Según la TV española, los evangélicos somos "secta"

<BLOCKQUOTE><font size="1" face="Helvetica, Verdana, Arial">Comentario:</font><HR>Originalmente enviado por [email protected]:
Para Maripaz y tambien paraDe Todos:
El vocablo secta deriva de seguimiento, de los que siguen a un "lider" y de aquí que en un principio se llamó "sectarios" a los cristianos que es igual a seguidores de Cristo. Lo que ha ocurrido es que desde muy antiguo han existido lo que se llamana "sectas destructivas". En nuestro tiempo han aparecido en nuestro mundo occidental -al que también se le llama cristiano (?)- así, toda secta tiene unas determinadas características que les son comunes.

COMENTARIO:Claro que si, conosco una secta (y muy grande por cierto), la secta se llama Iglesia Catolica:

Primera característica: Tota secta destructiva tiene un líder indiscutible puesto que tiene en exclusiva "línea directa" con una divinidad. Sus enseñanzas son infalibles y por ende fuera de toda discusión o crítica.

COMENTARIO:El lider indiscutible es el papa, tiene todas las caracteristicas que nombraste.

Segunda característica: Sus fieles no puede discutir ni analizar sus enseñanzas puesto que son dogmáticas, así pues no hay una autoridad más elevada que la suya y a su dios hay que interpretarlo conforme a dichas enseñanzas.

COMENTARIO: Tambien, esto corresponde al papa.

Tercera característica: Si alguien se atreve a discutirlas es anatemizado y lanzado al ostracismo, eso en el caso que el Lider sectario no tenga la autoridad suficiente para suprimir su vida. Si la tiene lo manda a la hoguera. Si esta secta se autotitulara "cristiana" lo primero que prohibiria sería que sus seguidores fuesen a las fuentes del cristianismo y el primer libro que prohibiria en su INDICE de libros prohibidos sería el Evangelio de Mateo.
Dime Maripaz (junto a De Todos) ¿conoces a alguna Institucion que tenga las caracteristicas enumeradas? Entonces ya sabes quien es realmente una secta. Ah, y no olvides que los mas aficionados a tratar a los demas de sectarios son, precisamente, los sectarios.

COMENTARIO: En la edad media, si tenian el poder para suprimir la vida de cualquier "hereje" (cuando los herejes son ellos), ahora no pueden devido a los derechos humanos.
Y ellos llaman sectarios a cualquier Iglesia
que no sea catolica.

Feliz Nuevo Año, Siglo y Milenio.
Tobi.
[/quote]
 
A La Luz de estas palabras quienes son los sectarios:

Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de
corrupción". (El apóstol Pedro 2 Pd. 2:19)
CRISIS DE VALORES Y FANATISMO

Nuestra civilización vive una crisis de valores y no sabe a
qué atenerse. Es la nuestra una sociedad post cristiana en la
que las ideologías que prometían alumbrar una nueva era se
derrumban estrepitosamente. El relativismo se impone,
dejando al hombre en la incertidumbre y el desamparo. Por su
parte, el consumismo y el avance tecnológico no se bastan
para llenar el vacío que queda en los corazones. Y así las
cosas, el hombre se siente amenazado y solo.
Estas circunstancias favorecen la proliferación de "profetas
iluminados" que esparcen sus proclamas de salvación a cambio
de una sujeción incondicional que deja a un lado la
capacidad humana de razonar. Es el fenómeno de las sectas.
Es tan amplia la gama de supuestos mesías que en este breve
texto no hay lugar más que para un repaso de las
características que identifican a todo grupo fanático y
sectario, sea los de nuevo cuño o de los más tradicionales.
Sirvan estas pautas para orientarnos:

IDENTIFICAR UNA POSTURA SECTARIA

­ La organización religiosa sectaria siempre tiene una
estructura jerárquica rígida y centralizada, tanto
geográficamente, en la sede, como personalmente, en el líder
supremo.
­ El líder, o grupo dirigente, es considerado como
representante infalible de Dios en la tierra y proveedor de
la revelación divina o único intérprete autorizado de los
libros sagrados. La veneración, obediencia y confianza de
los fieles hacia ellos son ciegas e incondicionales.
­ El beneficio económico (y en ocasiones el poder político)
figura siempre entre sus fines, cuando no es el primordial,
aunque lo escondan detrás de motivaciones más nobles, y a
pesar de que los "militantes de a pie" ignoren en muchos
casos el "tejemaneje". Es un negocio redondo: Los bienes a
la venta pueden adaptarse a la demanda y la mano de obra de
los fieles es gratuita y eficiente. De esta manera, negocios
como el editorial, con la venta de libros y revistas a
domicilio, rinde unos beneficios desorbitados. Además,
suelen argumentar que el Fisco no tiene por qué pedir
cuentas a los intereses del Reino de Dios.
­ En todos los casos las creencias que se inculcan son
inaccesibles por el raciocinio. Lo que entra en juego son
las emociones, manipuladas para descartar todo proceso
mental que exija racionalidad y dé a luz la crítica. Su fe
es un salto místico en el vacío de la sinrazón; un abandono
a los meros sentimientos, a la credulidad y a la
superstición.
­ Generalmente, nunca dan a conocer con honestidad al
público exterior quiénes son y lo que piensan. Hacen uso de
una "máscara" de presentación barnizada de caridad, de
cientifismo, de modernismo... o de lo que convenga. Algunos
incluso mienten con todo descaro.
­ Curiosamente un rasgo muy extendido es el menosprecio de
lo físico y el maltrato del cuerpo, a base de vigilias,
ayunos, mortificaciones, agotamiento, etc; prácticas que
conducen a un debilitamiento del intelecto y de la voluntad.
­ Dentro de las sectas más dañinas, el lavado de cerebro, la
despersonalización, es el método de convicción. Es un
proceso bien estudiado que conduce a la anulación de la
razón por medio de la manipulación de sentimientos como los
de culpa, soledad, indefensión o desilusión. El resultado es
un ejército de adocenados que han asimilado un mismo credo y
que en ocasiones hasta visten igual.
­ Para lograrlo se aísla al individuo de todos los vínculos
posibles con el mundo exterior, bien afectivos como la
familia o las amistades, bien informativos. El prosélito se
convierte en un ser programado para rehusar cualquier
material informativo que no provenga de la secta y está
incapacitado para mantener un diálogo que atienda a la
razón.
­ Un reclamo que algunos grupos utilizan para atraer a la
gente es el uso de pretendidos poderes milagrosos de
curación, exorcismo, lenguas extrañas y otras prácticas que
les conceden cierto aspecto de super espiritualidad.
­ En la mayoría de las sectas más destructivas las labores
de beneficencia no ocupan ni uno solo de sus esfuerzos. Un
indicio claro del verdadero móvil de los dirigentes: el
dinero. Es cierto, no obstante, que se han registrado
oficialmente casos de grupos religiosos que, con el pretexto
de rehabilitar toxicómanos, ocultan turbios manejos
económicos.
­ El sexo se utiliza como resorte para sujetar la voluntad
de los individuos y para mantener la estructura jerárquica y
sacerdotal, ya sea forzando al celibato y a matrimonios
dictados, ya sea promoviendo la promiscuidad sexual y aun la
"prostitución proselitista".
­ Toda postura sectaria, sin excepción, hace un hincapié
desmesurado en la necesidad de continuos esfuerzos humanos
(sean penitencias, ritos o buenas obras) para alcanzar la
salvación, y sumen a sus adeptos en la incertidumbre que
produce la amenaza de poder volver a condenarse.
­ Por último, la presión amenazante que sufre el que
abandona la organización crea un pánico en el individuo que
le disuade de la idea de la deserción.

¿ALGUNA ALTERNATIVA?

Dicho esto, queda plantearse cuál es la alternativa a esta
esclavitud de la mentira. Muchísimos hoy en día optan por el
relativismo: "Nada es verdad ni mentira de forma absoluta".
Generalmente su postura se completa con el agnosticismo: "No
puede tenerse certeza de si hay Dios o no; y si lo hay, nada
sabemos de Él". Y, de entre esa mayoría, un buen número se
apunta a un cinismo amargo que se ríe de todo lo que tenga
un tinte religioso.
Ahora, cabe preguntarse que, si todo es relativo y no hay
verdad ni mentira, ¿con qué derecho llamamos a las sectas
falsas y embusteras?. Aún más: Si no hay Dios ni Instancia
Suprema que dicte las normas, ¿con qué autoridad o criterio
podemos condenar la injusticia, el atropello o el crimen?.
El hombre requiere criterios absolutos y valores
permanentes, igual que necesita refugio y seguridad.
Precisamente lo que van buscando algunos en las sectas. Sin
embargo, todo aquello que el hombre necesita para no andar
palpando a ciegas sólo puede hallarlo en su Creador. A Dios
nadie lo vio jamás, es cierto; pero su Hijo, Jesucristo, Él
le ha dado a conocer. En Él, Dios se nos ha revelado de
manera culminante. Y no de forma oscura, mística e
irracional. Apareció en la historia de los hombres y nos
dejó constancia de ello por los testimonios fidedignos de
quienes vivieron con Él. Para que no tengamos que ejercer
una fe ciega, sino basada en las evidencias. Ante esto, sólo
un cínico se reiría.
Jesús de Nazaret cumplió en su persona y obra multitud de
profecías del Antiguo Testamento. Delante de multitudes hizo
prodigios que nadie jamás ha hecho. Fue intachable en todo
como ningún hombre lo ha sido. Transformó la vida de los que
le siguieron y, finalmente, resucitó de los muertos.

CONDENÓ EL FANATISMO Y OFRECIÓ LIBERTAD

Nunca instituyó una iglesia jerarquizada, centralizada y de
autoridad indiscutible (Marcos 9:35). Sólo su palabra era
incontestable (Lucas 21:33; Juan 15:26­27)... porque Él es
Dios. Nos dejó esa Palabra y su Espíritu Santo para
ayudarnos a comprenderla (Juan 16:13). Él mismo criticó las
supersticiones y el fanatismo alienante de sus
contemporáneos (Mateo 23). Condenó el afán por acumular
riqueza (Mateo 6:19). Despreció el proselitismo aprovechado
(Mateo 23:15). Llamó hacedores de maldad a muchos que
profetizarían en su nombre y en su nombre harían milagros
(Mateo 7:22­23). Honró el matrimonio, la familia y el sexo
(Mateo 25:1­13), pero condenó la fornicación (Mateo 7:21).
Prohibió a los suyos llamar "padre" o "maestro" a hombre
alguno sobre la tierra (Mateo 23:8­10). Les advirtió contra
los falsos "mesías" que habrían de aparecer (Mateo 23:4­5).
Desoyó los mandamientos de hombres (Marcos 7:1­13). Exhortó
a cumplir las obligaciones sociales con nuestro prójimo
(Lucas 10:25­37). Y sobre todo, anduvo siempre con la verdad
por delante, apelando a la voluntad libre del individuo para
tomar una decisión en cuanto a su persona y su mensaje, sin
dorar la píldora ni recurrir a tretas de persuasión. Cuando
muchos se echaron atrás para no seguir en pos de Él, dejó a
sus apóstoles la puerta abierta de par en par: "¿Queréis
acaso iros vosotros también?" (Juan 6:67).
Él dijo haber venido para hacer al hombre verdaderamente
libre. ¿Libre de qué?. Del pecado, de la desesperanza, de la
desdicha, de la culpa, de la sentencia justa de la ley de
Dios, de la condenación eterna, del temor a la muerte y de
los desatinos y mentiras de los hombres.

LA LIBERTAD TIENE UN PRECIO.

Para lograr tal liberación y reconciliarnos con Dios fue
necesario que Él padeciese y muriese en nuestro lugar; el
inocente por los culpables. De esta forma, la sentencia
condenatoria que se levantaba contra nosotros cayó sobre Él,
y sólo así se hizo posible el perdón. "Dios... manda a todos
los hombres en todo lugar que se arrepientan, por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón (Jesucristo) a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos" (Hechos de los
apóstoles 17:30­31).
De modo que la fe que Dios demanda no consiste en una
experiencia mística irracional que renuncia a usar el
intelecto. Es más bien la rendición de la voluntad al que ha
dado evidencias de ser el Señor, el único con derecho a ser
adorado y obedecido. En eso consiste la libertad, en no
someterse absolutamente a nadie más que al que tiene el
derecho de mandar.

LA RESPONSABILIDAD ES TUYA

Enfrenta este asunto antes de que sea tarde. Aplica tu
inteligencia a la lectura de la Biblia, si nunca lo has
hecho. Sacude cualquier yugo de obediencia ciega a un
sistema religioso, si es que andas doblegado a él. Abandona
el mal concepto de que Jesús de Nazaret no fue más que
un revolucionario o un buen maestro de moral. Arrepiéntete y
rinde tu voluntad al Hijo de Dios si quieres saber lo que es
ser verdaderamente libre. Él ofrece una salvación gratuita,
porque no puede comprarse; y segura, porque no puede
perderse. Escúchale: "El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas
ha pasado de muerte a vida". (Juan 5:24).