Jesus en el desierto de Judea ...II
Un asunto que merece nuestra atencion en este respecto es el de la pecabilidad o impecabilidad de Cristo, o sea la cuestion de que si habia en El la capacidad para pecar. De no haber habido la posibilidad de que cediera a las tentaciones de Satanas, estas no habrian constituido una prueba verdadera, ni habria habido una victoria genuina en los resultados. Nuestro Señor era sin pecado, pero era pecable; es decir tenia la capacidad , la habilidad para pecar si hubiera deado. Sin la facultad para pecar, habria sido privado de su libre albedrio. Con decir que no podia pecar porque era la incorporacion de la rectitud, no le es negado su albedrio de ecoger entre lo bueno y lo malo. El hombre realmente veridico no puede mentir culpablemente; sin embargo, esta seguridad de que no hablara una falsedad no viene por una causa de una compulsion externa, sino es una restriccion interna nacida en El como consecuencia de la asociacion que ha cultivado con el Espiritu de la verdad. El hombre verdaderamente honrado no toma no codicia las cosas de su projimo; por cierto, se puede decir que no puede robar; sin embargo, tiene la capacidad para hurtar si lo desea. Su honradez es una armadura entre la tentacion; pero la cota de malla, el yelmo, el peto y las canilleras son apenas una proteccion interna; tal vez el hombre sea vulnerable, si se le puede alcanzar.
infinito
Un asunto que merece nuestra atencion en este respecto es el de la pecabilidad o impecabilidad de Cristo, o sea la cuestion de que si habia en El la capacidad para pecar. De no haber habido la posibilidad de que cediera a las tentaciones de Satanas, estas no habrian constituido una prueba verdadera, ni habria habido una victoria genuina en los resultados. Nuestro Señor era sin pecado, pero era pecable; es decir tenia la capacidad , la habilidad para pecar si hubiera deado. Sin la facultad para pecar, habria sido privado de su libre albedrio. Con decir que no podia pecar porque era la incorporacion de la rectitud, no le es negado su albedrio de ecoger entre lo bueno y lo malo. El hombre realmente veridico no puede mentir culpablemente; sin embargo, esta seguridad de que no hablara una falsedad no viene por una causa de una compulsion externa, sino es una restriccion interna nacida en El como consecuencia de la asociacion que ha cultivado con el Espiritu de la verdad. El hombre verdaderamente honrado no toma no codicia las cosas de su projimo; por cierto, se puede decir que no puede robar; sin embargo, tiene la capacidad para hurtar si lo desea. Su honradez es una armadura entre la tentacion; pero la cota de malla, el yelmo, el peto y las canilleras son apenas una proteccion interna; tal vez el hombre sea vulnerable, si se le puede alcanzar.
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