Cuando todo parecía que íbamos a tener un buen fin de semana, SINDONE se DESINDONIZO y entró al ruedo tirando patadas, y no a la bola como Pelé ni Maradona, sino como un toro descocido que entra para desgarrar los músculos de los evangélicos. En una tremenda cortinaza de humo, para cubrir los castigos que le dimos con el látigo de la justicia, ahora está tratando de que nos olvidemos del tema de la PROSTITUCION de la iglesia romanista vatiquense.