscábamos.
''
 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

QUINTO PASO[A.A.(Alcohólicos Anónimos)]

"Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y
ante otro ser humano, la naturaleza exacta de
nuestros defectos"

''... Muchos A.A., que una vez fueron agnósticos o ateos, nos dicen que en esta etapa del Quinto Paso sintieron por primera vez la presencia de Dios. E incluso aquellos que ya habían tenido fe, muchas veces logran tener un contacto consciente con Dios más profundo que nunca.


Esta sensación de unidad con Dios y con el hombre, este salir del aislamiento al compartir abierta y sinceramente la terrible carga de nuestro sentimiento de culpabilidad, nos lleva a un punto de reposo donde podemos prepararnos para dar los siguientes Pasos hacia una sobriedad completa y llena de significado.''




Bendiciones!

 
Re: UNA MUJER FUÉ VIOLADA

cuando niña, a la edad de 10 años, y continuó buscando al tipo que la violó para que hiciera con ella lo mismo una y otra vez. Y aunque sentía que era malo lo que hacía, no podía dejar de hacerlo y cada vez que lo hacía se sentía sucía, sufría, al grado de sentirse una basura que no valía nada y querer morirse, una niña de 10 años que quería morir.

Qué la impulsaba a buscar al tipo para que volviera a hacer con ella lo mismo a pesar de que eso la hacía sufrir?

Por qué no podía dejar de hacerlo?

NUESTRA NATURALEZA HUMANA ES CORRUPTA

El sufrimiento, el dolor, son inherentes a nuestra naturaleza humana.

Somos viles, miserables, infelices, etc. no podemos dejar de serlo, no podemos trascenderlo.

SÓLO EN EL CAMINO ESPIRITUAL PODEMOS TRASCENDER ESTA NATURALEZA, GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR JESUCRISTO.

No juzguemos, porque todos tenemos esta naturaleza en común, esforcemonos en no hacerlo.

Esforcemonos en amarnos, esforcemonos en la oración, porque sólo en el amor de nuestro Señor, con todo lo que su amor implica(misericordia, compasión, ternura) podemos trascender esto que somos, sólo por Él.

De otra forma, sólo somos los infelices miserables que siempre fuimos, no podemos ser nada más.

GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR QUE QUEBRA EN PEDAZOS NUESTROS CORAZONES DE PIEDRA.

GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR QUE NOS CONDUCE.

GRACIAS A NUESTRO SE
ÑOR QUE ES VIDA.

LA GLORIA ES TUYA POR SIEMPRE.




¿Ante estas cosas, como Iglesia, no debemos juzgar?

Salu2