Bendiciones para todos
POLEMICA CON UN EQUIPO DE EXPERTOS JUDIOS Y CATOLICOS
Crisis en el Vaticano por el papel de Pío XII en el Holocausto
Se desató en una comisión especial que investiga la conducta de ese pontífice ante el régimen nazi · Es porque la Santa Sede se niega a entregarle archivos secretos.
JULIO ALGAÑARAZ. Ciudad del Vaticano. Corresponsal.
PIO XII. Un papa polémico.
Diario Clarin
Tiempo estimado de lectura 3'08''
Una grave crisis estalló en la comisión de especialistas católicos y judíos que, auspiciada por el Vaticano, fue nombrada en 1999 para investigar la conducta del papa Pío XII, acusado de haber mantenido un silencio culpable durante el Holocausto judío por parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Los seis miembros de la comisión decidieron suspender sus tareas ante la negativa de la Santa Sede de entregarles los archivos secretos.
En una carta que los tres católicos y los tres judíos enviaron hace una semana al cardenal alemán Walter Kasper, presidente de la pontificia comisión para el diálogo con los judíos, se señala que "sin una respuesta positiva a nuestro pedido de ver el material en los archivos que aún no han sido publicados, no podemos mantener nuestra credibilidad frente a las tantas personas —católicas, judías y otras—, que han reclamado una mayor disponibilidad de los materiales de los archivos".
La carta fue hecha pública en estos días por la comisión, pues el Vaticano mantuvo un hermético silencio. El 21 de junio pasado, el cardenal Kasper había respondido a un reclamo de la comisión informándoles que no estaba disponible "por razones técnicas" el acceso a los archivos que le pedían los seis miembros a fin de responder a una larga serie de preguntas.
El miércoles, el jesuita Peter Gumpel, que defiende la beatificación de Pío XII, declaró a la Radio Vaticana que existe "una campaña de denigración contra la Santa Sede". Gumpel acusó a "algunos elementos de la comunidad judía" como responsables de la suspensión de las tareas de la comisión.
El padre Gumpel recordó que el único deber que tenían los seis miembros de la comisión era examinar los once volúmenes de documentos titulados "Actos y documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra Mundial", con cinco mil documentos de los archivos secretos vaticanos. En 1964, un año después de la aparición de una explosiva obra del dramaturgo alemán Rolf Hochhuth, llamada "El vicario", Paulo VI ordenó que cuatro padres jesuitas recogieran los documentos para contrastar las acusaciones contra Pío XII.
Pero la comisión —integrada por los académicos universitarios norteamericanos John Marley, Gerald Fogarty y Eva Flescher, por la parte católica, y el canadiense Michael Marrus, el israelí Robert Wistrich y el estadounidense Bernard Suchecky, por la parte judía—, pretendió respuestas acerca de los puntos oscuros que no resolvía el examen de los once volúmenes pergeñados por los cuatro jesuitas.
Así, la comisión preparó 47 preguntas que el padre Gumpel afirma haber respondido, aunque sostiene que hubo fugas de noticias por parte "de tres personas judías que colaboraban en los trabajos". Por estas fugas de noticias "toda la atmósfera fue envenenada", sostuvo el jesuita.
Pero la comisión insistió en que "faltan piezas importantes" en el rompecabezas. Por ejemplo, es muy difícil explicar lo que Pío XII sabía acerca de la situación interna en Alemania. En marzo de 1944, el Papa escribió al obispo de Berlín, Konrad von Preysing: "Ante mí están sus ocho cartas de 1943 y cinco cartas de 1944". Los historiadores preguntaron: "Estas cartas están en los archivos, ¿podemos verlas?".
El Vaticano respondió con un "no". Las "razones técnicas" es la falta de catalogación de tres millones de documentos de la época, que en gran parte están aún en manos de la Secretaría de Estado. La Santa Sede mantiene fuera de la vista pública sus documentos por al menos 70 años. El archivista de la Iglesia es el cardenal argentino Jorge Mejía, quien en octubre de 2000 explicó que el archivo será hecho público "a tiempo debido".
Pero las "razones técnicas" no impidieron producir los cinco mil documentos que prepararon por orden de Paulo VI los cuatro jesuitas. Esto justifica la desconfianza de la parte judía. El director del Congreso Judío Mundial, Elon Steinberg, definió como "una profunda falla moral" el rechazo del Vaticano. Pero el miembro católico, monseñor Fogarty, no cree que la Santa Sede quiera esconder informaciones que echarían culpas sobre la figura de Pío XII, porque un escándalo de este tipo "podría demorar o comprometer el proceso de beatificación".
Vistor
POLEMICA CON UN EQUIPO DE EXPERTOS JUDIOS Y CATOLICOS
Crisis en el Vaticano por el papel de Pío XII en el Holocausto
Se desató en una comisión especial que investiga la conducta de ese pontífice ante el régimen nazi · Es porque la Santa Sede se niega a entregarle archivos secretos.
JULIO ALGAÑARAZ. Ciudad del Vaticano. Corresponsal.
PIO XII. Un papa polémico.
Diario Clarin
Tiempo estimado de lectura 3'08''
Una grave crisis estalló en la comisión de especialistas católicos y judíos que, auspiciada por el Vaticano, fue nombrada en 1999 para investigar la conducta del papa Pío XII, acusado de haber mantenido un silencio culpable durante el Holocausto judío por parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Los seis miembros de la comisión decidieron suspender sus tareas ante la negativa de la Santa Sede de entregarles los archivos secretos.
En una carta que los tres católicos y los tres judíos enviaron hace una semana al cardenal alemán Walter Kasper, presidente de la pontificia comisión para el diálogo con los judíos, se señala que "sin una respuesta positiva a nuestro pedido de ver el material en los archivos que aún no han sido publicados, no podemos mantener nuestra credibilidad frente a las tantas personas —católicas, judías y otras—, que han reclamado una mayor disponibilidad de los materiales de los archivos".
La carta fue hecha pública en estos días por la comisión, pues el Vaticano mantuvo un hermético silencio. El 21 de junio pasado, el cardenal Kasper había respondido a un reclamo de la comisión informándoles que no estaba disponible "por razones técnicas" el acceso a los archivos que le pedían los seis miembros a fin de responder a una larga serie de preguntas.
El miércoles, el jesuita Peter Gumpel, que defiende la beatificación de Pío XII, declaró a la Radio Vaticana que existe "una campaña de denigración contra la Santa Sede". Gumpel acusó a "algunos elementos de la comunidad judía" como responsables de la suspensión de las tareas de la comisión.
El padre Gumpel recordó que el único deber que tenían los seis miembros de la comisión era examinar los once volúmenes de documentos titulados "Actos y documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra Mundial", con cinco mil documentos de los archivos secretos vaticanos. En 1964, un año después de la aparición de una explosiva obra del dramaturgo alemán Rolf Hochhuth, llamada "El vicario", Paulo VI ordenó que cuatro padres jesuitas recogieran los documentos para contrastar las acusaciones contra Pío XII.
Pero la comisión —integrada por los académicos universitarios norteamericanos John Marley, Gerald Fogarty y Eva Flescher, por la parte católica, y el canadiense Michael Marrus, el israelí Robert Wistrich y el estadounidense Bernard Suchecky, por la parte judía—, pretendió respuestas acerca de los puntos oscuros que no resolvía el examen de los once volúmenes pergeñados por los cuatro jesuitas.
Así, la comisión preparó 47 preguntas que el padre Gumpel afirma haber respondido, aunque sostiene que hubo fugas de noticias por parte "de tres personas judías que colaboraban en los trabajos". Por estas fugas de noticias "toda la atmósfera fue envenenada", sostuvo el jesuita.
Pero la comisión insistió en que "faltan piezas importantes" en el rompecabezas. Por ejemplo, es muy difícil explicar lo que Pío XII sabía acerca de la situación interna en Alemania. En marzo de 1944, el Papa escribió al obispo de Berlín, Konrad von Preysing: "Ante mí están sus ocho cartas de 1943 y cinco cartas de 1944". Los historiadores preguntaron: "Estas cartas están en los archivos, ¿podemos verlas?".
El Vaticano respondió con un "no". Las "razones técnicas" es la falta de catalogación de tres millones de documentos de la época, que en gran parte están aún en manos de la Secretaría de Estado. La Santa Sede mantiene fuera de la vista pública sus documentos por al menos 70 años. El archivista de la Iglesia es el cardenal argentino Jorge Mejía, quien en octubre de 2000 explicó que el archivo será hecho público "a tiempo debido".
Pero las "razones técnicas" no impidieron producir los cinco mil documentos que prepararon por orden de Paulo VI los cuatro jesuitas. Esto justifica la desconfianza de la parte judía. El director del Congreso Judío Mundial, Elon Steinberg, definió como "una profunda falla moral" el rechazo del Vaticano. Pero el miembro católico, monseñor Fogarty, no cree que la Santa Sede quiera esconder informaciones que echarían culpas sobre la figura de Pío XII, porque un escándalo de este tipo "podría demorar o comprometer el proceso de beatificación".
Vistor