La forma de bautizar es proporcionada en Mateo 28:19:
El MISMO SEÑOR JESUCRISTO nos dice: "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo...". Esas son las palabras del propio Hijo de Dios. ¿Sabía Jesús lo que estaba diciendo? ¿Se equivocó Jesús? ¿Hay alguna ambigüedad en sus instrucciones? No soy de los que no se atrevería a responder positivamente a ninguna de estas interrogantes.
La palabra "nombre" usada por Jesús en Mateo 28:19 en el Griego también significa "título" (Ver Walter Bauer, William F. Arndt y F. Wilbur Gingrich, en su obra maestra ‘Un Léxico del Nuevo Testamento’. 1971. Chicago. Página 576.) Esta palabra fue usada en singular porque es usada distributivamente, lo que significa que quedaba claramente establecido que había un sólo "nombre".
Cuando la Biblia dice "En el nombre" significa literalmente "bajo la autoridad del nombre", frase que se usaba frecuentemente en esos tiempos.
Cuando Pedro dijo "Arrepiéntanse y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados" en Hechos 2:38 él se refiere a que la persona sea bautizada "bajo la autoridad que hay en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados". Lo que Pedro estaba dejando enfatizado aquí era que la persona era bautizada dando efecto a la Gran Comisión en la cual Jesús, en Su Autoridad (o con la autoridad que posee su nombre), autorizaba a los discípulos a que bautizaran. Además Jesús con esto les instruyó cómo hacerlo.
En otras palabras, para los protagonistas del libro de Hechos, basándose en la autoridad del Nombre de Jesucristo, bautizaban "bajo la autoridad" de Jesucristo tanto en la alabanza como en el servicio del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La historia de la Iglesia confirma que el bautismo siempre se hizo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
No fue hasta unas décadas cuando apareció un líder quien de repente descubrió lo que nadie más había descubierto a través de los siglos de la Iglesia, que hasta el momento se había estado mandando gente al cielo mal bautizados, y que él había descubierto la "forma correcta" de bautizar:
Sólo en el nombre de Jesús. Este tipo de NUEVA INTERPRETACIÓN ESCRIPTURAL es típica de Elena White (Adventistas), José Smith (Mormones), y otros líderes de grupos religiosos contemporáneos, quienes SIEMPRE encuentran gente que cree en sus "revelaciones frescas", por supuesto, ¡para perdición!; no se deje engañar y proclame la voluntad del Padre, la obra del Hijo y el poder del Espiritu Santo en la divina trinidad.
El MISMO SEÑOR JESUCRISTO nos dice: "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo...". Esas son las palabras del propio Hijo de Dios. ¿Sabía Jesús lo que estaba diciendo? ¿Se equivocó Jesús? ¿Hay alguna ambigüedad en sus instrucciones? No soy de los que no se atrevería a responder positivamente a ninguna de estas interrogantes.
La palabra "nombre" usada por Jesús en Mateo 28:19 en el Griego también significa "título" (Ver Walter Bauer, William F. Arndt y F. Wilbur Gingrich, en su obra maestra ‘Un Léxico del Nuevo Testamento’. 1971. Chicago. Página 576.) Esta palabra fue usada en singular porque es usada distributivamente, lo que significa que quedaba claramente establecido que había un sólo "nombre".
Cuando la Biblia dice "En el nombre" significa literalmente "bajo la autoridad del nombre", frase que se usaba frecuentemente en esos tiempos.
Cuando Pedro dijo "Arrepiéntanse y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados" en Hechos 2:38 él se refiere a que la persona sea bautizada "bajo la autoridad que hay en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados". Lo que Pedro estaba dejando enfatizado aquí era que la persona era bautizada dando efecto a la Gran Comisión en la cual Jesús, en Su Autoridad (o con la autoridad que posee su nombre), autorizaba a los discípulos a que bautizaran. Además Jesús con esto les instruyó cómo hacerlo.
En otras palabras, para los protagonistas del libro de Hechos, basándose en la autoridad del Nombre de Jesucristo, bautizaban "bajo la autoridad" de Jesucristo tanto en la alabanza como en el servicio del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. La historia de la Iglesia confirma que el bautismo siempre se hizo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
No fue hasta unas décadas cuando apareció un líder quien de repente descubrió lo que nadie más había descubierto a través de los siglos de la Iglesia, que hasta el momento se había estado mandando gente al cielo mal bautizados, y que él había descubierto la "forma correcta" de bautizar:
Sólo en el nombre de Jesús. Este tipo de NUEVA INTERPRETACIÓN ESCRIPTURAL es típica de Elena White (Adventistas), José Smith (Mormones), y otros líderes de grupos religiosos contemporáneos, quienes SIEMPRE encuentran gente que cree en sus "revelaciones frescas", por supuesto, ¡para perdición!; no se deje engañar y proclame la voluntad del Padre, la obra del Hijo y el poder del Espiritu Santo en la divina trinidad.
