TESTIMONIO DE TRANSFORMACIÓN: DEL NAUFRAGIO ESPIRITUAL A LA ROCA INQUEBRANTABLE
Queridos hermanos en la fe,
Este testimonio es el reflejo de una travesía personal que inició con un diagnóstico de cáncer.
No escogí este camino. Nadie se levanta una mañana diciendo “hoy quiero enfrentarme a una palabra que parte la vida en dos”. Pero el cáncer llegó así: sin pedir permiso, sin tocar la puerta, sin respetar miedos ni calendarios. Y cuando llegó, hizo algo más que enfermar mi cuerpo; hundió mis certezas, sacudió mi fe, y me obligó a mirar al cielo sin saber si recibiría un milagro… o silencio.
Durante meses viví en un territorio extraño donde la fe ya no era un discurso bonito, sino un salvavidas. Descubrí que la duda también ora, que el llanto tiene voz, y que Dios puede estar cerca incluso cuando uno no siente nada. Aprendí, entre agujas y diagnósticos, que hay un tipo de fe que no nace de los púlpitos, sino de las camillas; una fe que no presume, pero resiste. Una fe que no exige respuestas, pero se aferra a un Dios que sigue siendo Dios aunque uno esté roto.
Mi travesía no fue lineal. Hubo días de querer rendirme y otros donde la esperanza me rescataba por puro acto de gracia. Pasé de preguntarle “¿por qué a mí?” a susurrarle “camina conmigo, por favor”. Y allí, en medio del caos, descubrí que el sufrimiento no destruye la fe… la depura. Que uno no sale igual de una tormenta así, pero puede salir nuevo. Transformado. Despierto.
Hace un tiempo atrás publiqué un libro titulado: Transforma Fe: El naufragio espiritual del cáncer; que no es un manual médico ni una lección de fe. Es el relato crudo y luminoso de un hombre que se vio obligado a soltar la fe que tenía… para encontrar la fe que necesitaba. Es una conversación honesta con todos los que alguna vez han sentido que la vida los dejó sin aire y sin respuestas.
Este libro es para quienes viven su propio naufragio: por cáncer, por dolor, por crisis de fe, por despedidas, por noches largas donde no se ve a Dios. Si estás cansado(a) de los clichés religiosos, si buscas una fe que se parezca más a la vida real que a un sermón perfecto, este viaje es para ti.
Ojalá te encuentres en sus páginas. Ojalá te devuelva un poco de esperanza. Ojalá te recuerde que no estás solo, y que aun cuando todo tiembla… Dios no se mueve.
Si deseas conocer esta historia completa —sin filtros, sin máscaras y con el alma abierta— el libro está disponible para ti.
Porque hay heridas que, al contarse, se convierten en faro para otros.
Con una fe renovada y esperanzado en que encuentres la fe que necesitas
Javier Francisco
Queridos hermanos en la fe,
Este testimonio es el reflejo de una travesía personal que inició con un diagnóstico de cáncer.
No escogí este camino. Nadie se levanta una mañana diciendo “hoy quiero enfrentarme a una palabra que parte la vida en dos”. Pero el cáncer llegó así: sin pedir permiso, sin tocar la puerta, sin respetar miedos ni calendarios. Y cuando llegó, hizo algo más que enfermar mi cuerpo; hundió mis certezas, sacudió mi fe, y me obligó a mirar al cielo sin saber si recibiría un milagro… o silencio.
Durante meses viví en un territorio extraño donde la fe ya no era un discurso bonito, sino un salvavidas. Descubrí que la duda también ora, que el llanto tiene voz, y que Dios puede estar cerca incluso cuando uno no siente nada. Aprendí, entre agujas y diagnósticos, que hay un tipo de fe que no nace de los púlpitos, sino de las camillas; una fe que no presume, pero resiste. Una fe que no exige respuestas, pero se aferra a un Dios que sigue siendo Dios aunque uno esté roto.
Mi travesía no fue lineal. Hubo días de querer rendirme y otros donde la esperanza me rescataba por puro acto de gracia. Pasé de preguntarle “¿por qué a mí?” a susurrarle “camina conmigo, por favor”. Y allí, en medio del caos, descubrí que el sufrimiento no destruye la fe… la depura. Que uno no sale igual de una tormenta así, pero puede salir nuevo. Transformado. Despierto.
Hace un tiempo atrás publiqué un libro titulado: Transforma Fe: El naufragio espiritual del cáncer; que no es un manual médico ni una lección de fe. Es el relato crudo y luminoso de un hombre que se vio obligado a soltar la fe que tenía… para encontrar la fe que necesitaba. Es una conversación honesta con todos los que alguna vez han sentido que la vida los dejó sin aire y sin respuestas.
Este libro es para quienes viven su propio naufragio: por cáncer, por dolor, por crisis de fe, por despedidas, por noches largas donde no se ve a Dios. Si estás cansado(a) de los clichés religiosos, si buscas una fe que se parezca más a la vida real que a un sermón perfecto, este viaje es para ti.
Ojalá te encuentres en sus páginas. Ojalá te devuelva un poco de esperanza. Ojalá te recuerde que no estás solo, y que aun cuando todo tiembla… Dios no se mueve.
Si deseas conocer esta historia completa —sin filtros, sin máscaras y con el alma abierta— el libro está disponible para ti.
Porque hay heridas que, al contarse, se convierten en faro para otros.
Con una fe renovada y esperanzado en que encuentres la fe que necesitas
Javier Francisco