Puntos de interés en la asamblea.
1. Traigan lo mejor, ofrezcan lo mejor de ustedes.
Mal 1:6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Mal 1:7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.
Mal 1:8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo, cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
Mal 1:9 Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.
Mal 1:10 ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
Mal 1:11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
Cuando estamos involucrados en la Iglesia de Dios debemos siempre recordar que nuestro trabajo lo estamos haciendo para la gloria del Señor Jesucristo.
En el Nuevo Testamento vemos que nosotros los cristianos somos el verdadero sacerdocio de Cristo…y se le llama Real Sacerdocio, pueblo adquirido a un altísimo precio.
Y debemos estar conscientes que debemos de traerle al Señor lo mejor que podamos ofrecer.
Cuando estamos involucrados en la Asamblea debemos tener siempre presente que en cada reunión está el Señor en medio de nosotros.
Su amorosa mirada es para cada uno de nosotros, una mirada que penetra dentro de nuestro corazón conociendo nuestras intenciones, nuestros motivos, nuestros pensamientos. Y de acuerdo al texto que hemos leído, el desea que haya un reconocimiento voluntario, de su Grandeza, de su Honra…de su Humildad, de su Amor.
Debemos traerle al Señor nuestra mejor ofrenda.
TRES CRITERIOS DE UNA IGLESIA SALUDABLE
Los ancianos deben tener bien claro a que estamos llamados.
Los ancianos no están llamados a “gobernar” la asamblea, ese no es el trabajo de los ancianos.
Tenemos a Cristo que nos dirige por sobre todas las cosas como Cabeza de la Iglesia
El trabajo de los ancianos es el hacer discípulos conforme a la Gran Comisión.
Hay que trabajar con las familias.
Fortalecer los matrimonios en las enseñanzas de Cristo.
Porque una familia fuerte en Cristo establece una asamblea fuerte y nos dirige hacia el trabajo con jóvenes, con niños.
Entonces los ancianos deben tener clara su misión, y también un plan de trabajo que le ayude a desarrollar los objetivos del Ministerio.
¿Es la asistencia social un recurso bíblico para el crecimiento de la asamblea?
¿Desea añadir su grano de arena para la gloria del Señor?
1. Traigan lo mejor, ofrezcan lo mejor de ustedes.
Mal 1:6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
Mal 1:7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.
Mal 1:8 Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo, cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
Mal 1:9 Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.
Mal 1:10 ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
Mal 1:11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
Cuando estamos involucrados en la Iglesia de Dios debemos siempre recordar que nuestro trabajo lo estamos haciendo para la gloria del Señor Jesucristo.
En el Nuevo Testamento vemos que nosotros los cristianos somos el verdadero sacerdocio de Cristo…y se le llama Real Sacerdocio, pueblo adquirido a un altísimo precio.
Y debemos estar conscientes que debemos de traerle al Señor lo mejor que podamos ofrecer.
Cuando estamos involucrados en la Asamblea debemos tener siempre presente que en cada reunión está el Señor en medio de nosotros.
Su amorosa mirada es para cada uno de nosotros, una mirada que penetra dentro de nuestro corazón conociendo nuestras intenciones, nuestros motivos, nuestros pensamientos. Y de acuerdo al texto que hemos leído, el desea que haya un reconocimiento voluntario, de su Grandeza, de su Honra…de su Humildad, de su Amor.
Debemos traerle al Señor nuestra mejor ofrenda.
TRES CRITERIOS DE UNA IGLESIA SALUDABLE
- Una asamblea que ama a Dios sobre todas las cosas
- Una asamblea que ama al prójimo
- Una asamblea que está practicando la Gran Comisión
Los ancianos deben tener bien claro a que estamos llamados.
Los ancianos no están llamados a “gobernar” la asamblea, ese no es el trabajo de los ancianos.
Tenemos a Cristo que nos dirige por sobre todas las cosas como Cabeza de la Iglesia
El trabajo de los ancianos es el hacer discípulos conforme a la Gran Comisión.
Hay que trabajar con las familias.
Fortalecer los matrimonios en las enseñanzas de Cristo.
Porque una familia fuerte en Cristo establece una asamblea fuerte y nos dirige hacia el trabajo con jóvenes, con niños.
Entonces los ancianos deben tener clara su misión, y también un plan de trabajo que le ayude a desarrollar los objetivos del Ministerio.
¿Es la asistencia social un recurso bíblico para el crecimiento de la asamblea?
¿Desea añadir su grano de arena para la gloria del Señor?