Señor, Enséñanos A Orar

Un pasaje contundente que condena la soberbia es Proverbios 16:18: "Antes del quebranto es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu." Este versículo resalta cómo la soberbia puede llevar a la destrucción y la caída.
 
No entrare en intercambio de conversacion, discusion, ni debate etc. con lo que e presentado.:giggle:
 
No vas a entrar en intercambio porque no tienes cómo refutar el asunto.
 
  • Like
Reacciones: Efe-E-Pe
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.

Amén.
 
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.

Amén.
 
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.

Amén.
 
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
 
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.

Amén.
 
Ef. 3:14-21


Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,

de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,

para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;

para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,

seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,

y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.


Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,

según el poder que actúa en nosotros,

a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.