Estimado juancho. Saludos cordiales.
Tú dices:
Respondo. Discrepo de tu posición al respecto:
“John Adams (1735-1826), segundo Presidente de los Estados Unidos de América dijo una vez:
“La historia de los Jesuitas, quizás no se ha escrito de forma muy elocuente, y sin embargo, está apoyada por autoridades incuestionables. La restauración de la Orden Jesuita en el año 1814, llevada acabo por el papa Pío VII, representó ciertamente un paso hacia la crueldad, la oscuridad y el despotismo, y muerte. No me gusta la apariencia de los Jesuitas. Si alguna vez ha habido algún grupo de hombres que ha merecido condenación aquí en la tierra y en el infierno, esta es la Sociedad de Ignacio de Loyola [Jesuitas]”
El general y hombre de estado francés Marqués de Lafayette (1757-1834), aseveró:
“Es mi opinión en cuanto a que si las libertades de este país, los Estados Unidos de América, llegan a desaparecer, habrá sido por la sutileza de los sacerdotes Jesuitas católico romanos, ya que son los más astutos, y peligrosos enemigos de las libertades civiles y religiosas. Ellos han instigado la mayor parte de las guerras en Europa”
Abraham Lincoln (1809-1865), Presidente de los Estados Unidos de América, declaró:
“La guerra civil americana, nunca hubiera sido posible sin la siniestra influencia de los Jesuitas”
Samuel Morse (1791-1872), el inventor del telégrafo, recalcó:
“Los Jesuitas son una sociedad secreta, como tipo de orden masónica, pero con sobre añadidas horrorosas y detestables características, mil veces más peligrosa”
Instrucciones secretas de Loyola
Las siguientes son algunas de las instrucciones secretas dadas por el fundador de los Jesuitas, Ignacio López de Loyola (1491-1556). Apréciese el enorme grado de intriga y de maldad expuesto:
“Finalmente, hagamos todo con tal grado de astucia, que podamos ganar dominio sobre los príncipes, los nobles y los magistrados de cada lugar, para que estén listos a nuestra llamada y a nuestra disposición, incluso al punto de sacrificar sus propias familias, así como los más íntimos amigos, cuando digamos que es para nuestro interés y ventaja”
Alberto Rivera fue un campeón defensor de la fe, habiendo militado antes por años en las filas del oscurantismo.
Un portavoz muy cercano a Rivera, declaró lo siguiente:
“Deseamos informarles que el 20 de Junio de 1997, el muy amado hermano en el Señor, Alberto Rivera fue envenenado, y la iglesia de nuestro Salvador, perdió otro santo por manos criminales. Alberto fue asesinado en su misma congregación por gente que él conocía. Estas personas iban disfrazadas de santos del Altísimo, y hacían el papel de santos, con el propósito de matar y destruir a los santos amantes de la palabra de Dios”.
Alberto Rivera, el cual fue difamado y calumniado numerosísimas veces, y varias otras escapó de diversos intentos de ser asesinado, al final sucumbió a manos de sus verdugos. Podemos decir sin temer a equivocarnos, que él dio su vida por defender ardientemente la fe una vez dada a los santos (Jud. 3, 4).
Curiosamente, antes de que el muy impactante testimonio del ex jesuita de alto rango, Dr. Alberto Rivera fuera hecho público allá por el año 1979 sobre todo a través de Chick Publications, poco trascendía en los diferentes medios de comunicación acerca de la realidad de la institución católico romana y sus derivaciones, hasta el día después…
Fue a partir de su declaración testimonial, que los medios de comunicación, así como los diferentes comunicadores laicos o no, llegaron a interesarse por las diferentes particularidades del sistema católico y la clerecía romana, sobre todo en materia de conducta y negocios: celibato, homosexualidad y lesbianismo, pederastia, vinculación con la mafia, situación de la banca internacional en relación con el Vaticano, todo tipo de corrupción, y un largo etcétera; y todo hasta la fecha.
Los Jesuitas, se jactan de haberse infiltrado en toda organización y sociedad sobre la tierra. A través de ellos mismos, y entre otros, “Juventud Católica”, “Legión de María”, “Acción Católica”, “Caballeros de Colón”, etc. etc. se jactan de que secretamente han entrado en la televisión y editoriales cristianas, seminarios, universidades, colegios, etc.; que han sido aceptados como maestros, pastores, evangelistas, “apóstoles”, profetas, propugnando el mensaje que es suave al oído: “El amor y la unidad entre todos los cristianos” (entiéndase: la unidad no importa la doctrina verdadera)” (Aporte de Miguel Rosell Carrillo, Centro Rey, Madrid, España. Febrero 2007)
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.