6Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto.
El versículo 6 muestra que habían sido establecidos ancianos en la Iglesia de Jerusalén.
Aunque el orden no se presenta como importante, dado que la preeminencia es de Cristo, quién deja esta responsabilidad al Espíritu Santo y no al hombre en sí mismo, leemos:
Hch 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y
por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
La palabra que se usa para "obispos" es la misma que se usa para "ancianos".
Respecto a su identidad, si este Jacobo:
Hch 15:13 Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme.
Es el Hermano del Señor, tengo Escrituras que lo confirman, por ejemplo:
Gál 2:1 Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando también conmigo a Tito.
Este viaje, acompañado de Bernabé, lo hizo desde Antioquía, debido a un problema de circuncisión, y es el mismo que se describe en Hechos 15, leemos:
Hch 15:2 Como Pablo y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso
que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión.
Pero allí, en Gálatas, encontramos esta afirmación sobre Jacobo:
Gál 1:19 pero no vi a ningún otro de los apóstoles,
sino a Jacobo el hermano del Señor.
Y respecto a su liderazgo:
Gál_2:9 y reconociendo la gracia que me había sido dada,
Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados
como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Entonces tenemos que cuando los demás apóstoles se refieren a él, pueden reconocer su valía como hombre y su posición que ocupaba en medio de ellos, como columna de la Iglesia madre en Jerusalén.
Fue presidente en el Concilio de Jerusalén y firmante de la primera carta enviada a todas las Iglesias
Así debe ser, La autoridad de la iglesia tomando decisiones no vienen escritas en la Biblia.
La autoridad de la Iglesia no es el hombre.
Una teología centrada en el hombre y no en Cristo, no proviene de Dios.
En la reunión apostólica en el Concilio de Jerusalén, quién habló allí, por medio de Jacobo, fue el Espíritu Santo:
Hch 15:28
Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:
Hch 15:29 que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo bien.
No es que el hombre someta al Espíritu Santo a su parecer, sino que se ajustan a la decisión divina.
Esta humildad del siervo de Cristo, se ve reflejada en Jacobo.
Sin duda, en el hogar de Nazaret, trataba a Jesús como "Jesús, su hermano". Pero una vez que creyó, si a Jesús lo conoció como su hermano en Nazaret, ahora ya no lo conoce así, pregunto:
¿Cómo lo conoce entonces?
Igual que nosotros, como Dios manifestado en carne (1Tim.3:16)
Jacobo es un nombre Hebreo que se traduce como Santiago en el griego, y así este hermano del Señor, al escribir su Epístola, no hace alusión a su parentesco con el Señor, sino que humildad escribe:
Stg 1:1 Santiago,
siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
El hecho de que de igualdad de posición a Dios y al Señor Jesucristo, como siervo de ellos, indican que su servicio y lealtad se halla indistintamente para Dios y el Señor Jesucristo, que es igual con Dios:
Jua 10:30 Yo y el Padre uno somos.
Si Santiago adopta la posición de un esclavo común, nosotros, con mayor razón, debiéramos hacerlo.
¡PERO NO LO HACEMOS!!
Santiago no está usando ninguna ventaja, para presentarse como superior sobre los demás, ni por ser hermano del Señor, ni por ser columna de la Iglesia, ni por ser presidente del Concilio, o firmante de la primera carta a las demás iglesias.
¡Nada de eso!!
De manera que la declaración de este católico engañado por el magisterio de su secta, es una declaración que infla el ego de una casta sacerdotal por encima de la grey, bien alejada de la humildad de Cristo y de sus siervos:
Así debe ser, La autoridad de la iglesia tomando decisiones no vienen escritas en la Biblia.
No es el hombre que por sí mismo toma decisiones.
La guía pertenece al Espíritu Santo y para esto se requiere ser redimido por Cristo.
Nuestra mayor honra debe proceder de nuestra relación con Dios y el Señor Jesucristo.
Santiago dijo, claramente: "Soy un esclavo".
Para Santiago, el Señorío de Cristo es total y eterno.
Cristo tiene todo el derecho sobre nosotros, sus redimidos.
Él es el Amo y Maestro, el Señor Soberano.
Primero Tomás, luego Santiago, y por fin Judas, exclaman:
"¡Señor mío y Dios mío!!
Para que ahora venga este religioso católico incircunciso, a querer cambiarnos el Señorío de Cristo por el argentino Bergoglio, jefe supremo de los Sínodos de su secta idolátrica.
Ojalá aprenda y se retire pronto de ese sistema que lo conduce eternamente al mismo infierno.