Sobre el prójimo.
Leyendo los Evangelios, nos introducen en este término que generalmente ha sido mal interpretado. En una primera lectura, el prójimo parece ser nuestro hermano. Pero estas escrituras tienen un sentido más profundo.
¿Quién puede ser ese prójimo, más próximo a ti que tus manos o tus pies? La respuesta nos la da el nuevo precepto de Jesús “Ama a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo”.
Esto parece decir que así como te amas a ti mismo, ames a tu hermano. Pero en un sentido más profundo, el prójimo es ese ser que nace en ti, es tu verdadera identidad desconocida hasta ese momento. Y entonces la frase adquiere su verdadero significado. Así como te has amado antes a ti mismo, ama ahora a tu prójimo, que es lo mejor de ti mismo. Es la parte divina que hay en ti por lo que va enlazado con la otra frase “ama a Dios sobre todas las cosas”. Viene a ser una redundancia y una aclaración.
Quiere decir que dejes de amarte a ti mismo y AHORA ames a este ser que nace en ti, esta nueva personalidad, a este Jesús intuido, soñado e imaginado que en verdad, nace en ti.
Mientras este nuevo ser no ha nacido en ti, esta bien esa interpretación de que el prójimo es nuestro hermano, es decir todo hombre y mujer, pero cuando ese ser necesitado de amor empieza a nacer en nosotros, es necesario que todo nuestro amor se dirija hacia él.
[]Cedesin>
Leyendo los Evangelios, nos introducen en este término que generalmente ha sido mal interpretado. En una primera lectura, el prójimo parece ser nuestro hermano. Pero estas escrituras tienen un sentido más profundo.
¿Quién puede ser ese prójimo, más próximo a ti que tus manos o tus pies? La respuesta nos la da el nuevo precepto de Jesús “Ama a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a ti mismo”.
Esto parece decir que así como te amas a ti mismo, ames a tu hermano. Pero en un sentido más profundo, el prójimo es ese ser que nace en ti, es tu verdadera identidad desconocida hasta ese momento. Y entonces la frase adquiere su verdadero significado. Así como te has amado antes a ti mismo, ama ahora a tu prójimo, que es lo mejor de ti mismo. Es la parte divina que hay en ti por lo que va enlazado con la otra frase “ama a Dios sobre todas las cosas”. Viene a ser una redundancia y una aclaración.
Quiere decir que dejes de amarte a ti mismo y AHORA ames a este ser que nace en ti, esta nueva personalidad, a este Jesús intuido, soñado e imaginado que en verdad, nace en ti.
Mientras este nuevo ser no ha nacido en ti, esta bien esa interpretación de que el prójimo es nuestro hermano, es decir todo hombre y mujer, pero cuando ese ser necesitado de amor empieza a nacer en nosotros, es necesario que todo nuestro amor se dirija hacia él.
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