Re: Si Maria es La Madre de Dios, Quien es El Padre?
Por cierto, los dichos de Ireneo de Lyon están sustentados en la Biblia, (Gen 3,15) mira:
Cometí un pequeño error. "Contra las Herejías" no fue del 130 d.c., sino del 180 d.c. Así que mínimo la Iglesia Católica debió haber nacido por el 180 d.c.
Por cierto, Ireneo no creía en "Solo la Biblia".
Pero la tradición de los apóstoles está bien patente en todo el mundo y pueden contemplarla todos los que quieran contemplar la verdad. En efecto, podemos enumerar a los que fueron instituidos por los apóstoles como obispos sucesores suyos hasta nosotros: y éstos no enseñaron nada semejante a los delirios (de los herejes). Porque si los apóstoles hubiesen sabido «misterios ocultos» para ser enseñados exclusivamente a los «perfectos» a escondidas de los demás, los hubiesen comunicado antes que a nadie a aquellos a quienes confiaban las mismas Iglesias, pues querían que éstos fuesen muy perfectos e irreprensibles en todos los aspectos, como que los dejaban como sucesores suyos para ocupar su propia función de maestros. De su recta conducta dependía un gran bien; en cambio, si ellos fallaban, se había de seguir una gran ruina. (3, 2, 1; Vives 159)
El mundo para Cristo dijo:ninguna de esas aseveraciones ni de IRINEO NI DE EFRAIN son BIBLICAS.
si asi son, ENTONCES dame versiculos biblicos
dame VERSICULOS EN LOS CUALES LOS APOSTOLES DE JESUCRISTO hagan mencion alguna de La virgen Maria. una vez que JESUCRISTO ha resucitado y ascendido a Su padre.
dime en que momento Pablo, o Pedro, o Juan o Jacobo, o Santiago mencionaron la necesidad de reconocer esas virtudes marianas para el ejercicio de la fe o la salvacion.
si no hay SUSTENTO BIBLICO, irineo y efrain pueden ciertamente, decir misa. asi como joseph smith, y elena withe.
que diferencia hay entre un enunciado antibiblico y otro? NINGUNA.
no tienen sustento NO TENEMOS PORQUE CREERLO.
Por cierto, los dichos de Ireneo de Lyon están sustentados en la Biblia, (Gen 3,15) mira:
.2. María, al servicio de la obra salvífica. San Ireneo recoge de San Justino la figura de Eva-María, pero la lleva muy adelante en su desarrollo teológico. Desde luego el uso de esta figura deberá centrarse en el concepto de la salvación del hombre mediante la recapitulación realizada por Cristo: desobediencia del primer Adán reparada por la obediencia del segundo Adán (recirculación que María reproduce al lado de su Hijo: cf. III, 22,4). Para Ireneo es claro que en la primera promesa de salvación (Gén 3,15), es la descendencia de la mujer, esto es Cristo, quien aplasta la cabeza de la serpiente (cf. III, 23.7; IV, 40,3; V, 19,1; 21,1).
En correspondencia con esta teología, sólo el Hijo de María es el redentor del género humano por su obediencia al Padre. Pero como la desobediencia de Eva que escuchó a la serpiente hizo posible el pecado de Adán, así la obediencia de María a la palabra del mensajero divino hizo posible la obediencia del Hijo hecho hombre al recibirlo en su seno y darle todo lo que él es humanamente. Más aún, Ireneo profundiza en la total sumisión de María a la misión que el Señor le encomendaba en la Anunciación; a tal punto que, así como hay una «recirculación» de Cristo a Adán, así lo hay de María a Eva. La obediencia de María es (por así decirlo) la condición humana para que su Hijo recapitule en sí a la humanidad; ya que, por el proceso de la recirculación, «siguiendo el modo inverso de la atadura, se han de desatar los primeros nudos, luego los segundos, los cuales a su vez desatarán los primeros» (III, 22,4). Ahí mismo este Padre de la Iglesia inicia un camino que seguirán muchos otros: «Lo que la virgen Eva ató por su incredulidad, la Virgen María lo desató por su fe». Abundan los Padres que hablarán sobre la peregrinación de la fe de María. Más aún, el hecho de que ella se hubiese mantenido fiel a esta fe en todas las pruebas, hasta la máxima de la cruz, es uno de los puntos fundamentales en los cuales ellos ven a la Madre como la primera redimida de su Hijo; y la fe de María como el primer fruto de la gracia de Cristo.
Se trata igualmente de los primeros signos de una teología sobre la asociación de María a la obra redentora de su Hijo, aunque de modo subordinado y en forma de servicio: de manera que, así como ambos sexos habían colaborado al inicio en el pecado, así también estuviesen uno al lado del otro en su reparación (cf. V, 19,1; 21,1; D 33).
Cometí un pequeño error. "Contra las Herejías" no fue del 130 d.c., sino del 180 d.c. Así que mínimo la Iglesia Católica debió haber nacido por el 180 d.c.
Por cierto, Ireneo no creía en "Solo la Biblia".
Pero la tradición de los apóstoles está bien patente en todo el mundo y pueden contemplarla todos los que quieran contemplar la verdad. En efecto, podemos enumerar a los que fueron instituidos por los apóstoles como obispos sucesores suyos hasta nosotros: y éstos no enseñaron nada semejante a los delirios (de los herejes). Porque si los apóstoles hubiesen sabido «misterios ocultos» para ser enseñados exclusivamente a los «perfectos» a escondidas de los demás, los hubiesen comunicado antes que a nadie a aquellos a quienes confiaban las mismas Iglesias, pues querían que éstos fuesen muy perfectos e irreprensibles en todos los aspectos, como que los dejaban como sucesores suyos para ocupar su propia función de maestros. De su recta conducta dependía un gran bien; en cambio, si ellos fallaban, se había de seguir una gran ruina. (3, 2, 1; Vives 159)