¿QUE DICE LA BIBLIA SOBRE LA ETERNA SEGURIDAD DE NUESTRA SALVACION?
Yo creo que una vez que una persona ejercita fe salvífica en Jesucristo, ésta pasa a ser de la familia de Dios para siempre. Dios no expulsa a nadie fuera de su familia eterna. Un número importante de pasajes apoya esta posición. Por ejemplo, en 1 Corintios 12:13 se nos dice que en el momento que somos salvos el Espíritu Santo nos posiciona en el cuerpo de Cristo. Una vez que hemos sido implantados en el cuerpo de Cristo, ya nunca más somos extirpados. A decir verdad, Efesios 1:30 y 4:30 nos indican que en el momento que creemos en Cristo Jesús para salvación, somos “sellados” permanentemente por el Espíritu Santo. En ese momento nos transformamos en propiedad eterna. Ese sello nos garantiza que nuestro destino es el cielo.
Como ya señalamos anteriormente, en Juan 10:28-30 leemos que el propósito del Padre es guardarnos seguros, no importa lo que suceda, una vez que confiamos en Cristo. En este pasaje podemos notar que:
1) Jesucristo dice “mis ovejas”. Si Jesús llegara a perder una, su prestigio corre serio riesgo.
2) “oyen mi voz” significa que no escuchan a charlatnes
3) “les doy vida eterna”. Es un regalo. Además por definición, “eterna” es “eterna”, sin interrupciones.
4) “no perecerán jamás”. ¿Dijo Jesús la verdad?
5) Nadie las arrebatará de la mano de Jesús ni la mano del Padre. Doble seguridad, doble protección.
6) “Nadie” significa “nadie”. “nadie” significa ni siquiera Usted.
Agregado a todo esto, Romanos 8:29-39 nos muestra una cadena indestructible que se extiende desde la predestinación de los creyentes, hasta su glorificación, una vez que alcanzan el cielo.
Otra cosa que debemos tener en cuenta es que Cristo ora regularmente por cada cristiano (Hebreos 7:25). Con Jesús orando por nosotros, en verdad que sí estamos seguros (sus oraciones son siempre contestadas).
Por supuesto que el hecho de que el creyente esté seguro en su salvación no significa que tenga libertad para pecar. Si el cristiano peca, y permanece en ese pecado, la Escritura dice que Dios disciplinará al desobediente tal como un padre disciplina a sus hijos (Hebreos 12:7-11).
¿ENSEÑA HEBREOS 6:4-6 QUE LOS CRISTIANOS PUEDEN PERDER SU SALVACION?
No. Leamos Hebreos 6:4-6:
4 Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial,
5 que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado.
6 Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a la vergüenza pública.
Aquellos que se subscriben a la teología arminiana creen que este pasaje indica que un cristiano puede en realidad perder su salvación. Si esta interpretación es correcta, tendríamos que concluir también que es imposible ser salvo por segunda vez.
Otros interpretan este pasaje como que se refiere a aquellos que tiene una fe no genuina, opuesta a la fe real, se trataría de falsos falsos creyentes. El “se apartaron” o el “recayeron” (Reina Valera), se referiría a haberlo hecho del conocimiento de la verdad, pero no de la posesión misma de la verdad.
Aun otros interpretan este pasaje como una advertencia para que los cristianos continúen marchando hacia la madurez. Yo apoyo esta interpretación. Nótese que el contexto de Hebreos 6:4-6 está dado por los versículos 1-3:
1 Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios,
2 la instrucción sobre bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.
3 Así procederemos, si Dios lo permite. (énfasis nuestro).
El contexto trata claramente con el avance hacia la madurez. Esto era importante porque los judíos del primer siglo que se habían convertido al cristianismo, en el área de Palestina y alrededores, todavía estaban bajo la autoridad del sumo sacerdote. Con esto quiero decir que el sumo sacerdote tenía la influencia suficiente para que un judío perdiera su trabajo, o que sus hijos fueran expulsados de la escuela de la sinagoga, y otras cosas. Muchos eruditos creen que cuando un judío se convertía a Cristo en el primer siglo traía persecución severa sobre él. Esto causaba que los judíos cristianos fueran bastante tímidos en sus vidas cristianas.
Al no ser muy demostrativos en cuanto a su fe, buscaban pasar desapercibidos y se retiraban de los aspectos externos de la vida cristiana (concurrencia a las reuniones de la iglesia, entre ellos), con la finalidad de que el sumo sacerdote fuera indulgente con ellos.
El autor del libro de Hebreos vio esto como un retroceso, como un impedimento para el crecimiento espiritual en Cristo, por lo tanto los motiva a avanzar a la madurez.
A pesar de que es imposible que un cristiano realmente se aparte (o recaiga) de la salvación, el autor del libro usa la frase para expresar su exhortación hacia la madurez en términos fuertes. El teólogo Charles Ryrie lo explica de la siguiente manera:
“Es imposible para un estudiante, una vez inscrito en el curso, si pudiera retroceder el reloj (lo que no se puede), comenzar de nuevo el curso. Por lo tanto, permitamos que todos los estudiantes prosigan a un conocimiento más profundo.” (Charles Caldwell Ryrie, ed., Ryrie Study Bible, Chicago: Moody Press, 1994, p. 1885).
Finalizando, digamos que el mensaje de Hebreos 6:4-6 no es: “o se esfuerzan o pierden la salvación”, sino: “En vista del hecho de que Uds. ya están en la escuela de Cristo, y han hecho un compromiso, sigamos rumbo a la madurez”. Este era un mensaje que los judíos convertidos en el primer siglo en realidad necesitaban escuchar.
Bendiciones
Pablo