UN DÍA EN LA CIMA

Cantor

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31 Enero 2002
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UN DÍA EN LA CIMA

UN DÍA EN LA CIMA


Su vida era de una continua felicidad, entendía que los afanes eran parte de esta vida, miraba como el hombre y la mujer se afanaban por el día de mañana, miraba en cada rostro de ellos una angustia, una expresión de insatisfacción en sus rostros, escuchaba quejas y mas quejas, como: ¿Cómo le haré para el día de mañana?, ¿tengo tanta deudas? ¿En qué invertiré el dinero? ¿qué haré con mis deudores y acreedores? “me ha ido tan mal en mi trabajo”, “no encuentro esposa(o)”, “necesito terminar una mi carrera”, “necesito encontrar un trabajo”, “¿por qué no soy feliz con mi pareja?” ¿“por qué mi novia(o) no me quiere, no me entiende?”, “desde que murió mi ser querido no he podido ser feliz”, “desde que termine con mi novia no encuentro la paz”, “ el dinero no alcanza, tengo tantos compromisos” , “mi prójimo sufre por mi causa y todo por mi carácter y actitud”, “nadie me quiere, nadie me comprende”, “que comeremos mañana” “no me toman en cuenta”, “me siento desplazado”, “tengo que construir”, “tengo que comprar un carro”, “ya no soporto la actitud y la confrontación con el líder, mejor renuncio”, “ya no iré a la iglesia porque no me toman en cuenta”, “nadie me visita”, “tengo enfermo a alguien de la familia”, “falleció mi ser querido o mi amigo que desgracia”, cada expresión conllevaba una expresión de insatisfacción personal, en aquel humilde hogar trabajaban unas manos que estaban callosas de la labor tan pesada y rustica sus herramientas eran: cincel, martillo, martillo, clavos y la madera, trabajaba con pasión, en su mente corrían escenas preciosas, cuando escuchaba expresiones de lamentaciones, de quejas de murmuraciones solo pensaba como liberar a las personas que estaban aprisionadas por la preocupación y por su afán del día de mañana y seguía trabajando, resultaba impresionante verle su rostro porque cuando miraba, de sus ojos salía un lenguaje de amor, un lenguaje de ser un hombre feliz, su madre aprendió mucho de él, aprendió a depender de él, a confiar en su palabra, aprendió que solo él poseía una respuesta, cuando los problemas agobiaban a sus conciudadanos y como olas gigantescas en ese mar embravecido dispuestos a acabar con su nación y a su familia, él tenía una fe impresionante, supo afrontar con paciencia al peligro, su vida estaba llena de seguridad, cuando hablaba lo hacia con conocimiento de causa, sus labios nunca de corrompieron, nunca se llenaron de necedad, sus vecinos notaba algo raro en él, su comportamiento era excelente, que hombre tan espectacular, por eso cuando comenzó su ministerio, hablaba como alguien que tenía autoridad, y es que cuando una persona, familia o nación le visitan plagas de enfermedad y desgracia, no te sorprenda que venga y acuda para cambiar las cosas y dar una respuesta y una señal que sirva de testimonio para que el mundo vea y crea que verdaderamente es EL HIJO DE DIOS, cuando la desgracia venia a los hogares de los israelita y ya no había nada que hacer, sino solo lamentarse y llorar, él llegaba tranquilo, confiado, en que las cosas cambiarían, que personalidad tan asombrosa, el amaba a la humanidad, cuando se acercaba en donde había una persona o familia llena de dolor, su llegada era para dar consuelo, era para hacer lo imposible, era para dar vida cuando había muerte, y es que eso es lo que le caracteriza a él, sabe regalar su sonrisa, saber dar amor, sabe comprender y entender al corazón del hombre, y por le pedimos que su CONTINUARA...