SE REUNIERON CATOLICOS, ORTODOXOS, LUTERANOS, EVANGELISTAS, ANGLICANOS Y BAUTISTAS
El Sábado 28 de octubre de 2000:
Celebración masiva de cultos cristianos en Plaza de Mayo (Buenos Aires, República Argentina)
Participaron del encuentro la Iglesia Católica y la mayoría de las iglesias cristianas tradicionales ·
Fue para conmemorar los dos milenios del nacimiento de Jesús ·
Se lo considera un hito en la vida religiosa nacional
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Unas cinco mil personas se reunieron el sábado 28 de octubre en la Plaza de Mayo. Pero esta vez no se trató de una convocatoria política. Los jóvenes, adolescentes y familias que llegaron desde distintos lugares de la ciudad y el Gran Buenos Aires participaron de un encuentro ecuménico histórico. Representantes de las Iglesias Católica, Ortodoxa, Anglicana, Luterana, Bautista y Evangélica, se concentraron ayer a la tarde para celebrar en conjunto, el Jubileo, es decir, los 2000 años del nacimiento de Jesucristo. Y para invocar la unidad de los cristianos.
El denominado "Encuentro Cristiano 2000" es un hecho inédito en la historia ya que intenta la unidad entre estas confesiones similares, pero con diferencias doctrinales y prácticas litúrgicas.
Desde una hora antes del encuentro, grupos de voluntarios y boy scouts organizaron la llegada del público que permaneció durante el acto, detrás de un vallado.
Los vendedores ambulantes ofrecían gorras con la consigna "Yo amo a Jesús", pañuelos blancos y amarillos —los colores papales— , rosarios y medallas junto a los clásicos panchos y garrapiñadas.
Mientras se preparaba la ceremonia central, varios coros —el de la Iglesia Armenia y el del Consudec, entre otros —, interpretaron canciones religiosas.
Y se leyeron los saludos enviados por distintas personalidades, entre ellas la del Presidente de la Nación, Fernando de la Rúa, quien calificó el encuentro de "ejemplar".
A las 19 comenzó la celebración más importante cuando dos representantes de cada una de las iglesias salieron en procesión desde la Catedral para dirigirse al palco, en el centro de la plaza.
Allí se ubicaron, como representantes de la Iglesia Católica Apostólica Romana, monseñor Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, y monseñor Horacio Benítez Astoul, obispo auxiliar de Buenos Aires y miembro de la Comisión Episcopal de Ecumenismo;
el presidente pastor Angel Furlan y el pastor Ricardo Pietrantonio de la Iglesia Evangélica Luterana Unida;
el pastor Norberto Berton y la pastora Margareth Thorn, de la Iglesia Valdense.
Por parte de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, el pastor Schaad y la pastora Gladys Effel; el moderador Jorge Torres, el pastor Jorge Lums y la señora María Medus de Quevedo, de la Iglesia Presbiteriana de San Andrés; el arzobispo monseñor Kissag Mouradián y el padre Massis Queumagian, representantes de la Iglesia Apostólica Armenia.
Además estuvieron en representación de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú, el arzobispo monseñor Platon y el padre Gennadios; arquimandrita Stavros Ioannidis y el vicario episcopal padre Demóstenes Stefanides, de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla;
el padre Rafael Magul, representante de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía y los Obispos de la Iglesia Anglicana, monseñor David Leake y Benaules.
Cada uno de ellos pronunció palabras de unión y reconciliación durante la liturgia celebrada en conjunto.
Allí, los hábitos negros se mezclaron con los trajes de saco y corbata y con las faldas de las pastoras. Las imágenes del palco se reprodujeron en dos pantallas colocadas a ambos lados del escenario.
No faltó un padre nuestro, rezado en forma multitudinaria y, en un gesto simbólico, tres de los representantes de estas iglesias lavaron los pies de varios asistentes.
Después se realizó el clásico saludo de la paz y con las antorchas se encendieron pequeñas velas repartidas entre el público mientras se realizaba una colecta para un hospital de La Matanza.
En primera fila se ubicaron los obispos de todas las diócesis del Gran Buenos Aires y el cardenal Juan Carlos Aramburu.
"Hoy hemos dado un pequeño pasito hacia la unidad de los cristianos. Lo hacemos en puntas de pie y con esperanza", dijo monseñor Bergoglio, en una síntesis que reflejaba el espíritu del encuentro.
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Extraído del diario "Clarín" : http://www.clarin.com.ar/diario/2000-10-29/s-05401.htm
Hay más notas relacionadas con este evento.
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¡¡ Gloria al Señor,
la Unidad cristiana es más fuerte que las divisiones !!
El Sábado 28 de octubre de 2000:
Celebración masiva de cultos cristianos en Plaza de Mayo (Buenos Aires, República Argentina)
Participaron del encuentro la Iglesia Católica y la mayoría de las iglesias cristianas tradicionales ·
Fue para conmemorar los dos milenios del nacimiento de Jesús ·
Se lo considera un hito en la vida religiosa nacional
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Unas cinco mil personas se reunieron el sábado 28 de octubre en la Plaza de Mayo. Pero esta vez no se trató de una convocatoria política. Los jóvenes, adolescentes y familias que llegaron desde distintos lugares de la ciudad y el Gran Buenos Aires participaron de un encuentro ecuménico histórico. Representantes de las Iglesias Católica, Ortodoxa, Anglicana, Luterana, Bautista y Evangélica, se concentraron ayer a la tarde para celebrar en conjunto, el Jubileo, es decir, los 2000 años del nacimiento de Jesucristo. Y para invocar la unidad de los cristianos.
El denominado "Encuentro Cristiano 2000" es un hecho inédito en la historia ya que intenta la unidad entre estas confesiones similares, pero con diferencias doctrinales y prácticas litúrgicas.
Desde una hora antes del encuentro, grupos de voluntarios y boy scouts organizaron la llegada del público que permaneció durante el acto, detrás de un vallado.
Los vendedores ambulantes ofrecían gorras con la consigna "Yo amo a Jesús", pañuelos blancos y amarillos —los colores papales— , rosarios y medallas junto a los clásicos panchos y garrapiñadas.
Mientras se preparaba la ceremonia central, varios coros —el de la Iglesia Armenia y el del Consudec, entre otros —, interpretaron canciones religiosas.
Y se leyeron los saludos enviados por distintas personalidades, entre ellas la del Presidente de la Nación, Fernando de la Rúa, quien calificó el encuentro de "ejemplar".
A las 19 comenzó la celebración más importante cuando dos representantes de cada una de las iglesias salieron en procesión desde la Catedral para dirigirse al palco, en el centro de la plaza.
Allí se ubicaron, como representantes de la Iglesia Católica Apostólica Romana, monseñor Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, y monseñor Horacio Benítez Astoul, obispo auxiliar de Buenos Aires y miembro de la Comisión Episcopal de Ecumenismo;
el presidente pastor Angel Furlan y el pastor Ricardo Pietrantonio de la Iglesia Evangélica Luterana Unida;
el pastor Norberto Berton y la pastora Margareth Thorn, de la Iglesia Valdense.
Por parte de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata, el pastor Schaad y la pastora Gladys Effel; el moderador Jorge Torres, el pastor Jorge Lums y la señora María Medus de Quevedo, de la Iglesia Presbiteriana de San Andrés; el arzobispo monseñor Kissag Mouradián y el padre Massis Queumagian, representantes de la Iglesia Apostólica Armenia.
Además estuvieron en representación de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú, el arzobispo monseñor Platon y el padre Gennadios; arquimandrita Stavros Ioannidis y el vicario episcopal padre Demóstenes Stefanides, de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla;
el padre Rafael Magul, representante de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía y los Obispos de la Iglesia Anglicana, monseñor David Leake y Benaules.
Cada uno de ellos pronunció palabras de unión y reconciliación durante la liturgia celebrada en conjunto.
Allí, los hábitos negros se mezclaron con los trajes de saco y corbata y con las faldas de las pastoras. Las imágenes del palco se reprodujeron en dos pantallas colocadas a ambos lados del escenario.
No faltó un padre nuestro, rezado en forma multitudinaria y, en un gesto simbólico, tres de los representantes de estas iglesias lavaron los pies de varios asistentes.
Después se realizó el clásico saludo de la paz y con las antorchas se encendieron pequeñas velas repartidas entre el público mientras se realizaba una colecta para un hospital de La Matanza.
En primera fila se ubicaron los obispos de todas las diócesis del Gran Buenos Aires y el cardenal Juan Carlos Aramburu.
"Hoy hemos dado un pequeño pasito hacia la unidad de los cristianos. Lo hacemos en puntas de pie y con esperanza", dijo monseñor Bergoglio, en una síntesis que reflejaba el espíritu del encuentro.
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Extraído del diario "Clarín" : http://www.clarin.com.ar/diario/2000-10-29/s-05401.htm
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¡¡ Gloria al Señor,
la Unidad cristiana es más fuerte que las divisiones !!