Saludos a todos.
El siguiente articulo vien en la revista Time de esta semana.
Que les parece
La familia biónica
Jeffrey, Leslie y su chico Derek van a ser la primera familia en EE.UU. con implantes electrónicos
7 de marzo, 2002
Actualizado: 11:38 AM hora de Nueva York (1638 GMT)
Por LEV GROSSMAN
(TIME) -- Al ver a Derek Jacobs con su uniforme escolar y mejillas regordetas, cualquiera pensaría que es un niño común y corriente de Boca Ratón (Florida). Pero es sabido que las apariencias engañan: cuando Derek tenía apenas 12 años, Microsoft ya lo había certificado como uno de los ingenieros en sistemas más jóvenes del mundo. Desde los 13 dirige su propia consultora de computadoras y ahora, a sus tiernos 14 años de edad, se está preparando para dar la siguiente sorpresa: dentro de poco se convertirá en un cyborg, parte niño, parte máquina.
Derek y sus padres Leslie y Jeffrey serán los primeros voluntarios para el experimento, que consiste en el implante dentro de sus cuerpo de un dispositivo computarizado llamado VeriChip. Dentro de un par de meses, y dependiendo de la aprobación de la Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), los doctores implantarán a los Jacobs bajo la piel del brazo izquierdo un transmisor diminuto y unos cuantos kilobytes de memoria de silicio que funcionarán como dispositivos de identificación médica. Suena a ciencia ficción, como el cyborg de Viaje a las estrellas, pero el VeriChip es la pura realidad. La familia Jacobs puede ser la primera de una generación de humanos con extensiones computarizadas.
Desde cierto punto de vista, Derek realmente es un adolescente común. Toca la batería, es callado y cortés, y participaba en el equipo de natación hasta que tuvo que dedicarse por completo a su negocio de computadoras. Recuerda vívidamente cuando se enteró de la existencia del VeriChip en el programa de TV Today Show. "Me pareció una muy buena tecnología, y quise ser parte de ella", recuerda. Si Derek se concentra en un problema casi siempre lo resuelve, y su mamá puede corroborarlo: "Me decía una y otra vez que quería ser el primer niño que recibiera el implante", recuerda Leslie Jacobs, una ejecutiva de publicidad de una revista de diseño.
Finalmente Leslie concertó un almuerzo con Keith Bolton, vicepresidente de Applied Digital Solutions, la empresa que diseñó el VeriChip. En un principio Bolton se mostró escéptico, ya que desde que se inició la campaña publicitaria de VeriChip la compañía ha recibido llamadas de unos 2.500 candidatos al implante. Pero la familia Jacobs (a quien Bolton llama cariñosamente "Los Chipson") resultó ser particularmente apta para probar las aplicaciones médicas del implante. En teoría, si una persona equipada con un VeriChip sufre un accidente y se hace necesario su expediente médico, basta con utilizar en la sala de urgencias un dispositivo similar a un PDA Palm para leer la información almacenada en el chip.
En el caso de los Jacobs, eso sería de importancia crucial. Derek es alérgico a varios antibióticos comunes, y Jeffrey ha quedado muy debilitado tras años de tratamientos contra la enfermedad de Hodgkin. Hace unos años sufrió un grave accidente automovilístico y cuando llegó al hospital no estaba en condiciones de explicar su enfermedad al personal médico. "La ventaja del chip es que la información está disponible en cualquier momento de necesidad", explica Jeffrey. "Hablará en mi lugar cuando yo mismo no pueda hacerlo".
Implantar el chip es una operación muy simple. Según el Dr. Richard Seelig, director de aplicaciones médicas de la compañía, "no lleva más de siete segundos". Basta con un hisopo antiséptico, anestesia local, una inyección y una tirita. En cuanto la piel se cura, el chip se hace completamente invisible, Ni siquiera los Jacobs se darán cuenta de que lo tienen. "Es completamente biocompatible", añade Bolton. "Es impermeable a los fluidos corporales, y no se le puede desprender ninguna pieza".
En Applied Digital Solutions —van a registrar los derechos de la frase Get Chipped!— tienen grandes planes para el diminuto artilugio. En los próximos años quieren añadir sensores para captar los signos vitales (pulso, temperatura, nivel de azúcar en la sangre, etcétera) y un receptor vía satélite para localizar al portador. La empresa ya produce un bíper llamado Digital Angel que hace todo esto, y sus ingenieros están haciendo todo lo posible para reducir las funciones del Digital Angel a un objeto lo suficientemente pequeño como para poderse implantar. Si lo logran, el VeriChip se convertirá en un aparato sumamente poderoso. Es por eso que los Jacobs quieren participar en el proyecto. "Sus posibilidades son infinitas", comenta Derek. Por su parte, Leslie opina que "es maravilloso. Todos los días estoy preocupada con mi esposo. Realmente creemos que el implante nos dará una sensación de seguridad".
La seguridad también está contemplada en el plan comercial de VeriChip. La compañía ya tiene firmado un acuerdo con el Departamento de Prisiones de California, que piensa utilizar el Digital Angel para controlar los movimientos de los reos en libertad condicional. El doctor Seelig cree que el VeriChip alguna vez funcionará como un documento de identidad a prueba de robos y falsificaciones, como si fuese una licencia de manejo puesta bajo la piel. Incluso sugiere que los tripulantes de los aviones comerciales las usen, para impedir que los terroristas se infiltren haciéndose pasar por ellos. "Viajo mucho, y me gustaría estar seguro de que el capitán del avión es quien dice ser".
¿Pueden exigir los gobiernos y aerolíneas que los pilotos se implanten? "Creo que tenemos derecho a ello", comenta Seelig. "Nuestras vidas están en sus manos". Puede parecer excesivo, pero ya hay precedentes. A principios de la década pasada, varios estados de la Unión Americana pensaron en obligar a mujeres indigentes y con antecedentes de abuso de menores que usaran implantes para el control de natalidad, pero el proyecto no prosperó. "Se tiene la sensación de que la tecnología ya rebasó los procesos políticos", afirma Steven Aftergood, analista de la Federación de Científicos Estadounidenses. "No estamos en una posición que nos permita aplicar los avances con la prudencia y el sentido común necesarios".
Prudente o no, la tecnología de implantes está avanzando a velocidad biónica. Kevin Warwick, profesor de cibernética en la Universidad de Reading, en Inglaterra, ya está diseñando el siguiente paso. Dentro de unas semanas recibirá un implante que conectará sin ningún tipo decable los nervios de su brazo con una PC. La computadora detectará la actividad de sus nervios y los inducirá a producir ciertos movimientos y sensaciones. Este implante podría permitir con el tiempo que una persona paralítica pueda mover partes de su cuerpo. Si todo sale bien, Warwick implantará un chip gemelo en su esposa Irena, y ambos dispositivos se comunicarán entre sí. "Si muevo un dedo, ella sentirá algo", explica Warwick. "Tendremos la intimidad más estrecha que se haya conocido: de sistema nervioso a sistema nervioso".
Muchos se muestran escépticos, pero Jeffrey Jacobs no es uno de ellos. "La gente lleva años hablando del Gran Hermano. Pero nosotros tres queremos ser parte no sólo de una nueva tecnología, sino de un nuevo paso evolutivo de la humanidad".
Al parecer la FDA aprobará los implantes de los Jacobs dentro de dos meses. Pero también hay otras maneras de apurar la evolución. Hace dos semanas Applied Digital Solutions firmó un contrato para distribuir VeriChips en Brasil, donde los secuestros son epidémicos, especialmente entre las clases altas. Los funcionarios gubernamentales quieren usar los implantes para localizar a los secuestrados vía satélite. "En Estados Unidos seguimos atascados con cuestiones de privacidad, libertades civiles y la FDA", se queja el vicepresidente Bolton. "Pero eso no nos detendrá. ¡Vamos a Sudamérica ahora mismo!". La tecnología sabe cómo ser más rápida que las legislaciones, y si al final todo se reduce a una carrera entre cyborgs y senadores, no es difícil saber quién ganará. Como decía el cyborg de Viaje a las estrellas, la resistencia es inútil. —Informes de Kathie Klarreich/Miami.
Bendiciones
Neofito.
El siguiente articulo vien en la revista Time de esta semana.
Que les parece
La familia biónica
Jeffrey, Leslie y su chico Derek van a ser la primera familia en EE.UU. con implantes electrónicos
7 de marzo, 2002
Actualizado: 11:38 AM hora de Nueva York (1638 GMT)
Por LEV GROSSMAN
(TIME) -- Al ver a Derek Jacobs con su uniforme escolar y mejillas regordetas, cualquiera pensaría que es un niño común y corriente de Boca Ratón (Florida). Pero es sabido que las apariencias engañan: cuando Derek tenía apenas 12 años, Microsoft ya lo había certificado como uno de los ingenieros en sistemas más jóvenes del mundo. Desde los 13 dirige su propia consultora de computadoras y ahora, a sus tiernos 14 años de edad, se está preparando para dar la siguiente sorpresa: dentro de poco se convertirá en un cyborg, parte niño, parte máquina.
Derek y sus padres Leslie y Jeffrey serán los primeros voluntarios para el experimento, que consiste en el implante dentro de sus cuerpo de un dispositivo computarizado llamado VeriChip. Dentro de un par de meses, y dependiendo de la aprobación de la Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), los doctores implantarán a los Jacobs bajo la piel del brazo izquierdo un transmisor diminuto y unos cuantos kilobytes de memoria de silicio que funcionarán como dispositivos de identificación médica. Suena a ciencia ficción, como el cyborg de Viaje a las estrellas, pero el VeriChip es la pura realidad. La familia Jacobs puede ser la primera de una generación de humanos con extensiones computarizadas.
Desde cierto punto de vista, Derek realmente es un adolescente común. Toca la batería, es callado y cortés, y participaba en el equipo de natación hasta que tuvo que dedicarse por completo a su negocio de computadoras. Recuerda vívidamente cuando se enteró de la existencia del VeriChip en el programa de TV Today Show. "Me pareció una muy buena tecnología, y quise ser parte de ella", recuerda. Si Derek se concentra en un problema casi siempre lo resuelve, y su mamá puede corroborarlo: "Me decía una y otra vez que quería ser el primer niño que recibiera el implante", recuerda Leslie Jacobs, una ejecutiva de publicidad de una revista de diseño.
Finalmente Leslie concertó un almuerzo con Keith Bolton, vicepresidente de Applied Digital Solutions, la empresa que diseñó el VeriChip. En un principio Bolton se mostró escéptico, ya que desde que se inició la campaña publicitaria de VeriChip la compañía ha recibido llamadas de unos 2.500 candidatos al implante. Pero la familia Jacobs (a quien Bolton llama cariñosamente "Los Chipson") resultó ser particularmente apta para probar las aplicaciones médicas del implante. En teoría, si una persona equipada con un VeriChip sufre un accidente y se hace necesario su expediente médico, basta con utilizar en la sala de urgencias un dispositivo similar a un PDA Palm para leer la información almacenada en el chip.
En el caso de los Jacobs, eso sería de importancia crucial. Derek es alérgico a varios antibióticos comunes, y Jeffrey ha quedado muy debilitado tras años de tratamientos contra la enfermedad de Hodgkin. Hace unos años sufrió un grave accidente automovilístico y cuando llegó al hospital no estaba en condiciones de explicar su enfermedad al personal médico. "La ventaja del chip es que la información está disponible en cualquier momento de necesidad", explica Jeffrey. "Hablará en mi lugar cuando yo mismo no pueda hacerlo".
Implantar el chip es una operación muy simple. Según el Dr. Richard Seelig, director de aplicaciones médicas de la compañía, "no lleva más de siete segundos". Basta con un hisopo antiséptico, anestesia local, una inyección y una tirita. En cuanto la piel se cura, el chip se hace completamente invisible, Ni siquiera los Jacobs se darán cuenta de que lo tienen. "Es completamente biocompatible", añade Bolton. "Es impermeable a los fluidos corporales, y no se le puede desprender ninguna pieza".
En Applied Digital Solutions —van a registrar los derechos de la frase Get Chipped!— tienen grandes planes para el diminuto artilugio. En los próximos años quieren añadir sensores para captar los signos vitales (pulso, temperatura, nivel de azúcar en la sangre, etcétera) y un receptor vía satélite para localizar al portador. La empresa ya produce un bíper llamado Digital Angel que hace todo esto, y sus ingenieros están haciendo todo lo posible para reducir las funciones del Digital Angel a un objeto lo suficientemente pequeño como para poderse implantar. Si lo logran, el VeriChip se convertirá en un aparato sumamente poderoso. Es por eso que los Jacobs quieren participar en el proyecto. "Sus posibilidades son infinitas", comenta Derek. Por su parte, Leslie opina que "es maravilloso. Todos los días estoy preocupada con mi esposo. Realmente creemos que el implante nos dará una sensación de seguridad".
La seguridad también está contemplada en el plan comercial de VeriChip. La compañía ya tiene firmado un acuerdo con el Departamento de Prisiones de California, que piensa utilizar el Digital Angel para controlar los movimientos de los reos en libertad condicional. El doctor Seelig cree que el VeriChip alguna vez funcionará como un documento de identidad a prueba de robos y falsificaciones, como si fuese una licencia de manejo puesta bajo la piel. Incluso sugiere que los tripulantes de los aviones comerciales las usen, para impedir que los terroristas se infiltren haciéndose pasar por ellos. "Viajo mucho, y me gustaría estar seguro de que el capitán del avión es quien dice ser".
¿Pueden exigir los gobiernos y aerolíneas que los pilotos se implanten? "Creo que tenemos derecho a ello", comenta Seelig. "Nuestras vidas están en sus manos". Puede parecer excesivo, pero ya hay precedentes. A principios de la década pasada, varios estados de la Unión Americana pensaron en obligar a mujeres indigentes y con antecedentes de abuso de menores que usaran implantes para el control de natalidad, pero el proyecto no prosperó. "Se tiene la sensación de que la tecnología ya rebasó los procesos políticos", afirma Steven Aftergood, analista de la Federación de Científicos Estadounidenses. "No estamos en una posición que nos permita aplicar los avances con la prudencia y el sentido común necesarios".
Prudente o no, la tecnología de implantes está avanzando a velocidad biónica. Kevin Warwick, profesor de cibernética en la Universidad de Reading, en Inglaterra, ya está diseñando el siguiente paso. Dentro de unas semanas recibirá un implante que conectará sin ningún tipo decable los nervios de su brazo con una PC. La computadora detectará la actividad de sus nervios y los inducirá a producir ciertos movimientos y sensaciones. Este implante podría permitir con el tiempo que una persona paralítica pueda mover partes de su cuerpo. Si todo sale bien, Warwick implantará un chip gemelo en su esposa Irena, y ambos dispositivos se comunicarán entre sí. "Si muevo un dedo, ella sentirá algo", explica Warwick. "Tendremos la intimidad más estrecha que se haya conocido: de sistema nervioso a sistema nervioso".
Muchos se muestran escépticos, pero Jeffrey Jacobs no es uno de ellos. "La gente lleva años hablando del Gran Hermano. Pero nosotros tres queremos ser parte no sólo de una nueva tecnología, sino de un nuevo paso evolutivo de la humanidad".
Al parecer la FDA aprobará los implantes de los Jacobs dentro de dos meses. Pero también hay otras maneras de apurar la evolución. Hace dos semanas Applied Digital Solutions firmó un contrato para distribuir VeriChips en Brasil, donde los secuestros son epidémicos, especialmente entre las clases altas. Los funcionarios gubernamentales quieren usar los implantes para localizar a los secuestrados vía satélite. "En Estados Unidos seguimos atascados con cuestiones de privacidad, libertades civiles y la FDA", se queja el vicepresidente Bolton. "Pero eso no nos detendrá. ¡Vamos a Sudamérica ahora mismo!". La tecnología sabe cómo ser más rápida que las legislaciones, y si al final todo se reduce a una carrera entre cyborgs y senadores, no es difícil saber quién ganará. Como decía el cyborg de Viaje a las estrellas, la resistencia es inútil. —Informes de Kathie Klarreich/Miami.
Bendiciones
Neofito.