Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

17 Septiembre 2008
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¿HAY VIDA DESPUÉS

DEL ADVENTISMO?

Reflexiones sobre un viaje personal

Jerry A. Gladson, Ph. D.

Tomado de Proclamation!
Marzo-Abril de 2001

Traducción de Román Quirós M.

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"Permítame hacerle una pregunta personal", dijo Alice, mirándome a los ojos. Estando acostumbrado a toda clase de preguntas, muchas de ellas personales, por años de enseñar a inquisitivos estudiantes de escuela preparatoria, me sentía confiado de que podía manejar cualquier cosa que ella lanzara en mi dirección. Alice había ingresado a mi congregación recientemente después de años de buscar la iglesia apropiada para ella. Ávida lectora, había devorado de una sola sentada mi libro "Viaje de un teólogo, del Adventismo del Séptimo Día a la corriente principal del cristianismo" (1), la historia de mi propia lucha con la iglesia Adventista del Séptimo Día. Reuní mis pensamientos y guardé silencio, preguntándome cuál podría ser su pregunta.

"¿Ha sacado usted el adventismo completamente de su sistema?"

La pregunta me tomó completamente por sorpresa. ¡Nadie me había preguntado eso jamás! Velozmente, mi mente recorrió la década transcurrida desde que yo había abandonado la Iglesia Adventista. Me di cuenta de que su pregunta tenía que ver con recuperación, la clase de pregunta que uno podría hacerle a un alcohólico que se recupera. Yo era un adventista "en recuperación". La pregunta nacía de la profunda sospecha - hasta el temor - que alberga la mayoríía de los cristianos acerca de la Iglesia Adventista. ¿Es una secta? ¿Es verdaderamente cristiana? ¿Socavará mi fe?

Recordé un incidente que ocurrió unos diez años antes, poco después de que yo fui presionado para que saliera del ministerio adventista. Mientras caminaba por un gran centro comercial de Atlanta, de repente, sin previo aviso, la ira invadió mi mente consciente como un torrente furioso e incontrolable. "¡Cómo te atreves!", dije en voz alta, como si hablara cara a cara con uno de los dirigentes de la iglesia adventista que abruptamente había puesto fin a mi vida adventista, haciendo que los transeúntes se quedaran mirándome asombrados y sin entender. Mi esposa, Laura, y yo habíamos luchado durante la mayor parte de la década de 1980, mientras yo enseñaba religión en lo que ahora es Southern Adventist University [Universidad Adventista del Sur], para encontrar la manera de funcionar dentro del autoritario sistema adventista mientras me abría camino a través de la siempre creciente marisma del dilema político y teológico adventista. No resultó. En 1987, bajo la presión de los dirigentes adventistas, abandoné mi empleo con los adventistas - después de veintidós años - y me mudé a Atlanta para ocupar un puesto en el Psychological Studies Institute [Instituto de Estudios Psicológicos].

Suponiendo ingenuamente, aun entonces, que todavía podía encontrar un lugar útil dentro del adventismo después de haber sido exiliado del sistema educativo de la denominación, pronto descubrí la completa imposibilidad de ese sueño. Ahora un paria, era un intocable, por decirlo así, alguien que sólo podía esperar vivir de las migajas que caían al piso de la mesa adventista. Finalmente, enfrenté los hechos y me di cuenta de que ya no había lugar para mí dentro del adventismo; comencé a buscar una nueva comunidad cristiana. Tuve suerte. Pronto encontré la United Church of Christ [Iglesia Unida de Cristo], una denominación cristiana ecuménica que aprecia el derecho de cada individuo a descubrir su propio camino teológico. Más tarde, también me uní a la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), otra denominación que afirma la autonomía personal. En la actualidad, soy ministro ordenado en ambas iglesias.

Dentro de estas nuevas comunidades cristianas, inicié el largo viaje hacia la recuperación espiritual y encontrar respuesta a la pregunta: ¿Hay vida después del adventismo? Es esta pregunta lo que preocupa a muchos adventistas desilusionados y o les mantiene dentro de la iglesia adventista, si bien en los "márgenes", o les impide emigrar a otros cuerpos religiosos. Los adventistas stán programados para creer que cualquier otra comunidad religiosa de alguna manera es defectuosa, si no es que conduce a confusión por derecho propio. Ambular hacia otra comunidad de fe es aliarse con la Babilonia mística, la "morada de demonios, albergue de toda ave inmunda" (Apoc. 18:2). Los que lo hacen son condenados, a menos que se vuelvan, se retracten, y regresen. Así lo ha enseñado la iglesia históricamente, y esta creencia, en una forma u otra, ha sido absorbida por la psique de la mayoría de los adventistas. Esta creencia mantiene instintivamente dentro del adventismo a muchos que, de otro modo, buscarían un clima espiritual más saludable.

Desde 1980, sin embargo, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha experimentado un fenómeno que no había conocido nunca antes: deserciones en gran escala. No se han compilado estadísticas de este éxodo, pero algunos cálculos estiman un millón de deserciones, incluyendo a cientos de ministros y otros dirigentes denominacionales. En algunos casos, congregaciones enteras se han separado del adventismo. Antes de 1980, la iglesia podía enorgullecerse de numerosas conversiones a ella de miembros de otras fes; ahora tiene que soportar humildemente lo opuesto, al abandonarla muchos en favor del ambiente más amigable de otras comunidades religiosas.

Lo que debería ser un tiempo de profundo escudriñamiento de alma de parte de la denominación, se ha convertido más bien en complaciente indiferencia. Antes que investigar las razones de estas deserciones, el adventismo ha intentado apuntalar los harapientos jirones de su asendereado sistema doctrinal - la causa de muchas de las deserciones - y ocuparse de sus cosas como de costumbre.

¿Y qué pasa con los que se van? ¿A dónde van? ¿Encuentran vida espiritual en alguna parte fuera del adventismo? ¿Hay vida fuera del adventismo?

En mi propio caso, al cual me voy a referir como ejemplo de la búsqueda de una persona, responder a la pregunta de si había vida después del adventismo se presentó primero en la forma de sobreponerme a la ira que el adventismo había engendrado. Abandonar el adventismo, especialmente bajo presión, como me sucedió a mí, a menudo resulta en acerba ira, ira por la desilusión, lo que una persona correctamente llamó "la agonía del engaño", el descubrimiento de que la iglesia adventista no es lo que asegura ser, ni en teoría ni en la práctica. La ira por el tratamiento injusto sólo sólo agravó esta acerba lucha teológica.

Yo sabía suficiente psicología para darme cuenta de que primero debía intentar comprender mi ira. ¿Por qué estaba allí? ¿Por qué no podía yo, como cualquier cristiano ordinario, simplemente transferir mi membresía a otra denominación en vez de revisar constantemente las circunstancias que condujeron a mi fallecimiento como adventista y preguntarme por qué había ocurrido?

Mi búsqueda de respuestas me llevó al creciente cuerpo de literatura sobre abuso espiritual (2). Descubrí que las comunidades de fe podían hacer daño, así como ayudar. No todas las comunidades de fe son íntegras. Tristemente, algunas son abusadoras, hasta destructoras. En un giro de dolorosa ironía, las que son abusadoras son también a menudo adictivas. Es decir, una persona queda "enganchada" en ellas, incapaz de zafarse, de una manera muy parecida a la del adicto a una poderosa droga. En este caso, la droga es la poderosa ideología con la cual la organización religiosa informa y da forma a la comunidad formada por esa ideología. Cuando se van, sin esta ideología en su lugar, experimentan la "retirada", de la misma manera que un adicto. ¿Cae el adventismo en esta categoría?, me preguntaba.

Como persona que ha estudiado quizás más a fondo que otros el fenómeno de sistemas sociales tóxicos y las organizaciones adictivas, Anne Wilson Schaef ha reunido convenientemente los "síntomas" de tales organizaciones (3). Típicamente, funcionan con un sistema cerrado, una especie de mentalidad de "pensamiento de grupo", y tratan de limitar la exposición a nueva información, particularmente si esa nueva información pone en tela de juicio principios que la organización ha sostenido por largo tiempo. Tal postura cerrada fomenta un egoísmo en el cual todo se percibe ya como un ataque ya como una afirmación del ego. De este sistema cerrado de funcionamiento surge la deshonestidad. Comúnmente, la organización se engaña a sí misma, engaña a la gente dentro de ella, y engaña al mundo fuera de ella. Se asume tácitamente que, sin importar el costo, hay que mantener el control de la organización y sus adherentes. A menudo, esto se hace fomentando un falso perfeccionismo, "sabiendo siempre las respuestas, siendo los primeros con la solución, y no cometiendo jamás ningún error ". Finalmente, las organizaciones abusivas, en algún momento, con frecuencia caen en el disimulo y en el consiguiente deterioro ético. Los adherentes son confrontados con una elección que no admite dudas: o te acomodas con la disfunción, o te vas. "El proceso adictivo ataca la moralidad y los profundos valores morales de uno", observa Schaef. "El sistema adictivo nos invita a comprometer nuestra moralidad personal invitándonos a participar en todos los procesos que acabamos de describir [cerrazón, egocentrismo, deshonestidad; perfeccionismo; concesiones éticas]" (4). Asombrosamente, yo reconocí todos los procesos que Schaef enumeró. Cada uno de ellos había estado viviendo realidades dentro del adventismo que yo conocía. ¿Significa esto que el adventismo es un sistema adictivo y abusivo? Nunca he podido responder a esta pregunta de manera definitiva. Tal como existe actualmente, a mi juicio, su teología interrelacionada y triunfalista y su gobierno autoritario y jerárquico predisponen al adventismo a la disfunción (5). El hecho de que está cerrado a cualquier teología fuera de la suya y su renuencia a admitir - humildemente - sus errores levantan banderas rojas, que advierten del potencial para el abuso espiritual. Ser adventista, particularmente en la década de 1980, se había convertido en fuente de profundo dolor emocional y espiritual para mí y para muchas otras personas. Para mí, se había vuelto abusivo. Para mí, la iglesia adventista se había convertido en irritante, más bien que solaz. Mi existencia dentro de ella durante los últimos diez años de mi asociación habían sido literalmente de terrible agonía personal. Tristemente, ésta es la única forma en que yo puedo describirlo. Para mí, las palabras de Schaef se volvieron proféticas. Cargados con "una sensación de agotamiento y deterioro moral", escribe ella, "ellos [los miembros de la organización] decidieron que no podían cambiar la compañía ... pero sí podían asumir responsabilidad por sus propias vidas. La mayoría abandonó la organización" (6).

Cuando comencé a darme cuenta de que la ira, enraizada en profundo dolor, aparecía inicialmente cuando uno abandonaba el adventismo, y que era aplicable aquí algo de la dinámica que se encuentra comúnmente en los sistemas espirituales abusivos, di el primer paso gigantesco hacia la recuperación. "Los dolores del retiro" permanecieron por algún tiempo, pero disminuyeron gradualmente según he ido pudiendo reconstruir mi vida. Quizás es verdad que el tiempo cura todas las heridas.

Puesto que yo me había hecho adventista a causa de su ideología, para mí fue más difícil la lucha para habérmelas con las distintivas doctrinas adventistas como el sábado, la iglesia remanente, Ellen White, la escatología adventista, y la enseñanza sobre los acontecimientos del fin del tiempo, todas las cuales tendían a definir la iglesia. Libre de las restricciones del sistema adventista, refugiado en una comunidad cristiana que los animaba a uno a pensar por sí mismo, descubrí precisamente el ambiente que necesitaba para repensar y reenmarcar mis creencias adventistas. Enseñado a no cuestionar, hasta la idea de repensar asusta al ex-adventista. Sin embargo, cuando uno cae en la cuenta de que la verdad no necesita defensa, ese cuestionamiento es íntegro y natural en el desarrollo de la fe, se vuelve más fácil mirar más de cerca lo que enseña el adventismo. Decidí tomar literalmente el consejo de Pablo con referencia a mis antecedentes adventistas: "Sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno" (1 Tes. 5:21). Me di cuenta de que tenía que enfrentar a las principales doctrinas adventistas si es que alguna vez iba a encontrar la recuperación espiritual.

Así que decidí aplicar a las enseñanzas adventistas el mismo y riguroso criterio hermenéutico que había aprendido mientras estudiaba en la Universidad Vanderbilt para obtener mi grado de doctor en filosofía en Antiguo Testamento. Se hizo evidente que, bajo este escrutinio, estas distintivas enseñanzas adventistas no se sostendrían.

Una lectura de cerca del Nuevo Testamento me mostró que los adventistas han exagerado mucho sus argumentos a favor del séptimo día sábado. Ésta es quizás la más "sagrada" de todas las doctrinas adventistas. Pero en ninguna parte no exige en ninguna parte que los cristianos observen el séptimo día sábado. En ninguna parte hace el Nuevo Testamento del sábado una señal de lealtad cristiana, como enseña el adventismo. Es verdad que algunos cristianos - quizás hasta la mayoría - observaban el sábado en el período del Nuevo Testamento, por lo menos los de antecedentes judíos. En las iglesias de Pablo, en el mundo grecorromano, parecía estar apareciendo otra costumbre. "Así que nade los juzgue a ustedes por lo que comen o beben, o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de reposo. Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo" (Col. 2:16-17) (8). Colosenses indica que, para estos cristianos gentiles, el sábado era meramente una opción, no un requisito. El descubrimiento de este simple hecho socavó para mí todo el énfasis que el adventismo pone en el sábado. Me di cuenta de que la enseñanza adventista iba mucho más allá del Nuevo Testamento al insistir en el sábado como obligatorio para cada cristiano (9). Como cristiano, uno es bienvenido de observar el séptimo día sábado, pero no para hacer de él una prueba de discipulado para otros cristianos (véase Rom. 14:5-6).

En cuanto a la afirmación de la Iglesia Adventista de que ella es la iglesia remanente o "verdadera", comencé a darme cuenta de que esta idea había sido adornada de tal modo por la tradición adventista con el correr de los años que literalmente había abarcado la totalidad de su teología y su organización, dándole un aura de infalibilidad. Este es el origen de la premisa oculta de que el adventismo ha cometido pocos errores teológicos u organizativos, si es que ha cometido alguno. Debido a que la iglesia adventista asume que ella es la iglesia verdadera, ¿cómo podría estar mal informado en teología o en estructura? Volví a examinar una vez más la base de la afirmación del adventismo, a saber, que es el "remanente" de Apocalipsis 12 y 14. Nuevamente, descubrí que esta declaración descansa en una interpretación forzada de estos dos pasajes y que, en realidad, no hay ninguna base bíblica para la afirmación adventista de que es un movimiento reformador en los últimos días, y que tampoco hay ninguna justificación para sostener que otros cuerpos religiosos contemporáneos deben identificarse como "Babilonia" (10).

En mi opinión, Ellen White ya había hecho severas concesiones al haber tomado prestados secretamente materiales de escritores contemporáneos y negar que lo había hecho. Tal copiado, que yo no toleraría en exámenes de estudiantes, parecía minar el atractivo moral de sus escritos. Me vi obligado a volver al consejo de Pablo en relación con los profetas en la iglesia primitiva: "No apaguen el Espíritu, no desprecien las profecías, sométanlo todo a prueba, aférrense a lo bueno" (1 Tes. 5:19-21). De allí en adelante, puesto que ya no podía confiar en la honestidad de Ellen White, tendría que "someter a prueba" cada una de sus afirmaciones, evaluarlas por su propio mérito y descartarlas o aferrarme a ellas, dependiendo de los resultados. Eso significaba que ya no podía confiar en la autoridad de Ellen White, sino que podía aceptar su consejo sólo cuando se correlacionaba con otros criterios. Usando esta metodología, el papel de White en el proceso teológico disminuyó grandemente (11). Comencé a mirar más y más la Biblia en busca de guía.

Finalmente, dadas estas conclusiones, me vi obligado a revisar mi interpretación de la escatología adventista. No vi en ninguna parte de la Biblia la idea de que la prueba al final de los tiempos sería el sábado. Obviamente, si el Nuevo Testamento tiende a considerar el sábado como opcional o un tema que no es problema, no puede ser la prueba final de la raza humana, razoné. Además, la marca de la bestia no tiene nada que ver con la disputa sábado/domingo. Tal interpretación descansa solamente en la manera peculiar en que el adventismo lee a Apocalipsis 13, que ignora la ambigüedad inherente en el pasaje (12).

Este reexamen de la teología adventista, indicada aquí sólo brevemente, me tomó varios años y para mí fue una reorientación muy dolorosa, pero necesaria, si iba a poder avanzar más allá de esa teología y hacia el mayor mundo cristiano.

Reconociendo que no podría regresar al adventismo, no solamente porque me había expulsado de su ministerio, sino también ahora porque ya no podía aceptar varias de sus enseñanzas clave. Me preguntaba: ¿A dónde debo ir? Todavía era cristiano. Mi experiencia religiosa ahora era más fuerte y más viril de lo que jamás había sido. Quería conservarla así, y encontrar una adecuada comunidad de fe donde esa experiencia fuese bienvenida, apoyada, y afirmada. Mi experiencia me enseñó que, una vez que una persona se ha dado cuenta de que debe avanzar adelante, no debe permanecer en los linderos del adventismo. Nuevamente, se aplicaba el lenguaje de la adicción (13). Si el adventismo muestra los procesos de un sistema adictivo, permanecer cerca de él sólo "alimenta" la adicción, haciendo más lenta la recuperación. Una vez que una persona ha decidido irse, es mejor que lo haga completamente. Es verdad que es posible que la denominación cambie algún día, volverse más amable, más compasiva, pero probablemente no lo hará durante la vida de ninguno de los que están vivos. Aferrarse a una falsa esperanza sólo prolonga la agonía. Es mejor ir hacia addelante, dejando atrás el pasado.

¿Ir hacia adelante? ¿Hacia dónde? Resistí la idea de "andar solo", aislado de otros cristianos. Hay una variedad de opciones para ex-adventistas que buscan una comunidad cristiana que nutra y en la cual puedan crecer en fe y espíritu. Yo estaba decidido a encontrar una así.

Se han formado varias comunidades independientes, muchas de ellas subproductos del adventismo. Algunas de ellas se llaman Comunidades de Ex-Adventistas [Former Adventist Fellowships] (14). Estas comunidades hacen énfasis en el apoyo de las oraciones y el estudio bíblico, ayudando a sus miembros a repensar su orientación adventista. Desafortunadamente para mí, las Comunidades de Ex-Adventistas no existían en 1991.

Me di cuenta de que, a menudo, las iglesias evangélicas reciben de buen grado a refugiados del adventismo. Denominaciones como la Iglesia Evangélica Libre [Evangelical Free Church], los Hermanos de la Gracia [Grace Brethren], la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos [Presbyterian Church of America], la Iglesia Reformada de los Estados Unidos [Reformed Church in America], la Iglesia Cristiana Reformada [Reformed Christian Church], los Bautistas del Séptimo Día [Seventh-day Baptist] han abierto sus puertas a gente que se ha separado del adventismo (15). Aunque la teología de algunas iglesias tiene mucho en común con la experiementada en el adventismo, yo sabía que algunos de los cuerpos fundamentalistas podrían ser tan rígidos doctrinalmente como el adventismo de cual yo estaba escapando. A mí me parecía que las denominaciones cristianas de corriente principal eran la mejor alternativa. Típicamente, éstas evitan la rigidez teológica. Aunque estas denominaciones presentan a menudo una gran diversidad que es extraña e intimidatoria para un adventista en recuperación, esa misma diversidad significa que un individuo está libre para explorar y desarrollar sus propios puntos de vista sobre cuestiones teológicas. Uno puede ser un cristiano "conservador", "moderado", o "liberal" - o cualquier cosa en medio - y todavía participar plenamente en la vida de la comunidad de fe. Por ejemkplo, la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) sólo pide que los miembros acepten a Jesús como Salvador y Señor. No hay ningún otro requisito doctrinal. En un ambiente como éste, uno puede encontrar la seguridad para crecer y desarrollarse espiritual y teológicamente.

¿Cuáles son las denominaciones de corriente principal?

La Espiscopal, la Metodista Unida [United Methodist], la Presbiteriana (U. S. A.), la Luterana Evangélica, Iglesia Unida de Cristo [United Church of Christ], la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), y las iglesias bautistas de los Estados Unidos podrían incluirse fácilmente en esta clasificación. Y hay otras. En estas iglesias, aunque teológicamente son, por lo general, más liberales que el adventismo, hay considerable latitud y tolerancia por el desarrollo y la expresión de los puntos de vista propios. Yo descubrí un excelente hogar espiritual en la Iglesia Unida de Cristo y la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo). Me di cuenta de que, cualquiera que sea la alternativa que al adventista en recuperación le parezca mejor, es importante estar en comunión con otros cristianos. Allí, rodeado por cristianos amorosos que aceptan a laspersonas como ellas son, uno puede comenzar, no sólo a encontrar vida después del adventismo, sino a experimentarla a plenitud.

"¿Has sacado el adventismo por completo de tu sistema?" La pregunta de Alice me devolvió a la realidad y me hizo olvidar, por un momento, todo aquel doloroso viaje. Hice una pausa por un segundo, luego sonreí, pensando en la paz y en la felicidad que ahora eran mías, y contesté: "Sí, realmente ya lo he hecho. Por lo menos, he podido dejar atrás las partes 'malas' y retener las buenas". ¡Hay vida después del adventismo!


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(1) Glendale, AZ: Life Assurance Ministries, 2000).

(2) Algunos estudios recientes en esta área incluyen: Leo Booth, When God Becomes a Drug: Breaking the Chains of Religious Addiction & Abuse (Los Angeles: Jeremy P. Tarcher, 1991); Earnie Larsen y Janice Parnegg, Recovering Catholics: What to do When Religion Comes Between You and God (San Francisco: Harper & Row, 1992; Stephen Arterburn and Jack Felton, Toxic Faith: Understanding and Overcoming Religious Addiction (Nashville: Thomas Nelson, 1991).

(3) Anne Wilson Schaef y Diane Fassel, The Addictive Organization (San Francisco: Harper & Row, 1988), passim.

(4) Addictive Organization, pp. 64, 67.

(5) Obviamente, los adventistas discreparán. Ronald Enroth señala que la prueba del abuso de parte de las iglesias sólo puede encontrarse en la experiencia misma de las personas que la han experimentado. Pocas personas en estas iglesias admitirán el abuso, y "no siempre es posible 'alcanzar' a las personas que ya han sido atrapadas por iglesias abusivas. Estas personas no se ven a sí mismas como manipuladas, ni en ningún peligro de abuso espiritual" (Churches That Abuse [Grand Rapids: Zondervan, 1992], pp. ix, x). Podríamos compararlo con un alcohólico. Pocos alcohólicos admitirían que tienen un problema. Y es sólo después de que el abuso se ha vuelto intolerable que la víctima de abuso doméstico admite que el problema es real y busca ayuda.

(6) Addictive Organization, p. 209.

(7) Todas las citas son de la New Standard Revised Version, copyright ©1989, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usada con permiso.

(8) El uso de la fórmula anual, mensual, semanal en este texto significa que el séptimo día sábado está incluido en la crítica. El texto dice que no ha de insistirse en la observancia de las festividades anuales del judaísmo, ni en la celebración mensual de la luna nueva, ni en la observancia semanal del sábado. Para el uso de esta fórmula, véase 2 Crón. 8:13; Oseas 2:11. Oseas 2:11 es de lo más instructivo. El hebreo de este pasaje dice literalmente: "Pondré fin a todo su jolgorio; sus festividades [anuales], sus lunas nuevas [mensuales], sus días de reposo [semanales]" (traducción del autor [el v. 13 3 en hebreo]). Puede haber pocas dudas en este pasaje de que está incluido el séptimo día sábado. Esta fórmula proporciona el telón de fondo para Colosenses 2:16.

(9) Para un estudio ulterior desde una perspectiva al adventismo, véase de D. A. Carson, ed., From Sabbath to Lord´s Day: A Biblical, Historical and Theological Investigation (Grand Rapids: Zondervan, 1982); Dale Ratzlaff, Sabbath in Crisis, ed. rev. (Glendale, AZ: Life Assurance Ministries, 1995). De estos dos estudios, el de Ratzlaff es más accesible al lector promedio.

(10) Ni Apocalipsis 12 ni 14 establecen claramente la identidad ni de la "mujer" ni de los "tres ángeles". Estos capítulos tampoco definen el contenido de los "mandamientos", ni suplen el "testimonio de Jesús", todos ellos ingredientes clave de la afirmación del adventismo. Nadie que lea estos capítulos, desprejuiciado de las afirmaciones adventistas, llegará jamás a la conclusión de que estos capítulos hablan de un movimiento que surgiría en o alrededor de 1844 y que constituiría la última y verdadera manifestación de la iglesia. Esta interpretación ha sido insertada en la lectura de estos textos, en parte para proporcionar una base "bíblica" para la afirmación adventista. Tenemos que tener presente que las iglesias abusivas tienden a verse a sí mismas como especiales (Enroth, Churches That Abuse, pp. 111-24). En cuanto a la identidad de "Babilonia", el texto es más bien sugerente al declarar que sus "siete cabezas son siete montes en las cuales está sentada la mujer" (Apoc. 17:9). Se decía que la antigua Roma estaba construida sobre siete colinas,y que era la archiperseguidora de los santos (17:9). Un lector de Apocalipsis del siglo primero no habría tenido ninguna duda de que la ciudad de Roma era lo que se estaba describiendo como "Babilonia la grande, madre de rameras y de las abominaciones de la tierra" (v. 5). Los primeros adventistas aplicaban defensivamente este smbolismo a las iglesias que habían resistido el movimiento millerista, pero no hay base para ello.

(11) No trataré de desenredar aquí el enigma de Ellen White. Desde un punto de vista científico, la mejor explicación en relación con ella es que sufría de complejos ataques parciales. Sin embargo, como ya no está aquí para ser examinada, eso debe continuar siendo una hipótesis para siempre. Véase de Delbert H. Hodder, "Visions or Partial-Complex Seizures?" Evangelica (November 1981), pp. 30-37. Es interesante notar que a John Harvey Kellog, que conoció personalmente a Whte, se le preguntó en una ocasión qué pensaba de las visiones de Ellen White. "Es mi creencia", contestó, "que su condición cuando está en visión es la de catalepsia" (John Harvey Kellog, Carta a R. B. Tower, 3 Marzo de 1933). La catalepsia es una condición generalmente asociada a la esquizofrenia, en la cual los músculos se ponen rígidos y los brazos y las piernas permanecen en cualquier posición en que se los deja. Tanto Hodder como Kellog sugieren una explicación psiquiátrica para Ellen White más bien que una explicación teológica. Pragmáticamente, el mejor enfoque parece ser el de examinar sus afirmaciones como uno lo haría con las afirmaciones de cualquier otro escritor.

(12) Para una prueba de esta afirmación, el lector puede consultar casi cualquier comentario corriente sobre el Libro de Apocalipsis, por ejemplo, J. Massyngberde Ford, Revelation, Anchor Bible 38 (New York: Doubleday, 1975), p.p. 217-30. El escritor de Apocalipsis revistió su mensaje tan enigmáticamente, sugiere Ford, porque "había que hacer la advertencia de tal manera que se oscureciera su significado para los paganos en cuyas manos cayera el libro de Apocalipsis" (p. 227).

(13) Véase de Leo Booth, When God Becomes a Drug.

(14) Véase the Former Adventist Fellowship Website: www.formeradventist.com

(15) Un manual útil, que describe las creencias y la estructura de éstas y la mayoría de las otras denominaciones mencionadas aquí y más abajo es el trabajo de Frank S. Mead, Handbook of Denominations in the United States, 10th ed., rev. Samuel S. Hill (Nashville: Abingdon, 1995).
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

No hay como haberse dado cuenta de la verdad que el adventismo es un evangelio falso.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Estimado javierandrés. Saludos cordiales.

Tú dices:

No hay como haberse dado cuenta de la verdad que el adventismo es un evangelio falso.

Respondo: ¡Todo lo contrario a lo que expones!, el mensaje que proclama la iglesia adventísta es verdadero, el que ningún infiltrado o apóstata podrá detener, pués lleva la aprobación celestial.

"Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre


Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. ." Apocalipsis 14: 6-12

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Estimado javierandrés. Saludos cordiales.

Tú dices:



Respondo: ¡Todo lo contrario a lo que expones!, el mensaje que proclama la iglesia adventísta es verdadero, el que ningún infiltrado o apóstata podrá detener, pués lleva la aprobación celestial.

"Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación.
Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano,
él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero;
y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre


Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. ." Apocalipsis 14: 6-12

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
El evangelio Eterno no es el de Elena G. de White que predicas.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Estimado javierandrés. Saludos cordiales.

Tú dices:

El evangelio Eterno no es el de Elena G. de White que predicas.

Respondo: Por supuesto que no, ¡es el evangelio eterno que se encuentra en la Biblia!

Apocalipsis 14: 6-12​

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Estimado javierandrés. Saludos cordiales.

Tú dices:



Respondo: Por supuesto que no, ¡es el evangelio eterno que se encuentra en la Biblia!

Apocalipsis 14: 6-12​

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.



El problema que tienes es que parte de tu evangelio falso ES LA DOCTRINA ESPUREA DE QUE ELLEN WHITE ES EL ESPIRITU DE PROFECIA, que ustedes son los unicos verdaderos y otras tantas doctrinas demoniacas. ASI DE SIMPLE ASI DE SENCILLO.. DEFINITIVAMENTE EL EVANGELIO ETERNO NO ESTA EN EL ADVENTISMO.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Estimado freddyjuarbe. Saludos cordiales.

Tú dices:

El problema que tienes es que parte de tu evangelio falso ES LA DOCTRINA ESPUREA DE QUE ELLEN WHITE ES EL ESPIRITU DE PROFECIA, que ustedes son los unicos verdaderos y otras tantas doctrinas demoniacas. ASI DE SIMPLE ASI DE SENCILLO.. DEFINITIVAMENTE EL EVANGELIO ETERNO NO ESTA EN EL ADVENTISMO.

Respondo: Ellen White fue elegida por Dios como mensajera, de la misma manera que Juan el Bautista en época de Jesús.

El mensaje de Apocalipsis 14 es verdadero y es predicado por la Iglesia adventista del séptimo día, el evangelio eterno será predicado aunque todos los opositores pataleen, griten y se opongan a la manifestación del Espíritu Santo:
"No con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los Ejércitos." (Zacarías 4:6 b)

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Respondo: Ellen White fue elegida por Dios como mensajera, de la misma manera que Juan el Bautista en época de Jesús.
Ellen White fue elegida por el diablo como mensajera, de la misma manera que lo fue inmediatamente antes Joseph Smith.

El mensaje de Apocalipsis 14 es verdadero y es predicado por la Iglesia adventista del séptimo día
El mensaje de Apocalipsis 14 fue muy oportuno cuando Juan de Patmos lo escribió en el siglo I, y es igual de verdadero que cualquier otra parte de la Biblia, cuyo mensaje viene siendo predicado por la iglesia de Jesucristo desde que él la fundó personalmente.

, el evangelio eterno será predicado aunque todos los opositores pataleen, griten y se opongan a la manifestación del Espíritu Santo:
El evangelio eterno viene siendo predicado por la iglesia de Jesucristo desde el siglo I, y lo seguirá siendo por mucho que los sectarios pataleen, griten y se opongan a la manifiestación del Espíritu Santo. En cambio, la basura que predican los sectarios está destinada al lago de fuego, como ya pueden sentir en sus espíritus corruptos en este foro.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Doy Gracias a DIOS que eso llegó a su fin
Me gustaría encontrar seres humanos como yo que han descubierto las doctrinas falsas de la Iglesia Adv., vivo en Buenos Aires, Arg. y después de mucho estudio de la Biblia únicamente, me he encontrado con la realidad que todo lo que aprendí en el C.A.P. por varios años fue solo una falsa realidad inventada por la Organización y su (profeta E.G.W.). Perdí muchos años de mi vida creyendo en ellos y en su falsas doctrinas anti- cristianas, que lo único que hicieron fue separarme de Cristo pero doy Gracias a DIOS que eso llegó a su fin, aunque nunca lo busqué ya que llegó solo por medio de la lectura Biblica, lógicamente y la oración, que son la base de mis creencias hoy día. Traté de hablar con algunos pastores de la Iglesia ya que conozco a varios de ellos ya que estudie en el CAP. pero como dice Las Sagradas Escrituras en 1 Timoteo 6 : “3 Si alguien enseña algo diferente y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 se ha llenado de orgullo y no sabe nada. Más bien, delira acerca de controversias y contiendas de palabras, de las cuales vienen envidia, discordia, calumnias, sospechas perversas, 5 y necias rencillas entre hombres de mente corrompida y privados de la verdad, QUE TIENEN LA PIEDAD COMO FUENTE DE GANANCIA.”

Los invité a que vengan a mi casa para hablar sobre los principios doctrinales de la Iglesia y me sorprendí al ver que no les importa nada lo único para ellos es que vaya a la Iglesia los sábados y esto no solo sucedió con los pastores sino también con mis familiares Adventistas.

Es indudable que el diablo hizo una obra maestra para arrastrar para sí esta Iglesia en la cual depositaba mi Fe y Esperanza en la segunda venida de Cristo a esta tierra.

Les agradezco la oportunidad que me dan de expresar mis sentimientos Cristianos y creo que hay muchos en esta Iglesia que verdaderamente van a estar cuando Cristo vuelva para recoger a sus hijos.


Que el Espíritu Cristiano guíe sus vidas hacia EL que dio su vida por nosotros. AMEN
su Hno. en CRISTO JESUS
JM
1 de octubre 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Lo que me pasó al pedir mi renuncia
Hola Hnos en Cristo ¡Gloria a Dios que los Encontré! :)

Me complace mucho encontrar este sitio web, quiere decir que no estoy sola, no sé ni cómo los encontré pero buscando descifrando información e investigando la mentira White y también al ver los errores de Guillermo Miller y descubrir que era masón fue el clic que en mí lanzó el motor de mi búsqueda extra oficial de como surgió éste movimiento... que cómo Uds. verán no fue ¡muy alentador! ¡Nada serio! Como se equivocaban esta gente en sus profecías ¡tremendo!

Bueno es simple yo les cuento estoy gestionando mi renuncia a raíz de descubrir esto de Elena de White y además de otras cosas, que veo acá Uds. también las ven como yo.

Lo que me pasó al pedir mi renuncia y… me salieron diciendo que ahora me borran del libro del Cielo, jajá, porque me citaron el texto bíblico lo que ates en la tierra será atado en los cielos y lo que desates en la tierra será desatado en los cielos! Juazz Yo no tomo, ni veo esa Palabra así, pero bueno ¡allá ellos!

Lo que me causa y sigue causando no sé, si risa o tristeza ya una ¡No sabe! es que se creen con una autoridad sobre la Tierra realmente (esto es serio) porque se cae en un comportamiento totalmente Enfermizo, yo veo hoy mas que antes a este tipo de gente como psicópatas y noto que al leer mucho a Elenita, mucho de ella dice... para mí les afecta su comportamiento. Veo gente legalista, con nada de sensibilidad y carentes de un amor genuino, si se te acercan lo hacen con el interés de llevarte a su grey son los lobos rapaces del los cuales tanto el Señor Jesús nos advirtió, y los lobos disfrazados de ovejas, acá se ve bien el tipo de trasquiladores del rebaño que solo desean hacen mas números pero poco se interesan de corazón en el bien del otro.- (hay mucha gente sincera) pero a estas las tienen dominadas con la religión del miedo que hoy veo que predican, la del cumplí-miento, mitad cumplo mitad miento.- ( porque de paso esa es la religión que ésta gente predica eh!) Yo lo experimenté por más de 10 años.-

También hace mal a la mente vivir mucho en el pasado, y lamentablemente hay gente que la lectura de Elena de White que encima es de una corta visión, porque estos movimientos ese mensaje de tanta ostentación es para EEUU porque nosotros acá en Sudamérica, nunca podemos igualarnos con los brillos que tiene el primer mundo, así que hay que saber leer desde donde viene el mensaje, Y Quien es la mensajera, es lo mismo que yo pretenda llevarle este mismo mensaje a los pobres del África, digo lo que ésta en sus libros, y Uds. saben cuales son.-

Así que hnos desde Argentina quiero Iniciar un ministerio o algo, para sanar las almas dañadas por el legalismo y por las falsas doctrinas.- No solo de esta gente si No también de los Testigos de Jehová que están en la misma situación y si pudiera con la Gracia de Dios alcanzar a los mormones ¡ALELUYA GLORIA AL SEÑOR!

Acá tengo muchos amigos exadventistas, que para mi son trigo, y trigo del bueno, que un tiempo antes que yo, se fueron por infinitas causas.- (Ninguna de Pecado) Lo que pasa es que muchos quedaron tan dañados tan lastimados emocionalmente, que no quieren saber nada más con ningún grupo religioso.

Oremos para que la Luz de la Verdad que emana del Trono de la Gracia, Ilumine a los corazones que aún yacen en densas tinieblas, de engaño y mentira, oremos para que El Eterno el Dios del Universo, abra el entendimiento de muchos y que pronto salga toda la Verdad a la Luz. Porque es triste saber que más almas son día a día victimas de esta gente que (ellos muchos sinceros adventistas) pero con un mensaje distorsionado, llevan a muchas almas que siguen siendo engañadas y quedan atadas al poder de las Tinieblas.-

Creo al menos me pasa sentir, no puedo quedarme de brazos cruzados, luego de descubrir sus engaños.- Y la Gran Comisión al que fuimos llamados Brilla sobre nuestras almas así que debemos proseguir la meta con tal de alcanzar el premio para el cual ya fuimos predestinados por el Dios del Cielo.-

Sigan Adelante y No Teman que más fuerte y poderoso es el que está con nosotros, Solo Dios sabe por qué o para que llegamos hasta acá.-

¡Es tiempo de Luz! de mucha Luz porque el Espíritu Santo de Dios está obrando en muchos corazones, y a los que se encuentren con esta página y lean piensen que nada pasa por casualidad, algo Dios... nos esta queriendo decir.-

Y si algo de esto querido lector tal vez a vos Hno. Adventista, te enoja te molesta, revisá que pasa en tu interior, a veces veo gente y es mi experiencia que al cuestionar muchas cosas de los líderes de la Iglesia se molestaban; sé que es difícil que se te venga a bajo todo un sistema de creencias, pero pensá esto… que si algo te molesta es porque en el fondo hay algo de lo cual esto nuevo que te digo, te tocó.

Y si te sentiste tocado, y reaccionaste mal, es porque entonces una verdad hay de la cual no la quieres ver pero ahí está.-


¡Mis más cálidos saludos con sincero Amor Cristiano!

Shalom!

Andrea
Buenos Aires
Argentina
28 de septiembre 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Testimonio Personal del Ex pastor adventista Juan de Jesús Salazar Sánchez
Fui un personaje que aparentemente tenía uno de estos tres destinos, el hospital, la cárcel o el cementerio; pero Dios se apiadó de mí, me hizo conocer el evangelio mediante unos hermanos cristianos que predicaban en el parque de la ciudad de Tarma – Perú.

Posteriormente me afilié a la Iglesia Adventista del Movimiento de Reforma, hasta que conocí a los hermanos de la Iglesia Adventista del 7mo Día, con quienes pasé desde el año 1982 hasta febrero del 2004.

En la Iglesia Adventista fui pastor y docente universitario. Todo estaba de maravilla hasta que empecé a investigar el asunto de la fuente de inspiración de Elena de White.

Comprendiendo que Elena de White no fue íntegra al no reconocer las fuentes de sus escritos y afirmar que los recibía por revelación divina, y comprendiendo que la IASD como organización se niega a aceptar que mintió, decidí separarme de la organización adventista en mención, renunciando a los cargos a mi confiados en febrero del 2004.

Obviamente dichas circunstancias produjeron en mí y en mi familia una impresionante crisis espiritual. En principio desee que esta crisis fuera personal o familiar, por lo que trate de desligarme de la IASD lo más silenciosamente posible, para no afectar la fe de otros miembros de la misma, cosa que casi no fue posible.

Sin embargo, en medio de mi angustia y soledad, Dios impresionó fuertemente mi corazón y conciencia con la misión de reprender a la IASD por su pecado y pastorear a los miembros que no pudiendo soportar la ambigüedad de algunas “verdades” adventistas, decidieran retirarse de ella.

Luché contra este llamado específico por todos estos años. Inventé excusa, tras excusa; pero finalmente, cuál Jonás, estoy regresando a mi tierra, para cumplir el mandato de Dios. Toda crisis es portadora de una amenaza y una oportunidad. Vuelvo confiando en el poder de Dios y la dirección del Espíritu Santo. Dios nos dará el éxito en esta empresa.

Mi hermano y hermana, tú que has ingresado a esta página, por el motivo que fuere, decídete a investigar por ti mismo, y sé valiente para tomar decisiones al respecto, porque si descubres que hay engaño en la doctrina adventista y la sigues predicando, entonces te conviertes en engañador. Tú escoges.

Aprovecho esta página para agradecer públicamente a todos aquellos hermanos de diversas iglesias evangélicas que supieron tendernos una mano amiga de manera desinteresada. Para ellos ruego la bendición y la recompensa divinas.

Pido perdón públicamente a todo hermano y hermana evangélico de cualquier denominación que quiso apoyarme; pero que estúpidamente, por no entender plenamente el significado de mi misión lo rechace o me rehusé a su apoyo.

Así mismo me dirijo a todo hermano y hermana (especialmente en el Perú) que ha estudiado el tema y que está pensando renunciar al adventismo del 7mo día o quizá ya ha renunciado y se encuentra solitario, como oveja sin pastor, que se ponga en contacto conmigo, para coordinar acciones y poder ayudarle en lo que esté a mi alcance.

Pastor Juan de Jesús Salazar Sánchez
Misionero por la Gracia de Dios y mandato del Señor Jesucristo.
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15 de septiembre 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

Testimonio de Gonzalo Ramirez
Hola:

Hace un tiempo me contacté con vuestro sitio y ha sido de gran bendición. Intercambié algunas líneas con el pastor y te cuento algo más sobre mí:

Soy de Chile, ahora pastor de Jóvenes de la Asamblea de Dios Autónoma (Misión Sueca) de Viña de Mar, soy casado hace 9 meses, estudio Psicología y tengo 32 años.

Nací en Chillán, y me crié en un hogar, iglesia y colegio adventista. (Chillán es como su sede más importante) Mi abuela fue una de las fundadoras de la Iglesia Central. Mi papá era simpatizante de la Iglesia y donó muchas cosas a la que en ese entonces era la escuela adventista nº 7 de Chillán. Yo me sentía como niño muy cómodo en la Iglesia, ya que toda mi vida giraba en torno a ella. Mi abuela me enseñó mucho sobre el Antiguo Testamento y de la "hermana White". Mi abuela murió en 1983 y tengo un excelente recuerdo suyo.

Ahora en 1986, estábamos hace poco viviendo en Santiago, cuando mi padre fallece trágicamente a los 46 años. Estaba decidido a bautizarse. Fue durísimo, pero si algo tengo que reconocer, fue la inmensa ayuda prestada por el colegio adventista de Las Condes, en todo sentido, se portaron como verdaderos hermanos en Cristo, nunca los olvidaré.

Al volver a Chillán, nos involucramos como familia de lleno a las actividades de la iglesia: mi mamá en las Dorcas. Mi hermano y yo: Escuela Sabática, conquistadores. Incluso llegué a dirigir algunas reuniones de la Sociedad de jóvenes, cantaba y hasta prediqué una veces en dichas reuniones. Con los conquistadores fuimos a muchos camporees, en fin fue un tiempo lindo. Claro, había varias interrogantes que yo me guardaba, cosas que encontraba un poco raras pero que no me atrevía a preguntar. Para acallar mis dudas, a los 13 años decidí participar en el seminario Revelaciones del Apocalipsis y además, del curso bíblico complementario (uno bien antiguo en hojas de roneo). Al terminar me creía un experto en Apocalipsis y el sábado. Pero todavía tenía dudas infantiles: ¿Por qué no puedo comer hot-dogs? ¿Por qué no se puede aplaudir en el culto divino si la Biblia llama a aplaudir al Señor? Me las guardaba y me callaba.



En 1989, por alguna razón (creo que fue Dios) no quise ingresar a la Secundaria Adventista y me fui a un Colegio Laico, y TENIA CLASES LOS ¡¡¡SÁBADOS !!! ¿Qué hago??? ¿Saben lo que pasó? Había una compañera de curso que me gustó desde el primer día, y por verla a ella asistía los "santos sábados" a clases; me da risa cuando me acuerdo. A Todo esto mi mamá conoció a mi actual papá, que no era adventista, sino ¡¡evangélico descarriado!! y nos invitó a los tres a un culto de la Asamblea de Dios, que quedaba a una cuadra del departamento donde vivíamos. Se podrán imaginar lo que era para un adventista entrar a un templo "protestante apóstata" y más encima un ¡domingo! Sin embargo, y ¡BENDITO SEA EL SEÑOR! Apenas entramos nos saludaron afectuosamente, cosa que en MI IGLESIA jamás sucedió, Había tanta alegría cuando estos "Kanutos" (así se les llama en Chile a los evangélicos) cantaban, oraban con tanta devoción, que yo me dije: ¡esto es! Esto es lo que yo no tengo: Gozo y libertad en el Espíritu para ¡adorar a Dios!

Cuando el sábado volví a MI IGLESIA, no podía evitar la comparación.

Dejamos de ir como familia a la Iglesia Adventista y, esto es lo trágico, NADIE NOS FUE A VISITAR. SOLO UNA AMIGA DE MI MADRE VINO A NUESTRA CASA PARA DECIRNOS QUE AHORA TENIAMOS ¡LA MARCA DE LA BESTIA! ¡Eso fue lo que realmente me alejo del adventismo! La falta de amor y frialdad de un sistema religioso que se impone por la fuerza.

Bueno, poco a poco Dios nos fue restaurando en su gracia, conocí la libertad de servir a DIos, (ahora como ¡Hot dogs!). El gozo de poder alabarle con todo mi ser, ¡Cristo es Libertad!

Hoy le sirvo en una sana congregación, como pastor y músico. Cada día me regocijo de haber sido liberado de la maldición de la ley, y oro por queridos hermanos que tratan de esforzarse por su salvación, viven con temor y guardan cargas que ni siquiera sus líderes pueden llevar.

Que Dios les bendiga abundantemente. Ojalá este breve testimonio sea de utilidad para alguien.

"DE CRISTO OS DESLIGASTEIS LOS QUE POR LA LEY OS JUSTIFICAIS, DE LA GRACIA HABEIS CAÍDO" Pablo de Tarso a los Gálatas (adventistas del siglo I).

Hasta pronto.
Gonzalo Ramirez
30 de agosto 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

El testimonio de Patricia Quijada - segunda parte
Hace un tiempo, escribí mi testimonio y contaba como mis hermanos, a pesar de crecer en un hogar adventista, nunca quisieron participar en los cultos ni cuando recibíamos el sábado. Siempre hubo una pared que impedía que pudiéramos participar todos de estos momentos tan importantes para nosotros, como adventistas.

El fin de semana pasado, fui a visitar a mi madre, y le expliqué lo que era amar a Cristo en libertad e invitamos a mis hermanos a leer la Biblia sin prejuicios.

Leímos a Gálatas. Mi madre estaba feliz de que mis hermanos compartieran con nosotros lo mismo su hermana, que es la maestra de escuela sabática, pianista y diaconisa de una iglesia muy chiquita del pueblo de Bulnes. El Espíritu Santo hizo su obra.

Estábamos conociendo un nuevo evangelio, bastante diferente al que estábamos acostumbrados. Seguir a cristo en libertad. Al descubrir en la palabra de Dios que todos podíamos ser salvos por gracia, y era un regalo de Jesús que murió por nosotros, para todo aquel que tuviera Fe en El, el obstáculo desapareció, reencontrándonos como familia y sabiendo que todos los que creemos en el sacrificio de Jesús en la Cruz, pertenecíamos a su iglesia.

Desapareció la soberbia de afirmar que la iglesia Adventista era la verdadera, etc. que era el verdadero obstáculo para unirnos en la fe. Mi tía, estaba muda, todos los argumentos tantas veces usados para defender la doctrina adventista y por sobre todo para defender los errores que escribió la Sra. White, no servían. El sello de Dios con los cristianos ya no era el sábado, sino el Espíritu Santo, y Jesús no había entrado al lugar Santísimo el siglo XIX sino que hace dos mil años cuando Jesús al morir en la cruz dijo: Consumado es y resucitó el tercer día para luego sentarse a la diestra de Dios Padre.

Mi mamá aceptó humildemente que había estado ciega por tantos años, pero que sabía que todo lo que nos había pasado en ese momento era obra del Espíritu Santo. A mi tía le costó más asumir que la iglesia adventista era un reflejo de la hna. White y no necesariamente de Cristo. Ahora ellas seguirán en su pequeña iglesia pero dando a conocer a Jesús sin agregados. No me canso de dar gracias a Dios por sacarnos la venda de los ojos.

Patricia Quijada

30 de agosto 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

El testimonio de Patricia Quijada
Me llamo Patricia Quijada. Soy chilena y tengo 56 años.

Vengo de una familia Adventista, que viven con toda sinceridad y con inocencia (ahora me doy cuenta, por no decir "ceguera") todo lo que el adventismo involucra. Comida vegetariana, sencillez en el vestir (que no está mal a mi parecer), guardan el sábado de puesta de sol a puesta de sol.

Los escritos de la hermana White se los saben de memoria y es su 2º Biblia, y muchos aspectos más. Hasta que me empecé a preguntar si no era más importante ser cristiana que adventista, porque como que de pronto ambas formas de ser tomaban caminos divergentes.

Mi madre, de 84 años, con mucha paciencia y amor, oró por mi padre (que no era adventista), hasta que él se convirtió a la doctrina después de 40 años de escuchar a mi madre que oraba pidiéndole a Dios por él y por sus hijos. Hace un año que mi padre falleció, y en la iglesia a la que había asistido (Chillán), reconocieron públicamente, como mi viejito había ayudado a la iglesia con donaciones, a construir templos y a diaconisas.

Como una oportunidad de predicar el evangelio a mis parientes paternos, que no eran adventistas se aprovechó cada oportunidad para predicar la palabra de Dios. Pero yo no podía salir de mi tristeza, sabía de memoria lo que había aprendido que los muertos nada saben y que están durmiendo hasta que venga nuestro Señor Jesús a buscarnos. Hasta que empecé a leer la Biblia en toda su pureza, sin interpretaciones, sin influencia de los escritos de la hna. White, y supe por primera vez que el espíritu y el alma de los muertos que amaron a Cristo están con Dios, y están concientes y felices, solo el cuerpo de mi padre estaba dormido, ese hecho, me dio toda la paz que necesitaba. Lo más importante era que no debía hacer nada especial,"ritos" adventistas que no podía ni siquiera explicarles a otros si eran tan importantes para ser salvos.

Mi dilema ahora es hablarles a mi madre, que es una viejita que solo trasmite amor y a su hermana, que lleva sus creencias hasta el fanatismo, haciendo creer que solo los adventistas tienen la verdad y tanto los demás protestantes como los católicos, tienen la marca de la bestia y perseguirán al remanente (adventista), por guardar el sábado. Esta actitud, ha impedido que mis hermanos (son 3) hayan conocido a Jesús. Ellos ni quieren saber de religión y ahora les encuentro razón porque crecieron escuchando con mucho miedo que seríamos perseguidos por nuestra creencia. Solo pido a mi Dios que por intermedio del Espíritu Santo me de sabiduría para dar a conocer esta inmensa Verdad, la única Verdad, que nos hace salvos, que Jesús murió por nosotros y que ningún mérito nuestro ni de otra persona hace esto posible.

Con todo el amor cristiano pido a Uds. mis hermanos en Jesús que oren por mí para dedicar mi vida a Dios y que yo sea un instrumento en sus manos para hablar de su Evangelio.

Patricia Quijada
19 de agosto 2007
 
Testimonio de pastor Adventista Douglas José Gaitán Miranda

Testimonio de pastor Adventista Douglas José Gaitán Miranda

Testimonio de pastor Adventista Douglas José Gaitán Miranda
¡Hola a todos!

Dios les bendiga. Mi nombre es Douglas José Gaitán Miranda.

Nací un 15 de marzo del año 1971 en Masaya, Nicaragua. Mis padres pertenecían a la iglesia Católica y lo poco que conocían de Dios me lo enseñaron. Siempre fui inclinado a las cosas religiosas, de ahí, que desde pequeño deseaba ser un sacerdote.

A la edad de 16 años conocí a un compañero de clase cuya forma de ser era diferente a la de mis otros compañeros, e incluso a la de mí mismo. Poco a poco me fui haciendo amigo de él, y fue así que a través de él conocí el mensaje de la iglesia Adventista del séptimo día a finales del año 1987.

Abracé y creí en este mensaje excepto en una cosa “El Espíritu de profecía”.

Por alguna razón yo no creí en el cuentito ese que ella era “profeta del Señor”. Pero estaba de acuerdo con el resto de la doctrina que me enseño aquel amigo mío. Un 11 de julio del año de 1988 me bauticé en la iglesia Adventista del séptimo día, del reparto Schik en Managua, Nicaragua.

Hasta el año 2002 trabajé como miembro de iglesia ocupando diferentes cargos dentro de la misma. Fui director de diáconos, diácono, maestro de escuela sabática, director de escuela sabática, anciano, director de jóvenes, líder de pequeña congregación, director de actividades laicas, y obrero bíblico.

Un 25 de agosto del año 2002 fui llamado para el ministerio, y es aquí donde comienzo a conocer cosas que yo desconocía, pues como miembro de la organización uno sólo ve el lado “santo” de la organización. Fui ubicado en la ciudad de Jinotega (esto es a 165 kilómetros de la capital Managua) en el norte de Nicaragua.

Lo primero que encontré fue un templo bonito pero con tan solo 14 miembros. Trabajé mano a mano con mis hermanos a tal grado que un año después aquel templo vacío
estaba lleno a reventar.

Además de que consolidamos obra en otros lugares del departamento, como: El Llano de la Cruz, Wiwilí, la Concordia y La Pavona. Nunca antes Jinotega había tenido este tipo de despertar. Una de mis primeras lecciones que aprendí en esta ciudad es que dentro de la organización hay hombres que se les llama pastores y lo menos que hacen es la obra de un verdadero pastor, pues lo que son es un montón de asalariados, que están en la organización por eso precisamente por un “salario.” Luego me llamó la atención el manejo que se le da al diezmo dentro de la organización pues de todo el diezmo que los hermanos llevan al templo ni un centavo queda en la iglesia local; todo se va para las oficinas centrales conocidas como “misión” y es así como una iglesia que da sus ofrendas y sus diezmos, vive en la miseria porque todo se lo llevan a las arcas de la misión.

En mi primer año fui nombrado como el “mejor pastor” del año 2003 de toda Nicaragua; pues para las autoridades Adventistas un buen pastor es aquel que cumple básicamente con tres cosas:


1. Bautiza más personas
2. Recoge más diezmos, y
3. Recolecta más dinero (la recolección es un blanco de dinero que la misión le pone a cada pastor y éste con las iglesias que dirige tienen que salir a pedirlo a las calles hasta alcanzarlo ya que si no lo alcanza se le deduce de su salario).


Como “premio” fui llevado como invitado a Panamá, a una reunión de secretarios de campo. En el año 2004 nuevamente fui escogido como uno de los mejores pastores de Nicaragua y nuevamente fui “premiado” con otro viaje a la ciudad de Panamá.

A mediados del año 2005 fui nombrado “Secretario de Campo” de la zona más grande de la Misión nor-Occidental de Nicaragua, y aquí aprendí que a los dirigentes de la organización les importa poco la opinión de los miembros de iglesia, pues no se les consulta a la hora de trasladar a un pastor y no miden el daño que se le hará a la congregación. Cuando fui notificado que sería trasladado, mis queridos hermanos de Jinotega hicieron de todo para que los dirigentes cambiaran de opinión y estos no quisieron escuchar a la membresía.
 
Testimonio de pastor Adventista Douglas José Gaitán Miranda

Testimonio de pastor Adventista Douglas José Gaitán Miranda

Segunda parte

El 25 de junio del año 2005 tome posesión de mi cargo como secretario de campo.

Lo primero que hice fue realizar una encuesta dentro de la membresía sobre el trabajo pastoral, cosa que a algunos pastores no gustó pues nunca se les había evaluado de esta manera.

Pues con esto descubrí que la mayoría de los pastores no salían a visitar, llegaban tarde a los cultos, otros pasaban meses sin visitar a sus iglesias y otros se creían los amos y señores de las iglesias.

Habiendo hecho esto, sin quererlo me comencé a distanciar de la dirigencia Adventista. Luego comencé a visitar a todas las iglesias y grupos de mi campo unas 30 en total, iglesias en su mayoría fieles diezmadoras, que mes a mes mandan sus diezmos a la misión, pero que viven en situaciones precarias.

Entonces en una reunión con un grupo de hermanos y el presidente de la misión cometí el “error” de solicitarle al presidente que se les dejara una parte del diezmo a las iglesias, el presidente sintiéndose sorprendido por mi petición dijo que lo consultaría con sus superiores. Pero esto sólo era una mentira pues era la única manera que encontró para salir de aquel aprieto.

Al siguiente día a eso de las 6 de la mañana tenía una visita de mi presidente y de otro pastor reclamándome del por qué le había hecho aquella propuesta delante de mis hermanos, y me recomendó leer los libros de la hermana Elena G. de White que hablaran sobre mayordomía cristiana. Yo como ya lo dije antes no era muy creyente en Elena, así que, no me preocupé por la opinión de esta mujer, sino que me preocupé sobre lo que decía la Biblia sobre este tema, y comencé a investigar.

Fue así que el Espíritu Santo me condujo a esta página de internet (www.exadventista.com) y poco a poco mi ojos se fueron abriendo a una verdad que mi corazón presentía pero que ahora confirmaba, el fraude de Elena G. de White, 1844, el diezmo y otras verdades que aún sigo descubriendo.

Poco a poco la brecha entre la dirigencia adventista y yo se iba abriendo más y más. En este periodo de investigación yo pedía a la dirigencia que hubieran cambios en favor de la hermandad. Por ejemplo:

1) Que se supervisara el trabajo pastoral

2) Que se eliminara la recolección

3) Que se fomentara la visitación a las cárceles, hospitales, etc.

4) Que se quitara la presión de bautizar (pues en la iglesia adventista a cada pastor se le pone un “blanco” de bautismos que tiene que cumplir cada año) y a través de esta presión se bautiza y rebautiza a los mismos miembros.

A la par de esto la obra se volvió a caer en Jinotega. Los hermanos me llamaban por teléfono o me escribían pidiéndome que les ayudara hablando con el presidente para que les mandara un pastor. Pero por más que lo intenté y los hermanos lo intentaron no hubo respuesta.

La obra seguía cayendo. En agosto del año2006 fui trasladado a Chinandega a pesar que los hermanos de San Ramón le pidieron al presidente que no me trasladara. Éste no hizo caso pues me consideraba una amenaza, para sus intereses y para los intereses de la organización.

Llegué a Chinandega sin darme cuenta que los mismos que me habían nombrado como pastor de ese distrito llegaron días antes a hablar mal de mi. Le dijeron a mis hermanos de Chinandega que tuvieran cuidado por que yo dividía las iglesias que dirigía. Solo por el hecho que de donde iba saliendo, los hermanos pedían que no me cambiaran.

Un mes después reunidos como junta de iglesia los hermanos me confesaron que los mismos pastores habían hablado mal de mí delante de ellos, pero que ahora ellos estaban convencidos por mi trabajo; que todo lo que les habían dicho era pura mentira. Los administradores estaban sorprendidos de ver como con la ayuda de Dios llegué a ganarme el cariño de los hermanos de Chinandega, ya que estos hermanos nunca se habían llevado bien con ningún pastor anterior.

Entonces buscaron la manera de cómo trasladarme a otro lugar, ante lo cual también estos hermanos protestaron. Ante esta situación hice contacto con los hermanos de Jinotega, les compartí lo que había descubierto en www.exadventista.com, y ellos al igual que yo, abrazamos estas verdades. Fue así que el 31 de diciembre del año 2006 me separé definitivamente de la organización adventista.
 
Testimonio de pastor Adventista Douglas José Gaitán Miranda

Testimonio de pastor Adventista Douglas José Gaitán Miranda

Tercer parte

El día 11 de enero del año 2007 me reuní con la dirigencia de la iglesia Adventista central de Jinotega y juntos tomamos la decisión de adorar al Señor en libertad.

Cuando los dirigentes de la organización se dan cuenta de esta decisión, mandaron emisarios a platicar conmigo, tratando de hacerme desistir de la decisión tomada. A cambio de esto me ofrecieron un nuevo puesto dentro de la organización y un mejor salario. Lo que se les olvidó a estos señores es que yo entre al ministerio por amor a Dios y a las almas, y no por amor al dinero o a puesto alguno.

Cuando estos “ministros” se dieron cuenta que mi decisión era firme entonces usaron un plan “B”. fueron a las iglesias que yo había dirigido y donde se me tiene un gran aprecio, y comenzaron a decir un sin número de calumnias en contra mía. Entre las cosas que dijeron de mi, están estas: 1) que me robe los diezmos de una iglesia llamada La Perla. 2) Que tenía una mujer embarazada en Jinotega y que esta mujer no era mi esposa. 3) Que me robé todas las cosas que habían en el templo de Jinotega. 4) Que la policía me andaba siguiendo. 5) Que lo que yo quería es hacerme rico con el diezmo de mis hermanos.

Todas estas cosas una a una se repitieron en los templos donde se me conocía y aún donde no se me conocía. Fue así que hastiado de tanta mentira fui a hablar con los dirigentes de la organización Adventista y tuve que advertirles que si yo escuchaba una vez más de esas mentiras en contra mía, los iba a demandar por injurias y calumnias ante las autoridades civiles. Uno de ellos me pidió disculpas y así se detuvieron un poco.

En lo que respecta a mis hermanos se comenzó una presión psicológica diciéndoles que lo que estábamos haciendo no iba a funcionar, que iban hacer borrados de los libros de la iglesia y que si pasaba esto también iban hacer borrados de los libros del cielo. Los visitaban uno por uno y con cada hermano usaban tácticas distintas, a algunas de mis hermanas las hicieron hasta llorar con las palabras que les decían. Hoy ya han pasado 7 meses desde que tomamos la decisión de separarnos de la organización Adventista.

Comenzamos un grupo de 25 hermanos en Jinotega y hasta hoy miércoles 8 de agosto somos para la gloria de Dios 40 hermanos. Tenemos también un campo nuevo en un lugar conocido como la Pavona dónde se congregan 18 hermanos ex-adventistas. He realizado contactos con otros hermanos que aún están dentro de la organización pero que se identifican con nuestro sentir.

Apreciados hermanos y amigos sinceramente no ha sido fácil el haber tomado esta decisión, en lo económico he pasado momentos difíciles junto con mi familia, pero sé que el Dios que me llamó a esta obra es el Dios que me sostendrá.

Desde ya les agradezco cualquier tipo de ayuda que puedan brindarnos, Personalmente gracias pastor Camacho por que usted ha sido de gran bendición en mi vida y en la de mis hermanos, Dios le bendiga. Para cualquier comunicación escríbanme a: [email protected]
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

¡Jesucristo es mi único salvador!
¡La Gracia y la Paz de Nuestro Salvador Jesucristo!

Hoy tengo 25 años, cuando acepté al Señor como mi único Salvador, tenia 16 años. Soy sobrino del Pastor Daniel Belvedere, que usted debe tener oído hablar. Es un pastor argentino. Mi padre e mis tíos son argentinos, yo soy Brasileño. Mi Padre siempre leyendo la Biblia, mismo sin pertenecer a ninguna iglesia me enseño uno de los versículos que muestra que Cristo es el fin de la Ley. Antes mismo de eso, no creía en la visón de los adventistas del sueño del alma e de la destrucción de los impíos. Siempre creí en el infierno eterno. También a mucho ya comía carnes que los adventistas la llaman inmundas. Pues Actos 10, con la visión de Pedro, me había quedado muy claro que el Señor había purificado lo que los adventistas lo llamaban, por la ley, de inmundo. Mi crisis espiritual se dio, cuando leí en Conflicto de los Siglos (Gran Conflicto). Pues en mi ingenuidad espiritual, Ellen G.White, seria una mujer inspirada por Dios, y nunca hablaría por inspiración o visión ninguna de estas doctrinas las veía en contra a la Biblia (destrucción de los impíos, carnes inmundas). Pues, en este libro, la vi legitimar tales doctrinas (yo creía sí en el sábado, pero no mas por mucho tiempo). Entonces entre en una crisis espiritual muy grande. No tenia paz, pues la veía contradecir la Biblia, pero no podría cuestionar la profetisa de "Dios". Yo me estaba en el cine, creyendo que cometía un gran pecado, por ser desobediente a la "Sierva de Dios", me gustaba oír las predicaciones, de los pastores Bautistas, Presbiterianos, Pentecostales etc., pero tenia que creer que ellos fueran de Babilonia, dominicales siervos del papa (anticristo). Cuando mi padre, se empezó a ir a la "Escuela DOMINICAL" de la Asamblea de Dios, con un socio que tenia, yo ya miraba a mi padre con la marca de la Bestia. Todo esto me hacia muy mal. Me iba a la Iglesia Adventista, en busca de paz, e oía terrorismo espiritual, hablando de la posible aprobación de la "ley dominical". En este tiempo, mi padre me hizo ver en la Biblia que el sábado era parte de la Ley e que la Ley era hasta Cristo y que el Nuevo Testamento nada hablaba de la obligación del reposo sabático a los Cristianos. En ese tiempo uno de la secta de los Testigos de Jehová nos vinieron a dar estudios de la Biblia. Ellos en la intención de nos hacer T.J, e la esposa del TJ era EX-ASD, me apuntaron las contestaciones bíblicas sobre el sábado e mas textos que nos permiten comer de todo. Eso para mi, fue suficiente a considerar Ellen White, una falsa profetisa. Después de eso me fui a conocer en paz, muchas iglesias evangélicas (bautista, Presbiteriana) y cerca de mi vivienda está la Iglesia Metodista y me fui allá. Un grupo de hermanos me visitaron e me preguntaron se yo tenia certeza de la vida eterna. Se yo muriera en aquella hora, se yo tenia certeza que iría al Cielo. Mi respuesta fue no, yo sabia que me iba al infierno, pues era malo e pecador. Me predicaron entonces en VERDADERO EVANGELIO DE JESUCRISTO e yo ore recibiendo el Señor Jesucristo como mi UNICO SALVADOR. Toda mi confianza fue puesta en su obra de redención en la Cruz; Hoy soy feliz, pues tengo la vida eterna.

Después de un tiempo, leí el libro del Rev.J.K Van Baalen que habla de los adventistas e habla del peligro de la doctrina del santuario, e otros materiales que tratan del asunto de sectas e falsas doctrinas.


Dios los bendiga,
Francisco Belvedere
4 de agosto 2007
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

NACIDO EN LA IGLESIA ADVENTISTA:

Nací en el Florida Hospital, un hospital Adventista en Orlando, Florida, U.S.A. Nadie sabía que más tarde yo pasaría parte de mi carrera adulta trabajando en ese mismo hospital. En aquella época, el Florida Hospital era pequeño. No era la organización de miles de millones de dólares que es hoy. A los administradores todavía se les pagaban salarios de ministros. El hospital todavía no había empezado a invertir sus fondos en el mercado de valores. Para cuando mi hijo nació en el mismo hospital, las cosas habían cambiado dramáticamente, como dramáticos eran los cambios que habían tenido lugar en la Iglesia Adventista en general. Gradualmente, la iglesia se había ido apartando de las enseñanzas de sus pioneros.

MI EDUCACIÓN EN LA IGLESIA ADVENTISTA:

Pasé 16 años en escuelas Adventistas. Desde mis primeros años, se me enseñaron las singulares doctrinas Adventistas. Aprendí acerca de las Leyes Dominicales Nacionales y de cómo los católicos y protestantes se unirían para perseguir a los que guarden el sábado. Se me enseñó que Ellen G. White es la profetisa de Dios y que ella ejecutaba señales milagrosas, como dejar de respirar y sostener una pesada Biblia con el brazo extendido por horas. Al ir creciendo, aprendí acerca del juicio investigador y los mensajes de los tres ángeles. Vivía en un estado de constante temor mezclado con esperanza. Temía la persecución venidera y el tiempo de angustia, pero esperaba la venida de Cristo. Todo el mundo me decía que Jesús vendría muy pronto, posiblemente dentro de un año o dos. Unas pocas veces, aparecía gente que fijaba fechas y yo me emocionaba y me preocupaba, pero luego la fecha pasaba y todo continuaba como antes.
 
Re: Testimonios de Ex-adventistas ¿HAY VIDA DESPUÉS DEL ADVENTISMO?

APRENDIENDO A SER PERFECTO:

Al ir creciendo, aprendí que los Adventistas son el único pueblo remanente de Dios. Dios los está purificando y probando, preparándolos para que puedan permanecer perfectos sin intercesor delante de El. Cuando niño, esta era una carga pesada de llevar. Trataba de ser perfecto, y trataba de guardar el sábado perfectamente, pero nunca alcanzaba la meta. Miraba a mi alrededor buscando gente perfecta, pero nunca encontré a nadie. Los Adventistas que yo conocía eran generalmente buenas personas, pero observaba pocas diferencias entre ellos y otros cristianos. La mayoría de los Adventistas que yo conocía no tomaban café (por lo menos en presencia de otras personas), y no usaban joyas (excepto broches y alfileres), pero cuando se trataba de las características de amor, aceptación, perdón, y pureza, la verdad es que yo no veía que los Adventistas tuvieran ninguna superioridad sobre ningún otro cristiano.

MI EXPERIENCIA EN LA UNIVERSIDAD:

La escuela superior fue una experiencia reveladora. El estar lejos del restringido ambiente hogareño parecía hacer salir lo peor de mí y de los otros estudiantes. Caminar hacia arriba y hacia abajo por los pasillos del dormitorio era como estar en un concierto de rock con una docena de bandas de percusión diferentes. La única interrupción en el concierto de rock ocurría los sábados, cuando los estudiantes bajaban los decibeles para evitar una reprimenda.



Un joven estudiante Adventista alquilaba videos pornográficos y cobraba la entrada a su cuarto para verlos. Era asombroso ver a 25 jóvenes apretujados en un cuarto de dormitorio para mirar un video. Los sábados por la noche el dormitorio quedaba vacío. Los estudiantes se iban para los bares y salones de baile locales. Algunas veces vi estudiantes llegar caminando (o tambaleándose) de vuelta al dormitorio con los ojos enrojecidos. Los estudiantes acostumbraban ocultar cerveza, material pornográfico, y cuchillos en sus cuartos. A veces el decano revisaba el cuarto de alguien y confiscaba el material ilegal. Mientras estuve en el dormitorio, tuve la oportunidad de conocer al tataranieto de Ellen White, Steve White. Su cuarto quedaba frente al mío, al lado opuesto del pasillo. Era un individuo agradable y no participaba en algunas de las actividades de los otros estudiantes. Un estudiante fue expulsado durante el tiempo en que yo estuve en el dormitorio. Se llamaba Kevin y vivía más adelante en el pasillo. Era amable, caía bien, y era talentoso. Fue echado por actividades homosexuales. Fue transferido a un colegio Adventista en la Costa Oeste. Más tarde, a la edad de 19 años, se suicidó. No sé por qué se mató. Supongo que no pudo soportar la presión de ser imperfecto.



MI CONVERSION:



A la edad de 21 años, me convertí. Algunos meses antes de esta experiencia, comencé a tener conciencia de mi propia pecaminosidad, de lo cual nunca antes me había dado cuenta. Comencé a buscar respuestas y alguien me regaló una copia de uno de los libros de Morris Venden. Al leerlo, descubrí algo que habría de cambiar mi vida para siempre. "La salvación es por la fe." Para mí, fue un concepto nuevo que me sobresaltó. Hasta entonces, había tenido la impresión de que yo era salvo obedeciendo a Dios y guardando los Diez Mandamientos. No puedo explicar por qué pensé que era salvo por las obras. Nadie me dijo nunca que yo era salvo por las obras. Sólo era algo que yo había deducido de mi experiencia y educación escolar. Comencé a ver las cosas en una luz completamente nueva. Me entregué a Dios y dediqué mi vida a él.