Querido amigo:
Siempre tiene actualidad este problema, a pesar de que muchos no quieren planteárselo, y algunos, llenos de temeridad, incluso niegan la gran realidad de la vida eterna: ¿Son muchos o pocos los que se salvan?
Una persona preguntó a Jesús, - ¿Serán pocos los que se salven? El Maestro no quiso responder a estar pregunta, sino que dio a entender cuál ha de ser nuestra actitud ante el problema de la salvación (Lc. 13,22-30):
- Esforzaos en entrar por la puerta estrecha; os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
No importa, pues, saber si son pocos o muchos los que se salvan. Aunque sean casi todos los salvados, lo cierto es que hay que esforzarse. Y para ello: oración; frecuencia de sacramentos, sobre todo Comunión y Confesión; amor al prójimo y perdonar las injurias.
Recordar también lo que nos decía el Señor en otro pasaje del Evangelio, para darnos a entender el camino de la salvación: "Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber..." (Mt.25,35)
Recordar asimismo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tendrá vida eterna y yo le resucitaré en el último día".
En resumen: gran esperanza en la salvación; y esforzarse en trabajar para lograrla.De una manera especial con el servicio al prójimo y amor y con la comunión bien hecha. Si son pocos o muchos, Dios sólo lo sabe. JM.Lorenzo
Si deseas alguna aclaración o consulta sobre esta cuña puedes escribir a
[email protected] Gracias.
Siempre tiene actualidad este problema, a pesar de que muchos no quieren planteárselo, y algunos, llenos de temeridad, incluso niegan la gran realidad de la vida eterna: ¿Son muchos o pocos los que se salvan?
Una persona preguntó a Jesús, - ¿Serán pocos los que se salven? El Maestro no quiso responder a estar pregunta, sino que dio a entender cuál ha de ser nuestra actitud ante el problema de la salvación (Lc. 13,22-30):
- Esforzaos en entrar por la puerta estrecha; os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
No importa, pues, saber si son pocos o muchos los que se salvan. Aunque sean casi todos los salvados, lo cierto es que hay que esforzarse. Y para ello: oración; frecuencia de sacramentos, sobre todo Comunión y Confesión; amor al prójimo y perdonar las injurias.
Recordar también lo que nos decía el Señor en otro pasaje del Evangelio, para darnos a entender el camino de la salvación: "Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber..." (Mt.25,35)
Recordar asimismo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tendrá vida eterna y yo le resucitaré en el último día".
En resumen: gran esperanza en la salvación; y esforzarse en trabajar para lograrla.De una manera especial con el servicio al prójimo y amor y con la comunión bien hecha. Si son pocos o muchos, Dios sólo lo sabe. JM.Lorenzo
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