Tras la muerte de Antonio Puerta

Re: Tras la muerte de Antonio Puerta

En la Biblia de todos los cristianos anteriores a la Reforma protestante, sí.
Pero eso también lo dejamos estar. Porque si nos ponemos a hablar de quienes mutilaron la Biblia para que la misma no desmintiera sus heterodoxias, no acabamos.

Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres, y Jesús jamás citó alguno de esos libros, ni la práctica de orar por los muertos. Punto y final.

Recuerde las palabras de Jerónimo:


ENCICLOPEDIA CATÓLICA

San Jerónimo echó su considerable peso hacia el lado desfavorable a los libros discutidos...
Explícitamente afirma que Sabiduría, Eclesiástico, Tobías y Judit no pertenecen al canon. Añade que esos libros se leen en los templos para la edificación de los fieles pero no para confirmar la doctrina revelada. Si se analizan cuidadosamente las expresiones de Jerónimo, en sus cartas y prefacios, acerca de los deutero, podemos ver los siguientes resultados: primero, duda seriamente de su inspiración divina; segundo, el hecho de que ocasionalmente los cite y que haya traducido algunos de ellos como concesión a la tradición eclesiástica, es un testimonio involuntario de su parte al elevado reconocimiento que gozaban en la Iglesia en general, y a la fuerza de la tradición práctica que prescribía su uso en el culto público. Obviamente, el rango inferior al que autoridades como Orígenes, Atanasio y Jerónimo los relegaban se debían a una concepción muy rígida de canonicidad, que exigía que un libro, para ser elevado a esa dignidad suprema, debería ser reconocido por todos, tener la sanción de la antigüedad judía y ser apto no sólo para edificar sino para “confirmar la doctrina de la Iglesia”, para utilizar una frase de Jerónimo…”

http://www.enciclopediacatolica.com/c/canonantiguo.htm
 
Re: Tras la muerte de Antonio Puerta

Y además, Macabeos no se encuentra en el Codex Vaticanus

:dogpile:

Así, que a otro perro con ese hueso.


:elcaminan
 
Re: Tras la muerte de Antonio Puerta

Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres, y Jesús jamás citó alguno de esos libros, ni la práctica de orar por los muertos. Punto y final.

Recuerde las palabras de Jerónimo:

¿Dice usted el mismo Jerónimo que incluyó dichos libros en su Vulgata cuando se lo pidió el Papa? ¿Dice usted el mismo Jerónimo que aceptó que su opinón privada sobre ese asunto no estaba por encima de la del Papa y los concilios que trataron el tema?

Bien..

Hechos ciertísimos:
1- La Biblia no contiene una lista de los libros canónicos.
2- La Iglesia de Cristo discernió con el paso de los siglos cuáles libros eran canónicos y cuáles no.
3- Católicos y ortodoxos (y también el resto de iglesias orientales separadas de la comunión tras Éfeso y Calcedonia) tenemos una misma Biblia. Incluye los deuterocanónicos.
4- Las primeras Biblias protestantes los incluían. Los anabaptistas los citaban como parte de la Escritura.
5- Alguien los quitó de la Biblia. Es decir, alguien mutiló la Palabra de Dios.
6- En el Codex Vaticanus faltan salmos y están incluídos todos los deuterocanónicos menos los libros de Macabeos.
7- Precisamente el Codex Vaticanus es el único manuscrito antiguo que excluye parte de los deuterocanónicos. TODOS LOS DEMAS manuscritos más antiguos contienen los siete libros.


Ah, y
8- Pregunta: ¿Por qué San Pablo no condena la práctica de bautizarse por los muertos?
 
Re: Tras la muerte de Antonio Puerta

¿En qué me he equivocado?
06.09.07 @ 04:28:43. Archivado en Actualidad
Hace dos días escribí uno de los posts más polémicos y desafortunados en la corta historia de este blog. Ciertamente mi intención no era ofender a nadie y mucho menos atacar a la persona de Antonio Puerta, fallecido en unas trágicas circunstancias por todos conocidas. Pero independientemente de mis intenciones y de las razones que podría aducir para hacer lo que hice, es de justicia reconocer que me he equivocado en lo siguiente:

- Lo primero de todo, debí haber manifestado mi pesar por lo ocurrido, dándo el pésame a los familiares y amigos de Antonio Puerta. Aunque al final del post pedí que se orara por su alma, eso no excusa que al principio se diera por mi parte una falta de duelo cristiano ante el dolor ajeno. Mea culpa.

- Aunque Antonio era un personaje público y su muerte la he hecho, si cabe, aun más conocido para todo el mundo, la cercanía de su muerte hacía imprudente e innecesario por mi parte usar su persona para un artículo de ese cariz. Tal acción puede considerarse como una falta de respeto mío hacia él. Mea culpa.

- El hablar de su situación sentimental adjudicándole un calificativo moral negativo, independientemente de que la mucha o poca verdad que pudiera haber en el mismo, tampoco es lo más adecuado dadas las circunstancias. Para señalar la -según la fe católica- inmoralidad de determinado tipo de relaciones sentimentales, no hace falta poner nombres y apellidos. Y menos si el nombre y los apellidos son los de alguien que acaba de morir. Y menos aún si hay una madre y una criatura que está a punto de nacer. Mea culpa.

- Citar la Escritura es una cosa muy sana, sobre todo cuando de lo que se trata es de hacer reflexionar sobre la moral pública a la luz de la Revelación de Dios. Pero usarla en el contexto de los errores que he señalado, es hacer un flaco favor a su eficacia como texto "inspirado por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia"(2 Tim 3,16). Mea culpa

- Mi necedad e imprudencia ha redundado, directa o indirectamente, en perjuicio de mi Iglesia, aunque la misma no tenga culpa alguna de que yo haya actuado así. Dado que en este blog hago gala de mi condición de católico por la gracia de Dios y dado que es obvio mi interés en intentar defender la fe y doctrina católicas, cualquier atisbo de falta de caridad en mi proceder afecta a todos mis hermanos en la fe. Mea culpa.

- Por encima de todo lo dicho hasta ahora, lo que más siento es haber ofendido a Dios. Si hubiera sido más sensible a su voluntad, no habría escrito ese artículo o lo habría hecho de una forma muy diferente. "Atrae más una cucharada de miel que cien barriles de vinagre" decía San Francisco de Sales. Y yo he añadido vinagre a un hecho ya de por sí luctuoso. Las pocas cucharadas de miel que aporté al final del artículo no cubren el error precedente. Además, sé que no es la primera vez que actúo así. Con lo cual, o corrijo ese defecto o más me vale quedarme quietecito. Mea culpa.

Por tanto, y sin negar lo que de verdadero y conforme a la fe que profeso había en mi exposición, he de reconocer que he pecado contra Dios, contra mis hermanos, contra Antonio Puerta y contra sus familiares y seres queridos. Pido perdón a todos por ello. Y pido a Dios que se apiade del alma de Antonio y de la mía propia. Que falta me hace. A su misericordia me acojo.

Kyrie eleison

Luis Fernando Pérez Bustamante
 
Re: Tras la muerte de Antonio Puerta

En una sociedad en la que tan difícil es que las personas pidan perdón públicamente, lo que tú has hecho es algo que te honra y de lo que muchos debemos aprender.

Gracias por tu ejemplo

bendiciones
 
Re: Tras la muerte de Antonio Puerta

En una sociedad en la que tan difícil es que las personas pidan perdón públicamente, lo que tú has hecho es algo que te honra y de lo que muchos debemos aprender.

Gracias por tu ejemplo

bendiciones

Digo exactamente lo mismo. ha sido muy sabio y humilde por parte de Luis Fernando el analizar así su situación.

Lo que nos queda es pedir a Dios misericordia por este pobre joven que encontró la muerte de forma tan repentina. Ya sea que creamos o no en los sufragios por los muertos, todos creemos en la misericordia de Dios.