Análisis sobre la idiotez.
Es un axioma que cada uno ve a los demás como precisamente es él, aunque no lo reconozca en él. Por eso es importante y urgente hacer un estudio riguroso sobre la idiotez.
Hay un refrán que dice: “Juventud divino tesoro”, pero la idiotez es un pecado de juventud. La mayoría de la juventud tiene un defecto, que es idiota y no lo sabe. Luego la persona madura y se puede volver inteligente, cuando ha matado a su propia idiotez.
Pero los idiotas ven como idiotas a los seres inteligentes que han superado su propia idiotez. Los idiotas se ven como inteligentes, síntoma inequívoco de que les falta una duda razonable de su propia inteligencia. Porque si una persona fuera realmente inteligente, se plantearía que tal vez sus postulados fueran idiotas. Pero resulta que los idiotas nunca se plantean esto, viendo la idiotez sólo en los demás.
No hay nada más desagradable para una persona inteligente, que ver como un idiota llama “idiota” a un ser inteligente que ha superado precisamente su propia idiotez. Y los idiotas quieren volver idiotas otra vez a las personas que han superado eso. ¿Habrase visto semejante idiotez?
Vivo en un pueblo idiota, porque toda persona que crea que pertenece a un pueblo es un idiota que todavía no sabe que sobre la faz de la tierra sólo hay un pueblo, el de las personas inteligentes, e innumerables agrupaciones nacionales de idiotas. Pues bien, en este llamado pueblo, un 20% son idiotas. Otro 29 % son medio idiotas y un porcentaje muy pequeño son idiotas profundos. Y, afortunadamente, existe otro 50 % de seres inteligentes o que van hacia ello.
Los idiotas profundos se dedican a matar seres inteligentes porque los ven como “idiotas profundos”. Estos quieren convertir a todo el mundo en idiotas, y cuando la realidad supera su ideal de idiota, se ofenden mucho, se encorajinan y matan con sus pistolas idiotas, que no saben a quien matan. ¿Habrase visto semejante idiotez?
Los idiotas mientras, aplauden, y cuando un ser inteligente les llama idiotas, escriben por las paredes “idiotas profundos, mátalos”, y cuando ya está muerto “idiota, te jodes”. O queman los negocios y las casas de los seres inteligentes, que ellos ven como más idiotas que ellos mismos. ¿Habrase visto semejante idiotez?
Los medio idiotas, dicen “Sí los idiotas profundos matan, es porque hay un problema político” No se dan cuenta que los idiotas profundos matan porque precisamente son idiotas profundos. Y buscan una solución ante tanta idiotez. Sólo encuentran una, y es nivelar por abajo, es decir, volvernos todos idiotas. En vez de intentar superar su idiotez, se regocijan en ella cómo un cerdo ser baña en su pocilga.
Un gran idiota dirige a los medio idiotas, que les siguen porque quieren convertirse en idiotas completos. Quieren ser perfectamente idiotas. Y da clases en la universidad y una vez fue seminarista y salió huyendo de allí ante tanta idiotez que veía. Y clama contra las personas inteligentes y les llama “idiotas”, porque no piensan como él. Y quiere transmitir su idiotez en el mundo universitario, en el mundo político y desde las instituciones.
En un funeral, un medio idiota vestido de obispo, dice que ¿Por qué nivelar por arriba, por qué hacernos todos inteligentes, cuando eso es imposible, vamos a nivelar por abajo y busquemos la forma de satisfacer a los idiotas y a los idiotas profundos. Un ser que debería dedicar sus energías a convertir a los idiotas en seres inteligentes, y a los seres inteligentes en seres divinos, desaprovecha su tiempo y su cargo para reconciliar a todos estos tipos de seres, para buscar la paz, cuando debería buscar el Reino y su Justicia. Tal vez él cree que ya lo ha encontrado. ¿Habrase visto semejante idiotez?
Este pueblo no tiene solución ante tanta idiotez. Desgraciadamente todavía no se ha inventado (ni creo se consiga nunca) la píldora contra la idiotez. Pero no todo va a ser criticar. Voy a dar algún consejo para conseguir la inteligencia y dejar de ser idiotas.
Primero: una duda razonable de mi propia inteligencia, no vaya a ser que sea un idiota y sea el último en saberlo.
Segundo: luchar contra mi propia idiotez, callar y seguir mi camino.
Tercero: No intentar volver otra vez idiotas a las personas que ya han superado mi propia idiotez.
Cuarto: La idiotez no se cura por decreto, ni es un problema político, es un problema de madurez de las personas, y esto no se arregla con algaradas y mítines.
Quinto: Aceptar la idiotez de parte de mi pueblo e intentar volverlos inteligentes, y no al contrario.
Sexto: Perseguir policialmente a los idiotas profundos que matan tanto a los idiotas, como a las personas inteligentes.
Séptimo: Dentro de 100 años todos calvos.
Todo esto dicho sin ánimo de ofender por una persona que antes fue idiota, y que puede que al idiota de turno que lee las cartas al director (que no suele ser el propio director, síntoma inequívoco de su propia idiotez), no le guste la inteligencia de mi escrito.
Y también, con todo el respeto a los idiotas genéticos, que nada tienen que ver con los idiotas mentales, a los que me refiero en este escrito.
¡Viva la inteligencia!
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