TE BUSQUÉ...
Te busqué en el poder del rayo y no te hallé...pues estabas en la paz de la suave brisa...
Te busqué en la imponencia del océano y no te hallé...pues estabas en la pequeña naciente de agua.
Te busqué en la inmensidad de las estrellas y no te hallé...pues estabas en el brillo de mis propios ojo.
Te busqué en el rugir del León y no te hallé...pues estabas en en el cantar del ruiseñor.
Te busqué en todas partes del mundo y no te hallé, pues siempre estuviste dentro de mi corazón.
Cuando los reyes magos buscaron a Jesús, primero fueron a un palacio y no lo hallaron. Muchas veces buscamos la felicidad, que solamente Dios puede dar, en autos, joyas, lujos, viajes o fiestas, y al final del camino buscamos que estamos tan vacíos...que estamos llenos de nosotros mismos.
No busques a Dios en los lugares inaccesibles, dice la biblia: "entra a tu cuarto, cierra la puerta y habla con tu Padre".
Te busqué en el poder del rayo y no te hallé...pues estabas en la paz de la suave brisa...
Te busqué en la imponencia del océano y no te hallé...pues estabas en la pequeña naciente de agua.
Te busqué en la inmensidad de las estrellas y no te hallé...pues estabas en el brillo de mis propios ojo.
Te busqué en el rugir del León y no te hallé...pues estabas en en el cantar del ruiseñor.
Te busqué en todas partes del mundo y no te hallé, pues siempre estuviste dentro de mi corazón.
Cuando los reyes magos buscaron a Jesús, primero fueron a un palacio y no lo hallaron. Muchas veces buscamos la felicidad, que solamente Dios puede dar, en autos, joyas, lujos, viajes o fiestas, y al final del camino buscamos que estamos tan vacíos...que estamos llenos de nosotros mismos.
No busques a Dios en los lugares inaccesibles, dice la biblia: "entra a tu cuarto, cierra la puerta y habla con tu Padre".