
Un despertar a la vida...
Ps. Fernando Alexis Jiménez
El llanto de los presentes cambió sorpresivamente a estupor y,en fracción de segundos,a alegría y risas.Era pasada la medianoche.En todos los lugares de la sala de velación no cesaban los comentarios sobre sus virtudes,buen humor e inclinación a hacer el bien,y no faltó quien dijese que el difunto había partido a la eternidad debiéndole dinero. Lo previsible en un velorio...
Pero sus conversaciones se vieron interrumpidas cuando,despacio primero y con violencia después,se abrió la tapa del ataúd y vieron a Roberto de Simone,esforzándose por bajarse de allí.
Este negociante de 79 años había sufrido un infarto,y dándole por muerto,sus familiares habían ultimado detalles para el funeral.Su sorpresa fue mayor cuando le vieron frente a ellos pidiendo un vaso de agua mientras preguntaba a todos “¿Qué pasó?¿Por qué estoy aquí?”.
De la muerte a la vida
El insólito caso de este italiano no es el único.Se ha repetido una y otra vez en diferentes rincones de nuestra geografía.Alguien a quien todos daban por muerto que de pronto regresa...
Pero hay un hecho que causa mayor admiración y despierta la esperanza en todo ser humano.Es la posibilidad de una vida plena,en la que sueños,metas y anhelos se conviertan en realidad con ayuda de Dios. Es la nueva vida que ofrece nuestro Señor Jesucristo.
El lo prometió a sus discípulos y a nosotros.Dijo:“Yo soy la resurrección y la vida,el que cree en mi,aunque esté muerto,vivirá” (Juan 11:25).
Si alguna vez ha estado insomne pensando que su vida es un casos y preguntándose que ocurrirá cuando muera,es hora de aceptar a Jesucristo.¡Su vida jamás será la misma!
Es probable que no haya dado el paso...
Es probable que en su vida no tenga esa certeza de la resurrección porque no ha recibido en su corazón a Jesucristo como su único y suficiente Salvador.Hágalo ahora.Basta que le diga:“Señor Jesús, te recibo en mi corazón.Gracias por perdonar mis pecados.Haz de mi la persona que tú quieres que yo sea. Amén”
Ahora le invito para que siga los siguientes pasos.El primero,asuma de la oración un principio de vida.El segundo,que comience a buscar la voluntad de Dios en Su Palabra.Y el tercero,que comience a congregarse en una iglesia cristiana.
Ps. Fernando Alexis Jiménez
Correo electrónico: fernando@redministerial