Después de leer todos los aportes de los santos hijos de Dios que han tratado de hacer entrar en su razón a Ca(r)ballo Rencoroso (a) FEGNA, lo único que he podido hacer es darle Gracias a Dios que nos ha dado su PALABRA que es la medida de nuestra conducta.
Incesantemente Ca(r)ballo mete la pata; y las patadas que tira son las de un equino. Hombre, ¿hasta cuándo vas a entender que lo que Dios no nos ha dado no nos lo puede dar Salamanca o algunos añitos en la orden de los salesianos. No insistas, hombre. No es que yo no sea pecador, mentiroso, o lo que tu me quieras llmar. No, hombre. Lo que está en juego es el número de veces que "tiras coces contra el agujón".
Mira, tú puedes seguir insultándome. Eso no me hiere ni un ápice porque ya declaré que "soy", soy el pecador más grande del mundo, he roto toda la Ley de Dios, soy un indigno pedazo de porquería. Eso es lo que soy. Ahora bien, el trabajo del Espíritu Santo sigue funcionando en mi vida y él me está cambiando y algún día voy a llegar a la estatura de Cristo. Cuando yo me muera los ángeles van a tocar trompeta, no porque habré sido buenito ni mucho menos sino porque JESUCRISTO me encontró, me recogió, me limpió, y me adoptó como su hijo.
Tu ignorancia de este EVANGELIO DE JESUCRISTO te enceguece, te dedicas a defender lo indefendible, lo que Dios ya ha despreciado. Vamos, roto, enderézate y levántate, sal de la pocilga y comienza a caminar adonde está el PADRE CELESTIAL siguiendo a JESUCRISTO. Si sigues a MARIA, ¡TE FREGASTE!
Incesantemente Ca(r)ballo mete la pata; y las patadas que tira son las de un equino. Hombre, ¿hasta cuándo vas a entender que lo que Dios no nos ha dado no nos lo puede dar Salamanca o algunos añitos en la orden de los salesianos. No insistas, hombre. No es que yo no sea pecador, mentiroso, o lo que tu me quieras llmar. No, hombre. Lo que está en juego es el número de veces que "tiras coces contra el agujón".
Mira, tú puedes seguir insultándome. Eso no me hiere ni un ápice porque ya declaré que "soy", soy el pecador más grande del mundo, he roto toda la Ley de Dios, soy un indigno pedazo de porquería. Eso es lo que soy. Ahora bien, el trabajo del Espíritu Santo sigue funcionando en mi vida y él me está cambiando y algún día voy a llegar a la estatura de Cristo. Cuando yo me muera los ángeles van a tocar trompeta, no porque habré sido buenito ni mucho menos sino porque JESUCRISTO me encontró, me recogió, me limpió, y me adoptó como su hijo.
Tu ignorancia de este EVANGELIO DE JESUCRISTO te enceguece, te dedicas a defender lo indefendible, lo que Dios ya ha despreciado. Vamos, roto, enderézate y levántate, sal de la pocilga y comienza a caminar adonde está el PADRE CELESTIAL siguiendo a JESUCRISTO. Si sigues a MARIA, ¡TE FREGASTE!