Los refranes son casi tan antiguos como el lenguaje mismo. Baste solo con esgrimir una breve afirmación casi poética que exprese la idiosincrasia de una comunidad, y comenzaremos así a navegar en el inagotable universo del refranero popular. ¿Quién no ha hecho suyo en algún momento este ardid de sabiduría público para apoyar sus ideas y pensamientos? Y aunque su uso cotidiano lo haga parte de nuestro diario vivir, lo cierto es que muchos de ellos surgieron a partir de lenguas tan clásicas como el latín medieval e inobjetablemente se difundieron variantes de los mismos en muchos otros idiomas, entre ellos el Español. Casi siempre se generan a partir de sentencias de índole moral, y aunque a veces son patrimonio de algunas obras literarias, se puede afirmar que su mayor difusión es hecha vía oral, de generación en generación. La Biblia es fuente de un gran número de refranes populares, por ejemplo: “Ojo por ojo y diente por diente”, que tiene su equivalente africano en “La piel de cabra compra una piel de cabra y una calabaza, otra”. Comprendiendo de esta manera que/como la Palabra de Dios no solo plasmó muchísimos proverbios, sino que sus enseñanzas han tenido tanta influencia en el mundo seglar, que ha sido notorio el nacimiento, a partir de ésta, de un sinnúmero de refranes que ya forman parte del acerbo cultural de la humanidad. Los mismo que disimulados en mensajes concisos y profundos , extrapolan hoy una verdad , que suscitan cambios en la mentalidad humana. Veamos una breve recopilación de éstos.
• A cada cual lo suyo y a Dios lo de todos.
• A Dios, al padre y al maestro, tenga el niño gran respeto.
• A ira de Dios, no hay casa fuerte.
• A siervo y a reyes, da Dios las mismas leyes.
• Amar a todos, temer a Dios tan solo.
• Amigo bueno, solo Dios del Cielo.
• Ante Dios somos todos iguales.
• Bien ora, quien servir a Dios añora.
• Cada uno en su casa y Dios en la de todos.
• Cualquiera puede contar las semillas de una manzana, pero solo Dios sabe cuantas manzanas hay en una semilla.
• De Dios viene el bien, y de las abejas la miel.
• Dios nos de lo necesario, que ser rico es un calvario.
• El que madruga Dios le ayuda.
• Hacer el bien, perecerse a Dios es.
• Jamás cerró una puerta Dios, sin que abriera dos.
• La alegría, Dios la da , y el diablo la quita.
• Las letras del estudioso, las riquezas del solícito, el mandar del presuntuoso, y el cielo del devoto.
• Mas vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga.
• Mejor son dos que uno.
• Nadie se muere hasta que Dios quiere.
• No hay nada que a Dios se resista, ni que se esconda de su vista.
• O con el mundo o con Dios; pero no a la par con los dos.
• Obra acabada, a Dios agrada.
• Obra vea yo, palabras no.
• Obras buenas, hazlas a manos llenas; malas, ni las hagas.
• Para verdades el tiempo, y para justicia Dios.
Estos refranes han sido obtenidos en la página
http://frasescristianas.blogcindario.com/
Allí hay una colección de más de 500 frases cristianas divididas en temáticas que de segurole serán de gran bendición.
• A cada cual lo suyo y a Dios lo de todos.
• A Dios, al padre y al maestro, tenga el niño gran respeto.
• A ira de Dios, no hay casa fuerte.
• A siervo y a reyes, da Dios las mismas leyes.
• Amar a todos, temer a Dios tan solo.
• Amigo bueno, solo Dios del Cielo.
• Ante Dios somos todos iguales.
• Bien ora, quien servir a Dios añora.
• Cada uno en su casa y Dios en la de todos.
• Cualquiera puede contar las semillas de una manzana, pero solo Dios sabe cuantas manzanas hay en una semilla.
• De Dios viene el bien, y de las abejas la miel.
• Dios nos de lo necesario, que ser rico es un calvario.
• El que madruga Dios le ayuda.
• Hacer el bien, perecerse a Dios es.
• Jamás cerró una puerta Dios, sin que abriera dos.
• La alegría, Dios la da , y el diablo la quita.
• Las letras del estudioso, las riquezas del solícito, el mandar del presuntuoso, y el cielo del devoto.
• Mas vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga.
• Mejor son dos que uno.
• Nadie se muere hasta que Dios quiere.
• No hay nada que a Dios se resista, ni que se esconda de su vista.
• O con el mundo o con Dios; pero no a la par con los dos.
• Obra acabada, a Dios agrada.
• Obra vea yo, palabras no.
• Obras buenas, hazlas a manos llenas; malas, ni las hagas.
• Para verdades el tiempo, y para justicia Dios.
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