Dices "las señales y prodigios fueron dones muy específicos dados a los Apóstoles etc". ¿De dónde te has sacado esa teoría? Toda la Biblia, AT y NT hacen ver la intensa relación de Dios con sus hijos que se traduce también en esos dones, es una constante, y más con la llegada de Jesús. No hay dos humanidades, una con dones y otra sin dones.
En tiempos de Ireneo todavía había hermanos con el don de resurrección de muertos. Lo que dice Clemente es para su comunidad, porque hubo comunidades con suerte dispar. Las más coherentes fueron las de Macedonia y Acaya, Esmirna y Filadelfia, las de la Carta a Diogneto.
En el tránsito del siglo I al II los dones del Espíritu menguan, creo yo, porque se extiende la violencia entre los propios cristianos (cristianos alistados en las legiones) y se mundanizan.
Pero siempre hubo después individualidades. Después en el siglo XX resurge con fuerza el tema de los dones, lo cual es una bendición y señal de que vienen buenos tiempos.