Una mirada dentro del corazón de David

2 Junio 1999
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Una mirada dentro del corazón de David



"Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo" (Salmo 3)



En esa huida compuso David el Salmo tres y con ello nos permite echar una mirada dentro de su corazón. Imagínate a David, después de esa lamentable situación, acostado dentro de su oscura tienda. Hará todo los posible por reconciliar el sueño, pero no lo conseguirá.... Eso pensaríamos nosotros... Escucha lo que David nos deja saber. Mientras nosotros esperábamos que la angustia y el miedo, las humillaciones que él ha tenido que sufrir, le quitasen el sueño, dice David: "Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Yavé me sustentaba" (v.6). No tiene ninguna pesadilla, ni le atormenta su conciencia, la maldición de Simei ya había pasado, y duerme seguro en el Señor.

¿Cuál es el misterio, pues, del apacible dormir de David? Qué largas se hacen las noches cuando las preocupaciones nos mantienen despiertos. Noches de esas en las que la angustia te quita el sueño, también las conocía David. Pero aquí no es así. Además, el hecho de que David se acueste, mientras está huyendo, es ya extraordinario. Ya que si él hubiese sentido miedo, sería imposible que se acostara, pues hubiese continuado caminando toda la noche con el temor de que el enemigo le pudiera alcanzar. Sin embargo, David se acostó: "yo me acosté y dormí...". ¿Pero, como puede uno dormir en tales circunstancias? Hay también un sueño de temeridad o de sorda resignación.

David duerme con una confianza sincera en el Señor dentro de su corazón. Qué bendición cuando podemos cerrar nuestros ojos sabiendo que el Señor gobierna y es fiel. Así dormía David. Y así despertaba. Aunque sabe que muchos acechaban su vida, se sabe seguro en las manos de Dios. Él disfruta de un sueño sosegado bajo las alas protectoras de la providencia de Dios. Nos revela su secreto cuando dice: "Yavé me sustentaba" (v.6). No, no es el valor de David lo que le hace dormir sosegadamente. Es la acción misericordiosa del Espíritu Santo de Dios, que le hace superar el miedo y le regala ese feliz descanso. Aquí la gloria es para Dios.

David obtuvo ese descanso en la oración: "Con mi voz clamé a Yavé, y Él me oyó desde su monte santo" (v.5). No fue solamente una oración en silencio, no, él clamó. Su necesidad era grande. Su clamar también. Muy alto, David llamó al Señor en alta voz. El Señor le escuchó desde Su monte santo. Allí estaba el arca de la alianza. De encima del propiciatorio, que cubría el arca, venía la respuesta.
Nos indica a Cristo. Sólo Él es la propiciación por nuestros pecados. Sólo por medio de Cristo tenemos entrada al lugar santísimo de Dios. A causa de nuestra culpa y pecado perdimos toda dignidad y mérito. Tampoco David tenía en sí mismo nada que alegar. Todo es por gracia, por los méritos del Hijo de David. Él tuvo que soportar la oscura noche de Getsemaní y el Gólgota, Su clamar no tuvo respuesta alguna. Así el reposo ha sido adquirido a un alto precio. Por lo tanto este canto matutino, en el que David narra la ayuda del Señor de la noche anterior, tiene que acabar afirmando: "La salvación es de Yavé" (v.9).

¿Estamos de acuerdo con la afirmación de David? Quienes escudriñen las Escrituras van a llegar a la conclusión de que la salvación viene del Señor. ¿Si ahora pudiésemos abrir nuestro corazón, encontraríamos dentro esa confesión? Entonces habríamos aprendido que la salvación no es por nuestros méritos, ni por nuestras oraciones, ni por nuestras lágrimas. La salvación tiene que venir del monte santo de Dios.


W. Harinck


http://www.epos.nl/ecr/
 
Una mirada dentro del corazón de David

Por largos años e indagado en ese corazon, como es posible escribir tan hermosos Salmos que nos ayudan en nuestra mas profunda necesidad, para alguien que vive delante de Dios, dificilmente lo escucharas identificar nombre humano como su enemigo, a diferencia de nosotros que acusamos con nombre y apellido al que hace dificil nuestra existancia.

Lo profundo de su expariencia se basa en su constante vivir delante de Dios, al decir no caiga yo en manos de mi enemigo a Dios le parecio buena peticion y es asi como comienza un juicio divino en manos de sus amigos.

Unos de los pasajes que mas me impresionan del corazon de David es el comportamiento que guardo delante de Simei, tal parece que la acusacion de la sangre de Saul y su casa aunque harrada estaba dando en el clavo, porque efectivamente el era asesino y culpable de sangre, por fuera Dios le ofrecia el quedar como un hombre misericordioso y por dentro le quemaba el fuego de la verdad, que solo el y Dios sabian, me imagino a David queriendo soltar la mano de Joab su complice del asesinato contra aquella falsa acuasacion, pero Dios no le estaba juzgando con algun enemigo sino con un amigo.

Antes habia venido la rebelion de Absalon, producto de un pecadillo que pocos predicadores notan, pues su madre era de sangre real(2a Sam 3:3) y quien mejor para llegar al trono que Absalon?
Asi que despues de matar a su hermano y ser desterrado e irse a la casa de su madre, no es dificil imaginar lo que le metieron en su cabeza, de ese pacado David tambien debia de callar y esperar su juicio en silencio, se da la revuelta y una vez mas aparece su complice Joab y en franco desafio de tratar con misericordia al joven Absalon le da el tiro de gracia con aquellos dardos, nadie podia comprender lo dificil de la escena, el asesino de su hijo le exigia que saliera y se regocijara, porque si no lo hacia el se encargaria de que no le quedara ninguno del reino, cuan profunda y dolorosa era la exclamacion de David y cuanta razon tenia al expresar “que tengo con vosotros hijos de Sarvia”, el liderazgo siempre tendra demasiado cerca los Joabs, que ejectuen sin saber los juicios secretos de Dios por mano de los buenos amigos.

Despues seguimos hermanos bendiciones

La paz de Dios
 
Una mirada dentro del corazón de David

No es facil gobernar a un pueblo que ha dicho apedreemosle, asi el liderazgo estara plagado de criticas de aquellos que te aman, si alguien puede estar contigo en tu mas profunda desesperacion, ten por seguro que no es tu calvario, porque alli nadamas se puede llegar solo, cuando alguien puede gobernar para quien le menosprecia, se puede decir que tiene un corazon como David, pero quien aborta a los que son cabezones por solo no perder la figura o imagen, de seguro no es el rey que Dios busca para su pueblo.

La traicion de Ahitofel el consejero y hombre de sus confianzas, fue para David como el abandono del Maestro para subir solo su Getsemani, “de los que me diste ninguno se perdio” dijo el Señor, tal parece que los Absalon, Ahitofel, Joabs y Judas que llavaran a cabo la traicion tambien son seleccionados por el Padre y son parte importante en el proposito del ungido o llamado.

Los Joab’s que matan al Abner y Amasa queriendo ser ellos y nadie mas e impidiendo la unificacion del reino, estaran dispuestos a quitar de enmedio a quienes representen un peligro para sus puestos, son como aquellos religiosos que al final tienes que matarlos colgados de los cuernos del legalismo y aferrados a la ley terminan sus dias negando la gracia que los llevo a ser lo que fueron.

Por duro que resulte el juicio de Dios, siempre sera mejor caer en sus manos, que en manos del hombre que no conoce la misericordia.:cuadrado:

Bendiciones

La paz de Dios
 
Saludo en Cristo

David y la Uncion

Solo Dios sabe lo que David sintio al ser ungido y el gran respeto que tenia por esta, no era Saul a quien temia sino al ungido de Jehova, por años su cabeza divago en una lucha sorda solo para comprender lo que pasaba entre las dos unciones y el porque una(Saul) queria eliminar a la otra(David).

Motivos de sobra tenia para dudar de su llamado y preguntarse si Samuel se habia equivocado al ungirlo y cansado hizo lo logico, abandonando su heredad huyo a tierra de los filisteos a servir al enemigo, quien de nosotros no condenaria a David por “haberse ido al mundo” y le daria la espalda dudando se su uncion, hasta aqui llegaria la “sabia” vision y consejo de Gamaliel, pues para ese entonces el tiempo juzgo lo que David hizo, tal parece que a Dios no le interesa mucho el que diran, pero no es el tiempo el que juzga a los que son y no son, sino Dios.

Aqui entran los insondables caminos de Dios, quien elige caer en manos de Dios jamas sera juzgado por hombre y el diablo no sera fiscal acusador en el juico de los ungidos, ni el pecado descarado la evidencia que nos hunda, no lo que hayamos hecho sino lo que dejamos de hacer, el haber sabido hacer el bien y no haberlo hecho, eso es pecado, nosotros los hijos de Dios hacemos lo que no debemos al no hacer lo que debieramos.

Bendiciones hermanos

La paz de Dios