Tarifas para asesinar "legalmete" a inocentes en España

http://www.hispanidad.com/

No espero más... para cambiar de partido

Sr. director:

He sido afiliado del Partido Popular desde el año 1985. Al mismo tiempo soy cristiano católico y practicante y, dentro de mis limitaciones, procuro servir a Dios como laico en el seno de su Iglesia. Desde hace cosa de año y medio empecé a tener la clara sensación de que no podía prolongar por más tiempo el ser católico a la vez que afiliado de un partido político cuya actuación va cada vez más en contra de los valores que creo deben predominar en una sociedad occidental y cristiana.

Efectivamente para mí es ya cuestión de conciencia el no permanecer en un partido que no sólo no ha hecho nada por acabar con el aborto "legal" en este país sino que se queda de brazos cruzados ante situaciones como las denunciadas recientemente por la revista Época. Mi tercera hija nació muy prematuramente, en la semana 26, y gracias a Dios pudo sobrevivir sin que hoy tenga ninguna secuela. Pues bien, en España hay asesinos a sueldo que matan impunemente a seres humanos que llevaban incluso 4 semanas más de gestación que nuestra hija. Y el gobierno del PP mira para otro lado. Y el Fiscal General del Estado, hasta donde yo sé, todavía sigue mirando a otro lado aunque creo que es católico practicante. No sólo eso. La política del PP acerca de la familia ha sido desastrosa.

Dentro del partido parece que hay una competición por ver quién consigue antes presentar para su aprobación leyes de parejas de hecho, leyes a favor de la adopción de niños por parte de homosexuales, leyes, en definitiva, que atentan contra los valores de la fe y moral que profeso. Es el PP el que ha legalizado la píldora abortiva de tal forma que si una menor quiere tomarla tras haber tenido un desliz puede hacerlo incluso sin el conocimiento de sus progenitores, lo cual, en mi opinión, es un atentado contra la patria potestad de los padres.

El PP parece tan obsesionado en buscar el voto de la gente "progresista" que para conseguirlo no le ha importado traicionar los valores de sus votantes cristianos, quizás porque piensa que esos eran votos seguros. Pues bien, creo que es hora de que en este país alguien le diga a Aznar y los suyos que esa actitud va a tener consecuencias electorales. Muchos pensarán seguir votando al PP por ser supuestamente el mal menor, pero en mi opinión ese mal menor es, hoy por hoy, incompatible con la fidelidad al evangelio de Cristo.

Miles y miles de vidas inocentes son segadas impunemente en el seno de sus madres. Centenares de miles de jóvenes son, sin el consentimiento explícito de sus padres, objeto de campañas a favor del uso de preservativos como fórmula para escapar de las consecuencias de sus actos sin que ni siquiera se plantee la posibilidad de educarles en la responsabilidad de mantenerse castos hasta que encuentren al amor de sus vidas. En definitiva, ese mal menor causa muchas muertes inocentes y un cáncer moral y social que va camino de destruir los valores que yo, como cristiano católico, anhelo para mi país.

En el partido Familia y Vida creo que se encuentra una opción política que sí defiende esos valores. Además, los defiende desde la aconfesionalidad lo cual abre las puertas a que le apoyen aquellos que siendo cristianos pero no católicos, o siendo de cualquier otra sensibilidad religiosa, compartan la necesidad de una regeneración ética y moral de nuestra sociedad y de un apoyo TOTAL a la familia como institución clave para el futuro de nuestra nación.

Es por ello que mañana mismo me daré de baja como afiliado al Partido Popular, explicándoles mis razones, y pediré mi afiliación a Familia y Vida con cuyo presidente he tenido el honor de charlar hoy mismo. Creo que los cristianos de este país debemos ser lo suficientemente valientes como para dar un paso adelante y comprometernos por luchar políticamente por unos valores y unos ideales comunes arraigados en nuestra condición de creyentes y seguidores de Aquél que dio la vida por nosotros.

Todos los triunfos nacen cuando nos atrevemos a comenzar (Eugène Ware).

Luis Fernando Pérez Bustamante


[/COLOR]
 

http://www.hispanidad.com/

Lo que de verdad duele de un aborto

Sr. director:

Hoy he sido testigo de una conversación entre dos mujeres que han pasado por el trance de varios abortos espontáneos y varios nacimientos. Dicha conversación se producía en la habitación de una clínica donde una de ellas visitaba a la otra que acababa de ser madre de un niño. La recién estrenada madre, al recordar los anteriores abortos, con la mirada puesta en el techo y las lagrimas a duras penas contenidas, mientras su amiga también luchaba por contenerlas y la miraba y escuchaba con total comprensión y silencio, decía: “Dicen que lo malo del aborto es el daño físico ¡Qué va! Lo verdaderamente doloroso es salir de tu habitación con el alta médica y oír, al pasar por una puerta el llanto de un bebé; pasar por otra que se encuentra abierta y ver, junto a la cama, a una madre que acuna a su recién nacido hijo; cruzarte con tantos ramos de flores… y notar que tu llevas los brazos vacíos y el corazón encogido”.

Hoy, cuando tengo 38 años, he comprendido de labios de mi mujer, tras doce años de matrimonio, la verdadera tragedia que supone un aborto para la madre que se vé involucrada en él, sea éste espontáneo o provocado. Hoy he entendido que ningún hombre, pero tampoco ninguna mujer que no haya sido madre, sabe lo que dice cuando habla de lo que un aborto significa para la madre del niño que muere; porque las mujeres que han pasado por ello callan pudorosamente su experiencia sabiendo que no las comprenderán, en especial si fue provocado (más duro se hace añadir al relato del sentimiento el arrepentimiento expresado junto a una petición de perdón). Hoy he sabido que sólo la mujer que ha interiorizado profundamente el homicidio del aborto puede cruzar insensible, paseando de la mano de la muerte, el santuario de vida que es la planta de maternidad de nuestros hospitales.

Serafín García