Según los católicos, quien es la gran ramera de Apocalipsis 17?

12 Diciembre 2000
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Según los católicos, quien es la gran ramera de que habla Apocalipsis 17?

"1 Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; 2 con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. 3 Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; 5 y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. 6 Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro."


"La matanza de San Bartolomé en París"

En el día veintidós de agosto de 1572 comenzó este acto diabólico de sanguinaria brutalidad. La intención era destruir de un solo golpe la raíz del árbol protestante, que hasta entonces sólo había sufrido parcialmente en sus ramas. El rey de Francia había arteramente propuesto un matrimonio entre su hermana y el príncipe de Navarra, capitán y príncipe de los protestantes. Este imprudente matrimonio fue celebrado en París el 18 de agosto por el Cardenal de Borbón, sobre un alto catafalco construido con este propósito. Comieron con gran pompa con el obispo, y cenaron con el rey en París. Cuatro días después, el príncipe (Coligny), al salir del Consejo, fue herido por disparos en ambos brazos; entonces le dijo a Maure, el ministro de su difunta madre: «Oh, mi hermano, ahora veo que ciertamente Dios me ama, pues que he sido herido por Su más santa causa.» Aunque Vidam le aconsejó que huyera, permaneció en París, y fue poco después muerto por Bemjus, que después dijo que jamás había visto a nadie afrontar la muerte con mayor valor que el almirante.
Los soldados fueron dispuestos para que al darse cierta señal se lanzaran en el acto a efectuar la matanza por diversas partes de la ciudad. Cuando hubieron dado muerte al almirante, lo echaron por una ventana a la calle, donde le cortaron la cabeza, que fue enviada al Papa. Los salvajes papistas, todavía enfurecidos contra él, le cortaron los brazos y sus miembros privados, y, después de haberlo arrastrado tres días por las calles, lo colgaron por los pies fuera de la ciudad. Después de él mataron a muchas personas grandes y honorables que eran protestantes, como el Conde de la Rochfoucault, Telinius, yerno del almirante, Antonio, Clarimontus, el marqués de Ravely, Lewes Bussius, Bandineus, Pluvialius, Burneius, etc., y, lanzándose contra el común del pueblo, continuaron durante muchos días esta matanza; durante los primeros días mataron a diez mil de todo rango y condición. Los cuerpos fueron echados a los ríos, y la sangre corría como arroyos por las calles, y el río parecía ser de sangre. Tan furiosa era aquella ira infernal que dieron muerte a todos los papistas que eran considerados como no muy adictos a su diabólica religión. Desde París, la destrucción se extendió a todos los rincones del reino.

EL LIBRO DE LOS MARTIRES, John Fox

Sólo quisiera saber de aquellos que están bien aleccionados en las enseñanzas de la ICR.

Dios bendiga su palabra.
:angel:
Siervo Fiel