Re: un gallo que precide la venida de Cristo
Unos pocos testimonios directos de la Palabra de Dios, que nos ha sido dada como lámpara para nuestros pies, demostrarán en qué consiste este misterio. "Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra." (Efesios 1:9, lo.) Aquí el propósito que Dios tiene de reunir todas las cosas en Cristo es llamado el "misterio" de su voluntad. Esto se realiza por el Evangelio. "Y por mí [pide Pablo que se hagan oraciones], para que me sea dada palabra en el abrir de mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del evangelio." (Efesios 6:19.) Aquí el Evangelio es llamado misterio. En Colosenses 4:3, se lo llama el misterio de Cristo. Leemos además:
"A saber, que por revelación me fue declarado el misterio, como antes he escrito en breve; . . . que los gentiles sean juntamente herederos, e incorporados, y consortes de su promesa en Cristo por el evangelio." (Efesios 3:3, 6.) Pablo declara aquí que el misterio le fue dado a conocer por revelación, como lo había escrito antes. Con esto se refiere a su epístola a los Gálatas, donde anotó lo que le había sido dado "por revelación," en estas palabras: "Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio que ha sido anunciado por mí, no es según hombre; pues ni yo lo recibí, ni lo aprendí de hombre, sino por revelación de Jesucristo." (Gálatas 1:11,12.) En este pasaje Pablo nos dice claramente que lo que recibió por revelación era el Evangelio. En Efesios 3:3, lo llama el misterio que le fue comunicado por revelación, como había escrito antes. La epístola a los gálatas fue escrita hacia el año 54, y la de los efesios más o menos en 65.
Frente a estos testimonios, pocos estarán dispuestos a negar que el misterio de Dios es el Evangelio. Es por lo tanto lo mismo que si el ángel hubiese declarado: En los días de la voz del séptimo ángel, cuando empiece a tocar la trompeta, el Evangelio será consumado.
¿En qué consiste la consumación del Evangelio?
Preguntemos primero con qué fin fue dado. fue dado para extraer de entre las naciones un pueblo que llevase el nombre de Dios. (Hechos 15:14.)
Su consumación será pues la terminación de esta obra. Quedará consumado cuando se haya completado el número de los hijos de Dios, cuando la misericordia deje de ser ofrecida, y termine el tiempo de gracia.
El tema queda ahora desplegado ante nosotros en toda su magnitud. Tal es la obra portentosa que se ha de realizar en los días en que se oiga la voz del séptimo ángel, cuyas notas de trompeta han estado repercutiendo por el mundo desde el año memorable de 1844. Dios no tarda en la ejecución de sus propósitos. Su obra no es incierta.
¿Estamos nosotros listos para arrostrar sus consecuencias?