TRAIDORES? O TRADICION?

A vueltas con la misma história.

A vueltas con la misma história.

Querida Mari Paz, aquí tienes algo para abrir boca.

En Estados Unidos se considera delito, bajo el nombre de 'pederastia', la relación sexual de adultos con menores de edad, es decir, menores de 18 años. Los titulares de prensa se han llenado estos últimos meses de casos de 'curas pedófilos', pero al leer los artículos lo que más abunda son ejemplos como el del condado californiano de Orange, donde un sacerdote homosexual es acusado de practicar sexo consensuado con un chico de 17 años. Esto está penado en California, mientras que en Gran Bretaña el gobierno laborista de Tony Blair usó hace poco procedimientos legislativos especiales para conceder a los invertidos una vieja petición: bajar la edad legal de consentimiento al sexo homosexual hasta los 16 años.

Es decir, lo que la prensa en USA llama "abusos de niños", y lo que durante decenios se habría recogido como corrupción o seducción de un menor de edad, hoy en países de Europa occidental no es en absoluto delito. Sin ir más lejos, el Casal Lambda de Barcelona, veterana institución del movimiento sarasa subvencionada año tras año por las administraciones, defiende las relaciones sexuales entre un chaval de 14 años y un bujarrón mucho mayor, que le inició en las practicas sodomitas.

Abusos a niños

El problema del abuso sexual a infantes es gravisimo. Europa exporta millones de turistas cada año a Oriente: Tailandia cuenta con 300.000 niños en esta "industria", la India 400.000, Filipinas 100.000, Sri Lanka 30.000. Desde 1990 la Iglesia católica se ha volcado especialmente en la lucha por estos niños. Así, la Oficina Católica Internacional de la Infancia mantiene una campaña permanente sobre este tema. Hasta 15 millones de niños en el mundo son explotados hoy por la prostitución y la pornografía, hoy más accesible que nunca y antesala de todo este comercio.

Charol Shakeshaft, autora de un libro sobre abuso de menores en las escuelas de EE.UU., dice en The Economist (6 abril 2002) que allí el 15 por ciento de los alumnos sufren abusos sexuales por parte de profesores o personal de otro tipo en algún momento de su vida escolar, y que el 5 por ciento de los profesores han abusado de alumnos.

Señala Ernie Allen, presidente del Centro Nacional sobre Niños Perdidos y Explotados de EEUU que los pederastas van donde hay niños: escuelas, equipos deportivos, grupos scout, guarderías. Suelen ser gente muy dedicada a los pequeños laboralmente. Cuando se comete el abuso, rara vez se denuncia, a las autoridades académicas sólo les llegan rumores y éstas prefieren trasladar a los profesores de un sitio a otro antes que expulsar de la profesión al culpable. Un estudio realizado en 1995, a partir 225 casos de alumnos abusados por profesores o personal no docente, descubrió que sólo en el 1 por ciento de los casos los superiores del distrito escolar iniciaron gestiones para expulsar al pederasta del ámbito escolar.

En Estados Unidos se considera que hay 105.000 casos anuales de abuso sexual a menores de edad. Muy pocos tienen algo que ver con la Iglesia católica y, sin embargo, ésta lleva meses monopolizando el tema en las portadas.

Cooperantes buenos, musulmanes pacíficos, curas pedófilos

Otros casos lamentables, en cambio, pasan casi inadvertidos. El Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y la ONG Save the Children han presentado 1.500 declaraciones que detallan recientes abusos de cascos azules y cooperantes de hasta 40 ONG en Guinea, Liberia y Sierra Leona. Las víctimas son niñas de 13 a 17 años de campos de refugiados, con preferencia vírgenes para evitar el sida, coaccionadas a cambio de harina, sábanas, medicinas, etc.

En todos los casos, como en el 11 de septiembre, la prensa americana ha insistido -acertadamente- en que la mayoría de los cooperantes son buenos y la mayoría de los musulmanes son pacíficos. En el caso de los abusos sexuales en la Iglesia católica, en cambio, la prensa no matiza: las terribles historias de sexo en la rectoría son maximalistas y su consigna sencilla. "Cuidado con los curas, son pedófilos, tus hijos peligran".

Y sin embargo, lo cierto es que de todos los curas implicados en estos escándalos, son menos de media docena los que han molestado a niños preadolescentes (aunque cada uno de ellos haya molestado a muchos). El único estudio científico del problema, REALIZADO POR EL SOCIOLOGO EPISCOPALIANO, PROTESTANTE, Philip Jenkins a partir de los 2.252 curas católicos de Chicago entre 1963 y 1991, registra 41 sacerdotes implicados en abusos sexuales (un 1,8 por ciento). Y sólo uno era pederasta.

La inmensa mayoría de abusos sexuales en el clero americano se refieren a sacerdotes homosexuales que molestaron a chicos de 16 ó 17 años. El problema en la Iglesia en USA no es la pederastia: es la homosexualidad.

La prensa esconde el factor homosexual

Los medios de comunicación norteamericanos han escondido el hecho de que eran curas homosexuales los que molestaban a adolescentes varones. En inglés es fácil hacerlo ya que el género no se nota en muchas palabras neutras que son las que se han usado en los artículos continuamente: "the teen-ager", "the victim", "the accuser", "the former student", etc...


John McCloskey, director del Catholic Information Center de Washington, explica que "éste es un problema de homosexuales activos dentro del clero, no un problema de pederastia. La prensa norteamericana no quiere reconocer esto. Muchos medios han estado propugnando que los Boy Scouts admitieran a homosexuales entre sus monitores. Además, la prensa y los católicos disidentes utilizan la conducta de una pequeña proporción del clero católico para atacar sin tregua al sacerdocio, a la jerarquía de la Iglesia, propugnar la abrogación del celibato sacerdotal y la ordenación de mujeres".

En esta línea de ocultación, están grupos de activismo gay como Dignity, Call to Action o el lobby abortista -y financiado por la industria del aborto- Catholics for a Free Choice. El articulista Andrew Sullivan, "católico homosexual", es un ejemplo de periodista designado desde el establishment -en este caso la revista Time- para llevar el tema hacia el celibato, calificándolo de "carga onerosa que puede distorsionar fácilmente la psique de una persona". Lo cierto es que el matrimonio de los curas pederastas u homosexuales no curaría ni su pederastia ni su homosexualidad y no tiene nada que ver con un problema de homosexuales activos en el clero.

Richard Cross, laico casado y doctor en psicología por la Universidad de Indiana, explica que "el abuso a menores por parte de heterosexuales es más común que el abuso por parte de homosexuales. Sin embargo, el porcentaje de heterosexuales que abusan es mucho menor que el de homosexuales que abusan. Cerca de un tercio de homosexuales tiene tendencias pederastas".

Cuarenta años de subcultura gay en los seminarios

En 1993 el National Catholic Reporter publicaba que un 10 por ciento de los sacerdotes norteamericanos habría recibido en alguna ocasión insinuaciones sexuales de sus maestros, directores u otros superiores durante su período de formación en el seminario.

E. Michael Jones, editor de la revista católica Culture Wars (www.culturewars.com), es un psicólogo especializado en el uso del deseo como herramienta de control social. En su opinión "los cambios que crearon la atmósfera que ha permitido el desastre, la cultura de decir sí al apetito, sucedió 20 años antes de los abusos que ahora vemos, es decir, en los años 60, cuando la Iglesia católica, fatalmente dócil a la cultura dominante de control mediante el apetito, empezó a dirigir seminarios y órdenes religiosas según los principios de Carl Rogers y Sigmund Freud."

Según Jones, "la Iglesia católica abandonó la disciplina sexual tradicional en sus órdenes religiosas porque la cultura dominante de control mediante el apetito dijo que mejoraría la vida religiosa. En cambio, la liberación del control moral destruyó la vida religiosa". Así se explica en parte que de 1966 a 1999 el número de seminaristas pasara de casi 40.000 a menos de 5.000.

Las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia en todos estos sitios son sustituidas por opiniones de teólogos más o menos disidentes. Los aspirantes heterosexuales se ven desanimados y muchos obispos, con distintos grados de culpa, se amparan en la escasez de sacerdotes para aceptar a los más inadecuados aspirantes.

¿Cuántos homosexuales hay, pues, en la Iglesia estadounidense? Según Richard Sipe, psicoterapeuta (y ex cura) que lleva 40 años estudiando el tema, pueden estimarse en un 20 por ciento (citado por Robert Sungenis en www.catholicintl.com/epologetics/judgement.html).

Si, según el Dr. Cross, un tercio presentan tendencias pederastas, eso significa 3.000 personas homosexuales con esta tendencia ejerciendo el sacerdocio. Sería, según laicos como E. Michael Jones o Robert Sungenis, el resultado de 40 años de desidia en la formación de sacerdotes por miedo a enfrentarse a la cultura dominante.

Soluciones en obispados y en seminarios

Esta crisis no es una broma. La Iglesia de EE.UU. ha perdido muchísimo prestigio y 1.000 millones de dólares. La diócesis de Santa Fe está casi en bancarrota con 100 denuncias contra sus sacerdotes y su obispo. Su aseguradora se niega a pagar porque la Iglesia "siguió asignando parroquias a sacerdotes con un historial de abusos". Philadelphia, Nueva York, St. Louis, Milwaukee, Baltimore, Los Angeles y Pittsburg son las que están entre las más afectadas. Un solo sacerdote corrupto puede generar muchas demandas si abusa de muchos menores.

La prensa católica, especialmente la más fiel al Magisterio, pide radicalidad. Así, el editor de First Things, el padre Richard Neuhaus, absolutamente fiel a la jerarquía, ha dicho: "Tenemos demasiados obispos que han sido negligentes y unos cuantos que han sido cómplices".

Si desde la sociedad laica se acusa a los obispos de no haber denunciado a los criminales o a los sospechosos de serlo, desde la sociedad católica se les acusa de haber abdicado de su deber de enseñar la doctrina con autoridad y disciplina y permitir el disenso en temas de sexualidad, con las graves consecuencias que ahora pagan todos los laicos.

¿Han entendido el tema los obispos?

¿Tienen claro los obispos que se trata de un tema de homosexualidad, consentida y fomentada desde muchas instancias? El obispo auxiliar de Nueva York, Eugene Clark, sí lo tiene claro, y por eso dijo el 22 de abril en una homilía que toda la crisis se originó al ser aceptados homosexuales en los seminarios. A continuación, explicó toda la doctrina del catecismo sobre homosexualidad. De inmediato salió a los medios el portavoz de la diócesis neoyorquina, Joe Zwilling neutralizando la homilía de Clark: "Hablaba en su propio nombre", dijo.

"Mientras los obispos sigan autoconvenciéndose de que el problema es la pedofilia y no la homosexualidad, continuaremos teniendo estos casos", denuncia Robert Sungenis, ex protestante converso al catolicismo y uno de los más famosos apologistas católicos del mundo. "La única cosa que puede salvar a la Iglesia es la disciplina y el apartar del sacerdocio de manera incondicional e inmediata a cada obispo o sacerdote que ha estado directamente involucrado o ha permitido que estas inmoralidades sucediesen. El siguiente paso es limpiar cada seminario de EE.UU. y del extranjero de cada estudiante o profesor que defienda o practique la homosexualidad".

Sungenis recuerda las instrucciones de San Pablo en la primera carta a los Cortintios (1 Cor 5, 5-7) ante graves perversiones sexuales: "La cosa no es para que os sintáis orgullosos; ¿no sabéis que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Echad fuera la levadura vieja para ser una masa nueva, puesto que sois panes sin levadura".

Según John McCloskey, del Catholic Information Service, "si los homosexuales u otros candidatos no idóneos no fueran admitidos en los seminarios ni ordenados, habría un resurgimiento de jóvenes viriles con deseos de santidad y evangelización que responderían a la llamada de Cristo. Así lo confirma la experiencia de un número creciente de diócesis de EE.UU.".

Que Dios os bendiga.
 
Ese es el problema, ser "apologista" del catolicismo, de la religiosidad catolica, en vez de buscar el Reino de Dios y su Justicia, llamando al arrepentimiento y denunciando el pecado, como hiciera Juan el Bautista.


¿Pero como se denunciará y corregirá, lo que se está negando que ocurre? :(


El sindrome del avestruz, esta muy extendido. Y mientras sigáis escondiendo o girando la cabeza ante las evidencias, Cristo seguirá siendo vituperado por aquellos que llevan nombre de cristianos, pero son violadores y depravados, que el celibato obligatorio de Roma ha fomentado y sigue fomentando, encubriendo y practicando.


Eso, es lo triste y lo preocupante.....que haya pecado sexual en el clero, y que se encubra, minimice o niegue. Y luego, se prohiba a la gente usar anticonceptivos o se le diga que la homosexualidad es pecado. El pueblo ve ese doble lenguaje, y se aleja de Cristo...pues si esos depravados violadores y pedófilos son los representantes.....
 
Mas datos.

Mas datos.

Hablar de este tema es muy largo y farragoso, pero tengo material por un tubo para poder sopesarlo con un mínimo de seriedad.
Por ejemplo, este:


http://apologetica.org/

Pedofilia:
¿un problema del celibato?

Poniendo el problema en perspectiva.

Tomado de The Christian Science Monitor, Abril 5 de 2002
(Trad. Apologetica.org)




Lamentablemente, no sólo los medios de comunicación, sino también muchos cristianos, engañados por aquellos, se unen a la campaña de denigración de la Iglesia Católica, tomando pie de los escándalos protagonizados por algunos sacerdotes en los últimos años. Haciendo así, poco ayudan a solucionar el problema.

Presentamos sólo algunos pasajes del artículo de Mary Clayton sobre los abusos a menores en Estados Unidos, una triste realidad que para nada es exclusiva de los católicos (puede verse aquí todo el artículo, en inglés). Hará bien a todos conocer la situación en su justa perspectiva. Se ha oído decir por ahí: "No quiero que mi hijo sea monaguillo, a ver si todavía cae en manos de algún cura de esos". La realidad nos invita a ser un poco más cautos y menos superficiales (e injustos). La proporción de abusos a menores por parte de personas casadas es mucho mayor comparada con las célibes. Como lo demuestran las estadísticas, además, los ministros protestantes -casados- tienen su buena cuota de preocupación, también ellos. Es hora de comenzar a tratar el tema con seriedad.

El abuso sexual se extiende
a todo el abanico de iglesias


Por Mary Clayton, articulista del The Christian Science Monitor

A pesar de los titulares periodísticos, centrados todos ellos en el problema de la pedofilia sacerdotal en la Iglesia Católica, la mayoría de las iglesias golpeadas por el reporte de abuso sexual de menores en los Estados Unidos son Protestantes, y la mayoría de los supuestos abusadores no son clérigos o miembros del personal, sino los que trabajan en el voluntariado.
Estas son las conclusiones de la encuesta nacional hecha por el Christian Ministry Resources (CMR), una editorial especializada en asesoría impositiva y legal que trabaja al servicio de más de 75,000 congregaciones y 1,000 agencias religiosas a lo largo y ancho de todo el país.

El reporte anual del CMR, basado en unas 1,000 iglesias en todo el territorio USDA, ha investigado sobre abusos sexuales desde 1993. Por ello, se trata de una óptima ventana a un problema que estuvo mayormente latente en las sombras de la conciencia pública hasta el surgir de los escándalos en la Iglesia Católica.

Las encuestas sugieren que en el último decenio, el ritmo de las acusaciones de abuso de niños en las iglesias americanas está en torno a las 70 por semana. Las encuestas registran un suave declive en la reportación de los abusos desde 1997, un posible resultado de la introducción de medidas preventivas por parte de las iglesias.

"Pienso que los números que brinda CMR son impresionantes, pero muy razonables", dice Anson Shupe, un profesor de la Indiana University, que ha escrito libros sobre abusos en las iglesias. "A mi modo de ver eso significa que los Protestantes son menos temerosos de presentar una acusación, porque no tienen en tal alto grado a sus clérigos, como sí lo tienen los católicos con respecto a sus sacerdotes".

Por lo menos 70 incidentes semanales

El Dr. Shupe sugiere que la cifra (70 acusaciones semanales) podría ser aún mayor, ya que es común que la víctima no haga la acusación. Este fue su descubrimiento en 1998, en su visita casa por casa de las comunidades de Dallas-Ft.Worth, cuando tuvo la oportunidad de preguntar a 1,607 familias si alguno de ellos había experimentado abusos por parte de los miembros de sus iglesias. Cerca del 4 % afirmó que habían sido víctimas de abuso sexual por parte de clérigos. Abuso de menores era parte de ese panorama, pero nunca había sido declarado.

James Cobble, director ejecutivo del CMR, que controla la encuesta, dice que los datos muestran que el abuso sexual de menores sucede a lo ancho de todas las denominaciones, y que los clérigos no son los principales ofensores.

"Los católicos han acaparado toda la atención por parte de los medios de comunicación, pero el problema es aún mayor en el interior de las iglesias protestantes, simplemente a causa de su número mucho mayor", asegura.

De las 350,000 iglesias en los Estados Unidos, 19,500 (5%) son católicas. Las iglesias católicas representan una minoría un tanto más pequeña de iglesias en las encuestas del CMR, que no elige las iglesias al azar, sino las que son una muestra demográfica "representativa" de iglesias, según explica el Dr. Cobble.

Desde 1993, un promedio de 1 % de las iglesias encuestadas reportó anualmente acusaciones sexuales. Eso significa, en promedio, unas 3,500 acusaciones anuales, o cerca de 70 por semana, entre las iglesias predominantemente protestantes, dice Cobble.

Los descubrimientos del CMR también revelan que:

La mayoría de los abusos sexuales a menores son con una sola víctima.

Un 21 por ciento de las acusaciones reportadas en la encuesta del 2001 terminaron en juicios o arreglos fuera de la corte.

Los miembros del voluntariado son más proclives a cometer esos crímenes que los clérigos o miembros del personal. Tal vez más sorprendente aún, los niños son acusados de abusos sexuales en las iglesias en la misma proporción que los clérigos y el personal. En 1999, por ejemplo, el 42% de los acusados de abuso sexual de menores eran voluntarios, un 25% miembros pagos del personal (clérigos incluidos) y un 25% eran otros niños.

De todos modos, la reducción de las acusaciones reportadas en los últimos nueve años parece indicar que algunas iglesias están aprendiendo a reducir los casos de abusos mediante la implementación de duras medidas de prevención, según aseguran los oficiales de las compañías de seguro y los mismos eclesiásticos.

Según afirma Cobble, el año pico en las alegaciones fue 1994, con el 3% de las iglesias reportando acusaciones de mal comportamiento sexual, comparado con apenas el 0.1% en 2000. Pero los datos del 2001 indican un volver al 1%, aunque aún muy por debajo de las cifras de 1993.

Las demandas de seguro por casos de abuso sexual de menores también han descendido, indican fuentes de la industria.

Este cambio a una política del "tengo confianza en ti, pero verifiquemos" - acicateada en parte por los titulares de los recientes escándalos - ha estado en camino desde la conferencia de Chicago en Noviembre de 1992, cuando más de 100 líderes de distintas denominaciones religiosas se reunieron por primera vez para discutir sobre el modo de enfrentar el problema del abuso sexual de menores. En aquel tiempo, las compañías de seguro habían comenzado a descontinuar sus servicios con aquellas iglesias que no mostraban una política seria de control a respecto.

Según Cobble, "lo que llevó a los líderes a comenzar a responder a esta cuestión no fue el bienestar de los niños, sino el miedo a costosas demandas judiciales".


Lo cierto es que en todas partes cuecen habas y que todos somos pecadores. Si somos salvos es por especial amor del Señor y en ningún caso por merecimientos própios.

Tu te atreves a juzgar esto. Yo no.
El ser humano es capaz de la mayor abyección, pero al mismo tiempo es capaz de la generosidad de Teresa de Calcuta o el Padre Kolbe.

Creo que es obligación nuestra mirar lo que de bueno hay en nuestros hermanos y apartarnos de lo malo para edificar a los demás.
Las críticas solo sirven para remover la basura y nunca ayudan a mejorar las cosas.

Puedes pensar lo que quieras pero a esas personas las juzgará Dios.
En cuanto a mi, no deseo juzgar a nadie. Al contrário, es mi deseo perdonar porqué se que si perdono seré perdonado y, no se a ti, pero a mi me hace mucha falta el perdón de Dios.

Que El os bendiga a todos.
 
:llorando:


Exactamente igual que los nazis negando el Holocausto....
 
¡Mujer! No compares.

¡Mujer! No compares.

Naturalmente que vas a creer lo que quieras. Pero hay una diferencia entre tu y yo. La diferencia consiste en que tu me das un link de un site que puede hacer cualquiera. También hay sites de pretendidos evangelicos en yahoo.
Solo te propongo una cosa. Haz como yo. Ves a esa dirección y monta un site de encuentro de lo que quieras. De curas católicos, si lo prefieres y verás que cualquiera puede hacer esta canallada. Yo lo hice y me costo doce minutos. ¡Este lugar no me sirve como prueba!.
Y tampoco valdria como prueba en ningún tribunal, ante ningún juez.

En cambio yo te doy un documento serio con nombres y direcciones y en lugar de comentarlo me dices que hago como los nazis, negando el holocausto.
¡Simplemente, dame pruebas!.
Tu sabes donde vivo. Te diré que al cura de la Parroquia se le montó una campaña telefónica, casa por casa, vecino por vecino, en la que alguien nos informaba que tuvieramos cuidado con el porqué era sodomita. Me asusta solo de pensar el dinero que costaría hacer esta estúpidez, con el solo objetivo de manchar el nombre de una persona intachable.
Verás, somo muchos los que le conocemos y sabemos de su vida casi tanto como él. Un hombre amante del bien vivir que a los treinta y un años se había licenciado en dos carreras y se había doctorado en otra. Ganaba el dinero a espuertas. Juerguista y con todas las mujeres que le da la gana, decide sentar cabeza y opta por el matrimonio.
A pesar de su mala cabeza, escucha los consejos de su madre y, para complacerla, decide casarse por la Iglésia.
Su prometida y él, mantienen una entrevista con el sacerdote del pueblo, y les dice que antes de casarse deben, obligatoriamente, hacer un cursillo de preparación al matrimonio Cristiano.
Ella encantada. El acepta a regañadientes y comienza el cursillo. A las tres semánas piensa que la vida no es como se habia creido hasta aquel momento. Hay mas cosas con mayor importancia que aquellas con las que se sentia bien hasta entonces.
Durante ese cursillo se convierte. Habla con su novia que entiende su punto de vista, se separan siendo amigos y decide entrar en el Seminario, de donde saldrá convertido en un buen sacerdote, haciendo el voto de pobreza por especial voluntad suya, al que no están obligados los sacerdotes diocesanos.
Lo conozco desde que era un niño y se muy bien que esa campaña difamatoria es la mas vulgar y estúpida de las mentiras.
Pero claro, si yo no lo conociera, tal vez habria prestado oidos a esa basura.
¿Comprendes lo que estoy intentando decirte?

Voy a añadir otro documento a éste escrito. Puedes ver que vienen las citas. Puedes informarte directamente o decir que miento, de lo que eres muy capaz, por lo que veo.

http://apologetica.org/

Celibato y pedofilia:
los hechos y la ficción

Algunas verdades que no se dicen.

Por Raymond Arroyo - National Review On Line, Mayo 16 de 2002
(Trad. Gonzalo Alonso)

Cuando se reunió con los Cardenales de USA para dar una respuesta a los escándalos sexuales, el Papa, con su sabiduría y en contra de todos -voces disidentes, el clero desafectado y al menos, un cardenal americano-, indicó que el celibato era parte de la solución, no del problema.

Y los hechos parecen darle la razón.

En 1992 la Archidiócesis de Chicago examinó aprox. 2252 archivos de sacerdotes. Los resultados fueron: 40 curas –1.8 % era culpable de desorden sexual en algún momento de su carrera. De esos 40, sólo uno era pedófilo.

Otro estudio del Estado de Pennsilvania, a cargo del Profesor Philip Jenkins reveló que solo un 3 % de los curas son pedófilos. En cambio, en los hombres casados, los abusos de chicos se dan del 3 al 8 % según estos estudios.

Entonces, estadísticamente, los niños están mucho mas seguros dentro del celibato. Como dijeron los Cardenales de EU en su Reporte deL 24 Abril: “la relación entre pedofilia y celibato no puede ser científicamente sostenida.”

Poniendo de lado la fijación que los Medios tienen con la Iglesia Católica es importante señalar, como recientemente lo hizo el Christian Science Monitor, que la mayoría de las demandas por abusos sexuales por año, aproximadamente 70 por semana, ocurren dentro de iglesias Protestantes de acuerdo al Informe del Ministerio de Recursos Cristiano. Cabe recordar que estas son iglesias donde los clérigos casados y voluntarios son predominantes.

Si el objetivo es parar el abuso ante nosotros, las estadísticas Protestantes prueban que el matrimonio no es una póliza de seguro. Como las víctimas en un 98% de los casos de abusos demandado en el Catolicismo eran adolescentes de sexo masculino, permitir el casamiento a los sacerdotes (con mujeres) parece ser una solución sin sentido. Aquí, directamente no hay correlación entre la ofensa y el correctivo. Es como ofrecerle a un cura alcohólico el título de propiedad sobre una lechería y declararlo curado.

La verdad debe ser dada a conocer: Estos escándalos no fueron causados por el celibato. Estos escándalos fueron causados por una ausencia de celibato. La antigua doctrina tuvo unos malos momentos en los últimos meses. Ahora, calumniarla solo por ello seria un error muy grave, mas comparándolo con toda la bendecida historia de la Iglesia.
Si uno cree en el folclore de la TV, el celibato era algo “impuesto a la comunidad sacerdotal” durante la Edad Media para evitar que los hijos de los clérigos heredaran la propiedad de la Iglesia.
Si me hubieran dado una moneda cada vez que escuche esto, ahora seria rico.

Para empezar, Cristo en persona era célibe así que no es una sorpresa que ya en la Iglesia joven y las Escrituras mismas aconsejaran y alabaran la practica. En el Evangelio de San Mateo, Cristo elogia a aquellos que “hacen de si mismos eunucos para mayor bien del reino de los cielos”. En su primera carta a los Corintios San Pablo, otro célibe, escribe: “El hombre célibe está preocupado de las cosas del Señor... pero el hombre casado esta preocupado de las cosas mundanas, o como atender a su mujer, y sus intereses están divididos”.
Desde la era de Cristo en adelante el celibato fue la norma para sacerdotes –los religiosos casados eran meramente tolerados. El hecho es que durante el siglo IV cuando había un poco de duda al respecto la Iglesia tomo una posición sólida. En el año 385, el Papa Siríaco confecciono el primer decreto papal sobre el celibato sacerdotal. Cinco años después, el Concilio de Cartago anunció: “Los concilios previos han decretado que los obispos, sacerdotes y diáconos deben ser total y perfectamente castos, si se convierten en ministros de Dios, tal como enseñaron los Apóstoles”. Debido al Concilio de Toledo en el 633, se necesitaba el permiso del obispo para que un sacerdote se casara. Finalmente en 1139, el Papa Gregorio VII declaró el celibato obligatorio para todos los sacerdotes; formalizando bajo ley lo que ya era una práctica general por centurias.


Y la patraña esa que la protección de los derechos de posesión de la Iglesia llevó el Papado a la disciplina del celibato tampoco es verdad. Pero hay una explicación espiritual para ello. A comienzos del Siglo III se les requería a los sacerdotes casados abstenerse de tener relaciones sexuales la noche anterior a ofrecer Misa. El sentido era: Sepárense ustedes de las cosas mundanas y concéntrense en lo trascendente. Como la demanda por los sacramentos se incrementó, estos hombres fueron absteniéndose de sexo una y otra vez. De esta manera, como toda cosa en la Iglesia, una práctica que hunde sus raíces en la tradición evolucionó con el paso del tiempo, y eventualmente fue codificada en ley.
En estos tiempos cuando el mundo esta tan echado a perder por lo desviado o lo degenerado, donde todo misterio es dejado de lado, estos hombres y mujeres célibes aparecen como una contradicción: gente que guarda la parte mas preciosa de si misma sólo para Dios. El mundo necesita estos ejemplos y esta pureza más que nunca.

Como último análisis tenemos razón y derecho a condenar, y llevar a la justicia a aquellos clérigos no-célibes (han ultrajado su celibato) culpables de esos crímenes nefandos, pero no carguemos contra aquellos que devotamente observan sus votos con Dios y se mantienen firmes a través del sagrado y bien hollado camino del sacrificio.

Raymond Arroyo es director de noticias y conductor de The World Over en EWTN, la red de noticias religiosas mas grande del mundo. Escribe de New Orleáns.


Que Dios os bendiga
 
"Res non Verbae"

"Res non Verbae"

3) En cuanto a ese primo tuyo, dile que se dedique a escribir novelas de miedo. A lo mejor tiene éxito.
Bueno, un poco tardìamente me asomè por aquì y quedè estupefacto ante la respuesta que Ud. le envìa a un niño de 11 años que tuvo que someterse a tratamiento psicològico para superar el trauma de un "sacerdote" profesor...que por cierto tambièn es salesiano, como aquellos con quien Ud. anduvo o anda. Igual son los casos que le he referido, son de la orden salesiana. Su actitud inmisericorde hacia una vìctima del acoso sexual hecho por sacerdotes contrasta fuertemente con su ardiente defensa de los sacerdotes implicados en escàndalos sexuales.

Le comento que si fui catòlico, apostòlico y romano, asì Ud. quiera negarme esa "tradiciòn". Me recuerda mucho en mi paìs (que es donde se dan el mayor nùmero de violaciones a los derechos humanos) cuando la policìa o el ejèrcito se ven involucrados en este tipo de atrocidades criminales, son "separados" de la instituciòn y se les da el mote de "ex miembros", ya que no les conviene. Yo si digo que lo fui, que comulguè, que entonè alabanzas y coros catòlicos, asistì a procesiones, misas, rosarios, etc...Y le estoy hablando de màs de 25 años de ejercicio. Inclusiv fuì apóstol de la "Teologìa de la Liberaciòn", seguidor de las ideas de Helder Càmara y de Camilo Torres Restrepo... de corazòn busquè una relaciòn personal con Dios que la Iglesia Catòlica nunca me brindò. Ahì sì me ratifico en que Ud. no tiene potestad para definir quien es catolico y quien no. La ùnica diferencia conmigo es que no fui del clero NUNCA.


Por otro lado, doctrinalmente tenemos diferencias bastante grandes. En ese caso, pretender convencerlo o Ud. a mi, es atributo ùnicamente de Dios. Para ello nos dió libre albedrìo, para decidir por el camino de salvaciòn o el de condenaciòn.

Bendiciones en Cristo Jesús,

EMMÀUS