Me presento.
Soy un creyente en Dios que acepta al Dios de la biblia, pero que se inspira en la época en donde cristiano era adjetivo de judío y no sustantivo de una religión diferente. Una época previa al polémico credo Atanasio y sus posibles interpretaciones.
Es cierto que en las escrituras aparecen tres elementos diferenciados y que, en plenitud, ninguno de los tres es como los otros, así como que los tres son Dios, pero soy escéptico de la idea de que no estén unidos, no solo en voluntad, sino también en naturaleza. Una idea que no contradice lo expresado en la literalidad del credo Atanasio, pero que puede ser objeto de debate.
Hago énfasis en que debemos de leer el credo Atanasio con la terminología de la época y el significado que entonces tenían las palabras.
Personarse del latín per-son, por el mismo, es la capacidad de una existencia de presentarse por voluntad propia o ajena. De esta forma es sinónimo de ente, de mente de inteligencia.
Por otro lado, me centro en la teología hebrea primigenia, en donde existen dos componentes inmateriales de la deidad, El “Ruaj Hakodesh” y el “Aim Soft”. El primero es la parte externa de la Deidad, con la que opera, crea y modifica la creación, y lo que retorna al “Aim Soft” a su eterna perfección. El “Aim soft”, sería la mente de Dios, su voluntad.
De esta forma, el “Aim Soft” está envuelto en el “Ruaj Hakodesh” y ambos componentes son la deidad.
Por otro lado, fundamento mi teoría en el hecho histórico de que el Hijo no vino a desvalidar la teología hebrea sino a matizar y certificar. El Hijo tomo parte en las labores del templo en tiempos de Caifas.
Estas son las premisas.
Dios, como se defendía en el cristianismo primitivo, tiene cuerpo, físico, tangible, perceptible.
El Espíritu Santo reside y puede ser otorgado tanto por El Padre como por El Hijo siendo a su vez una persona de la trinidad.
Luego he desarrollado un esquema visual de mi entendimiento de la trinidad en donde se cumplen las premisas del credo Atanasio sin que se cometa ninguna blasfemia contra verdades bíblicas.
Soy un creyente en Dios que acepta al Dios de la biblia, pero que se inspira en la época en donde cristiano era adjetivo de judío y no sustantivo de una religión diferente. Una época previa al polémico credo Atanasio y sus posibles interpretaciones.
Es cierto que en las escrituras aparecen tres elementos diferenciados y que, en plenitud, ninguno de los tres es como los otros, así como que los tres son Dios, pero soy escéptico de la idea de que no estén unidos, no solo en voluntad, sino también en naturaleza. Una idea que no contradice lo expresado en la literalidad del credo Atanasio, pero que puede ser objeto de debate.
Hago énfasis en que debemos de leer el credo Atanasio con la terminología de la época y el significado que entonces tenían las palabras.
Personarse del latín per-son, por el mismo, es la capacidad de una existencia de presentarse por voluntad propia o ajena. De esta forma es sinónimo de ente, de mente de inteligencia.
Por otro lado, me centro en la teología hebrea primigenia, en donde existen dos componentes inmateriales de la deidad, El “Ruaj Hakodesh” y el “Aim Soft”. El primero es la parte externa de la Deidad, con la que opera, crea y modifica la creación, y lo que retorna al “Aim Soft” a su eterna perfección. El “Aim soft”, sería la mente de Dios, su voluntad.
De esta forma, el “Aim Soft” está envuelto en el “Ruaj Hakodesh” y ambos componentes son la deidad.
Por otro lado, fundamento mi teoría en el hecho histórico de que el Hijo no vino a desvalidar la teología hebrea sino a matizar y certificar. El Hijo tomo parte en las labores del templo en tiempos de Caifas.
Estas son las premisas.
Dios, como se defendía en el cristianismo primitivo, tiene cuerpo, físico, tangible, perceptible.
El Espíritu Santo reside y puede ser otorgado tanto por El Padre como por El Hijo siendo a su vez una persona de la trinidad.
Luego he desarrollado un esquema visual de mi entendimiento de la trinidad en donde se cumplen las premisas del credo Atanasio sin que se cometa ninguna blasfemia contra verdades bíblicas.