Re: Sobre el "vino" que se menciona en el NT
Esa es tu interpretación hermano...pero... ¿Como puede Cristo ofrecer a los hombres lo que podría ser una tentación para ellos...?
Saludos.
Ese razonamiento es equivocado. Jehová instituyó el matrimonio y dentro de él el arreglo de la reproducción incluídos sus placeres naturales. Eso no fue lo que dió origen a la corrupción moral, sino el mal uso que se le dió a este posteriormente.
Jesús contribuyó con el bienestar de las personas, especialmente para aliviar a la pareja de la vergüenza de parecer despreocupados en su propia boda acerca de los arreglos de la fiesta.
De la Enciclopedia "Perspicacia para comprender las Escrituras" de los testigos de Jehová, tema "Vino y bebidas alcohólicas", subtema "Usos", es la siguiente información:
... El vino se ha utilizado como bebida en las comidas desde tiempos antiguos. (Gé 27:25; Ec 9:7.) A menudo se mencionan juntos el vino, el pan y otros alimentos. (1Sa 16:20; Can 5:1; Isa 22:13; 55:1.) Melquisedec puso “pan y vino” delante de Abrahán. (Gé 14:18-20.) Jesús bebió vino con sus comidas cuando lo había. (Mt 11:19; Lu 7:34.) El vino era una parte importante en los banquetes (Est 1:7; 5:6; 7:2, 7, 8), las celebraciones de bodas (Jn 2:2, 3, 9, 10; 4:46) y otras ocasiones festivas. (1Cr 12:39, 40; Job 1:13, 18.) Las despensas reales estaban abastecidas de vinos (1Cr 27:27; 2Cr 11:11); era la bebida que acostumbraban a tomar los reyes y gobernadores. (Ne 2:1; 5:15, 18; Da 1:5, 8, 16.) Los viajeros lo incluían con frecuencia entre sus provisiones para el viaje. (Jos 9:4, 13; Jue 19:19.)
Su extenso uso lo convirtió en un producto comercial. (Ne 13:15.) El “vino de Helbón” (preferido por los reyes de Persia) y el “vino del Líbano” eran especialmente famosos. (Eze 27:18; Os 14:7.) El vino sirvió para pagar a los trabajadores que proporcionaban la madera utilizada en la construcción del templo. (2Cr 2:8-10, 15.) Se consideraba un regalo excelente para los superiores (1Sa 25:18; 2Sa 16:1, 2), y estaba incluido en el diezmo que se contribuía para el mantenimiento de los sacerdotes y los levitas. (Dt 18:3, 4; 2Cr 31:4, 5; Ne 10:37, 39; 13:5, 12.) También estaba entre las cosas selectas ofrecidas a Jehová como sacrificio en su adoración. (Éx 29:38, 40; Le 23:13; Nú 15:5, 7, 10; 28:14; 1Sa 1:24; 10:3; Os 9:4.)
Aunque al principio el vino no era parte de la comida de la Pascua, se añadió con posterioridad, quizás después del regreso del exilio en Babilonia. Por lo tanto, estaba sobre la mesa cuando Jesús celebró la Pascua por última vez con sus apóstoles, de modo que pudo utilizarlo convenientemente al instituir la Conmemoración de su muerte. La “sangre de uvas” de color rojo era una representación apropiada de la sangre sacrificatoria de Jesús. En aquella ocasión, Jesús se refirió a ese vino como “este producto de la vid”, y como esto ocurrió unos siete meses después de la vendimia, no hay duda de que fue zumo fermentado de la vid. (Gé 49:11; Mt 26:18, 27-29.)
Como lo indicó Jesús y comentó el médico Lucas, el vino tenía cierto valor medicinal como antiséptico y desinfectante suave. (Lu 10:34.) La Biblia también lo recomienda como un remedio curativo en casos de ciertos trastornos intestinales. Pablo aconsejó a Timoteo: “Ya no bebas agua, sino usa un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes casos de enfermedad”. (1Ti 5:23.) Este era un consejo médico acertado. El doctor Salvatore P. Lucia, profesor de Medicina de la University of California School of Medicine, escribe: “El vino es la bebida dietética más antigua y el agente medicinal más importante que se ha usado de continuo a través de la historia del género humano. [...] Realmente, pocas otras sustancias accesibles al hombre se han recomendado tan extensamente por sus facultades curativas como los vinos”. (Wine as Food and Medicine, 1954, pág. 5 [...].)
Contrario a la opinión errónea de algunos, las bebidas alcohólicas no son estimulantes mentales, sino que, en realidad, son sedantes y calmantes del sistema nervioso central. “Den ustedes licor embriagante al que está a punto de perecer, y vino a los que están amargados de alma”, no como estimulante mental para que tales personas sean más conscientes de su desgracia, sino, más bien, como dice el proverbio, para que pueda ‘olvidarse de sus problemas’. (Pr 31:6, 7.) Los romanos tenían la antigua costumbre de dar a los criminales vino mezclado con droga para mitigar el dolor de la ejecución. Quizás esta es la razón por la que los soldados romanos le ofrecieron a Jesús vino mezclado con droga cuando le fijaron en el madero. (Mr 15:23.)
Es obvio que el vino es uno de los dones incluidos entre las bendiciones que Jehová ha dado a la humanidad. El vino “regocija el corazón del hombre mortal”, pone al corazón de “humor alegre”. (Sl 104:15; Est 1:10; 2Sa 13:28; Ec 2:3; 10:19; Zac 10:7.) Por consiguiente, Daniel no bebió vino mientras estaba de duelo. (Da 10:2, 3.) Un suministro abundante de vino, simbolizado por la “vid” en la expresión repetida con frecuencia ‘sentarse bajo la propia vid y la propia higuera’, indica prosperidad y seguridad bajo la gobernación justa de Jehová. (1Re 4:25; 2Re 18:31; Isa 36:16; Miq 4:4; Zac 3:10.) El vino también está incluido en las bendiciones de restauración prometidas por Jehová. (Joe 3:18; Am 9:13, 14; Zac 9:17.)