Re: Supongamos que... (sobre el perdón de los pecados)
Asterixx:
La respuesta es aparentemente sencilla, ¿no es asi?
El cristiano, es cristiano no porque lo decidió así nada más de buenas a primeras, ni es cristiano aquel que de niño le impusieron tal o cual religión, sino que el cristiano verdadero es aquel que ha sido llamado por Dios a traves del Espiritu Santo para se hecho hijo de Dios. Si, el cristiano es hijo de Dios, y si es verdaderamente un hijo de Dios, el Espiritu Santo le revelará a éste, que lo es y además lo que espera de el como parte del reino de Dios.
"Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre ! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8 :15-16).
Pero, cuando ésta persona, es llamado para ser hecho hijo de Dios, en cierto momento, es capaz de reconocer su maldad, su pecado, es convencido por el Espiritu Santo de su pobre condición humana y de la necesidad de la salvación. Es entonces, cuando esta persona responde el llamado de Dios, por cuanto fué elegido para salvación, y es capaz de arrepentirse de toda su maldad y pedir perdón x toda su maldad, y ser perdonado, en la Biblia dice que nuestro corazón vendrá a ser tan blanco como la nieve, que nuestro Señor olvida nuestra maldad y nunca más se acuerda de ella y que hemos nacido de nuevo.
(1a.) Pero ¿que pasa si despues de haber nacido de nuevo, pecamos? Dios nos perdonará? Obviamente si le pedimos perdón, lo hará, pero... si no pedimos perdón... lo hará?
Creo que esta es la cuestión que abordas con el ejemplo, ¿Dios nos perdona aunque no pidamos perdón?
(2da.) Y otra cosa que podría añadirse ¿es igual de grande el pecado de matar como el de maldecir? O para Dios una persona que ha sido muy buena en su vida, es más hijo suyo que otro que ha sido un hijo rebelde?
En la primera cuestión es importante considerar cómo nos vé Dios, no el cómo entendemos o vemos las cosas, sino cómo las vé Dios y qué dice al respecto:
1 Corintios 1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.
Cristo nos fue hecho por Dios:
a. justificación (en cuanto a nuestro pasado) para que libertados del pecado, fuéramos siervos de la justicia (Romanos 6:18).
b. santificación (en cuanto a nuestro presente) para que una vez libertados del pecado, tengamos como fruto la santificación (Romanos 6:19).
c. redención (en cuanto al futuro) para que nuestro cuerpo sea transfigurado semejante a la gloria del Cristo resucitado (Filipenses 3:21).
En todo esto, Cristo es nuestra sabiduría.
126. Si Cristo ya fue hecho mi santificación, entonces, ¿Qué soy yo? Soy un santo siempre santo. Dice 1 Corintios 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. Observa que la frase "a la Iglesia de Dios" es similar a las frase "a los santificados en Cristo Jesús". ¿De qué está constituida la Iglesia de Dios? De los santos en Cristo Jesús. Iglesia y santos es lo mismo. Somos santos siempre santos y somos Iglesia siempre Iglesia.
En la segunda cuestión creo que cualquier padre o madre, la contestaría sin chistar, que ambos hijos son amados por igual, quizas uno bien portado recibe hasta menos atención y cuidados que su hermano desobediente, uno vive al margen mientras el otro, parece ser el centro de atención, citan a los padres a la escuela, lo tienen que regañar constamente en público y en privado, lo andan cuidado todo el tiempo, es el que más veces a ido a parar al hospital con huesos rotos, es el que más veces a necesitado cuidados porque se moja en la calle y juega en los charcos, es el que cada vez exige y necesita tanta atención que lo llevaron a terapia y va a terapia con su familia y cada vez que puede, absorve la atención de sus padres... si nosotros le preguntamos a su hermano, creo que el preferido de los padres... desde la perpectiva del buen portado, sería que sus papás quieren más al desobediente... y el desobediente es así porque cree que sus papás prefieren al bien portado.
Pero sin embargo, sus padres aman por igual y darían la vida por cualquiera de sus hijos, trabajan todo el día para darles todo lo que necesiten, y harán todo lo que este a su alcance para que ambos sean hombres de bien en su vida adulta.
Asi pasa con Dios, nos ama igual, tanto a los desobedientes como a los obedientes, y aunque el ejemplo del asesinato es algo drástico, pues nos hace dudar que un hijo de éste gran Padre, sea capaz de matar´, lo cuál iria en contra de su nueva naturaleza... debemos considerar que estamos delante de la presencia del Padre en Cristo.
Esto significa, que nuestra condición humana es de pecado, más nuestra posición ante Dios, es de santidad, de perfección y sin manchas. ¿Cómo es esto? Pues Cristo esta presentandonos así delante del Padre, (2ª Corintios 5: 17.21) todo el tiempo.
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. (2a. Corintios 5:17-19)
“Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.” Colosenses 1.21-23
EFESIOS 1.3-9
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo” Efesios 1.3-9
Quizas ésto ocasione que aún los peores cristianos, terminen sentados a nuestro lado en el cielo, y aunque quizas no lleven muchas coronas, igual son hijos del Padre como nosotros los "bien portados":
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo.” (Juan 2 :1).
Claro todo ésto si fuimos verdaderamente hijos de Dios, si no lo somos, será Dios quien separe de entre los suyos a los que no lo soy, y no tendrán ninguna oportunidad de justificarse a si mismos delante de El, y tendrán que pagar su culpa. Es decir, según el ejemplo si el que mató a alguien ni siquiera era hijo de Dios, sino que era cristiano de nombre,y su conducta fué un reflejo de su verdadera naturaleza depravada, pues se perderá irremediablemente.
Igual con el majadero, aunque haya vivido una "vida piadosa" desde pequeño, si el no fué hecho hijo de Dios verdaderamente y su forma de hablar reflejaba su verdadera naturaleza de depravación, también se perderá irremisiblemente.
Caso contrario, si un verdadero hijo de Dios, muere aún recién que atropelló a una familia, o dijo cosas horribles o aún mató a alguien (que es cosa contraria a si mismo, según su nueva naturaleza espiritual) y no tuvo tiempo de arrepentirse, será salvo por cuanto es Cristo por medio de su sacrificio en la cruz, quien presenta a los hijos de Dios, delante del Padre, santos y sin mancha. Su sacrifició cubre nuestros pecados y nos presenta limpios delante del Padre, el yá pagó nuestra culpa.
Esto es permanente, no es temporal:
“Respondió Jesús y le dijo:
DE CIERTO, DE CIERTO TE DIGO, QUE EL QUE NO NACIERE DE NUEVO,
NO PUEDE VER EL REINO DE DIOS” (Juan 3:3).
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Bendiciones!
“Mirad que NADIE OS ENGAÑE por medio de filosofías y huecas sutilezas, SEGÚN LAS TRADICIONES DE LOS HOMBRES, conforme a los rudimentos del mundo, Y NO SEGÚN CRISTO. Porque en El habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, Y VOSOTROS ESTÁIS COMPLETOS EN EL, que es la cabeza de todo principado y potestad. En El también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal en la circuncisión de Cristo; sepultados con El en el bautismo, en el cual FUISTEIS TAMBIÉN RESUCITADOS CON EL, MEDIANTE LA FE EN EL PODER DE DIOS QUE E LEVANTÓ DE LOS MUERTOS. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, OS DIÓ VIDA JUNTAMENTE CON EL, PERDONÁNDOOS TODOS LOS PECADOS. Anulando el ACTA DE LOS DECRETOS QUE HABÍA CONTRA NOSOTROS, QUE OS ERA CONTRARIA, QUITÁNDOLA DE EN MEDIO Y CLAVÁNDOLA EN LA CRUZ” (Colosenses 2:8-15)