¿CREES QUE ESCAPARÁS?
Lector, ya sea que consigas en la vida todo lo que has soñado, que le saques jugo a la vida, te diviertas, tengas muchos amigos, alcances el éxito y triunfes en la vida, debes saber que al final enfrentarás a un juez. Lo mismo es que triunfes o seas un fracasado, igual es si sabes que eres pecador o crees que eres bueno; inevitablemente, estarás en la presencia de un juez; darás cuenta de tus actos al final de tus días. ¿Porqué, preguntarás, debo dar cuenta a un juez? Porque si alguien te formó, te hizo y te dio vida, inteligencia y entendimiento, lo hizo con un fin, con un propósito, y tendrás que dar cuenta de tus actos a tu creador para saber si cumpliste con lo que esperaba de ti. No es válido decir que no has hecho nada malo, porque te juzgas a ti mismo, y, ¿quien se condenará a sí mismo?
Los jueces infunden temor porque determinan la culpabilidad o inocencia, y en su caso la sentencia. En algunos países un jurado determina la culpabilidad o inocencia, y el juez la sentencia. En muchos países si un reo es declarado inocente no puede ser juzgado nuevamente por la misma causa, aunque a veces se reabren expedientes para probar la inocencia. En cuanto a la culpabilidad, desafortunadamente hay jueces corruptos que declaran inocente al culpable y ya nada puede hacerse. Hay también jueces injustos que declaran culpable al inocente, pero el juez ante quien inevitablemente estarás es verdadero juez, juez justo. Para un culpable es cosa seria que el juez sea justo, porque inevitablemente será sentenciado. Dios es juez justo, en el Salmo 89:14 dice: "Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu trono".
El juez ante quien estarás se llama Jesucristo, el Hijo de Dios. Dios, dio todo el juicio a su Hijo, (Juan 5:22) por lo tanto Jesucristo es juez justo, y será el juez de vivos y de muertos.(Hechos 10:42). Amigo, Jesús juzgará a cada uno con justicia, por lo tanto, agárrate, (agarrémonos) porque sabemos lo que hemos hecho. En el Salmo 89:14 que se cita encontrarás la palabra misericordia, pero esa misericordia es para hoy, para pedirla hoy, no cuando ya se esté frente a Jesús como Juez, porque entonces ya no habrá misericordia.
¿Sabes que habrá dos juicios? Uno, el Tribunal de Cristo, para los que hicieron lo bueno, para los que le creyeron; el otro, el Trono Blanco, juicio de condenación para los que no le creyeron. No podemos evitar ir a juicio, pero podemos escoger a cual de los dos queremos ir.
Hacer lo bueno no es portarse bien o hacer buenas obras, porque aunque son buenas, no salvan; no se trata de comparar lo bueno con lo malo, porque nadie hace lo bueno. (Romanos 3:10-12). Hacer lo bueno es creerle a Jesús. ¿Porqué? Porque nadie puede pagar por sus propios pecados; es necesario que alguien pague por ellos, y nadie más que Jesús podía hacerlo, ya pagó; por los pecados tuyos y el míos. Hacer lo malo es no creerle a Jesús, porque el pecado condena, aun el más pequeño.
Parece común pensar que Dios es un Juez al que le gusta castigar, pero no es así. Él es amor, y no quiere castigar; nos ama tanto que dio a su Hijo para que así evitar que vayamos a juicio de condenación. Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. (Ira.de Timoteo 2:4). Tú puedes escapar del juicio de condenación, solo tienes que creerle a Jesús. Él dice: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida". (Juan 5:24). Leíste bien: No vendrá a condenación. Alcanza ese misericordia La misericordia hoy, pídela a Jesucristo.
Nadie puede creer a Dios ni tener la fe de Dios si no oye su Palabra. El Apóstol Pablo dice en Romanos 10:17: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". Amigo, no puedes escapar de ir a juicio, pero puedes elegir el Tribunal de Cristo o el juicio de condenación; Dios te concede libertad para que decidas conforme a tu voluntad; no podrás culpar a nadie. Si te acoges a la misericordia de Dios mostrada en su hijo, si le crees, no irás a juicio de condenación; pero si la rechazas, no habrá para ti misericordia. "Porque juicio sin misericordia se hará para aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio". (Santiago 2:13). Para elegir el juicio de condenación no hay que hacer nada, solo ignorar lo que Dios dice; solo ignorar a su Hijo. Si lo ignoras ¿Crees que escaparás? Hay un dicho que dice: No hay plazo que no se cumpla. Amigo, lee la Biblia.
F I N.
Antonio Ramírez Mendoza.
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